El Museo Amstelkring, esta situado en el edificio del siglo XVII de un acaudalado comerciante que en su buhardilla construyo la más famosa iglesia Católica de Ámsterdam y se la llamo la Ons' Lieve Heer op Solder.
La iglesia fue construida en la época de la Reforma , cuando a los católicos se les prohibió celebrar servicios públicos. Este edificio se ha conservado casi íntegramente gracias al azar.
La historia comienza en 1578 cuando el gobierno católico de la ciudad de Ámsterdam es derrotado y en su lugar es ocupado por el nuevo protestante, como primera medida se estable la desaparición del culto en todas las iglesias de la ciudad, se declara Ámsterdam como ciudad protestante. La fe católica ya no se puede procesar en público y esta fermente perseguida.
En el año 1660 llega a la ciudad Jan Hartman –las prohibición aún se mantiene aunque un poco más relajada– decide construir una iglesia para poder profesar su fe, porque él es muy católico, en la buhardilla de su casa. Serró las vigas de madera de los techos para dejarlos diáfanos. Durante los años de 1661 a 1663 se emplearon en la construcción de la iglesia.
Una vez concluidas las obras se la dio el nombre de “Hert Hart”, en honor de su propietario Hartman, más tarde se la nombro como actualmente se la conoce Ons' Lieve Heer op Solder.
Jan Hartman compra tres edificios en Oudezijds Voorburgwal y Heintje Hoekssteeg y paga una importante suma de 16000 florines, la mitad lo hace en efectivo en el acto y el resto a plazos.
Este hombre procedía de Alemania y llega a la ciudad de Ámsterdam atraído por el florecimiento económico de una zona y con unas oportunidades de negocio, es un inmigrante católico.
Comienza como artesano panadero, después ve negocio y se dedica al comercio de medias y llega a ser un buen recaudador de impuestos. Se dedicaba al cobro de los impuestos especiales del vino, entre otros, lo que le reporta grandes beneficios.
Cuando llega se instala en una pequeña casa del Zeedijk, ve la ocasión de comprar una vivienda en el mismo barrio y compra Oudezijds Voorburgwal, gracias a su vivienda asciende su estatus social en la ciudad.
Una vez terminada la iglesia y las casas del pasaje, está la alquila a un párroco agustino amigo llamado Petrus Parmentier. Los representantes en el municipio conocen de la existencia de este tipo de iglesias, pero Hartman se ha convertido en un señor influyente y rico y se piensan que es mejor tolerar la religión que expulsar esta fuente de ingresos para la económica de la ciudad. La idea general es que mientras que la iglesia no tenga signos externos desde fuera, se tolerará su culto secreto.
Durante la misas el párroco conoce a la hija del rico comerciante de paños Jacob van Looan, llamada Petronella van Loon que empezó ayudando al cura en sus labores del servicio eclesiástico.
Petronella se marcha con sus hermanas a Amberes y a su regreso llega vestida con un sencillo habito religioso. En Amberes ha hecho los votos religiosos y promete poner su vida al servicio de Dios.
Mediante estos votos Petronella se convierte en una de las hijas espirituales del padre Petrus Parmentier (eran las mujeres solteras que se ponen al servicio de la iglesia). Se produce una celebración en su casa como si se tratase de una boda espiritual, promete no casarse y ayudar a Parmentier en sus tareas. Estas mujeres eran las encargadas de la caridad y la enseñanza en el barrio, de esta forma el párroco estaba informado de las necesidades para hacer obras de caridad.
El museo comienza en el vestíbulo de la casa, para acceder a la vivienda hay que subir unas empinadas escaleras, se llega al Sael o sala de recepciones de la familia Hartman. El gran salón esta presidido por una enorme chimenea y sobre esta apoyado en cuatro columnas de mármol hay un retablo con una escena del nacimiento de Jesús, esta es la imagen que proyectaba a sus invitados de sus profundas convicciones religiosas, la decoración y los muebles son castellanos, bajo el techo se levanta un artesonado de cuadrados con decoraciones de hojas vegetales.
Subiendo otro tramo de la escalera se llega a la habitación del propietario de la casa, destaca por uno de los muebles más bonitos de la casa, es un bargueño de madera de ébano con pinturas dedicadas a la historia de varios santos católicos, en las paredes varios cuadros con naturalezas muertas, en un rincón esta la cama dentro de una hornacina, muy común en Holanda, esta un tanto elevada del suelo y se necesita una pequeña escalera para acceder.
El tercer tramo de la escalera nos conduce a la iglesia, tiene una sala de acceso con un tríptico donde se cuenta la historia de la Crucifixión y la María Magdalena que sujeta con pena el cuerpo de Jesucristo.
La planta de la iglesia esta construida con una sola nave y sobre ella tiene dos niveles con unas galerías corridas suspendidas sobre la planta baja. Tiene seis bancos corridos y dos bancadas laterales al estilo de las iglesias protestantes. Sobre el coro un bonito órgano decorado con angelotes con trompetas. El iconostasio esta presidido por la figura de Cristo en la Cruz con dos ángeles dorados, en los laterales unos pedestales de mármol con dos angelotes. El retablo de la iglesia esta presidido con un gran lienzo obra de Jacob de Wit, donde se representa el Bautismo en el río Jordán (1716), sobre este la figura de un pantocrátor acompañado de dos ángeles.
En las capillas que se abren tras el altar principal se encuentra dedicado a la Virgen María , en el lado contrario hay un enorme cuadro que simboliza la “Anunciación”.
Subiendo al coro se encuentran los mandos del órgano y dos pequeñas galerías de madera que recorren la nave lateralmente y permitían seguir la misa de pie a mucha más gente.
Desde la iglesia y bajando por una escalera nos permite ver la antigua casa del cura, pertenecía al padre Parmentirer. Desde sus comienzos la iglesia de Ons' Lieve Heer op Solder tenia un párroco propio y residente en el mismo edificio.
La vivienda estaba en el mismo pasaje, primero tenia una parte dedicada a la sacristía y otra de las habitaciones servia como confesionario, los revestimientos del suelo son de mármol, aún se conservan los originales del siglo XVII.
Si seguimos bajando llegamos a la habitación del cura, esta es mucho más sencilla que la del propietario del edificio pero tiene la misma disposición al estar embutida la cama dentro de una hornacina.
Más bajo hay un pequeño saloncito con una chimenea y una mesa camilla con dos sillas, tiene las paredes revestidas de cerámica; al fondo se halla la cocina y el baño.
Llegamos a la puerta del pasaje Heintje Hoekssteeg muestra claramente que es una vivienda independiente que en principio no estaba conectada con la casa de Hartman pero que con la construcción de la nave de la iglesia se comunicaron las dos viviendas.
El primer párroco de la iglesia fue el padre agustino Petrus Parmentier, que en 1663 ya tenia 64 años. Para hacerse con el control de la iglesia, alquila la vivienda a Jan Hartman por 250 florines al año. La intención de Parmentier es quedarse a vivir eternamente pero por desgracia le sorprende la muerte al dueño de la vivienda en 1668, con tan solo 49 años, y deja muchas deudas. Dos años después la situación económica de sus herederos es tan difícil que tiene que vender las dos casas. El párroco tiene que dejar su vivienda, por suerte los nuevos dueños dejan la iglesia intacta y siguen alquilando la vivienda a sucesivos párrocos, esta situación se mantiene en el tiempo hasta que en 1888 se convierte en museo.
