VIETNAM
cuentos y leyendas de vietnam "forzar la verdad"
Directorio:
BILLETES DE BANCO
BLOGS
CONSTITUCIÓN
CUENTOS Y LEYENDAS
ETNIAS
DIBUJOS
DIVISIÓN ADMINISTRATIVA
HISTORIA
INFORMACIÓN PRÁCTICA
MAPA DE VIETNAM
PROVINCIAS
RUTAS TURISTICAS
TRADICIONES
QUIENES SOMOS
CONTACTA CON NOSOTROS

Un día, cuatro mandarines propusieron celebrar un reto para descubrir cual de ellos había tenido la experiencia más extraordinaria.

Habían estado bebiendo el ruou (licor de arroz) toda la tarde, llenando sus copas cada vez estaban más animados.

El primer mandarín comenzó diciendo con cara seria:

"el otro día vi un búfalo que era tan grande que con un barrido de su arado cosechó mitad de un campo del arroz."

"Oh, eso no es nada- dijo el segundo mandarín. Yo he visto una cuerda que serviría para atar un animal mucho más grande pues era tan gruesa como 10 columnas de nuestra casa comunal juntas."

"Cómo podéis estar tan orgullosos de vuestra experiencia con tales nimiedades- Dijo el tercer mandarín.

"Sé de un puente tan largo que un hijo que vivía en un lado del río, tuvo noticias de la de la muerte de su padre que vivía en el otro lado de modo que se puso inmediatamente en marcha para cruzarlo, con todo llegó después del período del luto que había durado tres años."

Había transcurrido un buen rato cuando el cuarto mandarín, que había estado pensativamente ensimismado, dijo con una voz que sonaba convincente.

¿Me pregunto si el puente, levantado por uno de sus extremos y puesto en pie, podría ser tan alto como el árbol del que he oído hablar?. Pues bien, el árbol es tan alto que algunos huevos habían caído de un nido de pájaro en la copa…-Comenzó diciendo.-Antes de que alcanzaran el suelo, se habían incubado, los polluelos habían crecido y eran lo bastante grandes para poder volar lejos.

Los cuatro mandarines, rompieron en risotadas escandalosas y se felicitaron por la capacidad de su imaginación y se sirvieron otra ronda de licor.

Una voz estentórea se oyó a sus espaldas

¡"Sois unos embusteros! Y os creéis vuestras mentiras."

Temblando de miedo, se dieron la vuelta pero no vieron a nadie salvo al humilde criado que les había estado sirviendo-¿Cómo te atreves a recriminar a tus amos?" gritaron airadamente.

El hombre inclinado dijo mansamente:-Sus historias han excitado tanto mi imaginación que me he preguntado si se creerían ustedes mi propia regañina-.

(*) Traducción Raúl Almarza

 
PULSE PARA VER LA PARTE SUPERIOR DEL DOCUMENTO