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BLOG DEL VIAJE A LA CIUDAD DE MÁLAGA EN AUTOCARAVANA PARTE II, por A. LÓPEZ
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EL VIAJE

 

El texto anterior:

 

Día 1 de noviembre (viernes)
Ruta: Málaga

Castillo Gibralfaro de Málaga

Cuando nos levantamos nos damos cuenta que la familia ha crecido, en estos momentos estamos acompañados por no menos de 20 autocaravanas

Hoy para llegar hasta el centro hacemos lo mismo que ayer, a unos 100 metros se encuentra la última parada de la línea de metro L2, Palacio de los Deportes (GPS N 36.6846389 W 4.4585503), en seis paradas estas en El Perchel. Tienes que sacar un billete monedero que vale 0,30€ donde vas cargando, mínimo 5 euros, el precio del trayecto son 0,82€, en realidad es muy barato.

En unos 30 minutos estamos en el final de la línea El Perchel (GPS N 36.7127011 W 4.4323561). Cuando salimos a la calle nos llama la atención porque parece que nunca hayamos estado en Málaga. Vamos andando hasta el Paseo del Parque y esperamos la llegada del bus nº 35 ( GPS N 36.7193356 W 4.4149814) que nos conduce hasta el castillo Gibralfaro.

El recorrido lo hacemos con un bus lleno de gente y por unas calles estrechas y tortuosas que nos demoran mucho el recorrido y se hace un tanto incómodo.

Entrada al Castillo Gibralfaro de Málaga

Cuando llegamos nos quedamos asombrados porque desde las murallas del Castillo de Gibralfaro tendrás unas espectaculares vistas panorámicas, no solo de la ciudad, sino también, en días claros, de la Costa del Sol.

Los horarios de visita del Castillo de Gibralfaro de Málaga son, todos los días, de 9 a 20 horas en verano, y de 9 a 18 horas en invierno. Los precios de las entradas 2,20 euros, la entrada normal; 3,55 euros la entrada conjunta para visitar también la Alcazaba. Sacamos la entrada conjunta.

El Castillo de Gibralfaro esta situado en oriente de la alcazaba en una montaña de 132 metros de altura con unas laderas muy escarpadas. El geógrafo Idrisí lo nombra a mediados siglo XII «montaña del Faro», yabal Faruk, sin duda por existir entonces o haber existido una fortaleza en su cumbre, nombre que, deformado al castellanizarlo, aún conserva. Un siglo después había en él una rábida, citada por I'Íib al-Abbar en 1260.

Vista del puerto desde Castillo Gibralfaro de Málaga

Al generalizarse el empleo de la artillería, Málaga y su alcazaba quedaban dominadas por el inmediato cerro de Gibralfaro, lo que obligaría a fortificar su cumbre. El visir granadino Ibn alJatib (1313-1374) afirma que fue el monarca Yusuf (1333-1354) el que construyó, o más bien reedificó y engrandeció, esta fortaleza, gastando en ella inmensas sumas. De su eficacia militar es prueba haberse rendido a los Reyes Católicos dos días después de la ciudad, a la que en 1494 dieron esos monarcas «por armas la forma de la Cibdad y castillo de Gibralfaro con el corral de los cautivos en un campo colorado».

El castillo se unió a la barbacana que rodea a Gibralfaro con el interior de la alcazaba por un ancho paso encerrado entre dos muros en zigzag, así dispuestos para asegurar su comunicación y defensa y ahorrar torres al permitir flanquear a los asaltantes. Los muros de Gibralfaro son de mampostería, de tierra algunos gruesos interiores, y de ladrillo arcos y bóvedas. Encierran aquéllos un recinto de considerable extensión y planta muy irregular, pues la muralla sigue los contornos de la cumbre del cerro, con un trazado de ángulos entrantes, para ahorrar torreones. A noroeste avanza una torre albarrana semicilíndrica, unida al castillo por un muro macizo. La llaman Blanca por haber estado encalada. Hay también algún otro torreón de la misma forma.

Vista Centre Pompidou desde Castillo Gibralfaro de Málaga

La puerta única de ingreso a Gibralfaro, abierta en una torre de arco agudo, cabalga sobre la barbacana. Tras ella se pasa por un patinillo descubierto para seguir torciendo a la derecha bajo una bóveda con decoración de lazo y embutidos de cerámica vidriada verde y negra entre los ladrillo de su clave. Ya en el interior el terreno sube en pendiente rápida hasta su extremo oriental, Lugar el más elevado, en el que estuvo la desaparecida torre mayor. Dicen que descansaba sobre cuatro arcos y tenía 10 varas de ancho por 19 de largo y 22 de altura. Tampoco existe una mezquita que allí hubo y describen autores del siglo XVII.

Vista Mediterráneo desde Castillo Gibralfaro de Málaga

En 1944 se construyó una carretera de acceso a Gibralfaro para facilitar su visita, al mismo tiempo que el ingeniero Martínez Palero repobló el cerro, antes yermo, con pinos, benemérita labor que ha mejorado mucho su aspecto. Las murallas de la fortaleza encierran un espléndido y frondoso jardín, dispuesto en bancales estrechos. Se disfrutaba bien de él desde los adarves, al mismo tiempo que de un prodigioso panorama comprendido entre las sierras situadas al norte que encierran la Hoya de Málaga, cuyas laderas aparecen sembradas de blancos cortijos y alquerías, como en época musulmana y las costas africanas que se perciben a mediodía, en días despejados, tras el Mediterráneo. Entre las sierras andaluzas y los montes marroquíes, la vista nos refleja un panorama urbano, de sierra y costa, de los más hermosos de Andalucía.

Castillo Gibralfaro de Málaga

La capilla de San Luis en el Castillo de Gibralfaro, se cree que se construyó sobre la antigua mezquita, aunque no existe unanimidad entre los historiadores sobre la ubicación exacta de la mezquita en el complejo del castillo de Gibralfaro. Pensamos que esta fortaleza, que era de suma importancia, mantendría un buen número de tropas fijas para su custodia y vigilancia. Medina Conde cita 150 ocupantes en época árabe, por lo que consideramos muy viable la presencia de una mezquita con capacidad al menos de acoger la guardia de un recinto de tan gran extensión.

La capilla de San Luis se fundó sobre una mezquita menor. De esta capilla hay noticias referentes a la peregrinación a ellas en la celebración de la festividad del día de San Luis. Así, el año 1622 en su día, se abrieron las puertas de la fortaleza para que gran cantidad de público subiera a cumplir sus votos y ofrendas.

La capilla la adjudicaron los Reyes Católicos para los valientes y arriesgados militares denominados escaladores, tropa de asalto y choque de primera línea de ataque, poco conocida a pesar de ser la más arriesgada del ejército por su continuo peligro en los asaltos a las murallas para la toma de las ciudades o fortalezas. Así se confirma en el siguiente texto, leemos que los Reyes Católicos fundaron una capellanía con el nombre que se decía de los “Escaladores que se sirbe el Capilla de Gibralfaro bajo la invocación de San Luis es capellán Sebastián […] tiene la obligación de decir cada mes tres misas que son al año treinta y seis”. El reconocimiento de los Reyes Católicos a este cuerpo de élite de su ejército tuvo que deberse al sumo agradecimiento hacia ellos por la gran ayuda que realizaron para la toma o asaltos de ciudades y fortalezas, ya que estas maniobras militares reducían largos periodos de bloqueo, evitando perdidas de vidas humanas y gastos económicos cuantiosos e imprevisibles.

Adarve Castillo Gibralfaro de Málaga

El Castillo de Gibralfaro tiene la parte superior de sus muros conforman el adarve o paso de ronda, coronado en su mayor extensión por una línea de merladura, rematada por piramidones parcialmente perdidos. El fundamento de los muros, la cimentación y el zócalo es de mampostería, de piedras de mediano tamaño y ripios de pizarra trabados con cal y arena, siendo la zona superior de tapial, todo ello enlucido con mortero de cal que lo impermeabiliza y regulariza. En algunos paños aún puede apreciarse pintada la decoración imitando grandes sillares. Los arcos, las bóvedas, las jambas y las zonas interiores de las puertas son en su mayoría de ladrillo, respondiendo a las numerosas reparaciones realizadas en distintas épocas.

La barbacana que rodea completamente el castillo se conserva en perfecto estado ya que fue reconstruida en gran parte en época cristiana. Las escasas excavaciones arqueológicas realizadas en la pasada década pusieron de manifiesto que tras la ocupación cristiana se adaptó como alcázar una parte, la más cercana al pozo Airón, y se documentó la existencia de una calle empedrada que rodea al muro de la quibla de la mezquita que allí edificaron los árabes en fecha desconocida.

Torreones Castillo Gibralfaro de Málaga

En el recinto del Castillo son de destacar el Pozo Airón, de 40 metros de profundidad y excavado en la roca viva al que llega a un venero de agua aún hoy día existente, y un sistema de captación de agua de lluvia que a través de acequias de fábrica permite llevarlas a varios aljibes subterráneos, todos cubiertos con bóvedas de ladrillo, salvo el mayor de ellos, de planta octogonal que emerge en el centro de la fortificación. Se conservan asimismo dos hornos de pan de construcción cristiana, varias garitas de distintas época, tipología y ubicación, y el edificio del antiguo polvorín, hoy convertido en Centro de Interpretación.

La importancia estratégica de Málaga justificó que desde su conquista los Reyes Católicos destinaran el diezmo sobre la cal, teja y ladrillo para la reparación y conservación de las fortificaciones de la ciudad.

Durante la Guerra de Independencia el castillo fue objeto de importantes obras de fortificación y escenario de varios acontecimientos. Ante la fuerte presión del ejército español y de las guerrillas contra la ocupación francesa a partir de 1812, los franceses comenzaron su retirada de Andalucía. En Málaga volaron todas las fortificaciones que habían realizado en Gibralfaro, al tiempo que las últimas unidades del ejército francés abandonaban la ciudad, las minas colocadas en el castillo hicieron volar la Torre Nueva , las defensas exteriores, el acuartelamiento, la batería del malecón y el almacén de pólvora.

Centro de Interpretación del Castillo Gibralfaro de Málaga

A partir de este momento son pocas las noticias de interés sobre el estado de la fortaleza, que por sus precarias condiciones defensivas no tuvo entonces otro uso que el de prisión militar. La progresiva extensión del barrio de la Coracha originó que las construcciones fueran escalando el cerro por el camino que partía del muelle viejo.

En 1977 se acometió la tarea de terminar de demoler las edificaciones militares y acondicionar sus jardines para mejorar la visita turística. A partir de 1986 el Ayuntamiento acordó solicitar a la Junta de Andalucía su restauración, que se llevó a cabo en tres fases entre los años 1989 y 1999, y que comprendió la restauración de muros y torres, caminos interiores, dotación de aseos, zona de aparcamientos, etc.

Una vez finalizadas las citadas obras el Ayuntamiento acometió otras mejoras para acondicionar la fortaleza: dotación de barandillas y rejas de seguridad en el recorrido, instalación de agua potable, iluminación nocturna, etc. Destacando la inauguración el 29 de julio de 1998 en el edificio del antiguo polvorín, de un Centro de Interpretación que presenta la vida del Castillo como guarnición militar y vigía costero desde 1487 a 1925.

Centro de Interpretación del Castillo Gibralfaro de Málaga

El edificio del antiguo polvorín del Castillo de Gibralfaro, acoge el Centro de Interpretación que presenta la vida del Castillo como guarnición militar y vigía costero de 1487 a 1925, integrándolo en los avatares de la ciudad.

El recorrido se inicia con una gran maqueta de la Málaga musulmana inserta sobre la Málaga actual en volúmenes planos, en la que se destacan también algunos edificios singulares. Se presentan identificadas por siglos los uniformes característicos de cada época, en grandes vitrinas adosadas a la pared, junto a mobiliario, armas (algunas de ellas cedidas de forma temporal por el Museo del Ejército), documentos, grabados y planos y un resumen de los acontecimientos más destacados del siglo.

Especial importancia se da al siglo XVIII, destacándose la figura del vigía del puerto y cartógrafo Joseph Carrión de Mula a quien debemos el plano más importante de la ciudad, realizado en 1791, y que tuvo su puesto de observación en la torre más elevada de la fortaleza. Como importante recuerdo de la Real Escuela Náutica de San Telmo, se expone en una de las vitrinas una maqueta didáctica la corbeta “San Telmo”, construida en 1787 y restaurada para ser expuesta en este Centro de Interpretación.

Centro de Interpretación del Castillo Gibralfaro de Málaga

Unas vitrinas exentas colocadas entre los arcos del centro de la sala articulan la visita, a la vez que presentan una colección de instrumentos de navegación de la época: sellos con los uniformes militares y sus correspondientes soldados de plomo, miniaturas del batallón “Regimiento Fijo de Málaga” con uniforme de 1805, reproducciones de barajas de naipes muy populares entre los soldados de todas las épocas, etc., que ayudan a comprender la larga etapa militar del castillo y dan un uso adecuado a los muros supervivientes del antiguo polvorín.

Alcazaba de Málaga

Después de la visita bajamos por un estrecho camino con pendiente en dirección de la Alcazaba (GPS N 36.7210049 W 4.4166756). Nos acompaña en todo el camino unas vistas espectaculares de la bahía de Málaga.

Los horarios de la Alcazaba de Málaga para la visita: del 1 de Abril al 31 de Octubre de 9:00 a 20:00 h. Del 1 de noviembre al 31 de marzo de 9:00 a 18:00 h. Tiene un precio la visita conjunta con el castillo de 5,5 euros.

La Alcazaba es una estructura de la urbe medieval era la función de su solar. Extendíase a la orilla del mar, más retraído hoy, al fondo de una ensenada, a los pies de una colina alargada sombría pizarra, desde la que la fuerte alcazaba señoreaba y defendía ciudad y el puerto. A mediodía protegía a Málaga el mar; el cauce del río Guadalmedina, a poniente; a oriente, la alcazaba y Gibralfaro; a norte, una fuerte muralla torreada, existente ya a mediados del siglo XI.

Es regla general en Oriente que, en el transcurso de los siglos, los palacios y viviendas de los poderosos, desaparecida civilización que los levantó, acaben por servir de albergue a gentes harapientas y miserables. Así ocurrió en la alcazaba Málaga.

Panorámica de la Alcazaba de Málaga

A partir de 1843 en que dejó de ser propiedad militar, se fueron instalando libremente en sus torres, y en viviendas adosadas a los muros o construidas sobre sus ruinas, gentes de modestísima economía. Hace treinta años ocupaba el interior de la alcazaba uno de los barrios más pobres de la ciudad, formado por más de cincuenta viviendas, miserables casuchas casi todas, construidas con ladrillos arrancados de los muros ruinosos y completadas con tablas y latas. A pocos pasos de la población moderna, progresiva y bien urbanizada, al lado de los barrios residenciales de gentes acomodadas, permanecía el miserable de la alcazaba desprovisto de agua y de alcantarillado, ocupando el mejor lugar del solar malagueño, con vistas espléndidas sobre la ciudad, la ensenada y los montes cercanos.

A finales de 1933, merced al entusiasmo del malagueño Ricardo Orueta, entonces Director general de Bellas Artes, iniciándose las gestiones para la adquisición de las viviendas y solares del interior del recinto. Las obras de exploración, excavación, derribo de construcciones parásitas, consolidación y restauración prosiguieron casi sin solución de continuidad durante los años siguientes. Además del Estado, contribuyeron a costearlas el Ayuntamiento de la ciudad.

Alcazaba de Málaga

Hoy la alcazaba, consolidada, restaurada y reconstruida en parte, con unos bien cuidados jardines en su interior y un museo arqueológico repartido por sus estancias, singularmente cerámica islámica aparecida en las excavaciones, es uno de los lugares más gratos de Málaga.

Como todas las alcazabas musulmanas, ocupaba uno de los extremos –el oriental– del desaparecido recinto amurallado de la ciudad. Sus frentes de mediodía, poniente y norte quedaban intramuros, mientras el de oriente lindaba con el campo, bien protegido y dominado por el castillo de Gibralfaro.

La cumbre del abrupto cerro alargado –126 metros de longitud y 40 de anchura máxima–, paralelo a la orilla del mar, dominando la ciudad y el puerto, rodeada con una muralla reforzada por pequeñas torres rectangulares, próximas y de poco saliente, que encierran ese último y más elevado recinto, con acceso por una sola puerta monumental, abierta a poniente, entre dos torres. En su extremo oriental y en el lugar más elevado de la colina –55 metros– se levantaba la gran torre del Homenaje, hoy desmochada.

Catedral desde la Alcazaba de Málaga

Un segundo recinto amurallado envolvía al anterior, encerrando también la parte alta de las laderas del cerro. Penetrábase en él por una puerta a norte desde el interior de la ciudad, y otra a mediodía, el llamado Arco del Cristo, permitía también su ingreso desde ella. Antes había que pasar por varias puertas en recodo entre sinuosos pasadizos dominados por los adarves de los muros inmediatos que formaban una nueva y poderosa fortaleza situada al pie y a poniente del cerro, junto a la ciudad. A mediodía, ladera del cerro, desde la muralla exterior hasta el mar, la ocupaba en la época islámica un vasto recinto murado, conocido después de la conquista del trozo del terreno dedicado como huerta al cultivo de la alcazaba.

Como obra militar es ésta de Málaga la más importante entre las conservadas musulmanas en la Península. De menor superficie que la Alhambra de Granada, la supera en acumulación de obstáculos defensivos. Para llegar al último recinto, su parte más elevada, en la que residía el príncipe o gobernador, era necesario atravesar desde el interior de la ciudad tres cercas con torres y ocho puertas fortificadas –alguna desaparecida–, dos de ellas en recodo. Fuera y a oriente de la alcazaba, dominándola y protegiéndola desde lo alto de un empinado cerro, se levantaba el castillo de Gibralfaro.

Torres de la Alcazaba de Málaga

El conjunto de la fortaleza, con sus múltiples muros y torres escalonadas rodeando la cima y laderas del cerro, es muy pintoresco, aunque se ha rectificado en las obras recientes la labor destructora, pero artística, del tiempo, al rehacer la parte más elevada de los muros, rematarlos al mismo nivel según líneas horizontales, y añadir un crecido número de almenas. Ambos reparos pueden corregirse con mejor criterio y sensibilidad artística.

Málaga no brilló durante el califato cordobés, en cuyas crónicas apenas figura su nombre. Historiadores musulmanes afirman que fue Badis, el rey de taifas beréber de Graneda, el que construyó la alcazaba entre los años 1057 y 1063, obra en la que invirtió grandes recursos En una fortaleza como ésta, que ha conservado su importancia militar hasta pleno siglo XVIII –durante los tres últimos sobre todo por la amenaza de armadas y piratas turcos y berberiscos– torres y muros han sido rehechos innumerables veces, antes y después del paso de la ciudad a manos cristianas, en los nueve siglos largos transcurridos desde su erección. Torres y lienzos de murallas son hoy un muestrario de toda clase de fábricas levantadas con diversos materiales: sillares, mampuestos, ladrillos y tierra. Reconstrucciones y ampliaciones se hicieron con frecuencia aprovechando restos de obras anteriores, entre ellos las piedras de los edificios romanos que se extendían en torno al cerro y cuyas ruinas han salido a la luz en época reciente.

Salomón Gen Gabirol entrada Alcazaba de Málaga

Las construcciones del siglo XI se levantaron con sillares de caliza numulítica, de canteras próximas al mar, despezados los muros alternando sillares de canto con otros de frente. Pero esa piedra fosilífera se descompone rápidamente con la humedad, como se ve en algunos restos conservados, por lo que fue necesario realizar pronto grandes reparaciones. A fines del siglo XIII o en los primeros años del XIV se reforzaron muros y torres adosándoles exteriormente muros de mampostería, en algunos lugares entre verdugadas de ladrillos. Así se hizo en la puerta de los Arcos, ingreso único al último recinto, derribada en el siglo XIX y rehecha recientemente con mayor altura; en el Arco del Cristo y en otra puerta que la precede, ambas con ingresos en recodo. El empleo de esta fábrica mixta estuvo muy extendido en el siglo XIV, lo mismo en Marruecos que en la Andalucía islámica y en la región toledana.

La subida a la alcazaba es hoy un agradable paseo que permite gozar de gran variedad de pintorescas perspectivas, a través de los arcos de paso, y de contrastes violentos entre las partes abovedadas y en sombra y las a cielo abierto inundadas de luz. El morado intenso de las buganvillas y los variados rojos de los geranios destacan sobre el verde oscuro de las yedras que envuelven los muros y de los cipreses que semejan escalar el cerro.

Entrada a la Alcazaba de Málaga

El ingreso a la alcazaba desde la ciudad por el extremo de poniente. Protege el portón de cierre un arco de ladrillo, renovado, lo mismo que el interior. La bóveda de arista entre ellos, de ladrillo, parece ser antigua. A continuación, el camino quiebra a la izquierda para seguir subiendo encajonado entre dos murallas medio ocultas por cipreses, yedras y buganvillas. Antes de torcer a la derecha, hay un arco grande de ladrillo y bajo él el ingreso a una torre en la que la cerca de la ciudad, de la que tan sólo se conserva la torre y el lienzo inmediato, unido a la de la alcazaba. Junto a esa puerta se ve una gran basa romana, ricamente decorada.

El camino conduce a un arco derribado hace unos ochenta años y reconstruido en fecha reciente con ayuda de sus cimientos, de una vieja fotografía de Laurent y de grabados que lo reproducían antes de la demolición. Al fondo del patinillo al que da acceso, una inscripción labrada en un fuste de granito recuerda al malogrado arquitecto don Fernando Guerrero Strachan, director de las obras de la alcazaba desde 1936 hasta su muerte en 1941.

Restos romanos en la Alcazaba de Málaga

A la derecha, un arco, renovado antes del siglo actual, pero que sustituye a otro viejo, pues se conserva sobre él su dintel primitivo de ladrillo, adovelado, da ingreso a un pasadizo en recodo abierto en el interior de una torre, cuya parte superior, con entrada por el adarve, reconstruyó Guerrero. Cubre el espacio entre el .arco de entrada y el de salida una bóveda vaída de ladrillo. Los arcos interiores son de herradura y enjarjados y en el de salida, apeado en viejos fustes de mármol, alternan las dovelas de piedra con las formadas por dos ladrillos. Toda esta parte de ingreso sufrió grandes modificaciones recién conquistada la ciudad por los Reyes Católicos y ha estado habitada hasta fecha reciente, por lo que sufrió grandes alteraciones. Pasada la torre el camino sigue dominado a la izquierda por el escarpe de la roca desnuda sobre la que, algo retirada, se levanta la muralla del recinto bajo, y por un muro a la derecha. De frente el visitante pasa bajo otra torre reconstruida al haber desaparecido toda su parte superior. Su gran arco agudo de ingreso es de ladrillo, enjarjado y con alfiz y dintel de ladrillos radiales encima. En el de salida, también viejo, .alternan doveles de piedra y de ladrillo. Ambos arcos arrancan sobre capiteles corintios romanos, apeados a su vez en trozos de grandes fustes acanalados que originariamente soportarían otros de mayor tamaño. Toda la fábrica alta es moderna.

Memorial Juan Temboury en la Alcazaba de Málaga

Traspasada la puerta se señala en el pavimento una mazmorra o silo allí encontrado. Sigue un ensanchamiento a modo de pequeña plaza. Una puerta en ella servía de comunicación de la alcazaba con el recinto murado conocido por el terreno de cultivo de los Cautivos, antes aludido, situado entre aquella y el mar.

Una vez más se tuerce hacia la izquierda para seguir subiendo por una rampa con peldaños, excavada en parte en la piedra a la que a la izquierda dominan torres y muros levantados sobre la roca cortada a pico.

Interrumpía la rampa de subida una puerta de ingreso recto, demolida, inmediata a una torre, cuyos cimientos se han recrecido para·conservar su recuerdo y el de la organización militar islámica lo más completa posible. Al final de la cuesta se llega al llamado Arco del Cristo, pasadizo en recodo sencillo abierto en el interior de una torre cuyo piso alto, derribado de antiguo, reconstruyéndose en la reciente etapa de obras. Sirve de ingreso al recinto inferior y más bajo. El arco de entrada, recuadrado por un alfiz, es agudo, de ladrillo, enjarjado y descansa sobre pilastras. Tiene clave de piedra, que estuvo dorada, en la que se labró en hueco una llave, como en otras de Granada. Encima figura el consabido dintel de ladrillo adovelado, en el que hubo una inscripción cerámica. Más arriba sobresalen del muro dos ménsulas de piedra, resto de un matacán servido por la estancia alta. La bóveda del pasadizo es vaída y de ladrillo y en su clave quedan vestigios de una rueda de lazo pintada de almagra; el resto fingía un despiece de dovelas de piedra. En el pasadizo se ha instalado en fecha reciente, al restaurar la alcazaba, un bello retablo dorado, barroco, traído de Antequera, y un crucifijo. En las jambas del arco interior quedan vestigios de fábrica de sillería numulítica –cantillo– puestos todos los sillares a tizón, resto, al parecer, como otros semejantes esta fortaleza, de la obra del siglo XL La puerta reconstruyéndose a fines del siglo XIII o en el XIV, según demuestran la llave, Esculpida en la clave del arco de ingreso, la desaparecida placa de cerámica y el matacán situados sobre él.

Camino de entrada a la Alcazaba de Málaga

El enemigo que en su intento de apoderarse de la alcazaba lograra forzar la puerta de ingreso desde el interior de la ciudad, para penetrar en el recinto inferior tenía que atravesar dos puertas en recodo y varias de ingreso directo y cambiar ocho veces de dirección, todas menos una a la izquierda, en un camino encajonado entre muros erguidos sobre rocas cortadas a pico.

Primer arco de entrada a la Alcazaba de Málaga

En el más bajo de los recintos, a pocos metros y frente a la puerta de salida del Arco del Cristo, aparecieron algunos restos de muros romanos de hormigón revestido de estuco rojizo y pequeñas albercas excavadas en la pizarra del cerro, semejantes .a las muchas que se encuentran por toda la costa malagueña, destinadas sin duda a la preparación del garum, pasta de pescado muy apreciada por los romanos. Al fondo se ven los muros y torres del último y más elevado recinto, fábricas de épocas muy diversas, restos algunas de la fortaleza primitiva del siglo XII, o tal vez de otra algo anterior, en los que alternan sillares de cantillo puestos de canto con otros colocados de frente. En algunos sitios aparece revestida esa fábrica y pintada luego imitando un falso despiezo de sillería, según costumbre califal.

En la parte occidental y llana de este recinto inferior, el que se dominaba casi toda la ciudad y la ensenada, instalándose después de la conquista artillería y se llamó Plaza de Armas. Un nuevo y pequeño jardín con alberca y una pérgola ocupan hoy ese lugar; limitan el primero a norte un muro con nichos en los que se han colocado algunas estatuas. Inmediata está la pequeña torre de la Vela. Tuvo mayor altura que las cercanas y en instaló una campana después de la conquista de la ciudad.

Arco de herradura en la entrada a la Alcazaba de Málaga

Por encima de la pérgola se percibe la gran mole de la puerta de ingreso al último recinto, llamada en el siglo XVIII puerta los Arcos y torre de Tinel. A su izquierda aparecieron en las excavaciones los cimientos de un muro que cortaba el recinto inferior por este lado, en el que se abría una puerta, reconstruida así como el muro. Aquélla daba acceso a una faja estrecha de terreno encerrada entre las murallas septentrionales del primero y el segundo recinto. En las de éste, otra puerta en ruina, murada durante siglos, de cantillo, le comunicaba con el interior de la ciudad. En el recinto inferior tan sólo se excavó y plantaron jardines en su extremo occidental, es decir, en la Plaza de Armas.

Capiteles de la Alcazaba de Málaga

El último recinto de la Alcazaba, como se dijo, ocupa la cumbre alargada del cerro. Aparte de algún postigo desaparecido, su único ingreso era la mencionada puerta de los Arcos, flanqueada por dos torres. De su derribo, bien entrado el siglo XIX, tan sólo se libraron las partes bajas y el arranque de sus arcos. Hay viejos grabados, alguno de 1839, que la reproducen aún en pie. Con ayuda de ellos la reconstruyó el arquitecto Guerrero, pero dándola excesiva elevación con objeto de instalar un pequeño museo arqueológico en sus habitaciones altas. La fábrica es de mampostería entre verdugadas de tres ladrillos. Separa el arco de entrada del de “Salida un patinillo", antes cubierto probablemente por una bóveda Algunos restos de sillería de cantillo prueban la existencia en el mismo lugar de una puerta anterior, reconstruida casi totalmente a fines del siglo XIII o en el XIV.

Traspasada la puerta de los Arcos se tuerce a la izquierda para alcanzar, subiendo por escaleras modernas, la plataforma superior del cerro. Parece que la excavación de esta parte de ingreso al último recinto no dio lugar al hallazgo de restos de importancia; tan sólo se encontró un silo o mazmorra, excavado en la roca, para cuya visita se construyó una escalera de caracol. Servían estas mazmorras para conservar cereales y sal, pero también se utilizaban para encerrar durante la noche a los cautivos cristianos que trabajaban de día.

Pila romana en la Alcazaba de Málaga

La falta de huellas de las construcciones que ocuparían esta parte más baja del último recinto, por la que tenía su ingreso, obligó a Guerrero a trazar una serie de jardincillos en pequeñas terrazas unidas por escaleras que forman un cómodo acceso a esta parte de la alcazaba. En aquéllos se instalaron: una gran pila de baño romana, de mármol; un tosco jabalí labrado en piedra de cronología incierta, y, en la parte alta, un gigantesco pie humano de mármol, con su sandalia, escultura de época imperial romana.

Desde lo alto de estos jardincillos de ingreso, por el adarve, se llega a las estancias altas construidas sobre la puerta de los Arcos. Instalándose en ellas un pequeño Museo arqueológico a base de la vieja colección formada por el marqués de CasaLoring en su finca de la Concepción, el Museo Loringiano, con objetos encontrados en esta provincia y en algunas otras andaluzas, sobre todo en Córdoba. Por medio de mapas y gráficos murales se ha pretendido situar en el espacio y en su respectivo ciclo artístico los restos arqueológicos que figuran en cada sala.

Beñera romana en la Alcazaba de Málaga

En las primeras se exhiben fragmentos de cerámica paleolítica y neolítica, los de esta última procedentes de la famosa cueva de la Pileta, en unión de algunos restos hallados en los dólmenes de Antequera y del ajuar de la cueva de la Mina , en la Cala, a la orilla del mar, en los alrededores de Málaga.

En el pasillo que sigue a estas salas hay fragmentos de cerámica ibérica, un lekito (vaso de aceite) y la cabeza romana de un guerrero.

Conduce el pasillo a la sala romana, en la que figuran varias esculturas de mármol de excelente arte imperial, entre ellas una Venus; un buen modelado fauno, estatuas ambas de tamaño menor que el natural; un busto de Trajano y otros femeninos, procedentes todos de Córdoba, y una bella cabecita helenística hallada en Churriana. Acompañan a estas esculturas varias aras y abundantes epígrafes sepulcrales.

En la última sala, dedicada a la arqueología musulmana, se guardan ladrillos visigodos con el crismón en relieve hecho a molde, procedentes de Málaga, Ronda y Córdoba, y varias inscripciones funerarias mozárabes, la mayoría halladas en la última esas ciudades, entre ellas la del obispo astigitano Martín (+969), labrada al dorso de un epitafio romano, y la que conmemora, a la vez, el fallecimiento de Especiosa (+1004) y de su hija Tranquila (+965). Los epígrafes árabes más interesantes procedentes ambos de Córdoba, son: el que recuerda la edificación de una torre por Umar ben Idris en el año 969, cuya losa se aprovechó para sepultura de un cristiano, fallecido en 1258, y la lápida, también funeraria, de Beer, hijo del emir Abu-1-Hazem, muerto en 1102. También alberga esta sala varios fragmentos decorativos de piedra, y mármol, capiteles y basas califales y del siglo XI algunos hallados en la misma alcazaba.

Fuente en la Alcazaba de Málaga

La parte central del último recinto, tras la de ingreso descrita, la ocupan los llamados, por los menos desde el siglo XVI «Cuartos de Granada» destinadas a vivienda de los reyes y gobernadores. Al derribar las humildes casas que en 1933 se apretujaban en ese lugar aparecieron muros y una arquería del palacio del siglo XI y cimientos de construcciones del período granadino, es decir, de fines del siglo XIII o del XIV. Encerrada entre las murallas altas y las torres, esa parte central del último recinto de la alcazaba era un campo de ruinas de muros de pobre construcción y aspecto desolado. Recrecerlos con fábrica de mayor solidez y rodearlos de vegetación habría mejorado algo su aspecto, pero sin asegurar su conservación. Descripciones, planos y fotografías conservan el recuerdo de los vestigios encontrados. Sobre los arranques de muros existentes, que señalaban tres patios, incompleto el primero, se levantaron construcciones de una arquitectura sencilla, de tradición granadina, tratando de conseguir, más que un fácil aspecto pintoresco y teatral, grato a las muchedumbres, pero falso, un escenario neutro en el que alternasen, como en la Alhambra , zonas de luz con otras de sombra. En los muros de las salas y habitaciones reconstruidas se dispusieron alacenas para exhibir en ellas la parte más importante de los innumerables fragmentos de cerámica musulmana, doméstica casi toda, hallada en las excavaciones.

Cuartos de Granada en la Alcazaba de Málaga

No se puede hablar de restauración de los «Cuartos de Granada» ya que apenas subsistían vestigios de ellos, ni de su reconstrucción, que hubiera sido falsa, al no existir más datos que los de su planta a través de la cimentación. Tratándose de asegurar la conservación de los escasos restos de muros y arcos encontrados y crear un escenario adecuado, con ayuda de plantas y flores, para la exhibición de la cerámica desenterrada. El agua llenó las albercas, repletas de escombros durante siglos, y comenzó a brotar de fuentes y surtidores. Con su ayuda y la del sol malagueño arriates y muros de los patios cubriéronse rápidamente de vegetación. Tan sólo los que conocieron la alcazaba de hace treinta años pueden juzgar de su radical transformación.

Ocupaba el palacio la parte central del último recinto, separadas sus construcciones de las murallas que lo protegían a norte y sur por angostos caminos de ronda sin comunicación con él, acceso al pequeño barrio situado a Oriente descrito en páginas posteriores. Estaba organizado el palacio, de fines del siglo XIII o del XIV a base, como los granadinos, de patios rectangulares y crujías en torno, según revelan su planta y los escasos fragmentos decorativos hallados. Se levantó sobre otro anterior, del siglo XI, que queda poco más que un salón inmediato al ingreso.

Patios de la Alcazaba de Málaga

Tres son los patios subsistentes, de ejes paralelos de dirección norte-sur. Son rectangulares los lados cortos de los pórticos abiertos por tres arcos, mayor el central, es una disposición típica de patios islámicos andaluces. Del primero y más pequeño tan solo se encontraron, ocultos entre los muros de pobres viviendas, elementos bastantes para la reconstrucción de su pórtico de mediodía. Abierto por tres huecos, agudo y con festón de yeso el central; de herradura y más pequeños los laterales. Descansan sobre dos columnas intermedias, de las cuales una tan sólo, con fuste mármol y capitel de tipo granadino tallado en yeso, apareció al derribar las construcciones parásitas allí amontonadas. Pertenece pues al pórtico a la reconstrucción del palacio realizada en el siglo XIII o en el XIV.

Desde el pórtico se pasa, por un vano formado por tres pequeños arcos de herradura muy cerrada, a un salón rectangular de 7,50 por 3 metros, resto de las construcciones del siglo XI. Los tres arcos tienen dovelas de piedra y clave formada por varios ladrillos y los apean dos columnas exentas y otras tantas adosadas, todas con fustes de madera y capiteles lisos de yeso. Cubría los dos frentes de los arcos una rica decoración de ataurique –flora– de yeso tallado, fingiendo largas dovelas, alternadas las rehundidas y lisas, pintadas de rojo, con otras salientes cuajadas de ornamentación. Una faja decorativa formando un alfiz recuadra el triple arco. La fina ornamentación vegetal, a base de hojas curvas digitadas, piñas, capullos y alguna granada, parecidas a las del palacio de la Aljafería de Zaragoza (entre 1049-1081), se desarrolla en muy bellas y variadas composiciones planas y de escaso relieve que estuvieron policromadas. Tuvo la sala –queda algún resto– techumbre de madera que arrancaba de una imposta de yeso, bajo un friso o alicer de madera tallada. Sobre los tres arcos y bajo el friso se conservan vestigios de decoración pintada. Con los fragmentos de yeserías encontrados en el subsuelo del salón y. en sus inmediaciones pudo reconstruirse un arco de tres lóbulos, instalado en el muro oriental.

Arco de los patios de la Alcazaba de Málaga

A la misma etapa constructiva del siglo XI pertenece un pequeño pabellón reconstruido, cuadrado, de 2,50 metros de lado, situado al costado occidental del pórtico y en comunicación con él, abierto en sus cuatro frentes por arcos de lóbulos de yeso entrecruzados. Recuerdan arquerías análogas de la mezquita cordobesa.

Una puerta de arco festoneado y takas o alacenas en sus jambas, de arquitectura granadina, comunica la sala del siglo XI con otro pórtico, situado a mediodía, y con una terraza construida sobre el adarve de la muralla del recinto alto. Desde ella se domina el puerto y la ensenada malagueña. Cierra la terraza a oriente una amplia torre cuyo interior cubre una armadura morisca de lazo, de mediados del siglo XVI. En la torre se guardan un pequeño modelo de piedra y yeso de la cabecera de la catedral de Málaga y algunos muebles, armas y objetos de poca importancia. A occidente comunica la terraza por un triple arco sobre fustes de mármol blanco e inscripciones cúficas en sus collarinos, con otra torre cubierta, de la que subsistían escasos restos, unos arcos festoneados de yeso y un friso del mismo material que ostenta dibujo de lazo e inscripción árabe cursiva.

Habitación de la Alcazaba de Málaga

En los muros de una pequeña sala con ingreso por el pabellón de los arcos entrecruzados se han colocado abundantes fragmentos de decoración de yeso del palacio del siglo XI encontrados en las excavaciones, y algunas vigas y trozos de madera tallada que se habían aprovechado en las armaduras de las viviendas parásitas. También se exhiben en vitrinas empotradas en los muros de esta sala fragmentos de cerámica doméstica musulmana, encontrados en cantidad extraordinaria en las excavaciones. Acreditan haber sido Málaga en los siglos XIII y XIV el gran centro de fabricación cerámica de la España islámica. Los ejemplares expuestos en las alacenas de esta son de los tipos más modestos: de barro ordinario con vidriado de color melado y sencillos dibujos pardo oscuros, de barro blanco, recubierta toda o parte de la superficie del cacharro de negro mate y con decoración incisa; de barro también blanco, con adornos vidriados en negro y verde; con ornamentación de relieve hecha a molde, etc.

Portico de la Alcazaba de Málaga

Desde el primero e incompleto patio de los «Cuartos de Granada» pásase al segundo por un pequeño zaguán moderno y un pasadizo en recodo que, siguiendo la disposición primitiva, desemboca en el pórtico norte de aquél. En el zaguán se expone una losa de mármol, incompleta, con bella decoración de arte Califal cordobés del siglo X invertida, formaba parte de la solería de unos baños descritos más adelante.

Lo mismo este patio que el que le sigue a oriente tuvieron en -sus testeros, a norte y mediodía, pórticos abiertos por arquerías de tres huecos y naves en los costados, con habitaciones, a las que se ingresaba desde ellos, de destino ignorado. Al fondo de cada pórtico había, según lo acostumbrado, una puerta grande de dos hojas, ingreso a una sala rectangular. No se sabe si los arcos de los pórticos descansaban en columnas o en pilastras; de estas últimas se encontró algún resto en el patio intermedio, pero no es seguro que pertenezcan a los apoyos primitivos. El patio intermedio tenía dos pequeñas alberquillas rectangulares, de 2,75 por 1,28 metros y 51 centímetros de profundidad, situadas, respectivamente, delante y a muy poca distancia de los arcos centrales de los pórticos. A uno y otro lado de cada una quedaban en el pavimento del patio rectángulos solados con losetas cuadradas de barro vidriado, blancas, verdes y negras, dispuestas en diagonal.

Pórtico de la Alcazaba de Málaga

Ocupa el centro del patio más oriental y mayor una estrecha alberca de 10,14 por 2,20 metros y 56 centímetros de profundidad. Tuvo este patio piso alto, pues entre los restos de la nave que lo cierra a oriente se encontraron los arranques de dos escaleras. Prolongando los primeros peldaños de una de ellas se hizo de subida a una torrecilla nueva, abierta en sus cuatro frentes, levantada para gozar del bellísimo y dilatado horizonte de la playa de Málaga y la costa.

Patio de la Alcazaba de Málaga

Excepto la sala situada al fondo del pórtico meridional del último patio, en la que se colocó una techumbre plana de madera del siglo XVI sobre vigas apeadas en ménsulas, llegadas desde otro lugar, las tres restantes al fondo de los pórticos de los patios se cubrieron con bóvedas esquifadas. Inspirándose en decoraciones de la Alhambra , de la misma técnica artística, las decoró con gran originalidad y buen arte don Hermenegildo Lanz, lo mismo que las albanegas de algunos de los arcos de sus puertas de ingreso.

Arco de la Alcazaba de Málaga

Más allá del patio oriental aparecieron los cimientos·incompletos de dos amplias viviendas, independientes del palacio o «Cuartos de Granada». Bajo el patio de la más meridional existe un hondo aljibe cubierto con bóveda de medio cañón, reforzada con dos arcos fajones o perpiaños. Esta casa, reconstruida, se utiliza para depósito y taller de cerámica.

La reconstrucción de los «Cuartos de Granada», es decir, del alacio de la época nazarí (siglos XIII-XIV), levantado sobre las ruinas del siglo XI y del cual tan sólo quedaban poco más que los cimientos, tuvo por objeto preservar esos restos y exponer en las nuevas salas los fragmentos cerámicos más importantes hallados en las excavaciones. Esos hallazgos confirmaron las noticias de viajeros y cronistas medievales, en su mayoría musulmanes, de haber sido Málaga el centro de fabricación cerámica de la Península hispánica. Hoy se cree que de ella proceden los grandes jarrones del tipo llamado de la Alhambra , cuyos escasos ejemplares son orgullo de los museos que los guardan. A los tipos de mayor riqueza pertenecen la llamada loza dorada y la que combina la decoración de oro con otra azul, ambas sobre esmalte blanco. La exportación de estas cerámicas fue, desde el siglo XII hasta el XIV, uno de los factores de la prosperidad malagueña. En el viejo Cairo –Fustat– y en Marruecos se han encontrado fragmentos de cacharros en el reverso de cuyo solero figura, en caracteres árabes, la palabra «Maliqa» (Málaga). En el siglo XIV, el desarrollo comercial e industrial del Levante peninsular y acrecentamiento de la marina catalano-aragonesa favorecieron la creación en Manises, junto a Valencia, de un centro de fabricación alfarera con la misma técnica e idénticos motivos de decoración que el de Málaga, al que acabó por suplantar en los mercados nacionales y extranjeros y cuya fama y difusión fueron grandes a fines del siglo XV y comienzos del XVI.

Carámica de la Alcazaba de Málaga

En las vitrinas de la sala meridional del patio intermedio hay ejemplares de esta última; otros de la técnica llamada de cuerda seca, con brillantes colores amarillo, verde, sepia y melado oscuro sobre fondo de esmalte blanco, en algunos de los cuales se representaron animales; varios de la cerámica llamada de .Madinat al-Zahra, por haberse encontrado en gran cantidad en las ruinas de esa ciudad aúlica califal, cuya decoración se perfila con contornos de color pardo (óxido de manganeso), rellenos de verde, sobre fondo blanco. Entre los temas decorativos de las piezas expuestas de esa última cerámica se ven letreros cúficos, un ciervo y una cabeza humana. Además hay en las vitrinas cacharros de barro sin vidriar; otros vidriados de color verde y algunos con decoración de relieve hecha a molde. Entre ellos se exhiben estelas sepulcrales de barro vidriado, con decoración azul, de las llamadas de orejas, que se colocaban hincadas en tierra sobre las sepulturas, y los ladrillos que las limitaban, cuya parte superior vista se vidriaban y enriquecía con decoración análoga.

Decoración de la Alcazaba de Málaga

En las vitrinas de la sala frontera -la norte- del patio intermedio era el lugar donde se exponían: algunos ejemplares más de loza dorada; dos platos con representación de navíos dibujados con azul de cobalto y oro este último tono perdido por la humedad, al haber estado enterrados; una jarra de cuerda seca; algún fragmento de loza oriental y de vidrios, entre ellos una jarrita de vidrio azul y arte fatimí, probablemente procedente de Egipto.

Paralelamente, en 1996, las obras de rehabilitación de la Alcazaba obligaron al traslado de la colección arqueológica, ubicándose provisionalmente los fondos en el Convento de la Trinidad. En este edificio permanecieron las colecciones hasta 1999. Finalmente, la Sección de Arqueología quedó instalada en un edificio de la Avenida de Europa de Málaga, donde actualmente tiene su sede, al ocupar el espacio que había dejado el Archivo Histórico Provincial. El museo comparte el inmueble con la Biblioteca Pública del Estado.

Al excavar la parte más oriental, yerma, del último recinto, más allá de los «Cuartos de Granada», aparecieron las ruinas de pequeñas de un barrio de casas formado por tres manzanas entre angostas calles enlosadas, no más anchas de 1,20 metros, bordeando unas murallas del contorno y normales entre sí las otras. La manzana a sudoeste comprendía un pequeño baño y dos viviendas muy reducidas; algo mayores eran las tres de la manzana a mediodía y otras dos, pequeñas, integraban la más oriental. La altura máxima de los muros conservados es, aproximadamente, de un metro. Las puertas de las viviendas a esas calles, nunca fronteras, a pesar de que su ancho apenas sobrepasa el metro, se cerraban con dos pequeñas hojas de madera, girando sobre goznes y quicios, ahuecados éstos en batientes de mármol blanco.

Capitel de la Alcazaba de Málaga

Muy ingeniosa es la distribución de las viviendas para el mejor aprovechamiento del reducido espacio. Tienen todas un pasadizo de ingreso, acodado o recto, pequeño patio casi cuadrado, con aceras y crujías en torno, repartidas éstas en varias habitaciones, y siempre retrete, hábilmente situado para lograr su con aceras y crujías en torno, repartidas éstas en varias habitaciones, y siempre retrete, hábilmente situado para lograr su máximo aislamiento; en algunas de las casas está al final de un pasillo en recodo y con puerta, a veces doble, de incomunicación. Tienen las letrinas poyete y sumidero y todas son medianeras con las calles, que recibían luz y ventilación. Bajo los patios y retretes pasan atarjeas de desagüe que vertían fuera de los muros del recinto. Algunas de las casas más reducidas conservan los primeros y muy elevados peldaños –tradición mantenida hasta hoy en Andalucía– de estrechísimas escaleras para subir a la planta alta.

El suelo de las habitaciones consiste en una capa de mortero de cal teñida de almagra –es un pigmento empleado en pintura artística, en alfarería y como una de las técnicas de decoración cromática más antiguas–; algunas conservan solería de losetas de barro y de piezas de mármol blanco aprovechadas. En el interior de las casas y en las calles se encontraron zócalos pintados de rojo el enlucido de cal, varios rematados por inscripciones de letras cúficas, simples eulogías, y dibujos geométricos de lazo de a ocho.

Bóveda cuarto de la Alcazaba de Málaga

Completa el barrio, en el que es de presumir viviría la servidumbre palatina o los jefes de la guarnición de la alcazaba, un minúsculo baño, situado en su parte septentrional, cuyas ruinas aparecieron muy destrozadas, con entrada independiente para los clientes y los locales de servicio: caldera, leñera, etc. El agua para el baño y las demás necesidades de la alcazaba se subiría penosamente mediante una noria desde un profundo pozo, al que llaman Airón situado en la parte oriental del recinto inferior. Su profundidad excede hoy de los cuarenta metros.

Por la semejanza de la construcción de los muros de estas viviendas con los restos descritos del palacio del siglo XI que subsisten a la entrada de los «Cuartos de Granada», pueden suponerse contemporáneos. Seguirían habitados en el siglo siguiente, bajo el dominio almorávide, en el que debieron de pintarse las inscripciones, cúficas de los zócalos, muy semejantes a otras de entonces.

El enlosado de las calles del barrio y los zócalos pintados en los muros de las casas; la ventilación directa de todas las habitaciones a los patios; la existencia de letrinas en la mayoría de las viviendas y su aislamiento del resto de ellas, así como el buen dispuesto sistema de atarjeas para el alejamiento de las aguas sucias, acreditan un alto nivel de civilización urbana en la España musulmana del siglo XI, herencia del anterior, según acreditan las ruinas de Medina al-Zahra.

Habitación de la Alcazaba de Málaga

En el barrio, escondido tras las nuevas edificaciones de los «Cuartos de Granada», tan sólo se consolidaron y recrecieron los restos de muros. Pero la vegetación parásita que brota pujante en el suelo malagueño y los agentes atmosféricos van poco a poco·pulverizando el mortero de los revestidos y desintegrando las fábricas. Planos, fotografías y descripciones detalladas aseguran su recuerdo, de excepcional interés para la historia de la vivienda y de las urbanizaciones españolas.

Al final del barrio, cerrando a oriente el recinto más elevado está la llamada desde el siglo XVI torre del Homenaje, la mayor y más alta de la alcazaba. En ella, el 18 de agosto de 1487, se levantaron la cruz, el pendón de Santiago y el estandarte real al tomar posesión de la ciudad, rendida por hambre después de largo asedio de los Reyes Católicos. La torre es casi cuadrada –12,30 por 12,15 metros–, obra al parecer del siglo XIV. Envuelve otra más reducida de sillarejos aparejados a soga y asta, de la que están visibles dos pequeños arcos de ladrillo con clave de piedra. Al recrecerla en época nazarí se construyó vivienda en su parte alta, con salas y patio, muy destruido todo ello y en camino de desaparición. No quedan huellas de la escalera de subida; tal vez su único acceso fue por el adarve. Al pie se desenterraron los fragmentos de loza dorada y cuerda seca más interesentes conservados en misma alcazaba.

Aquí damos por terminada la visita a la Alcazaba, nada más salir tenemos ante nuestros ojos otro de los grandes monumentos históricos, es el teatro romano de Málaga. Se encuentra situado en la calle de la Alcazaba s/n (GPS N 36.7214596 W 4.4171208)

Teatro Albeniz cerca del Teatro romano de Málaga

El teatro romano de Málaga ha permanecido oculto hasta avanzada la década de los cuarenta del siglo XX por que se construyó en Málaga, al comienzo de la calle Alcazabilla y al borde mismo de la Alcazaba musulmana, un magnífico edificio de Archivos, Bibliotecas y Museos, cuyo proyecto se debía al arquitecto Luis Moya Blanco. Terminada la construcción y, cuando en el mes de junio de 1951, frente a su entrada principal, se procedía a la explanación del terreno para realizar unos jardines diseñados por el arquitecto Enrique Atencia, aparecieron restos de una construcción de sillares con una bóveda que, en un primer momento, se creyó era una de las puertas de la ciudad antigua, aunque, poco después, pudo comprobarse se trataba del aditus maximus a la derecha de la scaena (escenario) del que ya ahora era posible clasificar, por la aparición de parte de su cauea (gradería), como teatro romano de Malaca.

Los primeros trabajos de excavación, que dirigió el comisario local de Excavaciones Arqueológicas, Don Juan Temboury, localizaron las gradas bajas de la cauea, parte de la orchestra y los inicios del proscaenium (espacio delante de la escena en el que se desarrollaba la acción dramática), sorprendiendo a los excavadores la «monumentalidad y... riqueza decorativa (que) es excepcional, con mármoles españoles, italianos, africanos e incluso pórfido de Egipto» de este teatro, que consideraron «obra monumental, de grandes sillares, que por la sillería a la rustica parecería indicar más o menos una fecha augustea».

Entrada al Teatro romano de Málaga

Nada más producirse el hallazgo comenzó la polémica, que duró casi hasta nuestros días porque había la necesidad de derruir la Casa de la Cultura , que se construyó justo encima del edificio romano, para la recuperación total del espacio que ocupaba el Teatro Romano. A poco de su descubrimiento, Martínez Santa-Olalla, entonces Comisario Nacional de Excavaciones Arqueológicas, escribía: «Las excavaciones prosiguen, y pronto será posible ofrecer a la admiración de propios y extraños, completo, tan singular monumento, que sufrió ya alguna destrucción de su escena hace una docena de años, con motivo de cimentarse el llamado Palacio de Archivos, Bibliotecas y Museos, que cubre una gran parte del monumento romano y que deberá desaparecer para la excavación total, urbanización y puesta en valor de dicho monumento».

Aquellos primeros trabajos arqueológicos en el teatro de Málaga fueron paralizados en 1952, coincidiendo con la incoación de expediente para su declaración como monumento histórico-artístico. Seis años después, se reanudaron las excavaciones, costeadas por el Servicio de Ciudades de Interés Artístico de la Dirección General de Arquitectura y con la colaboración económica del Ayuntamiento de Málaga.

Vista del Teatro romano de Málaga

Como señalaba M. Casamar, fueron aquellos «trabajos de exploración, no de excavación sistemática» destinados, fundamentalmente, a «la exhumación, consolidación y restauración parcial del monumento», aunque supusieron, por el enorme vaciado de tierras que conllevaron, un desastre arqueológico que borró numerosos datos que hoy nos serían preciosos, especialmente para saber con exactitud el momento en que el edificio de espectáculos dejó de tener un uso propio y público. Del volumen de estas remociones da idea la descripción que de ellas hace el que fuera, por aquellos días, director del Museo Arqueológico de Málaga: «Se comenzó... por un vaciado de tierras a gran escala y en un tiempo relativamente corto... desde el mismo pie de muralla de la Alcazaba hasta llegar a la roca viva, en toda la zona que se suponía que podría producir arrastres sobre el teatro por descubrir. Así se levantaron niveles de hasta cinco y seis metros descendiendo por la ladera de la colina, y se transportaron tierras con una cubicación de unos 60.000 m2 a lo largo del año 1959. A comienzos del 60 se había llegado al nivel de los vomitorios y de la calle exterior, excavada en buena parte en la roca... y en los primeros meses se descubrió la casi totalidad de la cavea, excepto la parte que oculta el nuevo edificio de la Casa de la Cultura ; en septiembre estaba ya descubierta la orchestra». Liberada, pues, la parte del teatro que quedaba al exterior de la casa de la Cultura , se procedió, según proyecto de Pons Scrolla, a la consolidación y reconstrucción de la cauea con «piedra distinta en calidad y módulo de sillar que queda separado de la obra vieja por una línea de ladrillo... siempre en la medida que los datos son claros, precisos y seguros».

El desescombro realizado con motivo de esos trabajos de restauración, puso en evidencia el tremendo impacto que suponían sobre las ruinas del teatro, las cimentaciones del moderno edificio; además, como, desde los primeros trabajos, se conocían las palabras iniciales de una gran inscripción latina que formaba el pavimento delante del proscaenium y que corría bajo la cimentación de la Casa de la Cultura , con el fin de poder completar la lectura del epígrafe, se procedió, en el otoño de ese año, a efectuar un túnel entubado bajo el modero edificio, lo que, por desgracia, no produjo resultados positivos, ya que la inscripción estaba por allí perdida como, igualmente, han demostrado nuestras actuales excavaciones en el mismo lugar.

Gradas del Teatro romano de Málaga

Según ya se ha indicado, no existió control arqueológico de estos trabajos a pesar de que fueron muchos los materiales Hasta la publicación del trabajo de Puertas, que incluyó una planimetría nueva del monumento, sólo se contaba con la planta, muy meritoria para lo que del teatro se conocía en ese momento, y que, destinada a la restauración del mismo, levantó el arquitecto Pons Sorella, plano que se difundió gracias a su reproducción en la publicación de Casama.

Las hipótesis que aquella planta aventuraban para la desconocida scaena del teatro, han creado, hasta hoy, una teoría de elucubraciones sin excesivos fundamentos, por la falta de conocimiento directo que de esa parte del monumento se tenía.

Tras la restauración hecha por la Dirección General de Arquitectura, el teatro entró en una etapa de abandono, aunque, anualmente, en temporada veraniega, era escenario de representaciones teatrales por parte de una conocida escuela malagueña de arte dramático, sin que ello contribuyera, más que en los escasos días que duraban las representaciones, a la falta de atención en que ha estado sumido este monumento.

Debe hacerse notar, sin embargo, que los materiales cerámicos de las excavaciones que habían pasado al Museo de la Alcazaba , fueron estudiados con todo rigor desde principios de los años setenta. A poco de esas primeras publicaciones, se hicieron unos sondeos, por un equipo dirigido por B.S.J. Isserlin, destinados a confirmar la existencia, bajo el teatro, de niveles de ocupación anteriores a la época romana en aquella zona de la ciudad que ocupó, por este lado, el pie del cerro de la Alcazaba. En la década de los ochenta, el lugar ha sido escenario de nuevas excavaciones destinadas al mismo fin. Estas varias intervenciones, han conseguido demostrar sobradamente la importancia de la ocupación púnica de esta ladera, habiendo ofrecido una discutible secuencia estratigráfica y piezas excelentes, aunque han sido causa, paradójicamente, del enmascaramiento de algunas estructuras romanas que ya estaban al descubierto, al verter sobre ellas las tierras extraídas de los sondeos.

Centro de Interpretación del Teatro romano de Málaga

Esta era a simples rasgos la situación de la investigación sobre este edificio de espectáculo, cuando, en 1989, la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía se encargó realizar unas excavaciones con el fin principal de valorar arqueológicamente el monumento y, sobre todo, de averiguar el estado de conservación de la parte que aún permanecía oculta bajo la Casa de la Cultura , antes del previsto derribo de la misma para la recuperación integral del teatro. Con este fin se han hecho dos campañas de excavaciones. La primera se desarrolló entre junio-agosto de 1989. La segunda, se ha llevado a efecto en los meses de octubre y noviembre de 1991.

Los trabajos de 1989 exigieron una profunda labor de limpieza encaminada a poner de nuevo al descubierto estructuras recientemente soterradas, como era el caso de las que habían sido cubiertas por tareas modernas de acondicionamiento del conjunto o vallado o jardinería de alguna de sus partes e, incluso, las que en la zona descubierta de la scaena eran resultado, como antes se ha dicho, del amontonamiento de tierras efectuado con motivo de recientes excavaciones arqueológicas, cuyos directores en vez de proceder a retirar la tierra extraída, optaron por dejarla amontonada en las inmediaciones de las catas realizadas.

Teatro romano debajo Alcazaba de Málaga

Era, igualmente, objetivo importante excavar en los escasos sectores del teatro que, al exterior de la Casa de la Cultura , aún permanecían intactos, dado que todavía cabía la posibilidad de que pudieran ofrecer datos sobre el sistema constructivo y sobre su cronología, lo que trabajos anteriores no habían procurado aportar. Constituye una tarea fundamental conocer lo que del cuerpo escénico quedase bajo los cimientos del edificio de la Casa de la Cultura , lo mismo que la afectación que éstos habrían causado a esa parte del edificio. Igualmente, era necesario intentar revisar la existencia o no de los restos del epígrafe pavimental que, en su día, se buscó y de cuyos resultados nada escrito, publicado o inédito, se conoce, así como resolver la duda sobre la existencia en este teatro de un pórtico en su trasera, que algunos, sin fundamento, habían planteado; para ello resultaba necesario, ante la imposibilidad de excavar en la calle Alcazabilla, realizar unos sondeos en los cercanos jardines de Ibn Gabirol. Con estas premisas y para poder emitir un informe cierto sobre la posible existencia y estado de conservación de lo que bajo el edificio de la Casa de la Cultura y jardines adyacentes pudiera quedar del teatro romano, se han desarrollado las dos campañas de excavaciones que acabamos de mencionar. La búsqueda de los restos de la inscripción que aún quedasen bajo la Casa de la Cultura, así como de los elementos de la scaena, por la no publicación de nada de lo, en su día, observado, y el posterior derrumbe del antes citado túnel, nos habían privado, hasta ahora, del conocimiento de lo que aquella prospección puso al descubierto en ese lado del teatro; por ello, se comenzó a trabajar en el viejo túnel que, perforando la cimentación del edificio moderno, había buscado lo que bajo él quedase de la orchestra, del pulpitum y del epígrafe que ante aquél corría. La situación del entibado del túnel era tan precaria que se optó por vaciar toda la habitación superior a ese lugar y que correspondía a la moderna Sala de Exposiciones de la Casa de la Cultura.

Lateral del Teatro romano de Málaga

Era fundamental localizar lo que restara allí de la inscripción que venimos mencionando, un texto inciso en magníficas letras capitales de 23 cm de altura, en la primera línea y de 21 cm de alto, en la segunda, que, desde Gómez-Moreno y García Bellido, había sido leído así:

C. GRA(C) /.../

C. AVRELIVS. GAL. GRITO. ET. (L) (V) /... / D.S.P.D.

Para el primer investigador, los tres personajes nombrados en esta inscripción pudieron ser magistrados locales de hacia mediados del siglo 1, según fechaba el epígrafe por sus caracteres paleográficos, sin atreverse a avanzar si el texto haría referencia a la fundación del edificio o a una reforma del mismo. Hoy estamos en condiciones de proponer lo segundo.

Para ello, en nuestra excavación en la Sala de Exposiciones, y continuando la antigua perforación antes comentada, se procedió a desmontar el pavimento de la habitación bajo la cual el túnel discurría. Vaciada gran parte de ella, se ha puesto al descubierto, observándose una conservación bastante buena, lo, que restaba por conocer de la orchestra y de las exedras y escalinatas de subida al pulpitum. En ese lugar, tales exedras y scalae repiten lo conocido en la parte ya exhumada, aun cuando aquí su conservación es notablemente mejor, como pone de manifiesto, por ejemplo, el que aún se conserven in situ algunos de los escalones marmóreos que permitían la conexión de la orchestra con el pulpitum.

Vista completa del Teatro romano de Málaga

La orchestra y la inscripción que corre por delante del dodisel, muestran que, tras el abandono del teatro, se produjo una expoliación de los elementos decorativos, singularmente los mármoles que debieron ser empleados para la obtención de cal en los hornos. Este expolio no fue total y la excavación ha mostrado la conservación (igual que al exterior de los cimientos de la Casa de la Cultura ) de una parte del enlosado de mármol de la orchestra, un sectile de dibujo sencillo y con diversas placas que indican restauraciones, así como la existencia cierta de las letras que formaban las abreviaturas finales de la inscripción con la que dos importantes personajes malacitanos dedicaron, en honor de un tercero, la remodelación con añadidos de elementos decorativos de la orchestra y, probablemente, parte del decorado monumental de la scaena en época flavia. La lectura que se deba de la inscripción, pues, parece, si no en todo, correcta. Cuando se hizo el túnel, se debió encontrar por ese lado la inscripción perdida, aunque las restituciones que ofrecen sus editores de algunas letras, puede indicasen que fragmentos sueltos de ellas aparecieron entonces. Ahora, in situ, sólo quedan las letras de la abreviatura: / á{e) / S(ua). V{ecunia). T){ededrunt). I d(edicauerunt) I, elementos finales, seguros, de la dedicatoria. Nada más puede, con seguridad, completarse, debiéndose hacer notar, además que las letras iniciales de la segunda línea que, hasta hace unos años, eran visibles en la parte exenta de la orchestra, han sufrido un vandálico expolio, habiéndose perdido parte de ellas. De esos destrozos tampoco se ha librado una sella, tallada en un enorme bloque de mármol blanco de la Sierta de Mijas, y que aparecía colocada en la orchestra, apoyada sobre el balteus de separación de ésta de la primera praecinctio, y de cuyos brazos se conservaba uno decorado con la figura de un delfín. Precisamente ese brazo ha sido arrancado y robado en fecha no muy lejana.

Teatro romano de Málaga

El vaciado de esta habitación ha permitido observar que la moderna cimentación de la Casa de la Cultura se apoya directamente sobre las construcciones romanas sin alterarlas, ya que el método empleado en las cimentaciones de este edificio moderno, ha sido la búsqueda de un firme que se encontró en la mina del edificio teatral; además, estas cimentaciones compartimentan el terreno arqueológico sin alterar las estratigrafías que recubren el yacimiento romano. Por ello, nuestras excavaciones vienen a poner de manifiesto que es, precisamente en este lugar del teatro, donde futuros trabajos permitirán concretar con mayor exactitud la fecha del abandono de uso público del edificio.

Hasta las nuevas excavaciones, se carecía de los más elementales datos para una interpretación siquiera parcial del conjunto arqueológico. Por ello, otra de las actuaciones ha sido el despejar de recubrimientos recientes la obra de grandes sillares en opus quadratum que permanece al descubierto al exterior de la casa de la Cultura para su recuperación e integración en la comprensión total de un teatro como éste del que el público no puede ver más que la parte que ocupa el espacio no cubierto por la Casa de la Cultura. Ahora sabemos que el teatro romano de Málaga no sobrepasaba en extensión al propio edificio moderno que lo cubre y, por tanto, no invade la calle Alcazabilla, como algunos creían. Y ello porque el edificio no debió poseer un pórtico trasero. No se extiende, pues, el teatro romano por esa calle ni bajo los jardines de Ibn Gabirol. El edificio, ahora se ha visto, que monta sobre construcciones de la ciudad preexistente sin respetar la anterior ordenación urbana. Edificado en los comienzos del principado de Augusto, como prueban las últimas excavaciones, se levantó sobre construcciones republicanas anteriores que, previamente, habían sido amortizadas, como fue el caso de unas termas, a su vez elevadas sobre edificios púnicos arrasados para ello, quizá, ex profeso. Este dato debe ser muy tenido en cuenta, pues, a pesar de que lo más característicos del urbanismo de Malaca le parecía a los autores antiguos que era la huella de su impronta púnica, visible en su planta no hipodámica, esta tradición semita no evitó que, sobre todo a partir del principado de Augusto, Malaca adquiriera un nuevo aspecto, como lo demuestra esa nueva ordenación urbana en que encaja este teatro que, en parte, aprovechó la ladera del monte de la Alcazaba para colocar las gradas.

Jardines de la calle alcazabilla de Málaga

Recientes trabajos arqueológicos en calle Alcazabilla núm. 1, un solar cercano al teatro, evidencian que por este lado la Malaca romana debía aparecer aterrazada, siendo esta la causa de que desechemos la existencia del pórtico postscaena.

Los trabajos efectuados y la limpieza de todo el conjunto han permitido, por fin, llevar a cabo una planimetría cierta del teatro, parte de la cual se reproduce aquí por vez primera, aunque hay detalles puntuales que requerirán nuevas investigaciones. Entre ellas, y en lo que se refiere a la cauea y a los tres uomitoria conocidos ha de advertirse, en primer lugar, que la restauración de las estructuras, con recrecimientos y consolidaciones varias, ha ocasionado diversos problemas de enmascaramiento de las auténticas edificaciones romanas.

Este es el caso de una puerta moderna que se abre en el aditus maximus o de las construcciones republicanas sobre las que se edificó el teatro augusteo que han sufrido alteraciones —no detectadas inexplicablemente en excavaciones anteriores a las nuestras—, como son la perforación y consiguiente destrucción de parte del sistema de drenaje romano del edificio, que fue sustituido, en los primeros trabajos de acontecimiento del teatro, por otro nuevo conectado a la injerencia general de la calle Alcazabilla. Añádanse a estas dificultades el que de aquellas ordenaciones no quedó más testimonio que el gráfico de algunas fotografías que, con gran fortuna, hemos debido utilizar en esta ocasión, ya que no se podía disponer de planimetrías explicativas de lo antes realizado allí.

El 19 de diciembre de 1994 comienzan los trabajos de demolición de la Casa de la Cultura, edificio que durante casi medio siglo ocultaba los restos del Teatro Romano, construido en el siglo I.

Escultura de Pablo Picasso en la plaza de la Merced de Málaga

Finalmente su demolición, decidida después de que excavaciones previas demostraran que los restos romanos se mantenían perfectamente conservados bajo los cimientos, permitió a la Junta de Andalucía iniciar los trabajos de recuperación y reconstrucción del teatro.

Plaza de la Merced de Málaga

Desde este punto marchamos andando hasta la vecina plaza de la Merced (GPS N 36.7234495 W 4.4177097) para entrar en el territorio Pablo Picasso.

La plaza siempre ha sido conocida con otros nombres como plaza del Mercado o de Riego es una de las plazas más bellas de la ciudad. En su centro se encuentra un gran obelisco que se levantó como el Monumento a Torrijos.

También es conocida por ser el lugar donde Picasso dio sus primeros pasos, al estar situada la Fundación Picasso Museo Casa Natal en las casas de Campo, viviendas que conforman unos de los laterales de la plaza. En ella también vivieron políticos como el general Riego, escultores como Fernando Ortiz, escritores como Juan José Relosillas, arquitectos como Gerónimo Cuervo o pintores como Bernardo Ferrándiz.

En sus inicios, en el Siglo XV, mercado público, y lugar de ocio y esparcimiento para los burgueses de finales del XIX, el sonido de las campanas de la iglesia de la Merced , junto a la casa natal de Picasso, tuvo como testigos a un mosaico de tipos populares de los que el genial artista, con el paso del tiempo, se hizo eco.

Plaza de la Merced de Málaga

La plaza era utilizada por gente variopinta como: paveros, vendedores de leche con sus hatos de cabras, de caramelos, biznagas y confituras, guitarreros, criadas y soldados, giraban en torno al monolito que, desde 1842, se alza en el centro arbolado de la Plaza en homenaje al general Torrijos, cuyos lemas de libertad y justicia fueron el referente de aquel niño llamado Pablo Ruiz Picasso.

Dicen que a finales del siglo XIX era el lugar donde volaban las palomas como el símbolo de los paradigmas anunciados en el cenotafio del militar caído. Son las palomas que Picasso, desde su infancia, y hasta su muerte, pintó de la mano de inicio de su padre.

En una de las esquinas de la plaza encontramos un sitio barato para comer el menú del día es El Carmen situada en la plaza de la Merced 23 (GPS N 36.7234047 W4.4170088), son 9,90 euros, dos platos a elegir y postre con bebida. Mejor imposible!.

Casa Natal de Picasso en Málaga

Después de comer nuestra siguiente visita es Museo Casa Natal de Picasso, situado en la plaza de la Merced , 15 (GPS N 36.7239908 W 4.4178745); horario: De 9:30 a 20:00 h todos los días, incluyendo festivos. Entrada combinada: Museo Casa Natal y exposición temporal: 4 €.

La Fundación Picasso Museo Casa Natal es una institución cultural con sede en la ciudad española de Málaga que tiene como objetivo la promoción y difusión de la obra del pintor Pablo Picasso. Creada por el ayuntamiento de Málaga en 1988, está ubicada en el inmueble de la Casa Natal de Picasso, en las denominadas Casas de Campos de la Plaza de la Merced. La Fundación tiene los siguientes ámbitos de actuación: el Museo Casa Natal, que atesora recuerdos infantiles y familiares del pintor así como obra picassiana y de José Ruiz Blasco, su padre, pintor y profesor de la Escuela de Bellas Artes de Málaga; unas destacadas colecciones de arte especializadas en la obra gráfica, dibujo y cerámica de Pablo Picasso; un departamento de Promoción Cultural, dedicado a organizar actividades culturales, conferencias y actividades didácticas; un centro de documentación, que cuenta con una biblioteca especializada en la vida y obra del artista, y un departamento de publicaciones encargado de la labor editorial de la institución.

Salón de la Casa Natal de Picasso en Málaga

La Fundación Pablo Ruiz Picasso posee una colección de obras de arte compuesta por más de cuatro mil piezas de más de 200 artistas diferentes.

La primera incorporación importante fue la carpeta de grabados Sueño y mentira de Franco, donada por su nieta Marina Picasso en 1989, a la que siguió en 1992 la de diez libros ilustrados por el artista a cargo de Christine Ruiz Picasso.

Entre las piezas de arte de la Fundación destaca el cuaderno de dibujos preparatorios de Picasso para su obra Las señoritas de Avignon realizados en 1907, única presencia de este tipo de bocetos en colecciones españolas. Estos 84 dibujos se complementan con un repertorio de obra gráfica de Picasso, que abarca periodos estéticos comprendidos entre 1905 y 1971, con diversas técnicas como aguafuerte, linograbado o punta seca. La Colección de litografías está compuesta por 238 obras realizadas entre 1930 y 1960, el segundo más importante en el mundo. El núcleo principal fue la colección Jan Lohn, adquirida en 2004, y que aportó 223 obras que fueron reunidas por este coleccionista alemán.

Objetos para copiar Salón de la Casa Natal de Picasso en Málaga

Asimismo, hay un importante conjunto de más de 50 libros ilustrados por Picasso y otros artistas como Joan Miró, Marc Chagall o Max Ernst, que suponen en el caso del pintor malagueño más de 500 grabados, con técnicas e iconografías muy variadas. La Fundación cuenta, además, con una selección de 34 piezas de cerámica creadas entre 1940 y 1946, representativas de la producción picassiana.

La Sala numero 1 se destina a la recepción de las visitas. Dicha estancia domestica estaba presidida por ventanales que conservan en la parte superior las cristaleras originales en forma de abanico con vidrios de colores, se ha ambientado con muebles de época adquiridos en anticuarios. Las piezas más llamativas son la librería cómoda de madera de nogal con cristales originales y tiradores de bronce, realizada en 1850, una mesa de tablero de nogal perteneciente al siglo XVII, una pareja de sillas inglesa Chippendale, de principios del siglo XIX, en madera de nogal, un par de sillas andaluzas, de finales del siglo XIX, de forma oval, con cristal de época y marco de madera tallada y un pedestal fernandino, datado hacia 1840 con incrustaciones de nácar.

Además, se puede ver modelos de escayola y de terracota con los cuales aprendieron a pintar los discípulos de la Escuela de la época que se utilizaba en aquellas aulas.

En un lugar destacado de la sala se encuentra el lienzo del padre de Picasso de 1878 y que representa el palomar.

Fotografías padres de Picasso en la Casa Natal de Picasso en Málaga

Frente al palomar dos fotografías de Ruiz Blasco atestiguan su aspecto durante sus años malagueños, completando la sala dos pequeños oleos de José Denis Belgrano, amigo suyo y un gran frecuentador de esta casa que testimonian la común afición por los toros.

Los padres de Picasso pertenecían a familias asentadas en Málaga desde principios del siglo XIX. La rama de los Ruiz provenía de Córdoba; el apellido materno, “Picasso”, era italiano, de origen genovés. José Ruiz Blasco (Málaga, 1838-Barcelona, 1913), fue pintor especializado en temas de animales (aves, especialmente) y naturalezas muertas. Tuvieron tres hijos: Pablo, Dolores y María de la Concepción.

María Picasso López Nacida en 1855 y fallecida en 1938, a la edad de 83 años, fue la segunda de las hijas del matrimonio formado por Francisco Picasso Guardeño, un comerciante que trabajó como funcionario de aduanas en La Habana , e Inés López Robles y que acabaron teniendo seis hijos. En 1878, la joven María conoció a un pintor llamado José Ruiz Blasco, con quien se casó en 1880. Un año más tarde, el 25 de octubre de 1881 nació el primer hijo de la familia: Pablo Ruiz Picasso.

“Dolorosa”, obra escultórica de José Ruiz Blasco en la Casa Natal de Picasso en Málaga

Sobre una mesa se puede ver la imagen “Dolorosa”, obra escultórica de José Ruiz Blasco, esta datado en el siglo XIX, realizada en yeso policromado, hierro y tela.

“Retrato de Diego Ruiz de Almoguera”, obra del pintor Juan Corcelles Muñoz Casa Natal de Picasso en Málaga

La siguiente obra es “Retrato de Diego Ruiz de Almoguera”, obra del pintor Juan Corcelles Muñoz, esta datado en 1886, realizada en óleo sobre lienzo.

Diego Ruiz de Almoguera (1799-1876) fue el abuelo paterno de Picasso. Se dedicó a regentar un comercio de guantes y marroquinería, también tocaba el contrabajo en la orquesta del Teatro Municipal –heredando la inclinación musical de su padre- participaba como contertulio del Liceo, era un hombre de fácil conversación y animoso, aficionada a la caza y con inclinaciones sobre la pintura. Se casó con María de la Paz Blasco Echevarría (1800-1860) tuvo once hijos, de los cuales José, el padre de Picasso, fue el octavo.

“Retrato Salvador Ruiz Blasco”, obra del pintor Francisco Corcelles Muñoz Casa Natal de Picasso en Málaga

A su derecha se encuentra “Retrato Salvador Ruiz Blasco”, obra del pintor Francisco Corcelles Muñoz, esta datado en el siglo XIX, realizado en óleo sobre lienzo.

Salvador Ruiz Blasco era tío de Picasso, hermano de su padre. Nacido el 20 de octubre 1844 en Málaga. Fallecido en 1908 en Málaga, a la edad de 64 años, trabajó como médico. Era el hijo más pequeño de los 11 que tuvieron sus abuelos.

“Palomar”, obra del pintor José Ruiz Blasco Casa Natal de Picasso en Málaga

Un cuadro impresionante es “Palomar”, la obra más importante de José Ruiz Blasco (1838-1913), está datado entre 1891 y 1894, realizado en óleo sobre lienzo. Tiene unas medidas de 102,5 x 148 cm.

Catedrático de dibujo de la Escuela Provincial de Bellas Artes de Málaga y director-conservador del Museo Municipal de la ciudad, fue un pintor especializado en bodegones, paisajes y palomas. Casado con María Francisca Picasso y López (1855-1937), diecisiete años más joven, tuvo tres hijos: Pablo, Lola y Conchita, fallecida prematuramente en La Coruña en 1895 a causa de difteria.

En 1891 se traslada a La Coruña y comienza a dar clases en la Escuela de Bellas Artes, donde su hijo asiste a sus clases de dibujo (éste ya recibió sus primeras lecciones por parte de su padre en el año 1888). En 1895 se traslada a Barcelona donde da clases en la Escuela de Bellas Artes (“La Lonja ”).

Mantuvo gran amistad con los pintores valenciano-malagueños Bernardo Ferrándiz y Antonio Muñoz Degrain, y también con José Moreno Carbonero.

“Escena costumbrista”, obra del pintor José Denis Belgrano Casa Natal de Picasso en Málaga

En la misma sala podemos ver el pequeño cuadro “Escena costumbrista”, obra del pintor José Denis Belgrano, esta datado a finales del siglo XIX, realizado en óleo sobre tabla.

José Denis Belgrano nace en Málaga el 8 de abril de 1844 y fallece el 12 de febrero de 1917 notable pintor exponente de la escuela malagueña de pintura. Fue el artista preferido de la burguesía malagueña del siglo XIX y principios del XX. Su obra costumbrista alcanza gran maestría.

“El Pase”, obra del pintor José Denis Belgrano Casa Natal de Picasso en Málaga

A su lado del mismo tamaño “El Pase”, obra del pintor José Denis Belgrano, esta datado a finales del siglo XIX, realizado en óleo sobre tabla.

José Denis Belgrano recibe la ayuda de Carlos Larios, marqués de Guadiaro, pudo viajar a Roma en 1862, donde estudió durante dos años y recibió la decisiva influencia de la obra de Mariano Fortuny, al que sin embargo no llegó a conocer. Más tarde, en Málaga, se matriculó en la Escuela de Bellas Artes (1868), donde fue alumno de Bernardo Ferrándiz. En 1875 vuelve a Roma donde permanece dos años. A su regreso a Málaga ya es un pintor consagrado: decora el Palacio de Heredia, expone con gran éxito sus cuadros (dibujos, acuarelas, óleos) e imparte clases como profesor de la Escuela desde 1887. Está enterrado en el Cementerio de San Miguel de Málaga.

Sala 2. Los padres de Picasso

Muestra recuerdos personales de José Ruiz Blasco y María Picasso López, como introducción al entorno familiar de Picasso.

Recuerdos de la Casa Natal de Picasso en Málaga

Sobre una gran vitrina se exponen una serie de objetos representativos de la casa de los padres de Picasso. De izquierda a derecha: una llave y el ojo de la cerradura original del portal de la Casa Natal del siglo XIX; unos pendientes de plata de María Picasso, madre del pintor; un alfiler que perteneció a Picasso de latón del siglo XIX; diferentes objetos de la niñez de Picasso.

Sala 3. La familia de Picasso

Se recrea la vinculación de Picasso con su infancia, con su familia, sus orígenes, su tierra.

“Cabeza autorretrato de Picasso de joven”, obra del pintor Pablo Picasso de la Casa Natal de Picasso en Málaga

En la sala podemos ver “Cabeza autorretrato de Picasso de joven”, obra del pintor Pablo Picasso, realizado en litografía, esta datado en París el día 7 de noviembre de 1945.

“Almuerzo en el lagar de Llanes”, fotografía realizada en 1896 por José Román de la Casa Natal de Picasso en Málaga

En la misma pared “Almuerzo en el lagar de Llanes”, fotografía realizada en 1896 por José Román.

La fotografía rememora los veranos de Picasso en el lagar durante los años 1895, 1896 y 1897, es un recuerdo de la estancia en la finca del joven pintor durante estos tres veranos.

Sala 4. La Málaga de Picasso

La Málaga en la que Picasso nace y pasa su infancia se refleja en fotografías, postales y elementos de la vida cotidiana del siglo XIX

Traje del bautizo de Picasso en la Casa Natal de Picasso en Málaga

Ofrece en vitrinas una recopilación de diferentes documentos en la vida de Picasso como uno de los más importantes es el acta del bautismo del pintor en la iglesia de Santiago de Málaga.

Sala 5. Picasso de Málaga

“El País de la Olla ” publicada en Málaga el 3 de julio de 1882 en la Casa Natal de Picasso en Málaga

Sigue repasando la vida de la infancia de Pablo Ruiz Picasso en Málaga, se centra en fotografías de la época de cómo era la plaza de la Merced. Una copia de la revista satírica “El País de la Olla ” publicada en Málaga el 3 de julio de 1882. El examen de Picasso en el Instituto de Segunda Enseñanza el 23 junio de 1881. Firma original sobre un menú del restaurante del Gran Hotel.

Las obras que se incorporan a la vivienda son cinco óleos de artistas de la época, algunos de los cuales dieron muestra de su amistad con José Ruiz Blasco, padre de Picasso y también pintor, dedicándole los cuadros.

“Paisaje con carro”, obra del pintor Joaquín Luque Roselló en la Casa Natal de Picasso en Málaga

La primera de las obras es “Paisaje con carro”, obra del pintor Joaquín Luque Roselló (1865-1932), está datado en 1884. Tiene una dedicatoria que se puede leer: “A mi distinguido amigo don J. Ruiz Blasco de su afectísimo”.

Joaquín Luque Roselló inició su formación artística en Escuela de Bellas Artes de Málaga donde fue discípulo de Emilio Ocón y Rivas y José Villegas Cordero. En 1893 obtuvo una beca para ampliar estudios en Roma. En 1909 viajó a Argentina, estableciéndose en la ciudad de Buenos Aires, donde fue profesor de dibujo en la Academia Nacional de Buenos Aires, permaneció en este país hasta su muerte acaecida en 1932.

“Monaguillo” obra del pintor José Ponce Puente en la Casa Natal de Picasso en Málaga

Otra de las obras es “Monaguillo” obra del pintor José Ponce Puente, está datado en 1891, realizado en óleo sobre lienzo. Tiene una dedicatoria: a su “querido amigo” Ruiz Blasco.

Estas piezas del arte fueron las que el niño Pablo vio en su casa, algunas de ellas las llegó a copiar, como una vista del puerto de Málaga, y el mismo monaguillo del cuadro de Ponce Puente es el que posó para un cuadro de Picasso que se llama “La comunión”.

“Paisaje con árboles”, obra del pintor José Ruiz Blacer en la Casa Natal de Picasso en Málaga

Podemos ver “Paisaje con árboles”, obra del pintor José Ruiz Blacer, está datado en el siglo XIX, realizada en óleo sobre lienzo. Está dedicada al padre de Picasso José Ruiz Blasco.

“Vista del Puerto de Málaga” obra del pintor Antonio Manuel Muñoz Diaz en la Casa Natal de Picasso en Málaga

La siguiente obra de la sala “Vista del Puerto de Málaga” obra del pintor Antonio Manuel Muñoz Díaz, realizado en óleo sobre lienzo, está datado a finales del siglo XIX.

Mientras la mayor parte de la pintura española del siglo XIX atendía a la normativa académica y, salvo contadas excepciones, todos los pintores seguían el conservadurismo, en otros pocos contaban ya con pintores cuyas obras mostraban una clara renovación plástica. Entre ellas destacamos aquellas cuyos autores se debe a la extensa corriente de pintores vinculados a la Academia de Bellas Artes de Málaga.

“Vista del Puerto de Málaga” obra del pintor Antonio Manuel Muñoz Diaz en la Casa Natal de Picasso en Málaga

La siguiente obra de la sala “Puerto de Málaga con farola” obra del pintor Francisco Rojo Mellado, realizado en óleo sobre lienzo, está datado a finales del siglo XIX.

Francisco Rojo Mellado ingresó muy joven en el taller de Antonio Maqueda, donde aprendió pintura y litografía. De la mano de su maestro llega a ser nombrado académico de San Telmo y profesor auxiliar de la Escuela de Bellas Artes en 1849 y 1850. Muy pronto llegó a tener su propio establecimiento litográfico pues se conocen estampas de la ciudad procedentes de su taller fechadas en 1852.

Sala 6. Picasso y España

El origen malagueño y la españolidad de Picasso se manifiestan en su vida y en su obra artística. Su condición de español del sur también impregna de manera decisiva sus escritos, cargados de imágenes, sabores y sensaciones de su infancia malagueña.

Capa Pablo Picasso en la Casa Natal de Picasso en Málaga

Lo primero que vemos nada más entrar a la sala es una replica de la capa española de la tienda de Seseña en Madrid. La primera vez que Picasso vistió la capa española fue en el año 1955, cuando el torero Luis Miguel Dominguín, le regaló al pintor una capa bordada. En aquella época la casa estaba muy vinculada al mundo de la tauromaquia. Hay muchas instantáneas del genio posando con la prenda en cuestión, pero si hay una que destaca por encima de las demás, es la realizada por el prestigioso fotógrafo estadounidense Irving Penn.

El momento que unió definitivamente a Pablo Picasso y Seseña llegó con la muerte del genio, que fue enterrado con otro modelo de la capa de Seseña que le había regalado unos años antes Jacqueline Roque, su última mujer y musa. El relato de cómo recibió este presente también es digno de compartir, y es que le fue entregado nada más y nada menos que por el Real Madrid. Cuando Jacqueline quiso darle la capa, el pintor se encontraba en Francia, al igual que el equipo de Fútbol, que jugaba un partido en Niza. Así que la musa y Eugenio Arias, barbero y amigo de Picasso, se las ingeniaron para que la capa viajara hasta el artista a través del Real Madrid.

Fotografía de Pablo Picasso con capa para la revista Life en la Casa Natal de Picasso en Málaga

Fue esta misma capa con la que Picasso fue amortajado por Eugenio Arias en su lecho de muerte, y la que ha permanecido enterrada con él desde entonces. El modelo, reconocible por unos característicos claveles bordados, se mantiene hoy día en nuestra tienda, bautizado, como no podía ser de otra manera, como “Capa Pablo”.

Aunque desde pequeño Picasso iba a los toros en Málaga y La Coruña , su obsesión se acrecentó en su última etapa, durante su exilio en Francia. Picasso coleccionaba las entradas de las corridas a las que asistía, las divisas de ganaderías y naipes y grabados eróticos taurinos.

“Toro en la arena” obra del artista Pablo Ruiz Picasso en la Casa Natal de Picasso en Málaga

En una vitrina podemos ver la fuente “Toro en la arena” obra del artista Pablo Ruiz Picasso, realizada en cerámica, esta datada en Vallauris en 1948.

Picasso -igual que Lorca- es como una esponja: toma de todas partes lo que le conviene para su creación. Utiliza multitud de fuentes, tanto formales como ideológicas, para crear símbolos taurinos de enorme potencia.

“Corrida sobre fondo negro” obra del artista Pablo Ruiz Picasso en la Casa Natal de Picasso en Málaga

A su lado podemos ver la fuente “Corrida sobre fondo negro” obra del artista Pablo Ruiz Picasso, realizada en cerámica, esta datada en 1953.

Muchas veces presenta Picasso el enfrentamiento del toro con el caballo, con un significado de lucha erótica, que une amor y muerte. Para esta composición barroca, abigarrada, de formas en movimiento, puede inspirarse en un cuadro.

Muchas veces se identifica Picasso con el minotauro: el hombre con cabeza de toro, o a la inversa. (Así se siente él: mitad hombre, mitad toro). En un momento que era «el peor de su vida», es una manera de autorretratarse «El Minotauro de Picasso, que se divierte, ama y lucha, es Picasso mismo». Una variante es el centauro-picador, que evoca también, como símbolo de España, a un caballero del Siglo de Oro.

“Torero con capote y Picador” obra del escultor José Cubero Gabardón en la Casa Natal de Picasso en Málaga

En la misma vitrina podemos ver dos obras sobre la tauromaquia “Torero con capote y Picador” obra del escultor José Cubero Gabardón (1818-1877), realizadas en cerámica policromada, están datadas a finales del siglo XIX.

“Torero con capote y Picador” obra del escultor José Cubero Gabardón en la Casa Natal de Picasso en Málaga

José Cubero es uno de los artistas que se afincaron en Málaga y destacaron por una obra escultórica romántica durante el siglo XIX, junto a otros miembros de su familia. Estas obras, que representaban a toreros, bandoleros o bailarinas, tuvieron una gran difusión en la época entre la clase aristocrática.

“Cubierta de la revista Verve”, obra de Pablo Picasso en la Casa Natal de Picasso en Málaga

Sobre otra vitrina se puede ver “Cubierta de la revista Verve”, obra de Pablo Picasso con la ilustración de una jabega dibujada por Picasso en 1948.

La barcaza de Málaga se representa con el ojo de Horus como signo de protección. Un ejemplo superviviente se encuentra todavía en las jábegas, las típicas embarcaciones malagueñas. El origen de esta costumbre, que inspirara a Picasso (quien trasladó este ojo a muchas de sus obras, incluida el Guernica, donde lo camufló como una lámpara).

Fachada de la plaza de la Mercedes, 13 Fundación Picasso en Málaga

Aquí damos por concluido la visita al Museo de la Casa Natal de Picasso. En la misma plaza de la Merced numero 13, donde se encuentra otro de los puntos expositivos dedicados a la figura del pintor, se trata de la Fundación Picasso (GPS N 36.7235217 W 4.4182452).

En estos momentos la Fundación celebra la exposición Exilio y nostalgia. Dibujos inéditos y libros ilustrados de Picasso en la colección de la familia Arias es, a la vez, el catálogo de la exposición celebrada en la Fundación Picasso.

Las obras representan al testimonio de la amistad que unió a Picasso con Eugenio Arias, peluquero en Vallauris, exiliado como él, comprometido con el destino de su añorada España y amante de sus costumbres y tradiciones, como los toros y el flamenco. Aunque la mayor parte de su colección personal la legó a su localidad natal para crear el Museo Picasso de Buitrago de Lozoya, aún se reservó una parte que sus herederas han cedido en depósito temporal a la Fundación Picasso : se trata de libros y documentos, en su mayor parte dedicados, entre los que destaca un conjunto de 63 páginas del diario ABC, con crónicas taurinas retocadas y decoradas por Picasso como mensaje y regalo para su amigo Arias.

La exposición es un recorrido dedicado al arte y la amistad, resulta un claro ejemplo de las consonancias y las relaciones que se establecieron entre ellos, reflejando las aficiones, las pasiones y las preocupaciones compartidas: el exilio, la afición a los toros, la militancia izquierdista, la nostalgia por la cultura española y el respeto y afecto a la profesión de barbero.

“Hombre barbudo”, obra de Pablo Ruiz Picasso en la Fundación de Picasso en Málaga

Entre las piezas más destacadas de la colección se encuentra un ejemplar del libro Dibujos y escritos, con textos y dibujos de Picasso “Hombre barbudo”, obra de Pablo Ruiz Picasso, realizado en rotuladores de colores, realizado en 1966.

El libro fue publicado por Camilo José Cela en 1961 y personalizado por el pintor en 1966 como regalo de cumpleaños para Eugenio Arias. Contiene dos dedicatorias y 35 páginas decoradas con dibujos y arabescos, entre los que cabe mencionar el extraordinario Rostro de hombre barbudo hecho a rotuladores sobre una de las portadillas.

“Mujer desnuda”, obra de Pablo Ruiz Picasso en la Fundación de Picasso en Málaga

Picasso personalizó para Arias con rotuladores en 1966, muchas de las ilustraciones del libro, que él mismo había creado en 1961. Con trazos de colores, filigranas, nuevas figuras y otros elementos, El genio, cambio incluso el significado e identidad de algunos de estas ilustraciones con esos pocos trazos.

“Mujer desnuda”, obra de Pablo Ruiz Picasso en la Fundación de Picasso en Málaga

Hay una ilustración de dos desnudos femeninos sobre una cama, una sentada y otra acostada, a los que Picasso afectados un par de viejos en una ventana y también enfatizó con rotulador zonas de sombra. De dos mujeres descansando, se ha transformado en una versión de la leyenda de Susana y los viejos.

Dibujo a Eugenio Arias de Pablo Ruiz Picasso en la Fundación de Picasso en Málaga

Podemos ver un conjunto de 63 páginas –cuatro de ellas dobles– del diario 'ABC', fechadas entre diciembre de 1962 y mayo de 1968, que Picasso retocaba –con dibujos o dedicatorias– y entregaba a Arias con cierta regularidad. Sobre las crónicas taurinas, el artista dejaba señales y avisos para resaltar algún contenido y le dedicaba dibujos de toros, toreros, picadores o escenas de la lidia en rotulador, cera o lápices de colores. Esta correspondencia se interpreta a día de hoy como una suerte de entretenimiento espontáneo y correspondencia entre dos aficionados a la tauromaquia.

Dedicatoria a Eugenio Arias de Pablo Ruiz Picasso en el libro Picasso en Cataluña, Fundación de Picasso en Málaga

Se pueden ver cuatro libros ilustrados que contienen 77 estampas originales que, a excepción de “Sable mouvant” de Pierre Reverdy (1966), comparten el nexo común de la temática española: “Sueño y mentira de Franco” (1937), “Carmen de Merimée' (1949) y L'a tauromaquia de Pepe Illo” (1959).

Dedicatoria con retrato burlesco de Picasso,, Fundación de Picasso en Málaga

También se pueden leer las dedicatorias del pintor a Eugenio Arias y ver los dibujos en otros materiales o soportes, como el “Pase de capote” del 26 de enero de 1961, que estrena el libro de oro de Arias, un pequeño catálogo del Musée Réattu, con un retrato fotográfico de Picasso intervenido en tono burlesco y satírico, o un ejemplar de Picasso en Cataluña decorado a la aguada negra con banderolas.

Calles de la Judería de Málaga

Desde aquí vamos a visitar los restos de la Judería de Málaga. El Islam toleraba a los judíos aunque ya entonces se les concentraba en guetos para tenerlos vigilados y controlados.

A pesar de la dilatada presencia de los judíos en la Málaga medieval, la ciudad a penas guarda memoria de su existencia, tanto a nivel arqueológico, arquitectónico como documental. Se sabe que durante el tiempo de la conquista de Málaga había en la ciudad unos 450 judíos que, si no se convirtieron, fueron deportados como esclavos en octubre de 1487. Pero a pesar de ello, la comunidad judía se fue recomponiendo constituyéndose la Judería que, en el siglo XV, albergaba posiblemente una cifra de vecinos igual a la que ya había en la época musulmana aunque fue muy efímera ya que desapareció tras el decreto de expulsión de los judíos en 1492.

Los primeros testimonios de la comunidad judía en Málaga datan del siglo XI, cuando tras la represión a la que se vieron sometidos los judíos de Al-Andalus se detecta la presencia de judíos provenientes de Córdoba, lo que indica que ya entonces existía una comunidad en Málaga capaz de darles refugio.

Plaza de la Judería de Málaga

La comunidad judía de Málaga llegó ser la más importante del reino nazarí superando en algunos aspectos a la de Granada.

Las calles de Málaga establece el ámbito de la Judería entre las calles Alcazabilla hasta calle Cárcer llenando la parte noreste de la muralla que llegaba hasta la actual acera sur de la Plaza de la Merced , Granada, Santiago y Postigo de San Agustín, aunque también hay noticias de un cementerio hebreo instalado en las laderas del castillo de Gibralfaro.

Plaza de la Judería de Málaga

La sinagoga habría estado situada en una calleja que se adentraba por la calle Redes (actual Postigo de San Agustín) y salía a la calle Real (calle Granada) por lo que la calleja se encontraría entre el Postigo de San Agustín y calle Granada ocupando con toda probabilidad parte del solar de lo que actualmente se denomina Bodegas El Pimpi.

Plaza de la Judería de Málaga

Seguimos andando hasta la plaza del Siglo (GPS N 36.7215859 W 4.4201995) donde destaca la escultura Panta rei es el título de un monumento situado centro histórico de la ciudad andaluza de Málaga. Fue inaugurado en diciembre de 2008. Es una obra de Blanca Muñoz, de siete metros de altura, que se encuentra en la confluencia de siete calles creando la idea de un cauce de agua que desemboca en el mar. Tiene una estructura orgánica que se alza sobre siete patas abiertas y entrelazadas semejantes a grandes hojas alargadas. Está construida con acero inoxidable y busca el juego de luces y sombras.

Panta rei en la plaza del Siglo de Málaga

Blanca Muñoz busca propiciar con su obra el sentimiento de unidad del ser humano con la naturaleza y tiene como impulso principal la necesidad de construir una imagen del espacio físico, del espacio que habitamos, en relación con la naturaleza. Es fundamental la interacción con el público, lo cual que tiene mucho que ver con las cualidades físicas, sensoriales, de sus piezas. En el interior de la escultura se crea un espacio en el que la incidencia de la luz conforma un aura especial que recuerda al lugar sagrado, al templo ancestral donde el hombre se relaciona con el universo.

Plazuela de San Juan de Dios de Málaga

Desde aquí continuamos andando hasta llegar a una plaza con un sabor especial, se llama Plazuela de San Juan de Dios (GPS N 36.7219769 W 4.4228968), nos rememora por su arquitectura algunas pequeñas plazas de Sevilla o de Córdoba. El edificio principal es el convento de san Juan de Dios, en el centro una replica del cristo de los faroles en hierro fundido.

Continuamos hasta la céntrica Plaza de los Mártires Ciriaco y Paula (GPS N 36.7221451 W 4.4227802), donde se encuentra la Parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula.

Se trata de una de las cuatro iglesias levantadas por los Reyes Católicos dentro del perímetro amurallado de la ciudad tras la conquista castellana en 1487, junto con la iglesia del Sagrario, la iglesia de Santiago y la iglesia de san Juan. Tiene consideración de Parroquia erigida sobre una buena parte de la feligresía del centro histórico limitando con las Parroquias de San Juan Bautista, Santiago Apóstol y San Felipe Neri.

Parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

Se erigió en honor a los mártires Ciriaco y Paula, patronos de la ciudad. La iglesia ha sufrido diversas reformas que han modificado su original estilo gótico-mudéjar, presentando sobre todo elementos del rococó del siglo XVIII, aunque sí se conserva una torre mudéjar en el exterior.

El sencillo aspecto exterior de la iglesia no deja traslucir la riqueza interior. Su fábrica de mampostería, ladrillo y los basamentos y cadenas de piedra blanca crean una rica policromía, alzándose en la esquina de la Plaza de los Mártires con la calle Mártires, la torre cuadrada que inicialmente construyera el maestro Bartolomé Pérez en 1548. Éste es el rasgo más destacable del exterior situándose al sesgo con respecto al eje de la iglesia; se levanta sobre el último tramo de la nave del Evangelio y la entrada a ésta se hace a través de una bovedilla de medio cañón.

La estructura interna de la torre consta de un pilar central cuadrado en torno al cual se desarrolla la escalera. De base cuadrada combina la piedra con el ladrillo en tres de sus cuerpos, quedando éste material como único en los dos últimos cuerpos, abiertos al exterior con arcos de medio punto y coronado el tejadillo piramidal con una torrecilla abierta.

Portada Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

El ladrillo empleado en la obra del siglo XVIII, es expresión de esa continuidad del espíritu mudéjar. Fue muy dañada por un incendio en 1567, el terremoto de 1755 y otras calamidades, lo que motivó su restauración en 1777 cuando se le añadió tambiên el cuerpo octogonal.

De los accesos a la iglesia, el principal lo forma un atrio formado por un triple arco de ladrillo sobre columnas toscanas de piedra, coronado por un azulejo moderno que alude a los mártires Ciriaco y Paula, integrados simbólicamente en el escudo de la ciudad aquí representado. Bajo êl se abre la portada de ladrillo (rehecha en el siglo XIX pero manteniendo el diseño del siglo XVI), con columnas acanaladas y capiteles agrutescados. La puerta, de madera ricamente tallada, es obra de finales del siglo XVIII, y el cancel colocado en 1833, procede del convento de Santo Domingo de Ronda.

Otro acceso, el más utilizado, se encuentra en el lateral que mira hacia la calle Comedias. Esta puerta que es la de uso normal para acceder a la iglesia, es de arco de medio punto entre pilastras toscanas estando coronada con un frontón curvo abierto y penacho con la imagen de la Fe.

Nave Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

Tras ella se abre un pequeño vestíbulo cubierto con bovedilla muy alargada prodigándose la decoración rococó en el calado cancel. Nuevas puertas de madera dan acceso a esta fastuosa iglesia.

El interior de la iglesia destaca por ser el mejor ejemplar del rococó en Málaga. Aunque con un cierto movimiento en la estructura del presbiterio, no es aquí donde mejor se ofrece este estilo sino en la variada, bellísima y elegante decoración sobrepuesta, que responde a diferentes etapas. De mediados del siglo XVIII es la del presbiterio y entre de 1767 y 1777 la de la sacristía y renovación de la nave, manteniéndose en la bóveda la ornamentación de la primera mitad del siglo.

Evidentemente esta decoración de rocalla no podía complacer a los neoclásicos y académicos de la época, y así Ponz ya señaló que “se había revestido con tal gênero de despropósitos y de tanta hojarasca y relumbrones que resulta confuso a la vista del inteligente”. En el Diccionario de Madoz no se juzga más piadosamente su estilo, perteneciente “a la época de mayor conmoción de nuestra arquitectura,... cuando no dominaba ya en las artes ningún pensamiento analítico ni filosófico", sin embargo le da un alto valor a la iglesia ya que considera tan confusos y exuberantes sus adornos que la equipara a las obras de Ribera, Tome y Churriguera. Y no le queda más remedio que reconocer que “a través de todo este mal gusto (nótase) mucha unidad, grande imaginación y una variedad que fascina”.

Decoracion interior Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

La estructura interior es de tipo basilical de tres naves en la que se inserta un cuerpo trebolado que, aunque en los documentos se cita como capilla mayor y crucero, en rigor éste es más bien un brazo transversal absidiado que forma un todo único en el presbiterio.

En el interior del templo, la luz, sabiamente dirigida, juega un papel importante, vigorosa en la nave, matizada en el presbiterio, convierte el camarín y retablo en un punto luminoso de atracción final de un eje, lugar trascendental del templo con un lienzo de la Virgen de la Trinidad , y a ambos lados de esta imagen hay medallones con arcángeles pintados, que junto con los que se encuentran en los bordes de los brazos del crucero, componen un programa angélico.

El Presbiterio tiene una estructura en forma de trébol que lo forma se compone de tres “exedras” (abertura en la pared interna, de planta semicircular, con asientos y respaldos fijos en la parte interior de la curva) cubiertas con bóvedas de horno, articuladas con molduras y pilastrones de capitel enrollado por donde caen medallones, bellas guirnaldas, rocallas y palmas que envuelven todo el espacio integrando los motivos iconográficos, y disponiendo los retablos en el cuerpo inferior.

Bóveda Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

Realizados en un material diferente, estuco blanco y dorado, y con gran delicadeza, los relieves narrativos del martirio de Ciriaco y Paula, resaltan en este conjunto. Bajo ellos, las puertas de acceso a la sacristía y otras dependencias rematan en esbelto penacho con coronas y palmas entrelazadas, símbolos de los Mártires. Los pilares torales, de orden compuesto, tienen rica decoración en su intradós que alcanza a los entablamentos y sostienen una cúpula con vistosa linterna, con columnas pareadas flanqueando los óculos de iluminación que presentan disposición sesgada.

La bóveda se divide en ocho cascos con elegantes medallones con los Padres de la Iglesia y otros santos.

En la Capilla Mayor el arco de un camarín, al que se adapta el retablo, rompe el entablamento. Tiene planta circular con cuatro pilastras compuestas con frutas colgantes entre las que se trazan arcos de medio punto cobijando ventanas sesgadas en los laterales mientras que en el central un rico marco presidido por querubines se dispone, entre jarrones de lirios, sobre un ara decorada con guirnaldas, rocallas y veneras imprimiendo equilibrio y delicadeza. Se cubre con bóveda semiesférica con cuatro nervios en los que las rocallas cobijan óculos en dos de ellos y los símbolos marianos del sol y la luna en los otros. Desde él los Santos Mártires presiden esta iglesia.

Retablo Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

El Retablo es obra neobarroca de Pérez Hidalgo, coronado con el gran escudo real de Carlos III. El retablo actualmente alberga en el camarín las imágenes de los Santos Mártires Ciriaco y Paula, obras de calidad del siglo XVII realizadas por el escultor Jerónimo Gómez de Hermosilla, procedentes del antiguo tabernáculo de la Catedral.

Los retablos laterales, también de Pérez Hidalgo, reproducen los antiguos, formados por pilastras a las que se anteponen hornacinas de madera con adornados remates del siglo XVIII, en los que se colocaron esculturas, hoy modernas. Estos elementos marcan la unión con los brazos del crucero, que con su disposición absidial, se configuran como capillas.

A los extremos de la nave crucero, y una vez vista su espectacular cúpula, podemos encontrarnos con dos hermosos altares:

- El Altar de la Inmaculada, situado en el brazo izquierdo del crucero, presenta un retablo realizado con materiales de acarreo presidido por una pequeña Inmaculada muy italianizante, del siglo XVIII.

Nuestra Señora de la Angustias Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

-Frente al anterior se encuentra el Altar de la Virgen de las Angustias. La imagen de la Virgen , que antes presidía el Altar Mayor, es obra del siglo XX, de Navas Parejo. El retablo que la contiene, también es moderno y está realizado con materiales de acarreo y es obra, al igual que el anterior de la Inmaculada de Pérez Hidalgo.

La nave central o del “Santísimo” se cubre con bóveda de medio cañón con fajones ampliados en su clave para disponer de espacio para un rico medallón, y lunetos delimitados por dobles molduras con marco para pinturas rodeadas de delicada rocalla; está hundido en su base con una placa recortada que corona la ventana situada entre dos grandes aplicaciones de rocalla; yeserías decoran cada tramo entre los lunetos.

Sobre el último tramo de los pies de la nave se abre un coro con perfil cóncavo apoyado en bóveda con molduras y emblemas martiriales de San Ciriaco y Santa Paula (el primer órgano fue costeado por el obispo Lasso de Castilla en el siglo XVIII, el actual es moderno). Además hay un óleo sobre lienzo realizado en 1861 por José Mª Batún, representando el Dulce Nombre de Antequera, y también una pintura mural que representa el escudo de Málaga entre dos ángeles.

Dolorosa Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

Bajo éste, integrándose en el revestimiento marmóreo de las pilastras, se encuentran las pilas de agua bendita con forma de concha presididas por custodias dibujadas en mármol de otro color, que se apoyan en peana de placas con querubines, realizados también en mármol rojo y que tienen un significado simbólico en esta nave del Santísimo.

Frente a la puerta del Evangelio hay otras pilas más vistosas, también en mármol rojo, con taza cuadrifoliada y alto pie estrangulado con incrustaciones de mármol negro. Todas debieron realizarse en la reforma de 1724-47.

El alzado lo constituyen arcos formeros de medio punto sobre pilares con pilastras de capiteles corintios con cabezas de querubines sobre la venera central, y pedestales de jaspe rojo en el que se incrusta el negro formando motivos geométricos, datados en 1747; por su intradós cajeado caen guirnaldas de yeserías que se continúan en el cajeado de las jambas, interrumpido por una placa recortada con yeserías que cuelga de la imposta. Sobre las pilastras corre un sencillo entablamento denticulado sosteniendo en su volada cornisa una que recorre todo el interior interrumpida por el retablo y el coro. Pero en toda esta zona se superpone una decoración de tipo rococó; la rosca del arco se dora trazando pedúnculos alternados y por las enjutas ascienden sinuosas rocallas para rematar sobre el friso en un medallón central.

Nave lateral Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

El púlpito, en madera policromada, con los bustos de los Evangelistas fue realizado después de la guerra por Pérez Hidalgo.

Las Naves laterales se estructuran entre fajones, con la misma decoración de los centrales, en tramos cuadrangulares cubiertos con bóveda de aristas con baquetones mixtilíneos y rosetón central, apoyados en pilastras amplias con placas recortadas con yeserías.

Entre ellas se abren las capillas con arcos de medio punto también cajeados con decoración, presentando en su frente amplias placas recortadas con los mismos motivos que bajan de la cubierta y la flanquean bandas de yeserías que se adaptan al marco encerradas en sencilla moldura.

Estas capillas son todas desiguales en su planta más o menos cuadrangular y se cubren con bóveda semiesférica u oval sobre pechinas con cupulino, y en las menos con bóveda de arista; excepto la dedicada al Niño del Remedio en el lado de la Epístola , junto al presbiterio, que muestra un sabor más auténtico, las otras acusan enormemente la restauración, siendo las lápidas que allí aparecen el único indicio de su clasificación.

Decoración Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

La unión de las naves laterales con el presbiterio lo forma un arco de medio punto de jambas irregulares ya que una de ellas está sesgada para alcanzar la línea curva de la estructura absidial; su rosca se decora con pedúnculos y círculos rehundidos enmarcados por pilastras compuestas sosteniendo trozos del entablamento rematados con un penacho de rocalla del que arrancan otros motivos rococó que ocupan el diafragma superior: un medallón presidido por un borrominesco querubín, que en su interior presenta un relieve en estuco de la Caridad en el lado de la Epístola y de la Fe en el del Evangelio.

- La Nave del Evangelio, es la más cercana a la puerta de entrada desde la Plaza de los Mártires. Las capillas que se abren a esta nave son de distintas épocas y han sido muy restauradas, en fechas recientes, por las cofradías con sede en ellas. Iniciamos el recorrido desde el lado izquierdo.

En frontal de esta nave, en su lado más alejado del Altar, se encuentra la Capilla de la Cofradía de la Pasión , bajo la torre. La preside, frontalmente y desde un retablo neobarroco dorado, la imagen de vestir del Nazareno, de Ortega Brú (1976). A la derecha se encuentra la imagen de la Virgen del Amor Doloroso, obra de Antonio Asensio de la Cerda (1760-75).

Junto a esta Capilla, y como primera del lateral de la nave, se encuentra la Capilla de Santa Gema.

Relieve Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

Al otro lado de la puerta lateral de entrada, se encuentra la Capilla del Santo Sepulcro y Ntra. Sra. de la Soledad. Capilla de planta rectangular con bóveda oval sobre pechinas, y en su decoración se ha integrado el cuadro de la Trinidad , obra de Luis Bono de la década de 1980. El Cristo yacente fue realizado en Granada por Nicolás Prados López en 1940 y la Mesa Sepulcral , que diseñó el pintor Moreno Carbonero, es obra de gran riqueza de los talleres del Padre Granda, en Madrid. La Virgen es de vestir, del escultor malagueño José Merino Román.

La Capilla de Inmaculado Corazón de María fue fundada por testamento del Regidor don Rodrigo Álvarez de Madrid, quien se enterró en ella en 1530, como indica una lápida de letra gótica. Es rectangular, de pequeñas dimensiones y cubierta con bóveda oval, conservando el pavimento del siglo XVIII, con mármoles embutidos formando círculos, época en la que se transformó, pero su retablo, con pesados estípites es moderno y alberga hoy una imagen de la Virgen como trono del Niño; bajo ella una urna contiene a la Virgen de las Lágrimas, obra de comienzos del siglo XIX, que sigue el estilo de Mena; dos deliciosos angelitos, también de talla, lloran sobre la peana.

Es notable la imagen de San Carlos Borromeo del siglo XVIII, talla policromada de muy buena calidad.

Cristo del paño Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

La Nave de la Epístola es la lateral al otro lado de la nave central, en ella se encuentran también diversas capillas.

- La primera capilla más cercana al Altar Mayor, es la Capilla de Nuestra Señora de los Remedios. De forma rectangular, está cubierta con cúpula oval siendo también remodelada a finales del siglo XVIII, conservando unos medallones de estuco que representan a San Jerónimo y a San Juan Bautista, encerrados en la decoración rococó. La imagen de la titular es de vestir, de finales del siglo XVIII; el Niño del Remedio, en altar lateral, es una pequeña talla policromada del siglo XVIII, colocada sobre la mesa de altar. Enfrente se ha colocado una Dolorosa de vestir.

- Preside la Capilla de Nuestro Padre Jesús orando en el Huerto el Cristo arrodillado, titular de esta cofradía, obra de Fernando Ortiz, de 1.757 muy restaurada, y el Ángel, copia de Salcillo, obra del XX del sevillano Castillo Lastrucci. Allí se encuentra, una Dolorosa de vestir, conocida bajo la advocación de la Concepción Dolorosa , obra anónima del siglo XVIII y un San Juan que desentona en este conjunto. Hay también un lienzo de la Inmaculada , de escuela local devocional del siglo XVIII y un lienzo de Santa Clara anónimo del XVII.

Capilla Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

El retablo en madera en su color es quizás algo grande para las dimensiones de esta pequeña capilla; fue realizado a finales del siglo XX. En una hornacina existente en la pared derecha de la capilla existe una imagen de la Virgen de la Oliva.

Junto al pilar hay una urna de cristal con la imagen de la Virgen de las Lágrimas, Dolorosa de busto para vestir, obra del siglo XVIII, del circulo granadino, que sigue el estilo de Mena. Dos deliciosos angelitos, también de talla, lloran sobre la peana.

- La Capilla de la Virgen de Gracia debió ser patronazgo del Conde de Buenavista, y en la clave del arco se encuentra su escudo familiar. En 1.948, se estableció allí la cofradía de la Virgen de Gracia, patrona de Archidona, por iniciativa de la colonia de archidoneses residentes en la ciudad. La preside un óleo sobre tabla, pequeño anónimo malagueño de la segunda mitad del siglo XVIII, copia de la que se venera en Archidona, encerrada en una cornucopia neobarroca.

En los laterales hay sendos lienzos de la Virgen con el Niño y la Virgen del Rosario, obras devocionales del siglo XVIII.

Última cena en los Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

- La Capilla de la Virgen del Carmen. Esta presidida por la imagen de la Virgen del Carmen que posesiona por el centro de la ciudad de Málaga todos los años sobre ruedas durante el mes de junio. Es una talla anónima del siglo XVIII.

- La Capilla de Jesús de la Columna es amplia, ocupando todo el testero un retablo dorado del siglo XX, sin rasgos de interés, presidido por la iconografía de los Mártires Ciriaco y Paula. El Cristo, también llamado Cristo de los Gitanos, es una talla de 1942 de Juan Vargas Cortes, restaurada recientemente por Francisco Buiza, quien también es autor de la Virgen de la O situada en el lateral izquierdo de la capilla.

La sacristía responde también al proyecto de Ramos. Es una estancia rectangular con arcosolios para las cajoneras flanqueados por prominentes pilastras corintias con columnas adosadas que sostienen un sinuoso entablamento denticulado resaltado sobre los soportes para recoger los fajones. Estos refuerzan la bóveda de cañón que presenta lunetos cobijando ventanas cuadrifoliadas, recorriendo toda la superficie unas estilizadas rocallas y palmas de gran delicadeza que son más vigorosas en los tímpanos pero sin perder su finura.

Virgen de los Santos Mártires Ciriaco y Paula de Málaga

La noche se nos echa encima, decidimos retirarnos y marchar hasta el parking. Como el día anterior para coger el metro tenemos que ir andando hasta la parada de metro de El Perchel y marchar hasta el final de la Línea 2 Palacio de los Deportes donde tenemos la autocaravana.

Día 2 de noviembre (sábado)
Ruta: Málaga

La noche ha sido muy tranquila en este lugar. Enseguida partimos para el centro, solamente tenemos que caminar uno 50 metros hasta la estación de metro Palacio de los Deportes (GPS N 36.6846389 W 4.4585503), en seis paradas estas en El Perchel.

Iglesia de San Pablo de Málaga

Vamos andando hasta la calle Trinidad, 35 donde se encuentra la iglesia de San Pablo (GPS N 36.7231336 W 4.430017).

Levantada a mediados del siglo XVII y reconstruida a finales del XIX, para años más tarde, tras un incendio, volver de nuevo a reconstruirse. Es una obra del arquitecto Jerónimo Cuervo, construida entre 1874 y 1891

Es la sede canónica de la Hermandad de la Salud , la Cofradîa de Jesús Cautivo (popularmente conocido como el Señor de Málaga, por la gran devoción de todos los malagueños y en especial los vecinos (tanto antiguos como actuales) del barrio de la Trinidad y la Hermandad del Santo Traslado y la Soledad de San Pablo, que realizan sus salidas procesionales en Semana Santa.

Este templo nació en el siglo XVII como ermita de ayuda a la Parroquia de los Santos Mártires y en 1833 fue declarada parroquia.

Iglesia de San Pablo de Málaga

En 1873 se derribó el edificio para construir el actual, que se inauguró el 24 de mayo de 1891.

En los años 2004-2006, se llevó a cabo una labor de restauración en el interior y el exterior del templo, reponiendo la mayoría de los pináculos, que se encontraban partidos.

Es de estilo neogótico y su fachada principal se compone de una portada ornamentada ojival, flanqueada por columnas a cada lado.

Su interior consta de tres naves con pilares fasciculados y con cubiertas de crucería. Y su torre, de 50 metros de altura, termina en forma de pirámide cuadrangular, con adornos formados por pináculos de cerámica con decoración floral.

 

Cristo en la Iglesia de San Pablo de Málaga

Desde la iglesia vamos al centro de Málaga. Hacemos una visita al famoso pasaje Chinitas (GPS N 36.7209212 W 4.4212917) es una vía peatonal del Centro Histórico. Se trata de una estrecha calle cruciforme, que discurre desde la plaza de la Constitución, antes Plaza Mayor, hasta calle Fresca, en sentido oeste-este, y desde calle Santa María hasta la céntrica calle de Nicasio Calle, llamada antiguamente del toril, por servir como tal para los toros que se lidiaban en la actual plaza de la Constitución , en sentido norte-sur. En el cruce entre ambos ejes se sitúa una pequeña plazoleta.

Pasaje Chinitas de Málaga

Su nombre proviene de un actor dramático llamado Chinitas, que trabajó en un café-teatro ubicado en el pasaje. Anteriormente se llamó, pasaje Álvarez, y era de propiedad privada del que fuera promotor y constructor del pasaje, Antonio María Álvarez, hombre de negocios y antiguo gobernador civil y militar de Málaga.

La apertura del pasaje Chinitas se debe al proceso de las desamortizaciones del siglo XIX, mediante el cual se derribó el convento de religiosas agustinas descalzas que ocupaba el solar y del que se mantuvo la portada que en la actualidad es la entrada al pasaje por la plaza de la Constitución.

Cuando el pasaje adquirió su denominación actual también se dispuso que todos los rótulos de los distintos oficios artesanales, industriales y comerciales del pasaje fueran realizados en hierro forjado, de los que hoy perduran algunos, imprimiéndole carácter al pasaje.

Continuamos andando hasta la calle de Granada donde se encuentra la iglesia de Santiago Apóstol (GPS N 36.7223286 W 4.4197953). Paso a la historia actual porque en esta iglesia fue bautizado Picasso en 1881.

La iglesia de Santiago Apóstol de Málaga

Se construyó sobre el solar de una antigua mezquita. Es la iglesia más antigua de Málaga. Su fundación data del 25 de julio de 1490.

De la primitiva fachada sólo se conserva, tapiada, la puerta central de estilo mudéjar. La bella torre es también de estilo mudéjar. El interior del templo, gótico-mudéjar, presenta tres naves, aunque en sus orígenes tuvo sólo una.

La iglesia de Santiago Apóstol de Málaga contiene una serie de valores patrimoniales, históricos, artísticos, etnográficos y urbanísticos, que la convierten en uno de los hitos arquitectónicos más destacados de la ciudad de Málaga.

El valor histórico se encuentra fuertemente ligado con la historia de la ciudad, ya que tras la conquista cristiana, en 1487, se inicia su construcción, siendo una de las cuatro parroquias, una por collación, existentes en la Edad Media a intramuros de la ciudad islámica.

Nave de la iglesia de Santiago Apóstol de Málaga

Es un claro exponente de dos momentos artísticos de vital importancia, el gótico-mudéjar de los comienzos, con una clara simbiosis entre el arte de los conquistadores y de la población autóctona musulmana, y la eclosión del barroco de comienzos del XVIII, que produce en este edificio una fuerte renovación edilicia correspondiente con la nueva mentalidad.

Se funda en el comienzo del proceso de cristianización de la ciudad, reflejando una perfecta simbiosis cultural de estos estilos, siendo la primera de las vicarîas inscritas con un beneficio y una sacristía, dentro del programa de erecciones llevadas a cabo por el arzobispo de Sevilla, Diego de Deza, iniciándose la construcción hacia 1509, durando las obras de esta primera etapa hasta 1545.

Tiene también un importante valor urbanístico por sus connotaciones para comprender la evolución urbanística de este sector de la ciudad de Málaga, lugar por donde entraron los Reyes Católicos tras la toma de la ciudad en 1487, pues en el tramo final de la calle Granada aún puede reconocerse en su aspecto serpenteante, y en el adarve próximo a la iglesia, la herencia urbanística de la cultura islámica. La lectura del inmueble, dentro del entramado urbano que genera, propicia la identificación de una prolija topología de edificios de los siglos XVIII y XIX que marcan un amplio abanico de contrastes y aglutinan en torno a si una volumetría equiparable a la de la propia iglesia.

Retablo mayor de la iglesia de Santiago Apóstol de Málaga

Posee además unos fuertes valores etnográficos, debido a las cofradías que se han ido instalando entre sus muros, que la han dotado de bienes muebles de singular valor artístico.

Entre ellas destaca la popularmente conocida como «El Rico», cofradía surgida en el siglo XVIII, que cuenta desde esta fecha con la liberación de un preso todos los años, o la del Cristo de Medinaceli, de gran devoción popular, que aglutina en torno a ella numerosas visitas de fieles todos los primeros viernes de mes del año o, la devoción que sugiere la Virgen de las Ánimas del cuadro pintado por Juan Niño de Guevara, al que muchísimos fieles acuden para rezar y dejar sus ofrendas de aceite.

La parroquia es un interesante edificio que conserva los rasgos de dos momentos históricos y estilísticos de especial importancia para la ciudad de Málaga.

Se funda en el comienzo del proceso de cristianización de la ciudad, como una perfecta simbiosis cultural entre los estilos mudéjar y gótico, siendo la primera de las vicarias inscritas con un beneficio y una sacristía, dentro del programa de erecciones llevadas a cabo por el arzobispo de Sevilla, Diego de Deza, iniciándose la construcción hacia 1509, durando las obras de esta primera etapa hasta 1545.

Capilla de la iglesia de Santiago Apóstol de Málaga

Ambos estilos definen claramente la imagen del templo. El gótico se plasma en su cabecera y en el interior de la capilla mayor, así como en el trazado del arco conopial de acceso a la nave central. La huella mudéjar se aprecia fundamentalmente en la hermosa torre campanario, ubicada a los pies, exenta del templo, de ladrillo visto, con bóveda de estrella en el acceso y decoración de paños de sebka al exterior; caracteriza y singulariza la visión externa de esta parte de la ciudad y se ha convertido en el elemento más representativo del inmueble. También pervive de esta época la armadura de par y nudillo de la nave, oculta bajo la bóveda barroca pero perfectamente conservada, y la primitiva portada de acceso, situada en el muro lateral izquierdo, realizada en ladrillo y con decoración de cerámica vidriada en las enjutas en forma de estrellas de ocho puntas.

La reforma barroca realizada en el siglo XVIII para la adaptación del edificio a los nuevos tiempos, conlleva el enmascaramiento de la estructura primitiva, por ello se cubre la armadura de madera de la nave central con una gran bóveda de cañón y una excelente decoración de yeserías. En la capilla mayor se sustituye la bóveda nervada por una cúpula semiesférica sobre pechinas, y los pilares cuadrangulares se transforman en columnas apilastradas corintias; se añaden varias capillas, como la del Pilar o la del Sagrario, y se abren dos nuevas puertas a los lados de la primitiva, ambas de medio punto, entre sencillas pilastras acanaladas.

Bóveda de la iglesia de Santiago Apóstol de Málaga

La Iglesia es de planta basilical, de tres naves más dos de contrafuertes, separadas por gruesos arcos de medio punto, que apoyan sobre pilares corintios y cuyos fustes albergan una serie de hornacinas en donde se disponían esculturas de Pedro de Mena. La nave central se cubre con bóveda de cañón y la capilla mayor por una cúpula semiesférica sobre pechinas, con una amplia y complicada ornamentación vegetal de yeserías. En el testero de la cabecera, bajo las pechinas, se insertan dos bellos relieves de escayola en tondo, con la figura de Santiago en uno de ellos, rodeado de formas sinuosas, acantos, rocallas y presidida por querubines, presidiendo se encuentra el Retablo Mayor, dedicado al titular de la Iglesia , de estilo barroco y realizado en el siglo XVIII en madera, pan, oro y pigmentos, mediante la técnica de ensamble, policromado y tallado, en cuya hornacina central se encuentra la imagen de Santiago Apóstol.

En el testero opuesto, a los pies, se eleva el coro sobre dos fustes acanalados que apoyan en ménsulas y se proyecta hacia las tres naves mediante tribunas de perfil muy movido. Las naves laterales, de menor altura que la central, se cubren con bóvedas de cañón, de amplios arcos fajones y lunetos con yeserías que apoyan sobre columnas pareadas adosadas a los pilares. En los muros se abren capillas de diferente profundidad, en donde se disponen algunos camarines que no se manifiestan al exterior.

Decoracion de la iglesia de Santiago Apóstol de Málaga

La nave del Evangelio se cierra por la cabecera con la capilla del Pilar, en el lugar que ocupaba la antigua Sacristía y contiene una profusa e interesante decoración de yeserías debidas al maestro Felipe de Unzurrunzaga, quien también intervino en la decoración general de la Iglesia. La nave de la Epístola se cierra con la capilla del Sagrario, cubierta por una bóveda semiesférica sobre pechinas de profusa decoración en estuco, con rocallas, relieves de los padres de la Iglesia y bustos de los Evangelistas.

En las capillas de la nave de la Epístola , reciben culto las imágenes de la Hermandad Sacramental de Jesús de la Sentencia , la Virgen del Rosario y el Cristo de Medinaceli. En las de la nave del Evangelio, las imágenes devocionales de Jesús «el Rico», la Virgen del Amor y la pintura de la Virgen de las Ánimas.

Desde la iglesia continuamos andando por el caso antiguo hasta la estrecha calle de San Agustín donde se encuentra el Palacio de Buenavista sede del Museo Picasso Málaga.

Museo Pablo Picasso de Málaga

Se trata de un edificio con decoración renacentista del siglo XVI, con artesonados mudéjares y una hermosa torre-mirador, que ha sido ampliado con otras edificaciones para albergar los fondos del Museo Picasso Málaga.

Inaugurado en 2003, este museo expone más de 200 obras del artista malagueño entre pinturas, dibujos, esculturas, grabados y cerámicas que forman parte de la colección permanente, junto a interesantes exposiciones temporales.

La planta baja introduce al visitante en la figura del artista mediante fotos y textos biográficos, para a continuación abordar una serie de Damas y caballeros con retratos del año 1894 hasta el 1906, y otra acerca de Cubismo: cuerpos con obras de 1906 a 1914. A continuación, Cubismo: bodegones con trabajos de 1911 a 1922 se muestra en la misma sala que la sección Clasicismo moderno, de 1922 a 1923. Continúa el recorrido por Modelos, bañistas y mujeres desafiantes, con trabajos de 1927 a 1933 y con la sección Metamorfosis y abstracción, del periodo de 1927 a 1932. En la planta superior de la pinacoteca, el paseo continúa a través de El minotauro y otros monstruos, que contiene una selección de obras de 1928 a 1938, así como con Miradas implacables, con retratos realizados entre 1934 y 1939. La anatomía del terror, con obra de 1936 a 1948, y Rostros de guerra y paz, con trabajos de los años 1944 a 1950, contienen obra de un convulso periodo. Se accede a continuación al Bestiario, con representaciones de animales realizadas entre 1941 y 1960, y a los Paisaje carnales de 1944 a 1971. Con un Picasso ya instalado el sur de Francia, Regreso al mediterráneo a una obra de 1948 a 1960, para dar paso a la sala de las Miradas familiares, con retratos realizados de 1962 a 1965, antes de finalizar en El niño sabio, con obras de 1970 a 1972, justo un año antes de su fallecimiento

“Retrato de Lola” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La primera de la obras que podemos ver “Retrato de Lola” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso, realizado en óleo sobre lienzo, esta datado en 1 de diciembre de 1894 en La Coruña. Tiene unas medidas de 29 x 19 cm.

Pablo Picasso tenía trece años cuando, en 1894, pintó este retrato de su hermana María Dolores Ruiz Picasso, “Lola”. La sofisticación de sus primeras obras, que aquí aparece en detalles como el mechón que escapa de detrás de la oreja y la seriedad de la boca, invita al espectador a buscar indicios de obras posteriores, ya sea en el estilo o en el tema. Se podría decir que es una especie de historia del arte por adivinación, en la que, como escribió Pierre Daix, “suponemos en él, desde el primer momento, todas las virtudes creativas que más de setenta años de actividad y reflexiones dedicadas únicamente a su arte nos han permitido percibir”. Pero en 1894 Picasso no era todavía Picasso, como atestigua la firma de trazo grueso del ángulo superior izquierdo: “P. Ruiz” muestra al artista tomando el apellido de su padre pintor, José Ruiz Blasco, que apoyó el talento de su hijo desde temprana edad.

El retrato de Lola se terminó en La Coruña, donde la familia de Picasso se había establecido en 1891, cuando don José se incorporó a una plaza de profesor de dibujo. Solo un año después, en 1895, al mudarse la familia a Barcelona, acometería Picasso una fase importante de su formación académica en la pintura matriculándose en la escuela de bellas artes La Llotja. Aunque hasta un viaje a Madrid en aquel mismo año no conoció las obras de Zurbarán y Ribera, la paleta tenebrista de esos pintores domina en este retrato de Lola, probablemente a consecuencia de las lecciones de don José. En los años siguientes, que llevaron a Picasso de Barcelona a Madrid y a París —ciudad que visitó por primera vez en octubre de 1900—, son varios los retratos de Lola que permiten seguir el rastro del avance del artista más allá de su formación académica, en una sucesión de estilos que van del simbolismo al postimpresionismo.

“Cabeza de mujer” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La siguiente obra que podemos ver “Cabeza de mujer” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso, realizado en óleo sobre madera, esta datado en París en 1907. Tiene unas medidas de 25,6x 16,5 cm.

Cabeza de mujer presenta una cara humana cuya identidad, a pesar del título, está lejos de ser fija. Esta cabeza comparte ciertos rasgos fundamentales con un célebre autorretrato de Picasso realizado algo más tarde en 1907 (Autorretrato, Praga): una nariz simultáneamente frontal y en completo perfil, almendrados ojos "ibéricos” con cejas arqueadas en forma de paréntesis, una sola oreja como pegada en el lado de la cabeza para indicar un perfil de tres cuartos, y la mèche, o flequillo, perfilando un camino triangular a través de la frente. A estos rasgos esquemáticos, compartidos por los retratos masculinos y femeninos, Picasso ha añadido la curva de una cola de caballo en la esquina superior de Cabeza de mujer, como único, aunque ambiguo, identificador de género.

“Las tres gracias” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La siguiente obra que podemos ver “Las tres gracias” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso, realizado en óleo y carboncillo sobre lienzo, esta datado en París en 1923. Tiene unas medidas de 200 x 150 cm.

Dentro del magnífico conjunto de bañistas que Picasso realiza a lo largo de los años veinte destacan, sobre todo, tres figuras de pie enlazadas. El tema de “las tres Gracias” nos recuerda la predilección del artista por las composiciones tripartitas y su gusto por los grandes asuntos de la mitología clásica. En 1923, cuando está en Antibes —antigua ciudad griega, en su día llamada Antípolis—, Picasso se sumerge plenamente en el helenismo y trata este tema con una amplitud inédita: en grisalla y en un lienzo de gran formato, retoma la presentación clásica de las tres diosas de la belleza, alternativamente de frente y de espaldas, desnudas y semicubiertas por un velo. Intensifica la referencia a la Antigüedad un sutil juego con los paños, en los que resuena la moda de la época, por ejemplo, la de Madeleine Vionnet, que viste a la gente chic y cosmopolita del Cap d'Antibes. Acompañados por el pintor norteamericano Gerald Murphy y su esposa Sara, y como atestiguan las fotografías de aficionado tomadas en la playa salvaje de La Garoupe , los Picasso disfrutan del estilo de vida neogriego.

“Restaurante” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La siguiente obra que podemos ver “Restaurante” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso, realizado en óleo sobre lienzo, esta datado en París en 1914. Tiene unas medidas de 42 x 34 cm.

La naturaleza muerta, un género considerado menor en la pintura, toma en el caso de Picasso y otros artistas una relevancia especial durante la época cubista, un movimiento nacido en los bares y en los restaurantes, que son punto de encuentro de los artistas y un espacio de convivencia donde compartir anécdotas y buena comida.

“Cabeza con casco” obra del pintor y escultor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La siguiente obra que podemos ver “Cabeza con casco” obra del pintor y escultor Pablo Ruiz Picasso, realizado en bronce con pátina, esta datado 1933. Tiene unas medidas de 121x 69 x 32 cm.

La iconografía de la Cabeza con casco tiene su origen en el proyecto de ilustración de Lisístrata, un texto de Aristófanes que en 1934 había traducido al inglés Gilbert Seldes para el Limited Editions Club. Esta comedia griega, representada en el siglo V a. C., cuenta la determinación adoptada por Lisístrata, quien, para poner fin a la guerra del Peloponeso, convence a las mujeres de que rechacen a sus maridos. Para ilustrar esa nueva traducción, Picasso realiza, entre diciembre de 1933 y febrero de 1934, una serie de dibujos que representan a la heroína y a los guerreros con una precisión ingresca y en un estilo próximo al de sus aguafuertes para Les Métamorphoses de Ovidio (1931).

“Bañista tendida” obra del pintor y escultor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La siguiente obra que podemos ver “Bañista tendida” obra del pintor y escultor Pablo Ruiz Picasso, realizado en yeso original, esta datado 1931. Tiene unas medidas de 26x 82 x 43 cm.

En 1931, Picasso modela en yeso varias figuras de bañistas, motivo que ya había tratado en su producción pictórica y que aquí aparece asociado a Marie-Thérèse, quien al parecer era una excelente nadadora. De pie y en movimiento, las bañistas remiten a las ágiles bailarinas de Edgar Degas, cuyos bronces descubre Picasso en julio, en la exposición Degas: portraitiste, sculpteurdel Musée de l'Orangerie. Extendida sobre un banco de arena, con los brazos en arco sobre la cabeza, esta Bañista tendida, sin embargo, remite más a La maja desnuda de Francisco de Goya (antes de 1800; Museo del Prado, Madrid) y a los desnudos acostados de Henri Matisse, cuyas esculturas había reunido el año anterior la Galerie Pierre.

“Mujer con brazos levantados” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La siguiente obra que podemos ver “Mujer con brazos levantados” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso, realizado en óleo, carboncillo y arena sobre lienzo, esta datado en París en 1936. Tiene unas medidas de 50 x 61 cm.

Aunque Picasso y Dora Maar veraneasen con amigos en Mougins, el estallido de la guerra en España en 1936 afectó profundamente al estado de ánimo del artista. Mujer con los brazos levantados celebra la presencia de un nuevo amor en la vida de Picasso, pero los brazos alzados, con esas manos que gesticulan y la sensación de movimiento agitado, introducen también una intensidad nueva en su obra, anunciando los retratos cargados de emoción de Dora llorando que surgirían al año siguiente.

“Naturaleza muerta con gallo y cuchillo” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La siguiente obra que podemos ver “Naturaleza muerta con gallo y cuchillo” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso, realizado en óleo sobre contrachapado, esta datado en 1947. Tiene unas medidas de 101 x 130 cm.

En esta pintura, el corte transversal del cuello casi seccionado del volátil está pintado como un cuadrángulo bisecado por una diagonal, que hábilmente confiere realidad tubular a lo que de otro modo no sería más que una curva plana. Si el borde de la mesa no se hubiera comprimido contra el plano pictórico, también el animal y los demás objetos de la mesa habrían quedado irremediablemente desprovistos de volumen. Al forzar la convergencia de dos planos, Picasso ha creado la ilusión de profundidad y potenciado la sensación realista de dimensión que es esencial para el impacto de la obra.

“Jacqueline sentada” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La siguiente obra que podemos ver “Jacqueline sentada” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso, realizado en óleo sobre lienzo, esta datado en París el 8 octubre de 1953. Tiene unas medidas de 146 x 114 cm.

La colocación de la figura de Jacqueline delante de tres franjas de color —rojo para el suelo, amarillo para el espacio de atrás y azul para el cielo— hace pensar en un escenario al aire libre bajo el sol del Mediterráneo, aunque el cuadro se pintó en París. Al mismo tiempo, Picasso se acordaba sin duda de su amigo Matisse, ya cercano a la muerte, que solía situar las figuras femeninas de sus pinturas sobre grandes manchas de color plano.

“Mosquetero con espada” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La siguiente obra que podemos ver “Mosquetero con espada” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso, realizado en óleo y carboncillo sobre lienzo, esta datado el 28 enero de 1972. Tiene unas medidas de 116 x 89 cm.

Mosquetero con espada data del 28 de enero de 1972, un mes en el que Picasso realizaría diversos mosqueteros, en caligrafías pictóricas diferentes y blandiendo espadas. En todos y cada uno de ellos parece haber cierta pulsión autobiográfica que los emparentan, a través de un rasgo que acostumbra a destacar, incluso en las obras más abarrocadas como esta, los ojos. En esta obra resulta el punctum inequívoco e incluso contienen la mayor acumulación de color negro, mientras el resto de la composición se resuelve en una combinación de trazos largos, cortos y puntos de notable colorido. Habitualmente, estos personajes se han relacionado con Rembrandt, referente de Picasso en los últimos tiempos.

“Niño con una pala” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La siguiente de la obras que podemos ver “Niño con una pala” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso, realizado en óleo sobre lienzo, esta datado en 1971. Tiene unas medidas de 195 x 130 cm.

La composición participa del clásico doble perfil de Picasso, que nos podría dar una clave sobre la posible lectura autobiográfica de esta obra, como una especie de desdoblamiento entre el anciano y el niño que un día fue. Precisamente durante esas fechas, Picasso había dejado de bañarse en el mar, una costumbre que mantuvo durante toda su vida. Algún autor, como Pierre Daix, ha interpretado este retrato de un niño jugando en la playa como una suerte de voluntad de recomenzar de nuevo la vida, como una reacción del autor ante una actividad que para él ya había finalizado. La línea de rayas de la parte superior nos evoca, sin duda, un escenario de playa, mientras el barroquismo de la composición participa de la clásica caligrafía del Picasso crepuscular, como corresponde a una de las pinturas de Aviñón.

“Bañista” obra del pintor Pablo Ruiz Picasso Museo Pablo Picasso de Málaga

La siguiente obra de arte del museo “Bañista”, obra de Pablo Ruiz Picasso, realizada en óleo sobre lienzo, esta datada en 1971.

Aquí se confunde la mujer que nada con el propio mar, ambos forman un conjunto armónico y parece que se funden en un solo cuerpo o que son lo mismo. Para mi gusto es uno de los cuadros más interesantes y bonitos del museo.

Plaza de la Constitución de Málaga

Este cuadro esta realizado en 1971, cuando Picasso tenía 90 años y la artrosis había atacado sus manos de tal forma que no podía ya coger un pincel con destreza. Pero Picasso no podía dejar de pintar y realiza un cuadro lleno de energía, vitalidad y fuerza usando sus dedos como pinceles. Mirad bien el cuadro porque trasmite una fuerza increíble para haberlo hecho un “anciano” de 90 años. Son las olas del mar rompiendo en la playa y una bañista desnuda entrando y luchando contra el oleaje.

Desde aquí marchamos hasta la plaza de la Constitución de Málaga (GPS N 36.7211793 W 4.4232709). Se trata de la antigua plaza mayor, situada en el corazón del centro histórico de la ciudad, que desde el siglo XV ha sido el espacio público y político de la ciudad por excelencia.

Durante el Reino nazarí ya era una plaza principal, conocida como la plaza de las Cuatro Calles o plaza Pública. Su estructura definitiva se conformó entre el siglo XV y el XVI, tal y como muestra un plano de 1571 ubicado en el Archivo municipal, y se configuran los principales edificios de la ciudad como el Ayuntamiento (hasta 1869)1? las casas del corregidor y del cabildo malagueño, la cárcel, la Audiencia o las carnicerías. Posteriormente se construyó el convento de las Agustinas descalzas2? y la sede de la Sociedad Económica de Amigos del País.

Plaza de la Constitución de Málaga

Pasó a llamarse plaza de la Constitución en 1812, con la promulgación de la Constitución de la Pepa , aunque con el devenir histórico cambió de nombre constantemente: de la Libertad , de la República Federal , del 14 de abril, y de José Antonio Primo de Rivera, hasta la democracia, que retoma su nombre original de la Constitución.

En el siglo XIX, con la desamortización, sufrió algunas modificaciones. Se demolieron varios inmuebles y se edificaron casas con galerías comerciales como el Pasaje de Heredia y el Pasaje Chinitas, denominado así por el café-teatro Chinitas, donde se congregó gran parte de la vida bohemia de la época.

En 2004 se inauguraron una serie de planchas de acero inoxidable en el pavimento que muestran las portadas de varios periódicos tras la aprobación de la Constitución de 1978.

La mayoría de eventos culturales de la ciudad tienen relación con la plaza. Por ejemplo, en Semana Santa se suele instalar un gran palco en esta zona, durante la Feria de Málaga diversas casetas, mientras que la celebración de Nochevieja y las uvas también acontecen aquí.

Fuente de la Plaza de la Constitución de Málaga

La plaza albergó desde el siglo XVII la conocida como fuente de Génova o de Carlos V, que provenía de la ciudad italiana y fue realizada en mármol un siglo antes y ubicada en este espacio. La fuente fue trasladada al parque de Málaga hasta la peatonalización de la vecina calle Marqués de Larios en 2002, cuando fue restablecida a su lugar primigenio

Está realizada en mármol, encontrándose formada por un gran estanque dodecagonal, fechado entre 1790 y 1795, obra de Miguel del Castillo, realizado para sustituir otro estanque anterior, deteriorado por los traslados. Está decorado con motivos estriados y paños colgantes, de los que penden rosas de cuatro pétalos, en cuyo centro está el vástago dividido en varios cuerpos. El cuerpo inferior, pertenece al siglo XVI, el cual muestra tres figuras de sirenas, cuyas colas bífidas se enlazan unas con otras con alas de murciélago y unidas sus manos por coronas de flores, y el siguiente cuerpo compuesto por tres figuras femeninas semidesnudas con delfines, el nexo de unión entre las figuras se realiza mediante guirnaldas de flores. La columna se decora con motivos de cabezas de medusas.

Centro historico de Málaga

A esta primera taza que se añadió en 1637, obra del escultor José Micael y Alfaro, así como el cuerpo escultórico que descansa sobre ella, se adosa otra taza, de la cual salen ocho caños, interceptados por mascarones que escupen el agua y de ella arranca un pedestal con tres figuras, también entrelazadas, una de las cuales representa a Neptuno, con tridente apoyado sobre un delfín. A la izquierda de esta figura se encuentra el escudo de la ciudad portado por un animal con cabeza de león y garras de ave de presa. A la derecha se dispone un mancebo de pelo corto y rizado con las piernas abiertas que apoya sobre delfines. A la derecha del joven muchacho se encuentra un águila bicéfala con escudo imperial y corona, sobre la cual posa su mano derecha la tercera figura en violento contraposto, que apoya sobre delfín y con pelo largo, que representa a Anfítrite. A la izquierda del escudo una pieza oval contenía una inscripción, hoy desaparecida, que decía: «Acabó la ciudad esta obra siendo su gobernador de las armas don Martín Arrese Giró, Marqués de Casares y Diputados los Señores Capitanes Francisco de Luba Ranega y Don Ábaro Barbad Coronado y Zapata, Regidores perpetuos, 1647». Sobre el cuerpo anterior la taza aparece labrada con forma de ondas de agua y en bajorrelieves algunos escudos, como el de España, Málaga, y uno muy perdido. Otra pequeña taza, muy desgastada apoya un grupo de tres niños con delfines en los hombros, uno de ellos aislado y los otros dos entrelazados con racimos de uvas, cuya factura corresponde al siglo XVI, rematándose todo el conjunto con un águila que sustituye al original. Actualmente la fuente se encuentra situada sobre un doble zócalo de mármol.

Busto dedicado al Doctor José Gálvez Ginacherode Málaga

Seguimos desde la plaza de la Constitución por la calle Granada, encontraremos un ensanchamiento que en realidad son dos plazoletas consecutivas. La primera y más antigua es la plaza del Carbón, cuyo nombre se debe a la existencia de una gran carbonería, de la que se surtían las fraguas de los caldereros ubicados en la calle Calderería, después de la toma de Málaga por los reyes Católicos. Hay constancia de que en 1585 la plaza tenía por nombre Peso del Carbón. Junto a ella se sitúa la plaza del Siglo, entre las confluencias de las calles Molina Lario y Duque de la Victoria.

Marchamos andando hasta los jardincillos de la Catedral de Málaga, se encuentra un busto dedicado al Doctor José Gálvez Ginachero, que la ciudad de Málaga le ha levantado a quien fue uno de los médicos de más prestigio de la historia de la ciudad.

El Doctor Galvez, nació en la Málaga de 1866, obtuvo la licenciatura en Medicina por la Universidad de Granada a los 22 años y ya con 24 el doctorado “cum laude” por la Complutense de Madrid.

Jardín de la catedral de Málaga

En el año 1893 ingresó en el Cuerpo Facultativo del Hospital Civil provincial de Málaga como médico de Obstetricia, registrándose en sus libros de visita la cifra aproximada de ciento cincuenta mil mujeres sólo en este centro. Nunca cobró su sueldo, entregándoselo a la superiora del Hospital para los más pobres.

Una de las más prestigiosas obras que realizó el Dr. Gálvez, fueron las Escuelas de Matronas en Madrid y en Málaga así como la creación del Patronato de la fundación denominada Escuelas del Ave María cuyo objetivo era el de ayudar a los niños de las clases más desfavorecidas de la ciudad.

Por eso Málaga le rinde ese homenaje en forma de estatua frente a la clínica de maternidad que lleva su nombre.

Los jardines de la catedral (GPS N 36.7206106 W 4.4187023) están llenas de palomas y nos rememoran una de las visiones que tenía Picasso durante su juventud en Málaga. La paloma fue un animal que le persiguió durante parte de su obra.

Palomas en el Jardín de la catedral de Málaga

La paloma de la Paz fue dibujada por Picasso para el congreso de la paz de 1949. Esta afición por dibujar palomas viene desde que era un niño, cuando solía salir a dibujarlas en Plaza de la Merced de Málaga

La Casa Natal homenajea “La Paloma” de Picasso para conmemorar la celebración del primer congreso mundial por la paz. En manos de Picasso, la paloma se convirtió además en un potente símbolo en sus carteles de compromiso político, como en el que editó en Cannes en 1959 el Comité Nacional de Ayuda a las Víctimas del Franquismo o la del Congreso Mundial para el Desarme General y la Paz de Moscú en 1962.

“Somos millones de hombres y de mujeres los que en el mundo defendemos la causa de la paz. La paloma gana ya hoy en fortaleza al cuervo de la guerra”, dijo el malagueño en 1952

Otro acontecimiento interesante fue que, por aquel tiempo, Matisse le regalaría a Picasso un bellísimo pichón blanco. Quizás, este maravilloso pichón podría haberle inspirado para el dibujo de la litografía.

Museo Pablo Picasso de Málaga

Lo que sí se evidencio, es que esta imagen de la paloma a partir del Congreso de la Paz , tuvo tal repercusión que recibiría el encargo de incontables palomas, y para más congresos, el de 1950 y 1951, recibiendo en el primero el galardón del Premio Internacional de la Paz.

De esta forma, la iconografía de la paloma adquiere otros significados en la biografía del Picasso, ya que representa la unión del pintor con su padre y el recuerdo de su ciudad natal. Su progenitor, José Ruiz Blasco, pintor, profesor de dibujo en la Academia de Bellas Artes y conservador del Museo de Bellas Artes de Málaga, enseñó a pintar a Picasso y sus primeros dibujos fueron palomas. En su obra, esta imagen adquiere un significado más allá de lo artístico para convertirse en una de sus señas de identidad.

El resto de la tarde lo dedicamos a pasear sin rumbo por el centro y atender nuestras citas sociales. Terminamos el día pernoctando en el parking de autocaravanas de Málaga.

Día 3 de noviembre (domingo)
Ruta: Málaga-Madrid

Ciudad de Málaga

La noche ha sido muy tranquila, nada más levantarnos desayunamos un poco más fuerte de lo normal porque debemos de regresar a Madrid.

Antes de salir de Málaga echamos gasoil en la estación de Cepsa de los Patios, ante la imposibilidad de acceder a la de Carrefour. Nos llama la atención que tiene unos precios similares a los del centro comercial pero cuando echas son sensiblemente superiores (GPS N 36.6880953 W 4.4595701) los surtidores son bastante viejos y no aconsejo utilizarla.

Ciudad de Málaga

El resto del día lo empleamos en el viaje de regreso, en total hemos recorrido 1100 km, los doy por bien aprovechados.

 

-FIN-

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© Fotografías y textos son propiedad:

Ángel López

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