La Catedral de Estocolmo o Svenska Kyrkan, se encuentra situada muy cerca del Palacio Real, fue construida en el siglo XIII y, posteriormente rehabilitada en el siglo XV y nuevamente retocada en 1736 por J.E. Carlberg, época en que se levanto la torre del campanario. El interior, la planta esta dividida en cinco naves. El altar mayor es un tríptico en madera de ébano y plata, fue donado a la iglesia por el canciller del reino Juan Adler Salvias y su esposa. También se halla “el candelabro de los siete brazos”, construido en bronce con una altura de 3,7 metros, fue fabricado en Alemania en el siglo XV. En la nave de la izquierda se encuentra la pintura “El Juicio Final” fue realizada por David Klocker D'Enhrenstrahl en 1696, aunque su primera ubicación era la capilla real del antiguo Palacio y salvada durante el incendio de 1697. La obra más bella es “San Jorge y el Dragón”, escultura hecha de madera de roble y cuerno de alce por Berdt Notke de Lübeck. Fue construido en 1489 como altar consagrado a San Jorge. Fue encargado por Sten Sture padre, que había derrotado a las tropas del rey Cristián de Dinamarca, salvando la ciudad de la invasión danesa.

La leyenda del dragón y San Jorge cuenta que este horrible bicho exigía sacrificios humanos de la ciudad Silene para no destruirla. El día en que la hija del rey iba a ser sacrificada San Jorge pasó con su caballo y prometió matar al dragón con al condición que todos los ciudadanos de la ciudad se convirtieron al cristianismo.

Delante del altar mayor encontramos “Los Asientos Reales” utilizados únicamente por los miembros de la familia real en su estancia a las ceremonias públicas. Los asientos fueron diseñados por Nicolas Tessio el joven.

El púlpito fue obra del escultor Burchard Precht. En el texto esculpido se adivina la palabra “JAHUE” cuyo significado es “Dios” en hebreo. Debajo se encuentra situada la lápida sepulcral del reformador sueco Olaus Petri.

En el extremo derecho se halla el cuadro “El Parhelio” representa un fenómeno luminoso que sufrió la ciudad de Estocolmo el 20 de abril de 1535. Sobre el cielo de la ciudad aparecieron seis cercos luminosos con trepidantes imágenes de sol. El gran reformador Olaus Petri, aprovecho la señal para llamar a Gustav Vasa a la reflexión, este momento fue inmortalizado por el pintor Urban Mâlare.

Además otras imagenes de la Catedral en:

• Catedral Interior
• Escultura San Jorge y el Dragón