La cueva de Santa Inés se encuentra situada a las afueras del Pueblo de San Antonio de Portmany, en la subida a la atalaya de San Antonio, entre las montañas de Nuno y la playa Salada, pegada se encuentra Sa Capella antigua iglesia convertida en restaurante y unida por tradición a la veneración de la virgen de San Inés.

Es una cavidad con forma irregular con una amplia sala central y otra sala convertida en altar donde se venera a la virgen, también tiene otras galerías que contenían el manantial de agua clara.

Por tradición popular se cree que la imagen de la Santa de origen romano llegó a través del mar durante una tormenta sobre el mediterráneo, el barco que la llevaba prometió dejarla en el primer lugar de atraque si conseguían salvarse, así fue como llego la embarcación al puerto de San Antonio y se deposito en la cueva un año del 24 agosto.

Posteriormente, era tan grande la veneración de la imagen que un rico de la zona consideró que no era muy digna la ubicación y decidió construir una iglesia, muy cercana a la cueva, donde debía de albergar a la virgen. En la actualidad este lugar se denomina “Sa Capella” y alberga un restaurante. La tradición dice: que cuando la virgen fue llevada a su nueva ubicación, la imagen entristeció, su aspecto se deterioró; más adelante por las noches la imagen cambiaba de lugar y aparecía en su casa de toda a vida, la antigua cueva. Lo que se interpreto como señal de que no quería estar en otro sitio. Como consecuencia de los hechos que tanto había revolucionado la vida de aquella ciudad, se decidió no consagrar la nueva capilla y dejar la imagen en la cueva.

Además de la leyenda sobre la cueva esta llena de historia pues fue el lugar donde se celebró las primeras misas del rito católico en la isla de Ibiza. De origen catacumbario y de época paleocristiana, cuando tuvieron lugar las grandes persecuciones en tiempo del inicio del cristianismo (siglo I-IV dC). También se cree que aquí se mantuvo el culto, más o menos en secreto durante la época de la dominación musulmana hasta el siglo XIII.

Esa imagen con el paso del tiempo se perdió y no fue hasta el 2007 en que una familia donó a la cueva la nueva imagen de la santa: «Lo que pidieron se cumplió y ellos también han cumplido con lo que habían prometido».

La nueva talla de Santa Agnès se ha elaborado en un taller especializado en arte religioso de Madrid. Tiene una altura de poco más de un metro y está elaborada en madera con un tratamiento especial para la humedad. Aunque es nueva, el estilo de la imagen imita el que tenían las esculturas de las vírgenes elaboradas en el siglo XIX.
El obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, ha bendecido la imagen de la Santa en el templo cristiano más antiguo de las Pitiüses.