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RETABLO SIGLO XV, BIBLIOTECA HUMANISTA DE SÉLESTAT EN FRANCIA
 
Directorio

Retablo siglo XV, Biblioteca Humanista Sélestat

   
 

la Biblioteca Humanista es la gran obra donde se guardan los testimonios de un movimiento intelectual que nace en Italia y se extiende como la pólvora hasta llegar a Alsacia en la mitad del siglo XV. Principalmente se inicia en las universidades italianas, controladas por un clero que se inicio en los conocimientos del saber a una nueva aristocracia y a una burguesía acomodada sedientas de una espiritualidad contraria al espíritu del dolor de la Edad Media. El humanismo es la expresión filosófica del nuevo estilo llamado ‹‹Renacimiento››, trató de forjar una imagen del hombre entresacado de los textos antiguos. Los humanistas se dedicaron a publicar anotaciones de comentarios de los maestros eruditos siempre basado en las obras clásicas de la antigüedad. Hay que entender que el conocimiento del "Latín clásico eruditus" y solamente estaba en manos del clero y no de todo el clero, solamente algunos sacerdotes tenían ese privilegio, la gente hablaba el latín de la calle pero no era capaz de leer un texto escrito, este movimiento consigue algo tan importante como la Universalización de Latín, consiguientemente el hecho supuso ampliar a una parte de la sociedad el conocimiento y el saber. Trasladado a nuestra época actual fue una revolución semejante a la aparición de Internet.

La Biblioteca Humanista se forma de la unión de dos bibliotecas: la de la Escuela Latina de Sélestat y la del gran humanista Beato Renano.

La Biblioteca Humanista de Sélestat obedece a la conservación de la biblioteca de Beato Renano, es la muestra por la pasión que tenían los hombres de su tiempo por las letras entre los siglos XV y XVI. Encontramos allí el testimonio, en forma de manuscrito, del modo con el que se trabajaba en la famosa imprenta de Aldo Manucio (1449-1515) en Venecia. Para estudiar las enseñanzas de Aristóteles en la Universidad de París debía de conocer esta biblioteca. Además, como debía ser, la colección de la Biblioteca refleja fielmente y de manera impactante la vida intelectual de Estrasburgo y de Basilea, y como trabajan sus imprentas: Erasmo (1469-1536 aprox.). También del protagonismo esencial que jugaban los monasterios germánicos donde se conservaban las obras y manuscritos de la Antigüedad en la que los humanistas como Beato Renano estudiaban, traducían, anotaban y juzgaban.

La biblioteca de la escuela latina está íntimamente ligada al prodigioso desarrollo de una de las escuelas latinas más conocidas del Imperio Germánico. Era la escuela donde se aprendía la gramática desde el siglo XIV hasta el siglo XVI, todo basado en el aprendizaje del latín como lengua científica. La escuela se puede considerar como la “reliquia” más importante de un periodo particularmente glorioso, no sólo para Sélestat, sino para toda Alsacia.

En 1441, el cura Jean de Westhus y el Magistrado pusieron a la cabeza de esta escuela a un educador de gran talento, Louis Dringenberg, quien introdujo los métodos pedagógicos del humanismo renano. Bajo su dirección (1441-1477), y, bajo la de sus sucesores Craton Hofman (1477-1501), Jérôme Gebwiller (1501-1509) y Jean Sapidus (1510-1525), el número de inscripciones en la escuela crecía constantemente. En el año 1515, se llegó al número de 900 alumnos. Casi toda la primera generación de los humanistas alsacianos se formó allí.

Toda escuela necesita instrumentos de trabajo y una biblioteca era una empresa muy difícil hacerse con libros en una época en la que los manuscritos eran raros y costosos. Hasta el año de 1452, cuando, el cura Jean de Westhus donó una treintena de gruesos manuscritos a esta escuela así se fundó el inicio de una de las más prestigiosas bibliotecas de Occidente. Poco antes de su muerte, Dringenberg legó a la biblioteca todos sus libros.

En una visita a su ciudad natal, el célebre humanista Jean Wimpfeling regaló a la biblioteca preciosos incunables. Martin Ergersheim, cura de Sélestat del 1503 al 1518, cedió su rica biblioteca privada de más de cien libros.

La biblioteca de la escuela fue instalada en la planta superior de una capilla que da al lado sur de la iglesia parroquial. Los libros estaban dispuestos en mesas o pupitres. Muchos estaban encadenados para prevenir robos o que pudieran desaparecer.

La biblioteca de Beato Renano (1485-1547) fue donada a la su muerte el 13 de julio de 1547, el ilustre erudito y amigo íntimo de Erasmo de Rótterdam.

Beato Renano había llegado a su ciudad natal con todos sus libros, ocupaban la extensa cifra de 670 volúmenes, por su calidad y su cantidad era considerada como una de las más hermosas y ricas colecciones de la época.

Las bibliotecas públicas eran escasas por no decir nulas, los eruditos no tenían otra alternativa que hacerse su propia biblioteca personal. La de Beato fue la pasión de toda una vida. Ya de joven alumno en Sélestat poseía unas sesenta obras.

Era un latinista emérito realizo un minucioso trabajo de filología tratando de recrear los textos originales de las obras de los clásicos y de los padres de la iglesia. Una de sus mejores obras es la historia del Sacro Imperio.

Durante sus cuatro años de estudio en la Universidad de París, adquirió 188 volúmenes. Después tuvo una larga y fructuosa carrera en Basilea y Sélestat. Poco a poco, los estantes de su biblioteca se iban llenando. Su fortuna personal le permitía, ciertamente, comprar todos los libros que necesitaba para sus estudios históricos o literarios.
Antiguos profesores o condiscípulos de estudios le enviaban regularmente sus obras. Trabajaba para un editor de Basilea Froben que le enviaba las obras de las que nuestro humanista, como filólogo y corrector, preparaba la edición.

La pasión por la lectura de Beato era una fascinación por el conocimiento, ya e n 1500, cuando sólo tenía 15 años, compró sus primeros libros en la feria de Estrasburgo y las últimas obras de su biblioteca que adquirió databan de 1546, es decir, un año antes de su muerte, toda una vida dedicada a la lectura.

Todos estos tesoros se convirtieron en propiedad de la ciudad en 1547 gracias a la donación a su muerte. Se trata de una colección de notable importancia en la época; tanto que muchos de estos volúmenes son recopilaciones que reúnen hasta quince obras diferentes. Estamos ante una colección única, pues el resto de las magníficas bibliotecas de los otros grandes humanistas están todas dispersas por el mundo. La biblioteca “Beato Renano” es el único testimonio de aquella época de gran agitación intelectual. No sólo permite seguir la evolución de uno de los más famosos humanistas sino comprender mejor las preocupaciones literarias y religiosas de un importante periodo de la historia de Alsacia.

La visita a la Biblioteca esta llena de fascinación solamente ver la disposición de los libros y la presentación de una colección de incunables nos hace ponernos la carne de gallina.

La biblioteca fue instalada sobre el antiguo mercado del grano, construido en 1843, según los planos de Gustave Klotz (1810-1880). La fachada está decorada con un mosaico de César Winterhalter (1907) que representa los blasones de la ciudad: el león y el águila.

Estamos ante la biblioteca pública por excelencia de toda Alsacia, ya hemos citado que esta formada por dos fondos: los de la biblioteca de la Escuela Latina de Sélestat, que fue fundada por el fraile Jean de Westhuss y los fondos cedidos de la biblioteca personal de Beatus Rhenanus. La biblioteca esta formada por 450 manuscritos, 530 incunables y más de 2000 obras impresas.

La impresionante sala de exposiciones sobre unas vitrinas recubiertas de telas de fieltro rojo para evitar que la luz dañe a los ejemplares, es una representación de una colección que nos habla de la historia del libro que abarca desde el siglo VII al XVI.

Entre los tesoros de las vitrinas cuenta los dos manuscritos más antiguos de Alsacia, un libro leccionario de la carta merovingia (obras litúrgicas del siglo VII); una colección de capitular de Carlomagno en el siglo IX, un manuscrito con los poemas de Horacio glosado en el siglo IX; un diccionario de griego de la Rhenanus Beato del siglo X que le cede en 1513 su profesor de griego, el humanista Juan Cuno; el Libro de los Milagros de Saint Foy Siglo XII, profusamente ilustrada, con iluminaciones; un libro de oraciones siglo XII; una Biblia latina de la biblioteca del humanista el Taurellus Jacques; una copia de Otto von Passau Vierundzwanzig hecha por el zapatero de Sélestat Leistenmacher Jacques en 1430. Una exposición de incunables y los libros impresos del siglo XVI confeccionados en el taller de Jean Mentel; una impresora construida en Sélestat que imprimió el primero de los libros de Alsacia y fue la segunda en Europa después de Johannes Gutenberg.

La biblioteca cuenta con una colección de esculturas de la época humanística entre las que destaca una cabeza de Cristo del siglo XV y dos bustos de los apóstoles.

   
 

Galería de fotografías:

Biblioteca Humanista

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