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PALACIO DE FONTAINEBLEAU, FRANCIA
 
Directorio:

Palacio de Fontainebleau, Francia

 

   
 

El Castillo de Fontainebleau fue uno de los lugares preferidos por la realeza durante más de 800 años y después con la llegada de la revolución y el emperador, siguió sirviendo para los fines que fue edificado. Era un castillo donde nunca sirvió permanente como la vivienda de los reyes, simplemente era utilizado ocasionalmente para las cacerías, por eso su arquitectura sufrió numerosos cambios tanto el propio edificio como en su interior. Cada rey según sus necesidades cambiaba o añadía una nueva ala o destruía lo que el anterior había construido.

La historia del lugar comienza con la edificación de una pequeña fortaleza por el Rey Luis VII en el siglo XII y no es hasta 1528 cuando Francisco I decide ampliar la fortaleza y construir un verdadero palacio y le siguieron los descendientes hasta construir un gran Château Renacentista. Consiguieron crear una gran morada dedicada al recreo con lugares destinados al esparcimiento y la meditación, dotada con grandes jardines y patios.

El gran constructor e impulsor fue Enrique IV, gracias a él, se hacen las obras necesarias para convertirlo en un Palacio sobrio y elegante con la máxima calidad artística de los mejores artesanos del momento, así recurrió a los pintores Ambroise Dubois y Toussaint Dubreuil que decoraron las paredes y para la capilla llamo a Martin Fréminet, seguidor de Miguel Ángel, quien adorno la bóveda con una magnifica serie de frescos donde se representaba la Redención, y el escultor Mathieu Jacquet hizo un retrato del rey a caballo que se situó en la Gran Chimenea.

Su hijo Luis XIII hizo construir la magnifica escalera central exterior con forma de Herradura y le encargo el proyecto al arquitecto Jean Androuet du Cerceau. Los sucesivos reyes se limitaron a ampliar y cambiar sobretodo la decoración interior, adaptándola a su tiempo y gustos.

La revolución actuó sobre el edificio pero se salvo su estructura solamente se vació su interior, no es hasta la llegada de Napoleón I cuando el castillo toma el antiguo valor de los reyes. Su historia era menos marcada que el Palacio de Versalles y aquí el futuro emperador quiso continuar su embellecimiento.

En noviembre de 1804, aprovechando la llegada del papa Pío VII que vino a coronar al emperador, este, mando amueblarlo, pero además el papa fue retenido allí durante dos años como prisionero a fin de obligarlo a firmar un concordato. Durante ese tiempo Napoleón I iba al castillo regularmente y le gustaba mucho las posibilidades que ofrecia, decidió habitarlo, para ello, mando quitar el ala que separaba la entrada de la ciudad y de esta forma abrió la perspectiva, construyendo la reja actual. En el interior embelleció los apartamentos y transformo la Cámara del Rey en Sala del Trono.

Tras la desastrosa campaña de Francia, el 6 de abril de 1814, el emperador se vio obligado a firmar su abdicación. El 20 de abril, se despidió de la guardia reunida al pie de la escalera principal. El patio del Caballo Blanco pasó desde entonces a llamarse como Patio de los Adioses.

Con posterioridad los sucesivos reyes o jefes de Estado solamente han mantenido acondicionado el edificio, algunos hicieron trabajos de rehabilitación con diferentes campañas de restauración hasta 1927 en que se convirtió en Museo Nacional.

Comenzamos la visita guiada por los pequeños apartamentos que utilizo el emperador Napoleón I en su vida cotidiana en el palacio. Para ello, nos conduce a los aposentos un educadísimo guía que en perfectísimo francés, pero su voz nos ofrece un tono tan sosegado y paciente que la visita se nos hace monótona, nos explica una clase magistral de arte, de la cual no entendemos nada por la barrera del idioma. Contrariamente a lo que se pueda pensar nos sorprende ver como son la gran austeridad que ofrecen las habitaciones del emperador, en comparación, por ejemplo, con el Palacio de Versalles, o más aún, las que veremos más adelante en la zona del palacio utilizado por los reyes.

Los pequeños apartamentos de Napoleón I están situados en la planta baja dentro del ala de Francisco I y el Patio Ovalado, circulan por el extremo norte y posteriormente dan con el jardín de Diana.

Napoleón decide su traslado a Fontainebleau entre 1808 y 1810, en la actualidad se pude contemplar el mobiliario que utilizo en esa época el emperador. Primeramente pasamos por una antecámara se trata de una sala diáfana con sillas de terciopelo rojo y brazos lacados en blanco, sobre la pared un enorme cuadro decora la sala.

El “Primer Salón del Emperador” donde el emperador comía, preside la sala una enorme chimenea de mármol negro, el mobiliario esta decorado con tapicerías de flores, predomina el color lacado en verde claro.

El Segundo Salón del emperador es un poco más lujoso, las tapicerías son en color verde con grandes medallones, predomina el color madera lacada sobre los muebles, y en las paredes hay una mezcla intercalados de espejos con pinturas barrocas, obras de Nicolas Coypel, Clément Belle y Joseph-Marie Vien, también abundan los relojes clásicos y los candelabros de bronce.

La Cámara de Meneval, era la habitación del secretario del emperador, el Barón Meneval, donde llevaba una vida monástica, durante 24 horas estaba trabajando a las ordenes del emperador, no había secretario en Francia que siguiera el ritmo de trabajo que marcaba Napoleón cuando dictaba los escritos era imposible seguir el dictado, Meneval, ideó un sistema de taquigrafía que garantizaba que las cartas eran muy parecidas con los escritos dictados por el emperador. La habitación tiene una silla, un vestidor y una cama empotrada en una pared, todo tan sobrio como su patrón.

La Sala del Criad, la siguiente estancia es la del criado el secretario Constant y otra habitación para los guardias de cartera encargados de clasificar durante las 24 horas el correo y las noticias.

El Vestidor del Emperador, se trata de una sala intermedia utilizada también como lugar de trabajo, las paredes de madera labrada y unos espejos, solamente tiene unas pequeñas sillas de espera.

La Cámara del Emperador, esta habitación tiene una cama con tapicerías florales con un dosel haciendo juego esta coronado esculpido de cascos, fue también utilizada por el Papa en la Tullerias en 1804 y posteriormente fue traslada al palacio de Fontainebleau en 1805, la mayoría del mobiliario de la estancia fue construido por Jacob-Desmalter.

El Gabinete Topográfico se encuentra en el otro ala del vestidor, en esta sala hay tres grandes mesas que servia para apoyar los grandes mapas, allí Napoleón I preparaba sus estrategias y sus campañas. Una pieza importante de la sala es el reloj geográfico obra del relojero Antide Janvier, marcaba la hora verdadera en todas las regiones de Francia, fue construido para Luis XVI y Napoleón lo compro en 1806.

La Biblioteca, esta sala tiene más de 4.000 obras que se identifican y se clasifican según la letra del alfabeto, faltan 695 libros que se llevo Napoleón al exilio.

Pasamos a las habitaciones de la emperatriz Josefina, primero, visitamos el Salón de Estudio con varios muebles pequeños que pertenecieron a María Luisa, la segunda esposa de Napoleón: una mesa donde dibujaba y depositaba el correo, obra de Jacob-Desmalter, un caballete para pintar, un bastidor para el bordado y una mesa escritorio para escribir las cartas; la siguiente salita es pequeña dotada de una banqueta de alcoba que permitía salir al jardín y a la habitación; la siguiente es la cámara principal con la cama de Josefina, las tapicerías en seda blanca y azul, brocada en oro, debería de conferir una atmósfera alegre y llena de vida.

El Cuarto de Baño de la emperatriz tiene tapicerías en tafetán celeste, esta amueblado con un espejo y una mesa adornada con bronces, un sillón esta colocado sobre unas ruedas, oculta una bañera empotrada en el suelo.

El Salón de Juegos de la emperatriz tiene una tapicería color oro en seda gruesa de Nápoles, bordada con seda de color amaranto; el primer Salón de la Emperatriz o salón de billar con diferentes tipos de sillas para hombres y mujeres con una tapicería de rayas grises, verdes y celestes.

La escalera de estuco nos devuelve a las estancias oficiales y comenzamos la visita a los Grandes Apartamentos y el Apartamento interior del Emperador. Iniciamos la visita por la Antecámara de la Galería de los Fastos, el mobiliario ya ha cambiado y se parece mucho más al de un Palacio de Real, sobre el techo destaca el artesonado, el mobiliario es escaso y solamente consiste en unos sillones en las paredes diferentes cuadros de dispares tipología; la siguiente sala es la Galería de los Fastos y de los Platos, fue creada por Napoleón III, sobre unas estanterías cerradas se empotraron 128 platos de porcelana de Sevres, ofrecen una temática sobre los diferentes eventos que sucedieron en el palacio, también diferentes panorámicas conmemorativas de los viajes de la familia real habían hecho por el mundo. En las paredes se colgaron óleos que ilustran eventos gloriosos desde el bautizo de Luis XIII hasta la muerte del Gran Delfín; el hijo de Luis XV o el recibimiento del Papa por Napoleón en 1804. El mobiliario es único y esta formado por un gran bargueño decorado con placas de porcelana que cuentan la boda de Elena de Mecklembourg y Felipe de Orleáns; la siguiente sala es el palco privado de los reyes para asistir a la misa de la Capilla de la Trinidad.

La Galería Francisco I, fue decorada por los artistas italianos Rosso y Primaticcio, aquí realizaron una gran obra de arte renacentista, la mezcla de la riqueza decorativa creo deliberadamente una gran obra de arte: zócalos con estucos y pinturas, todos los paramentos de una sala quedan ocultos por un sinfín de elementos decorativos con una alegoría única entorno al reinado de Francisco I. Sobre los artesonados se mandaron esculpir la letra “F”, la flor de lis y la salamandra, animal emblemático de Francisco I, la tradición otorgaba a este animal el poder de atravesar las llamas. Los frescos también hacen referencia a la vida del rey, otros exaltan el buen gobierno y la grandeza real. Entre las alegorías: “La Ignorancia expulsada donde se presenta al rey como humanista y mecenas, “El Elefante Real” muestra la fuerza y la sabiduría, “La Juventud Perpetua” es el don de la humanidad, “Venus Frustrada” nos habla del amor, también “La Unidad del Estado”, “La venganza de Nauplio”, “El Incendio”.

Continuamos después por unas pequeñas habitaciones que comunican con la Sala de Baile, fue iniciada su construcción por Francisco I y terminada por Enrique II que la convirtió en la sala de fiestas. En la decoración encontramos la letra “H” que simboliza la gloria, la letra “C” corresponde a Catalina de Médicis y la letra “D” a Diana de Poitiers. Los óleos de la sala son obras de pintores manieristas italianos, Francesco Primaticcio y Niccolò dell'Abbate. La "Ninfa de Fontainebleau", es obra de Benvenuto Cellini, encargada para el palacio, está en el Louvre. Sus escenas mitológicas representan los placeres de la caza y los placeres de la música. En la chimenea estaba adornada con dos sátiros de bronce, según los modelos traídos de Roma por Primaticcio, con la llegada de la Revolución fueron fundidos y ahora han sido reemplazados por unas copias de yeso.

La capilla de San Saturnino fue consagrada por el Arzobispo de Canterbury, tiene dos plantas, la inferior para el personal del castillo y la superior para el rey y familia. Napoleón la transformo en biblioteca y Luis Felipe la devolvió el uso de capilla.

La cámara de Madame de Etampes o escalera de Luis XV, fue construida por el rey Francisco I para alojar allí a su favorita Ana de Pisseleu, llego a palacio como dama de honor de la madre del rey, dijeron de ella que era: la más bella entre las doctas y la más docta entre las bellas. La sala fue adornada con estucos y frescos que relatan la vida de Alejandro, realizados por el artista italiano Primaticcio. Luis XV la transformo en escalera y se pintaron la composición del muro este y del techo, en las paredes se colocaron mármoles en diferentes colores.

Los Salones San Luis, fueron construidos por el rey Luis XVI en 1757 y se enriquecieron durante el reinado de Luis Felipe, sobre la chimenea se encuentra el retrato en relieve de mármol blanco de Enrique IV a caballo, obra de Mathieu Jacquet, además hay cuadros de Fraçoise-André Vicent en 1783, hablan sobre el tema general del buen rey, en el techo un artesonado de madera con la representación de escudos de la casa real.

El Salón de Luis XIII esta considerado como los apartamentos privados del rey y los siguientes de la reina, se trata de una serie de salas que giran entorno al Jardín de Diana. En esta sala nació el 27 de septiembre de 1601 el Delfín, el futuro rey Luis XIII, para cumplir la regla –vigente en esos momentos– que exigía que las reinas tenían que dar a luz en publico los delfines para evitar la acusación de sustitución del nacido.

El Salón Francisco I, fue utilizado en el siglo XVI por el rey como cámara de la reina Leonor de Austria, la segunda esposa de Francisco I, los frescos y estucos fueron realizados por Primaticcio, posteriormente, Napoleón III las decoro con tapices bajo el tema de Caza del Emperador Maximiliano, obra de los talleres Gobelinos en el siglo XVII.

El Salón de los Tapices y antecámara de la Emperatriz, era la antigua sala dedicada a la guardia de la reina, posteriormente se trata de una antecámara, en el segundo imperio se llamo Sala de los Tapices, gracias a colgarse la “Historia de Psique” fue tejida en París en el siglo XVII, según las tendencias creada por Rafael. También hay tres tapices de Gobelinos que representan las estaciones en Fontainebleau.

La Galería de Diana, fue construida por el rey Enrique IV y posteriormente restaurada por Napoleón III que mando pintar los frescos sobre Diana, obra de Merry-Joseph Blondel y Abel de Pujol, más adelante, se transformo en la gran Biblioteca del Palacio con más de 16.000 volúmenes procedentes de la antigua biblioteca de Napoleón I, en el centro se encuentra el globo terrestre que mando realizar en 1810 para las Tullerías.

El Salón Blanco fue decorado para María de Médecis por Ambroise Dubois con cuadros que hablan de la historia de Tancredo y Clorinda, titulada Jerusalén liberada de Tasso, en los últimos siglos sirvió como salón de Amelia, esposa de Luis Felipe.

El actual Salón de Juegos era el antiguo gran Gabinete de la Reina, servia para otorgar sus audiencias oficiales, María Antonieta la decoro al gusto neoclásico, en el techo si pinto “Minerva coronando a las Musas”, entre el mobiliario que le gustaba a la reina era el dedicado al juego y de ahí salió el nombre de la sala. Posteriormente se convirtió en el Gran Salón de la Emperatriz, se instalaron unos sillones para cumplir con la etiqueta estricta en el trato con el emperador, donde los sillones con reposa pies son para los emperadores, las sillas para las princesas, taburetes y sillas plegables para el resto de damas.

La cámara de la Reina, es la pieza del palacio que fue empleada por todas las reinas, Ana de Austria mando poner un motivo de madera dorada en 1644 sobre el techo, otras reinas pusieron sus motivos. La cama fue diseñada en 1787 pero no pudo estrenarse hasta después de la Revolución. La primera esposa de Napoleón, Josefina, fue la que tuvo la oportunidad de estrenarla. Una balaustrada de color oro y pasamano verde delimita la zona privada de la más íntima de la soberana y que no podía traspasarse pasado la ceremonia del acostar.

La Salita de la Reina era el espacio que separa la cámara de la Reina de la del Rey, era el espacio más privado del Palacio y es utilizado por la Reina para aislarse de toda la corte. Esta decorada por María Antonieta, fue diseñada en 1786 por Pierre Rousseau. Es un ejemplo de la perfecta armonía por sus colores y formas, donde el color oro en las distintas tonalidades se combina con la madera creando un clima intimista.

La Sala de Trono fue la cámara del rey hasta la llegada de la Revolución francesa. Fue decorada durante el reinado de Luis XIII creando los revestimientos de madera, las pinturas evocan la lucha contra la herejía, posteriormente fue concluida por el rey Luis XV.

Con el criterio del emperador Napoleón I, ya hemos comentado su sencillez, transformó la habitación en sala del trono en 1808. Se introdujo el sillón imperial coronado de terciopelo rojo, sembrado de abejas y enmarcado por dos enseñas, fue construido por Jacob-Desmalter, siguiendo los dibujos de los arquitectos Percier y Fontaine.

La Sala del Consejo, fue decorada por Alexis Peyrotte en 1753, se decía que la chimenea era la trituradora de los papeles que no podían ver la luz. El decorado grutesco fue creado bajo el reinado de Luis XV. Los paneles pintados con figuras en camafeo azul o rosa, representan las estaciones del año y las virtudes: La Paz, La Guerra, La Fidelidad y La Fuerza.

Cámara del Emperador fue construido por Napoleón como sala personal. La decoración fue completada con el signo de la victoria, abejas y la cifra imperial, todo en oro, obra de Simón-Frédéric Moench en 1811. La cama fue realizada por Jean-Baptiste Rode, esta coronada por la Nobleza y la Gloria.

Gabinete de Trabajo del Emperador, esta estancia comunica mediante una escalera de caracol con la biblioteca de los pequeños apartamentos, era la aposento de trabajo oficial. El techo fe pintado por Jean-Baptiste Regnault en 1818, fue realizado durante el reinado de Luis XVIII como una alegoría al regreso de los Borbones y la voluntad de reconciliación.

El Salón de la Abdicación, se hace celebre en la historia de Francia porque los opositores al emperador toman el senado y proclaman el 3 de abril de 1814 la deposición del emperador que se encontraba refugiado en este Palacio. El 6 de abril, Napoleón firma en esta pequeña mesa de su salón particular la abdicación, se encontraba rodeado de sus mariscales y les dijo: “Quieren descanso, ¡pues téngalo”.

Unos días después el emperador sale del palacio, se despide de su guardia y parte hacia su exilio en la isla de Elba. Todos los muebles de esta sala son los que conoció Napoleón, las tapicerías en color carmesí fueron diseñadas por Marcion, Jacob-Desmalter y Thomire.

El Salón de los Edecanes, es el lugar destino para el personal que se encargaba de la seguridad personal del emperador. Se relavaban cada 24 horas en el salón que seguía a la antecámara. El mobiliario ha variado y ya no aparece el dorado, en esta estancia ha pasado a ser de madera pintada.

Una escalera nos conduce a la entrada general de la Capilla de la Trinidad, fue construida en el mismo lugar que la anterior que mando construirse durante el reinado de Francisco I. Fue terminada durante el reinado de Enrique IV en el siglo XVI. Los frescos de la bóveda tienen escenas de la biblia y esta dedicada a la Redención. El altar mayor fue diseñado por Francesco Bordoni en 1635, junto con las estatuas de Enrique IV y Luis XIII.

Sobre la primera planta se alzan unas balconadas que mando instalar Luis XV para que el rey pudiera escuchar la música del órgano, instalado en 1774.

El rey Luis XV se casó en esta capilla con María Leczinka en 1725. También Napoleón III fue bautizado en noviembre de 1810 y el 30 de mayo de 1837 Fernando Felipe de Orleans se casó con Elena de Mecklembourg.

Los jardines fueron decorados en el siglo XVI por Enrique IV y se ampliaron con el de las Carpas para albergar el regalo de estos peces que le había mandado Carlos de Lorena.

Además se pueden ver más fotografías del Palacio de Fontainebleau:

CAPILLA DE LA TRINIDAD, PALACIO DE FONTAINEBLEAU

 

GRANDES APARTAMENTOS DEL PALACIO DE FONTAINEBLEAU

 

JARDÍN Y PARQUE DEL PALACIO DE FONTAINEBLEAU

 

PEQUEÑOS APARTAMENTOS DEL PALACIO DE FONTAINEBLEAU

 

EXTERIOR DEL PALACIO DE FONTAINEBLEAU
 
   
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