Madrid
PULSE PARA SABER MÁS PULSE PARA SABER MAS PULSE PARA VER LAS FOTOGRAFIAS PULSE PARA SABER MAS PULSE PARA SABER MAS
HISTORIA AMPLIACIÓN DEL MUSEO NACIONAL DEL PRADO
 
Directorio:

Obra del arquitecto real Juan de Villanueva, mediante este edificio culmino su carrera arquitectónica, fue la por primera vez el rey Carlos III le encarga un edificio de suficiente envergadura, anteriormente había trabajado en una obra que le sirvió de base en cuanto a la concepción simétrica del espacio como fue la Casita del Príncipe del Pardo. El rey le encarga la en 1785 la realización de los planos para el futuro Museo de Ciencias Naturales. El proyecto original incluida un paseo porticado con exedras en los extremos, pero poca a poco sufre diferentes modificaciones en 1787, hasta configurarse el diseño definitivo: donde el cuerpo central sobresale del edificio hasta configurarse como fachada, un pórtico en el que se levanta el ático. Las dos alas laterales tienen dos alturas, abriéndose al exterior por medio de grandes ventanales. El segundo cuerpo se abre en una galería sujeta por columnas jónicas.

La fachada norte tiene un pórtico con columnas jónicas que sujetan un entablamento. Esta fachada corresponde con la segunda planta del edificio, ya que la primera queda inmersa en el desnivel del paseo del Prado. Posteriormente al quitarse el desnivel hubo que añadirse la escalinata actual. La fachada sur tiene un vano adintelado con seis columnas de orden corintio. El interior es abovedado en sus salas centrales.

Durante este tiempo hasta nuestros días se han sucedido numerosas ampliaciones y reformas. En 1994 siendo presidente del gobierno Felipe González, y ministra de Cultura, Carmen Alborch, se reunieron en 175 aniversario con los responsables y ex directores del museo para conocer las necesidades de la institución de cara al siglo XXI, allí quedo puesto de manifiesto las necesidades de crecimiento que tenia el propio Museo un poco contagiadas por las ampliaciones de otros museo de gran alcance internacional que sin ningún tipo de complejos han sido acometidas.

Se convoca el primer concurso internacional en 1996 por la nueva Ministra de Educación y Cultura Esperanza Aguirre, el cual queda desierto. El gobierno decide convocar un nuevo concurso restringido para 10 importantes arquitectos del momento. El día 11 de noviembre de 1998 se falla al ganador el arquitecto español Rafael Moneo.

Según se van publicando las magnitudes del proyecto se van sumando numerosas fuerzas de oposición que no ven con buenos ojos el rumbo del edificio de Villanueva, el impacto sobre la iglesia de los Jerónimos y el impacto sobre la zona del Paseo del Prado. Durante años de litigios entre diferentes organismo el proyecto se fue abriendo paso hasta llegar a una reunión con el arzobispado, principal valedor de las posiciones contrarias. Moneo se derrumba y atiende en parte la variación sustancial del volumen del proyecto inicial perdiendo la bóveda de la cubierta y más de 500 metros cuadrados se superficie., haciendo del Cubo de Moneo un poco más amable con la iglesia contigua de los Jerónimos. Finalmente en el 2002 el Tribunal Supremo de Justicia declara legales las obras de ampliación del más famoso Museo Nacional del Prado.

“El cubo de Moneo así llamado al proyecto inicial que era construir un edificio en el antiguo claustro de los

Jerónimos y unirlo al Palacio de Villanueva mediante una cuña acristalada y una estructura de acero y cristal, donde se sitúa la recepción entrada principal y servicios de tienda y cafetería que se une con el edificio que contiene el claustro, su estructura de es hormigón que sustenta en la parte superior el claustro y su fachada es de ladrillo visto. Tiene dos plantes superiores y tres inferiores, donde se albergará las futuras exposiciones temporales, el auditorio y los servios del propio museo como son los servicios de restauración sacándolos de los sótanos hasta la luz del propio claustro.

El claustro estaba situado sobre un promontorio y en un penoso estado de ruina total, sus 1.280 piezas de piedra de granito fueron desmontadas una a una y sometidas a una rigurosa restauración con una limpieza y tratamiento para el mal de la piedra. Pronto servirá para la nueva ubicación del conjunto escultórico de los Leoni.

De su interior destaca la Sala de las Musas situada en la parte excavada en transito con el cubo, su interior esta lleno de luz, su estuco es un guiño al color de Goya en alguno de sus cuadros de los retratos de Carlos IV, el rojo Pompeya le hace en principio estridente pero una vez allí su apreciación es armoniosa y discreta, en esta sala destaca el acceso con puertas en bronce terminadas en color oro que dará también su aspecto a otras partes del museo, como puertas y ventanales.

El vestíbulo es amplio y luminoso también se encuentra en el nexo se unión de ambos edificios pero en este caso el arquitecto ha buscado numerosas soluciones para dotarlo de luz, una mezcla de luz natural lateral apoyado con luz eléctrica -- nos hace olvidar la catacumbas de la ampliación de alguna salas del Museo del Louvre en París--, conecta con la parte dedicada a la tienda y al fondo ha dispuesto una gran cafetería con un innovador diseño laberíntico en color negro.

Las salas dedicadas a las exposiciones temporales de la planta baja, las paredes están pintadas en color crema, en suelo es de tarima de roble barnizadas con aceites especiales, la iluminación eléctrica es móvil pudiendo adaptarse a cualquier tipo de eventos, por el contrario la luz natural fluye con una linterna construida en el centro del suelo de la planta del claustro. En el centro del pasillo se conecta mediante unas escaleras mecánicas poco elaboradas con la primera planta. Las paredes de estas zonas de transito han sido revestidas de granito lajado madrileño y el suelo con piedra caliza de Colmenar de Oreja.

En la primera planta están dos grandes salas dedicadas en un futuro a las exposiciones temporales, su diseño y conceptuación es similar a la planta baja, excepto la parte central de la linterna que ha sido construido como una gran estructura de acero y cristal, con forma de persiana en color crema que difumina la luz procedente de la parte alta. Otra escalera conecta con el Claustro montado piedra a piedra sobre la estructura de hormigón que lo apuntala por las paredes y lo apoya en las arcadas, sin ningún rubor el arquitecto lo presenta como una obra de museo trasladado al museo, la cubierta ha sido proyectada con una gran tela de forma móvil que adapta la luz a las condiciones climatológicas. En el centro de la sala se encuentra la linterna disimulada con una barandilla de madera noble apoyadas en la estructura metálica de color crema, solamente un arco del claustro tiene un cristal que permite la visualización del exterior de la iglesia de los Jerónimos, en esta planta y fuera del claustro se han dedicado las salas a la conservación del inmenso patrimonio que alberga el Museo Nacional del Prado.

Bajando a la primera planta se accede a la gran Puerta del Claustro obra en bronce negro con aspecto de un tronco de árbol que corona esta excepcional y controvertida ampliación obra de Moneo para discusión durante siglos.

La controversia en la adjudicación y realización del proyecto es tan antigua como la humanidad misma: es la lucha entre lo clásico y lo moderno, entre el pasado y el futuro, entre la permanencia o la renovación, entre lo posible y lo imposible. Para esta obra el dinero no ha faltado, se ha multiplicado su presupuesto inicial, el tiempo tampoco, sus obras se han demorado varios años. El tiempo dará o quitara razones, siempre estará basado su futuro éxito, si dentro de dos siglos se aplaza la siguiente ampliación.

De los materiales empleados en la realización del proyecto hemos de destacar:

La piedra caliza de Colmenar de Oreja, también conocida como "piedra de Colmenar", se formó en un mosaico de lagos y lagunas de agua dulce Estas rocas se originaron por acumulación de restos calcáreos de algas caráceas, moluscos gasterópodos y ostrácodos, así como por carbonato cálcico procedente de la actividad de cianobacterias. En este caso Juan Carralón ha sido el encargado de extraer mediante una selección de grandes bloques, formando con piezas especiales con formas de espiga, además se necesitaba un color crema uniforme y una calidad que permita su durabilidad durante muchos años.

Las puertas de Bronce de la escultora Cristina Iglesias, es una pieza compleja, su formada invade parte de la fachada y forma diferentes espacios cuando se abre cada hoja.

Se compone de seis elementos, de los cuales dos de ellos son fijos y cuatro móviles, en total sus dimensiones es de 8,40 metros de ancho y 6 metros de alto y pesan 22.000 kilogramos .

Han sido construidas en la Fundición de Eduardo Capa, una de sus dificultades es su textura rugosa que evoca al mundo vegetal, en bronce con una pátina de color negro, que provoca el dialogo y conecta con el jardín plantado en la unión de los dos edificios.

Su mecanización es sobre unos ángulos hidráulicos diseñados especialmente para esta obra que permitirá que la puerta tenga hasta cinco programas de funcionamiento diferentes, de forma que, además de entreabierta y abierta del todo, forme diferentes composiciones.

En las paredes destaca el estuco color rojo obra del maestro estuquista Oriol García, empleado en el vestíbulo central y sobre todo en la Sala de la Musas , esta inspirado en los cuadros de Goya y su nombre de “Rojo Sangre de Pompeya” viene del color que tomo tras la erupción del volcán Vesubio. Para su colocación se han empleado técnicas ancestrales, el estuco se ha planchado en caliente y para su composición se han mezclado arena de mármol, cal anegada y pigmentos.

En las puertas de seguridad antifuego han sido construidas en bronce añadiendo una patina de color dorada. Sus dimensiones son de más de seis metros por lo que tuvieron que encargarse su fundición a un taller en Alemania. Su construcción ha sido elaborada por el maestro artesano Víctor Martín que trabajo codo con codo con el arquitecto hasta conseguir el diseño y el color que demandaba el arquitecto. También fue el encargado de construir la linterna una de las obras que dan carácter al nuevo edificio.

   
PULSE PARA IR AL COMIENZO