BLOGS VIAJE POR CÓRDOBA "CINCO DÍAS NO ES MUCHO"
 
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EL VIAJE

Día 21 de junio (jueves)

Entorno de la Catedral de Córdoba

Aproximación a la ciudad de Córdoba, después de un invierno lluvioso como hace años que no teníamos, hemos decidido hacer varias excursiones por el sur de la península con la esperanza de disfrutar del buen tiempo, aunque según las previsiones meteorológicas, creo que disfrutaremos demasiado buen tiempo.

Habíamos pensado ir a la ciudad de Granada pero con tanta publicidad que la están dando en los medios de comunicación como candidata a una de las siete maravillas del mundo, nos ha sido imposible obtener entradas para la Alhambra, así que hemos decido cambiar el viaje por la una de las ciudades mejor conservadas y declarada Patrimonio de la Humanidad como es Córdoba.

Salimos en coche sobre las 17,00 horas por la A-4 con destino directo a la ciudad de Córdoba y después de cuatro horas estamos en la maravillosa y “calida” ciudad. Por su aspecto es mitad mora y mitad cristina y dentro de la mitad cristiana tiene otra mitad de origen judío sefardí.

Son las 21,00 horas cuando llegamos al camping el Brillante, situado en la Avenida del Brillante número 50. Lo mejor de sus instalaciones es su propia situación dentro de la ciudad, tiene unas inmejorables combinaciones para el transporte público y sobre todo hay que destacar su sombra con árboles centenarios que consigue mitigar el calor bochornoso que nos esperará en futuras jornadas. Por lo demás es un camping muy básico, sobre todos sus instalaciones sanitarias.

Después de colocar todos los cachivaches propios de un viaje de estas características nos dedicamos a dormir placidamente.

Día 22 de junio. (viernes)

Son las 10,00 horas cuando levantamos el cuerpo del suelo, ya es muy tarde para esta ciudad que a mediodía no hay quien pare, tratamos de abreviar un poco para iniciar la visita a la ciudad de Córdoba.

No seguimos las recomendaciones de la recepción del camping, que nos informa la mejor manera de desplazarse por la ciudad es el autobús línea 10 o 11, hasta la parada de la estación de autobuses muy próxima al centro. Decidimos que es muy tarde y nos aproximaremos a la ciudad en coche.

Hace más de 14 años que no pisaba Córdoba y durante este tiempo he olvidado su fisonomía y más con los cambios tan radicales en sus nuevas avenidas, con un poco de suerte llego hasta la Avenida de la Victoria y desde allí el camino era conocido hasta la Ronda de la Ribera, calle muy próxima a la zona monumental, encuentro aparcamiento en la zona regulada pero aquí el precio es módico 1,40 euros dos horas. Llegamos hasta la plaza de Campo Santo de los Mártires, donde esta el kiosco de información turística, donde venden la tarjeta Córdobacard, por un precio de 30 euros permite visitar todos los monumentos de la ciudad y su provincia durante un tiempo de siete días. Allí, nos recomiendan empezar la visita por el Alcázar de los Reyes Cristianos, es viernes y es gratuita la entrada.

El Alcázar de Córdoba

El Alcázar tiene todo su aspecto arquitectónico de estilo musulmán, pero es solamente una influencia, pues su construcción data de 1328 por el rey cristiano Alfonso XI. La entrada es por la torre de los Leones, es la parte más antigua, dotada de varios pabellones, con un jardín propio, también paseamos por la torre del homenaje y la torre del río. En este Alcázar estuvieron los reyes católicos alojados hasta la conquista del reino de Granada, en sus celdas estuvo preso el rey moro Boabdil. En su interior se visita los baños de estilo árabe y jardines de estilo morisco, llenos de agua en movimiento, propio de los estudios arquitectónicos mozárabes. Su interior se ha decorado con bellos mosaicos romanos encontrados en sucesivas excavaciones de la zona, en una gran sala se ha instalado un sarcófago en mármol romano esculpido con bellas tallas, perteneciente al siglo III, salimos al exterior, destaca las fuentes, y sobre todo el agua y las flores. El agua discurre de charca en charca, de estanque en estanque, de jardín en jardín, todo lleno de color y perfecta armonía, en la parte más baja se ha decorado con la estatua de los reyes católicos.

Son las 14,30 horas y tengo que bajar hasta el coche para cambiar la tarjeta de estacionamiento, estos son los inconvenientes de acercarse a la ciudad en transporte privado. Le pongo dos horas más tiempo para ver la mezquita.

Según te vas acercando a la mezquita ves que se trata de unos de los edificios más impresionantes por sus dimensiones pese a la época de construcción que data del siglo VIII, es la tercera mezquita más grande del mundo con 23.000 m2 . Su aspecto exterior es austero y no da la impresión de la gran maravilla de su interior.

En su interior nos encontramos una gran variedad de estilos y formas; una graciosa combinación de arte visigodo-musulmán- cristiano.

Fue iniciada su construcción por Abderraman I sobre una antigua iglesia visigótica, inspirada su fisonomía sobre una antigua mezquita de los Omeyas que procedían de la ciudad de Damasco. Durante este primer periodo se construye una sala con 11 naves, sustentadas por 110 columnas de mármol con capiteles romanos, sobre ellos una doble serie de arcos con forma de herraduras, decoradas y pintadas en color rojo y beig.

En un según periodo coincidiendo con Abderraman II se produce una gran explosión del califato en materia de las artes, dando la orden de ampliar la mezquita, Córdoba toma tal auge que sustituye a Damasco como modelo de referencia en el mundo musulmán. Se construye en mihrab, desde donde se dirige la oración, su orientación no es hacia la Meca como todas las mezquitas, aquí se orienta hacia Damasco como una referencia hacia el pasado del califa.

La última ampliación es en la época de Almanzor, añadiéndose ocho naves más a lo largo del lado este, limitándose a copiar el estilo precedente.

Durante el rey Fernando III se reconquista la ciudad de Córdoba en 1236, lo que trajo consigo un cambio radical en el aspecto y en el culto de la mezquita. Para la adaptación en el lucernario se construye la capilla mayor pero se diluye el culto ante un bosque lleno de columnas.

Iniciamos la visita por las capillas católicas derechas, visitando los restos de la Basílica de San Vicente, y siguiendo por ese ala llegamos hasta el mihrab, preciosa su contemplación y única por su brillantez en el mundo, es como asistir a un cuento de hadas, más adelante, está la capilla dedicada a Santa Teresa y el espacio donde se sitúa la sala del Tesoro, continuando andando, se llega a la capilla de San Pablo, destaca por sus frescos pintados sobre los arcos musulmanes, es todo un cambio y adaptación de ingenio y mimetismo, por ese ala llegamos a la Capilla Mayor con su gran coro, encontramos su sillería hecha de maderas nobles, memorable por su grandiosidad. Visitamos el resto de las capillas y salimos al patio de los naranjos por la puerta de Santa Catalina.

El calor acecha y mejor es ir a darnos un bañito a la esplendida piscina del camping para bajar los 37º C de la calle.

Día 23 de junio ( sábado)

Hoy amanecemos un poco antes, según la previsiones del hombre del tiempo llegaremos hasta los 37º C, desayunamos rápidamente para comenzar la visita.

Comenzamos por la casa Andalusí, situada en la ladera del la gran muralla, en la calle Judíos número 12, es una autentica casa cordobesa del siglo XII, quizás su antiguo dueño fuese un judío converso, su estilo es hispanomusulmán. Su patio desata un frescor y olor a flores, es un paréntesis dentro del verano cordobés, la fuente central del patio nos adelanta el paso hasta un pequeño salón morisco, dispone de una gran maqueta de la fabricación de papel, varios corredores nos introducen en la cultura musulmana, con sus arcos de herradura, sus azulejos andaluces de inspiración mozárabe, en el sótano hay un bajo relieve visigodo, un pozo y un mosaico romano. Toda una fusión de varias culturas.

Casa de Sefarad (Córdoba)

Saliendo a la calle y un poco más adelante entramos en la “Casa de Sefarad”, es un centro cultural dedicado a ofrecer una aproximación a la cultura de nuestro pasado sefardí, fruto de los judíos españoles. A las 12,00 Horas comienza una visita guiada por la casa, donde nos describen las antiguas tradiciones serfadíes de esta zona del mediterráneo, aquí se muestran los objetos que les acompañan durante toda su vida; tocados, cuchillas para la circuncisión, objetos de cocina, en lo que se le llamaba a los judíos: “Los comistrajos”, por su olor en la cocina se podía saber el origen religioso, si se trataba de una casa árabe, judía o cristiana, en estas ultimas el olor característico era el olor a cerdo. Dentro de un precioso patio con decoraciones en el suelo con la estrella de David, se comunican con varias salas: la sala dedicada a las mujeres. Mujeres famosas sin distinción de creencias que destacaron en la memoria cultural de la época; la sala de la judería de Córdoba, donde se guardan las huellas urbanas en la memoria de los judíos; la sala de los ciclos festivos, con una introducción a las fiestas, representadas por objetos únicos propios de esta zona de Andalucía, y la sala dedicada a la muestra de música sefardí.

Caminando por la calle de los judíos, llegamos hasta la antigua sinagoga, es una pieza única en toda Andalucía y ha sobrevivido hasta nuestros días, Su culto fue prohibido en 1492 con la expulsión de los judíos de España, durante el tiempo se destino a diferentes usos: como de ermita, escuela y hasta de hospital de enfermos de rabia.

En 1884 durante unas obras de rehabilitación aparecieron la antigua yesería, con decoraciones vegetales y antiguos salmos judíos.

Su interior esta compuesto de un vestíbulo desde donde las mujeres acceden a la parte superior y a la sala de oración de planta cuadrada, su interior es rico en decoración. En el muro occidental esta el arco donde esta el tabernáculo, en el que se guardaban los rollos del Pentateuco.

Monumento a Maimonides (Córdoba)

Subiendo en dirección al río, llegamos a la plaza de Maimonides, donde se encuentra la magnifica estatua que representa al intelectual expulsado por los musulmanes, convirtiéndolo en un viajante errante, dedicándose a estudiar medicina y religión.

Continuamos hasta la plaza Campo Santo de los Mártires, donde están situados los antiguos “Baños Califales”, se trata de los restos arqueológicos del antiguo Alcázar Omeya, fueron construidos por el Califa Alhakem II. Es un conjunto de muros de sillería con bóvedas iluminadas con lucernario con forma de estrella, en su interior podemos pasear por un autentico palacio dedicado a la ritualización de las buenas costumbres.

Fueron descubiertos accidentalmente en 1903 pero no despertó gran interés para su estudio hasta el año 1961, cuando un grupo de historiadores los saco a luz.

Ciudad de Medina Azahara

Salimos en dirección este por la A-431 para a unos 5 kms de Córdoba, se llega a las ruinas de la antigua Ciudad Medina Azahara, magnifica ciudad fundada en 936, bajo el mandato del califa Abd-al-Ráhman III, la temperatura sube hasta los 37º C, un autentico reto para surcar sus calles, muros y arcos de herradura. Es necesario durante el itinerario de la vista hacer un ejercicio de imaginación para poder ver el antiguo esplendor que pudo alcanzar en su época esta noble ciudad, durante sus 70 años de existencia hasta llegar a la decadencia de los Omeya. De sus restos destacan: la mezquita, el salón del califa, los jardines, los magníficos pórticos y en la parte superior la zona residencial.

Nos dirigimos ahora por la carretera hasta la parte más alta de la ciudad, es una autentica atalaya desde donde se divisa toda la meseta que forma la provincia de Córdoba, llegamos hasta la ermita de Nuestra Señora de Belén.

En el siglo XIV era un lugar donde se reunían los anacoretas que poblaban la sierra de Córdoba, ya en el siglo XVIII se agrupan en lo que hoy son las ermitas actuales, compuestas de 13 ermitas donde vivieron durante siglos, todos estos santos que se dedicaron a la contemplación y al trabajo manual como una forma de llegar a Dios, hasta el año de 1957 que desaparecen por falta de vocaciones.

Las ermitas (Córdoba)

En la entrada esta la ermita dedicada al Hermano Portero que nos conduce por el paseo de los cipreses, donde se alza la cruz del Humilladero, en la parte baja, destaca la calavera que preside una hornacina con la siguiente inscripción:

“Cómo te ves, yo me vi

Cómo me ves, te veras

Todo para en esto aquí

Píenselo y no pecarás”

Este tipo de manifestaciones son muy dadas en las iglesias portuguesas donde los osarios y lo devotos son muy corrientes pero en la iglesia católica española es más difícil de encontrar.

A la izquierda se encuentra la ermita de la Magdalena edificada con forma de cruz latina de 1732, en sus paredes laterales sean ido colgando los cuadros de los hermanos mayores, el altar mayor de estilo barroco esta presidido por la Virgen de Belén, por un lateral y bordeando el altar, se accede a la sala Capitular, donde los monjes mayores impartían sus deberes hacia la comunidad. Destaca del conjunto los frescos y pinturas en color azul oscuro.

Regresando por nuestros pasos hasta la entrada y sin abandonar el recinto llegamos al gran mirador, donde se alza el monumento al Sagrado Corazón, fue inaugurado en 1929, a la derecha esta el sillón del Obispo y una cruz de mármol, desde este rincón hay una magnifica vista de Córdoba que en días claros puede llegar hasta Sierra Nevada.

Así finalizamos el día con una baño reconfortante en la magnifica piscina del camping, que además de luchar contra el calor, en estos momentos tendría un carácter higiénico, humanitario y necesario.

Día 24 de junio, (Domingo)

El día comienza con un calor bochornoso, la estimación meteorológica para las 16,00 debe de superar los 39º C ¿Qué hacer ante esto?. Comenzar la visita lo antes posible por la ribera del río Guadalquivir, visitamos la Ermita de los Mártires, del siglo XII y una de la colección fernandinas, coqueta y pequeña iglesia, que en su interior no puede albergar a más de unas decenas de personas. Su decoración es simple, limitándose a la Cruz, su autentico valor es situación en la ciudad y la antigüedad.

Más adelante en el mismo margen visitamos el antiguo Molino de Martos, en la actualidad totalmente rehabilitado y perfectamente llevado para informar y mostrar al visitante de lo que pudo ser su función entre los siglos XIII y XVI e incluso su uso se demoro hasta bien entrado el siglo XX, en su momento fue una de las principales industrias harineras de la capital.

Su situación en Córdoba y más en concreto en el río era en la presa conocida como: “Parada de San Julián”.

Su uso fue aceña harinera durante la época islámica y bajo medieval, hasta convertirse en molino de la industria de la lana, en el siglo XVI.

Durante 1236 hasta 1550 su propiedad permaneció a la Orden de Calatrava, compuesto el molino por cinco grandes ruedas verticales que daban movimiento a cinco piedras de molar, un poco más adelante fueron sustituidas por dos grandes turbinas.

El Hombre sentado (Córdoba)

Salimos a la calle por el margen derecho del Paseo de la Ribera en dirección al Puente de Miraflores, en las aguas del río Guadalquivir se ha instalado la estatua de un hombre sentado, pertenece a los escultures Rafael Cornejo y Francisco Marco que con el nombre: “El hombre del río”, dicha escultura obedece a una acto rocambolesco y lleno de picaresca pero por su definición ha movido a las autoridades a dedicarle su espacio de futuro.

Caminamos por el margen izquierdo hasta la torre de la Calahorra, desgraciadamente en estos momentos se encuentra cubierta de plásticos y andamios exteriores que no deja vislumbrar su autentica fisonomía. La torre tenia un carácter defensivo y de observación, se encontraba situada a la entrada de la ciudad, delante del puente romano y en dirección a la mezquita de Córdoba, en la actualidad se esta dedicando a difundir la cultura Andalusí, durante los siglos X al XII, época de máximo esplendor. Su exposición discurre de forma audiovisual, con maquetas y un decorado imitación al estilo de época.

En la sala principal se puede escuchar los decálogos, del maestro Averroes famoso por el libro “la Armonía entre la ciencia y la Religión”, es una defensa a ultranza de los valores de las mujeres dentro del Corán.

También está Maimónides, judío de Córdoba que puso en duda muchas de las teorías, como la que cuestiona la necesidad primera del desarrollo intelectual del hombre, y después debe de figurar la necesidad de la riqueza, todo un hito para la época.

Alfonso X el sabio, hombre educado en Toledo, ciudad donde convivían las tres culturas: judía, árabe y cristiana; trasmitió esa necesidad de respeto para entre todos conseguir ese autentico renacimiento de Europa, daba igual el nombre de Dios que se venere.

Ibn al Arabi, hombre musulmán que reconoce a los profetas fuera del Islam, la poesía de sus palabras es un nexo de unión para los cristianos y también plantea la unión en las tablas de la Torah y el sagrado libro del Corán, esto en estos días causaría una autentica revolución mediática y difícil de asumir por los extremistas actuales pero que ya diez siglos antes estaba ya planteado y en vías de solución.

Cruzamos el puente en dirección a la Cruz del Prado para llegar más adelante hasta la cruz del Potro, su nombre viene del potro que corona la fuente central. En la misma se encuentran las posadas, en una de ellas, Miguel de Cervantes se instalo a su llegada a la ciudad, también está el antiguo Hospital de la Caridad, donde hoy se ubica el Museo de Bellas Artes y el Museo del Pintor Julio Romero de Torres.

Al morir el ilustre pintor, su mujer y sus hijos donaron los lienzos del artista, aquí están expuestas sus obras más importantes: La Chiquita Piconera , Naranjas y Limones, Cante Hondo, Poema a Córdoba. El pintor consigue con su pincel hacer casi fotografías, retrata esas miradas profundas y llenas de melancolía, esos pechos propios de la mujer joven de la época y esos cabellos negros con moños de la mujer cordobesa.

A la salida, y en la misma plaza del edificio se pude disfrutar de la sombra de los naranjos y de la fuente central, que nos hace más llevadero los calores del mediodía.

En la plaza del potro decidimos almorzar y debemos elegir entre todos los restaurantes con mesas al exterior, un lugareño nos aconseja uno en especial se trata del “Museo de la Tapa", tomamos varios gazpachos y varias raciones : croquetas de jamón, fritura de pescado, puntillas de solomillo a la antigua, su salsa hace del plato especialmente delicioso, croquetas de vegetales; los postres típicos cordobeses, todo con cervezas y postres para cuatro personas 56,18 euros.

Una de las mejores formas de ver Córdoba es pasear por el centro sin rumbo fijo, en esta ocasión vamos por la calle de Santa María de Gracia hasta llegar a la iglesia de San Lorenzo, dicen que es una de las más bellas de la ciudad pero no podemos comprobarlo pues está en un lamentable estado de conservación y seguramente en proceso de rehabilitación, su interés, fue edificada sobre una antigua mezquita de la que el alminar se convirtió en campanario, seguimos hasta la Plaza de la Corredera, fue construida en el siglo XVII con una plante rectangular, es una de las más populares de la ciudad pero son las 16,00 y no hay un alma.

Antiguamente se celebraban las corridas de toros, pero también es celebre por las ejecuciones y fiestas religiosas. Esta rodeada de edificios castellanos, guarda cierta semejanza con la Plaza Mayor de Madrid y la de Salamanca.

Más adelante llegamos hasta las ruinas románicas donde solamente se conservan varias columnas, nos recuerda al palacio Romano de Évora (Portugal) o a las ruinas de Delfos (Grecia), en esta zona también se están haciendo trabajos de arqueología en el subsuelo.

Caminamos hasta la céntrica Plaza de las Tendillas, donde se levanta la estatua ecuestre del Gran Capitán, su nombre era Gonzalo Fernández de Córdoba que conquisto para la corona español el reino de Nápoles, aquí hacemos una alto para el calor y la sed. En una estupenda terraza sirven unos magníficos granizados de limón, su precio es muy competitivo 1.85 euros, todo un lujo por el precio para los tiempos en que vivimos.

El cristo de los faroles

Andamos por la ciudad, atravesamos la plaza de las capuchinas, donde se encuentra el Convento del mismo nombre; hasta llegar a la Plaza de los Capuchinos, es una de las más famosas de la ciudad, donde se encuentra “El Cristo de los Faroles”, fue construido en 1794, rodeado de una verja de hierro forjado en el que se depositan los rezos y las suplicas de muchos de los devotos cordobeses. Los turistas llegan a la plaza en coche de caballos, pero el calor les impide estar mucho tiempo.

Día 25 de Junio , lunes

Hoy es nuestro último día de estancia en la ciudad, queremos aprovechar el día recogiendo todo y hacer nuestras últimas visitas.

Comenzamos por el Palacio de los Marqueses de Viana, situado en la Plaza de don Gome número, 2, el aspecto exterior de la puerta de entrada y su fachada no hace merecedora de su autentico tesoro del interior.

Los últimos marqueses a su muerte sin descendencia dejaron sus bienes a los pobres, pero por extrañas circunstancias ahora son administradas por una gran caja de ahorros “Caja Sur”.

Entramos en una gran patio central de los 17 que componen el Palacio, su interior es una casa señorial del siglo XIV, mitad palaciega y mitad casa cortijo. Los marqueses actuales y anteriores eran grandes aficionados a las colecciones. Pinturas, porcelanas, alfombras, tapices, cordobanes, armas de fuego, etc. Todo se expone dentro de una un orden y una perfecta armonía.

La visita se hace guiada y estrictamente vigilada pues es tan la magnitud de cosas en la que se exhiben: cuadros de Sorolla, tapices con bocetos de Goya, oleos de la escuela Brueghel, todo de forma amena y divertida, parece que ayer mismo el marques ha estado sentado en esas inmensas butacas de sus salones. Si cerramos los ojos podremos imaginar al marques sentado en una de esas salas sobre su gran sofá, fumando un puro habano con un semblante de satisfacción al contemplar su ingente cantidad de tesoros acumulados durante su historia.

A la salida se hace un recorrido por esos patios tan bonitos y que debían de marcar la diferencia entre la nobleza de la época.

Monumento a Manolete (Córdoba)

De nuevo en las calles de Córdoba para visitar la estatua y monumento al gran torero Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete” situado en la Plaza de los Condes de Priego obra de Manuel Alvarez Laviada de 1956. Fue levantado tras su muerte en el coso de Linares (Jaén) una tarde de 1947. Para sufragar el coste de la estatua el Ayuntamiento realizó una aportación de 25.000 pesetas, así como un festival taurino

Para finalizar intentamos visitar el Antiguo convento de la Merced y hoy sede-palacio de la Diputación Provincial de Córdoba, situado en la Plaza de Colón, 15.

Fue construido en 1745 con una amplia fachada, en la que se alza la portada de la iglesia. Es uno de los grandes ejemplos del barroco cordobés con un revoco de imitación a mármol.

En su interior consta de un patio claustrado del que destaca la escalera lateral del mismo estilo.

Son las 17,00 horas y al ser un edificio oficial no esta abierto al público nada más que el claustro y las estancias dedicadas a exposiciones temporales. Con todo esto decidimos emprender viaje de vuelta y dejar esta visita para un próximo regreso a esta ciudad.

Finalizamos el viaje el cuentakilómetros marca 980 km, los doy por bien aprovechados.

-FIN-

by

Ángel López

© Fotografías y textos son propiedad:

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