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BLOG DEL VIAJE 10 DÍAS A LA ISLA DE PALMA DE MALLORCA, por A. LÓPEZ
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VIAJE PALMA DE MALLORCA

 

Día 20 de febrero (jueves)
Ruta: Madrid-Santa Ponsa (Palma de Mallorca)

Avión destino Palma de Mallorca (Baleares)

Ya sabéis que estamos inmersos en esa nueva fase de la vida que parece nunca va a llegar, ahora lo llaman tercera edad, pero aquí está para quedarse y trataremos de disfrutar con las herramientas que tenemos en nuestra mano.

Afortunadamente ya el año pasado hemos tenido la oportunidad de viajar a la isla de Palma de Mallorca con un precio muy ajustado, gracias a los programas del IMSERSO que nos pone el Estado para compensar los años de trabajo cotizados.

A las 5,30 am partimos en un Uber con destino al aeropuerto de Madrid T-4 para coger el avión que nos llevará al aeropuerto de Palma de Mallorca para disfrutar de los siguientes 10 días del viaje del Inmerso.

Llegamos a Palma en poco más de una hora, intentemos alquiler un coche para las vacaciones en el mismo aeropuerto pero los precios no bajan de 500 euros y nos parece una barbaridad.

Decidimos coger el bus Tib línea 103 con destino a Santa Ponsa, la particularidad de esta compañía es que tienes la posibilidad de pagar con la tarjeta de crédito, primero lo validas para el número de pasajero y al llegar lo vuelves a validar en la escalerilla de bajada. El precio es diferente del numero pasajeros, cuantos más viajeros validadas pues más barato sale, el primero son 2,70 el segundo 2,50, el tercero 2.25 y el cuarto 2,05. Mientras que si pagas al conductor en efectivo el precio es de 4,50€.

Playa de Sabta Ponsa en Palma de Mallorca (Baleares)

Una vez en Santa Ponsa tenemos muy cerca el hotel que tenemos asignado por el Inmserso es el Hotel Gobalia. Nos encontramos un hotel de cuatro estrellas con un equipamiento de las habitaciones muy acertado, el servicio de comedor y las comidas son las mejores de los hoteles del Inmerso hemos estado hasta ahora.

Nos trasladamos en el bus hasta la vecina localidad de Peguera donde hemos dejado reservado el alquiler de un vehículo Panda por 225 euros para 9 días, la mitad de lo que nos pedían en el aeropuerto de Palma.

Marchamos a dar una vuelta por la ciudad de Palma y enterarnos de la posibilidad de hacer la visita a Soller en el tren de madera y poder identificar donde podemos dejar el coche maña durante la excursión.

Aprovechamos para dar una vuelta por la plaza de España donde se encuentra el Monumento Jaume I el Conquistador que se alza imponente sobre una montaña de piedras GPS N39.5757617 E2.653219.

Monumento Jaume I en Palma de Mallorca (Baleares)

En 1902 se empezaron a derribar las murallas de Palma. En 1905 se empezó a urbanizar la actual plaza de España. En 1908, la puerta medieval de Sta. Margalida (ubicada en la calle de St. Miquel), por donde había entrado las huestes de Jaime I en 1229, fue declarada Monumento Nacional, pero en 1912 sufrió un atentado, pues fue dinamitada y derruida para disgusto de la ciudad. Con el fin de desagraviar este atentado y recuperar la memoria del rey conquistador, el Ayuntamiento decidió levantar un monumento dedicado en memoria de Jaime I como recuerdo de la entrada del rey en Madina Mayurqa. El Consistorio se dirigió por carta al rey Alfonso XIII para ofrecerle la posibilidad de ayudar a sufragar el monumento del Conquistador, a lo que el rey respondió enérgicamente que no y al mismo tiempo que mostraba su indignación por el derribo de la puerta de Santa Margarita.

Entonces se abrió una suscripción popular con un crédito de quince mil pesetas. Se convocó un concurso para realizar el monumento, el cual fue ganado por el escultor Ignacio Farran. La primera piedra del monumento fue colocada por la infanta Isabel, la Chata, en 1913, bajo la presencia de un numeroso público, entre los que se encontraba el alcalde Antonio Pou. De Farran son los escudos que blasonan el monumento (el del rey de Aragón y el del conde de Barcelona). En cambio, tanto el soldado (almogáver) que levanta el ramo de laurel (signo de la victoria) y la escultura ecuestre del Conquistador son obra de Enric Clarassó, pues en 1914 Farran había abandonado el proyecto.

Iglesia de las Capuchinas en Palma de Mallorca (Baleares)

En una de las esquinas de la plaza de España se encuentra la iglesia del Convento de las Capuchinas, GPS N39.5747997 E2.6537009.

Es una oportunidad única para adentrarse en un convento de clausura y descubrir el pasado y el presente de una comunidad religiosa que conserva un valioso patrimonio histórico, artístico y etnográfico. El Convento de la Purísima Concepción de Monjas Capuchinas, fundado en 1662, conserva espacios singulares en los que la arquitectura popular y los objetos ligados a los trabajos ancestrales sirven para recordarnos la Mallorca del pasado.

El silencio y la calma que se respira entre sus muros nos invitan a sumergirnos en la quietud del corazón de la ciudad. Otro motivo para visitar la Purísima Concepción son los dulces caseros del convento, que se venden a través del torno. Curiosamente, el convento también es muy conocido por su notable colección histórica de belenes navideños.

Nada más llegar al hotel hacemos la reserva de las entradas para el Tren de Soller por Internet porque no podemos esperar a mañana y que se acaben como nos paso el año pasado. Pagamos 38 euros, el precio incluye el tren de madera hasta Soller y el tranvía hasta Port de Soller, ida y vuelta.

Día 21 de febrero (viernes)
Ruta: Santa Ponsa (Palma de Mallorca)-Soller-Santa Ponsa

Maquina del Tren de Sóller Palma de Mallorca (Baleares)

El día 2 comienza en el hotel del Inmserso de Santa Ponsa, la noche la hemos pasado muy tranquila. Hemos madrugado porque tenemos que salir con destino Palma de Mallorca.

Una vez en Palma utilizamos el propio parking del tren de Soller para dejar el coche durante el tiempo de la excursión a Soller GPS N39.5774041 E2.6539154, situado en Carrer del Comte d'Empúries Palma, el precio es de 2 euros la hora, precio máximo 12 horas.

La estación del Ferrocarril de Soller GPS N39.5771893 E2.6543299, situada Carrer d'Eusebi Estada, 1, Nord, 07004 Palma.

La Estación se encuentra en un hermoso lugar en el centro de Palma, que nos retrotrae a tiempos pasados, en 1921, con su encanto y belleza, con el ir y venir del querido Ferrocarril de Sóller.

La bonita estación del tren de Sóller en Palma, está en un punto neurálgico de la Ciudad, la popular y transitada Plaza de España.

Estación del Tren de Sóller de Palma de Mallorca (Baleares)

A principios del pasado siglo, la Ciudad de Sóller no podía continuar con el aislamiento que tenía con el resto de poblaciones de la isla, por la configuración geográfica de su ubicación, rodeado de montañas y de muy difícil acceso.

Se valoraron diferentes proyectos, y por fin en 1903 se iniciaron las obras, en ambas ciudades, progresaron con rapidez hasta llegar a la Serra de Tramuntana.

Fue en 1911 cuando se consiguió la hazaña, tras laboriosos trabajos de perforación, se pudo comunicar las dos poblaciones.

Al año siguiente se procedió a la inauguración oficial de la línea Palma-Sóller. Una efeméride que supuso un cambio social de dimensiones gigantescas al permitir la comunicación por vía férrea de las dos ciudades.

Llegamos con tiempo suficiente, desde el andén, cubierto de una marquesina que ofrece sombra y resguardo al viajero, podemos contemplar las maniobras de acople del automotor al resto del convoy, un proceso que, entre los toques de trompetilla de los guardavías y los graves pitidos de la vetusta máquina, se ha repetido diariamente durante más de un siglo.

Interior del Tren de Sóller de Palma de Mallorca (Baleares)

A las 10,30 horas, puntualmente partimos. Subimos dos baldas y, ya en la plataforma del vagón, accedes a su interior a través de una puerta acristalada: suelo, paredes y techo de madera lacada; ventanas de guillotina, apliques dorados y asientos de cuero y metal.

El tren de Sóller conserva el mismo aspecto desde su inauguración, gracias al cuidado artesanal y continuo que ha recibido a lo largo de los años. Los asientos pueden intercambiar su posición para que el viajero pueda elegir si sentarse frente a sus compañeros de grupo o hacerlo de forma separada, de cara al sentido del viaje. En el vagón de primera clase, unos sofás sustituyen a los asientos, haciendo el viaje todavía más cómodo. Es una verdadera atalaya rodante única para la contemplación del paisaje mallorquín, con el sabor de la “Belle Époque”.

Un trayecto de una hora de duración que te lleva a otro tiempo y a otra Mallorca. A la época en la que las cosas sucedían de modo más pausado y el tren era un artefacto moderno que representaba el futuro y el progreso. A la Mallorca de los abuelos, la más desconocida, la agrícola y tradicional, donde la naturaleza está esculpida piedra a piedra, bancal a bancal, para poder extraer todo el fruto de la siembra.

Apeadero de Bunyola en Palma de Mallorca (Baleares)

Una vez superados los apeaderos de la carretera de Santa María y el de Caubet, la vía se adentra, ya más elevada, en un bosque de pinar mediterráneo para desembocar en la villa de Bunyola, edificada al pie de la Serra d'Alfàbia. Su estación se conserva tal como fue erigida, hace más de cien años, con un señorial edificio principal y una subcentral eléctrica transformadora del año 1929. A sus pies se extienden jardines y campos de limoneros que inundan el ambiente de aroma cítrico.

Saliendo de Bunyola llaman la atención tres edificios: Sa Torre o Villa Francisca, de estilo modernista; s'Alqueria d'Avall, una típica finca mallorquina de montaña, y la alquería de Alfàbia, una casa que data de los tiempos de la dominación árabe rodeada de jardines de inspiración andalusí.

Después se puede observar un cambio en el paisaje, ya que nos adentramos en los parajes del olivar, característico de la Serra de Tramuntana.

Son olivos centenarios, de amplias copas y gruesos troncos esculpidos por el tiempo, con la singularidad de que están sembrados en las laderas mediante la construcción de bancales sustentados por muros de piedra seca, sujeta sin argamasa, llamados “marges” en catalán. Esta modificación humana del entorno natural que escalona las laderas de las montañas para hacerlas cultivables es una de las peculiaridades que han convertido la Serra de Tramuntana en Patrimonio de la Humanidad en la categoría de Paisaje Cultural.

Paisaje desde el Tren de Sóller en Palma de Mallorca (Baleares)

El tren se sumerge traqueteante en el paisaje a través de una trinchera excavada en la roca y cruza el primer túnel de los trece perforados para salvar la agreste geografía. El siguiente es el más largo, con una extensión de casi tres kilómetros.

En su interior el ferrocarril llega al punto más elevado de su recorrido, unos 200 metros por encima del nivel del mar. Se encienden las lámparas en el interior de los vagones, en el exterior se hace la oscuridad más absoluta. Empujado por el émbolo que conforma el convoy, el aire aúlla como un fantasma atrapado en el interior de la montaña. Si abrimos ligeramente nuestra ventanilla, esa brisa húmeda, con olor a musgo y helecho, golpea fría, mientras las ennegrecidas paredes del túnel se deslizan veloces a pocos centímetros de nuestros rostros.

Unos minutos después, el tren aparece en la vertiente de Sóller en un estallido de luz y verdor. Todavía estamos en plena montaña, rodeados de olivar y bosque de pinar y encina, circulando por la pared de una hondonada que precede al valle. Ahora toca serpentear por la ladera para un descenso suave hasta nuestro destino. Túneles, puentes y viaductos hacen posible que la vía supere los numerosos obstáculos y desniveles naturales.

Atravesando la Tramontana en Palma de Mallorca (Baleares)

A nuestra derecha se expande el Valle de Sóller, cubierto de huertos de naranjos y limoneros, circundado por las altas montañas que se recortan sobre el cielo: Serra d'Alfàbia, Es Cornadors, L'Ofre, Serra de Son Torrella y la imponente mola del Puig del Migdia, que preside majestuosa la espectacular panorámica.

En la ladera del Pujol d'en Banya, el tren especial realiza una parada técnica de unos diez minutos que nos da la oportunidad de bajar del tren para poder observar y fotografiar desde el mirador el paisaje abierto a nuestros pies.

El convoy circula ya por las cercanías del pueblo, cruzando pequeños huertos de naranjos, hasta que, superado el último túnel, se desliza plácidamente hasta la estación de Sóller.

La ciudad presume de cultivar las mejores naranjas del mundo, cuya exportación a Francia y a otros países europeos floreció en el siglo XIX, cosa que motivó la emigración de muchos sollerics al país galo y, por tanto, la influencia de la cultura francesa y los lazos fraternales con ese país.

Parada en la panorámica de Sóller en Palma de Mallorca (Baleares)

El tren anuncia con un pitido final su entrada en la estación, marcada por la visión de los diversos elementos que la componen: las cocheras, los talleres, los almacenes, los cruces de vía y los muelles de carga. Más allá la subcentral eléctrica que da corriente a toda la línea férrea.

Estación de tren de Sóller en Palma de Mallorca (Baleares)

Las salas Miró y Picasso Ceràmiques, de la Fundació Tren de l'Art, se encuentran en Can Mayol, el casal que alberga la Estación del Ferrocarril de Sóller. Dos exposiciones permanentes con obras originales de los geniales artistas que pueden visitarse gratuitamente.

Es conocida la amistad que existió entre los dos pintores, la cual nació en París en 1920 en una visita de Miró a Picasso. La historia cuenta que en este primer encuentro el catalán obsequió al malagueño con una ensaimada mallorquina.

En la sala Picasso la muestra se centra en su trabajo en cerámica. Presenta 50 obras que representan temáticas habituales del artista: escenas mitológicas, naturalezas femeninas y sus clásicas tauromaquias.

La relación familiar de Joan Miró con Sóller -su abuelo materno era nacido en esta ciudad- motivó que los nietos del pintor decidieron ceder las obras expuestas en la Sala Miró como homenaje a su origen solleric. La exposición está compuesta por 35 grabados pertenecientes a las series: “Gaudí”(1979) y «Lapidari» (1971).

Constelaciones de Joan Miró en Sóller, Palma de Mallorca (Baleares)

A principios del siglo XX Joan Miró venía a menudo a Sóller con su madre Dolors Ferrà. Cuando venían a nuestra ciudad habitaban en la casa número ocho de la calle de la Creu, una tranquila región de la parte alta de la ciudad, entre las calles de Pau Noguera y del Sol, que pertenecía a Andreu Coll Ferrà, primo de la madre de Joan Miró. En esta misma casa tuvo su carpintería el gran ebanista Joan Ferrà Santandreu, casado con Josepa Oromí, que eran los padrinos maternos de Joan Miró. La casa de al lado era propiedad de Joan Coll Ferrà, hermano de Andreu; ambos habían heredado los correspondientes inmuebles de su madre Catalina Ferrà Santandreu. Esta mujer era hermana del padrino de Joan Miró.

Es de suponer que la familia Ferrà habían sido ebanistas a lo largo de varias generaciones. Aunque, como hemos dicho, su carpintería estaba en Sóller, tenían tienda en Palma, en la calle Ses Minyones número 11. Se sabe que tenían un carro y dos caballos y el carretero lo conocían como maestro Mateu. Según Lluís Juncosa, Josepa Oromí le tenía prohibido pegar a los caballos.

Dona de Pablo Picasso en Sóller, Palma de Mallorca (Baleares)

Llucia Brunet, sollerica que actualmente tiene noventa y un años que vivió a lo largo de 50 años en la casa número 6 de la calle de la Creu, por tanto vecina de los Ferrà, recuerda cómo su tía, Antonina Frontera, de Can Garbulla, le explicaba que en la barriada se comentaba a veces “ahora viene la catalana con su hijo”. Se ve que llamaba la atención porque el niño hablaba un catalán muy diferente al solleric y vestía como un niño de ciudad, de una forma a la que no estaban acostumbrados los chicos de Sóller.

Joan Miró era hijo de Miquel Miró Adzerias y de Dolors Ferrà Oromí, que tenían una joyería en Barcelona, en el pasaje del Crèdit. Justo al lado estaba Calzados Oromí. Se da la circunstancia de que cuando el pintor se casó, el 12 de octubre de 1929, lo hizo con Pilar Juncosa Iglesias que era hija de Lambert Juncosa Masip y de Enriqueta Iglesias Oromí. Las madres del matrimonio eran por tanto primas. Es de suponer que la amistad con la familia Juncosa debió empezar con que ellos también eran ebanistas y además eran parientes.

Volviendo a las estancias solleriques del genial artista, fue por tanto, por la barriada mencionada de la calle de la Creu, donde Joan Miró empezó a conocer Mallorca. Cuentan que cuando Miró y su primo soller se entretenían dibujando, su tía le decía a Juan: “Mira cómo dibuja tu primo porque tú sólo haces huevos fritos.” Hay que recordar que el artista empezó a realizar dibujos figurativos desde muy joven. Se conservan dibujos de Joan Miró cuando tenía ocho años y es de suponer que alguno de ellos reflejaría Sóller o se habría elaborado aquí debido a sus numerosas estancias en nuestra ciudad. A veces, cuando todavía era un niño y venía hacia Mallorca, viajaba solo desde Barcelona bajo el control de una camarera y cuando se acercaban al puerto de Palma el capitán le dejaba subir al puente. En otras ocasiones hacía el viaje acompañado de su madre.

Iglesia de San Bartolomé en Soller Palma de Mallorca (Baleares)

Bajamos hasta la plaza de la Constitución donde se encuentra La iglesia de San Bartolomé de Sóller GPS N39.766588 E2.7155006. Precio de entrada 3 euros, museo incluido.

La iglesia de Sant Bartomeu de Sóller presenta una de las fachadas más notables del modernismo mallorquín, obra del reconocido arquitecto Joan Rubió i Bellver, discípulo de Antonio Gaudí. A pesar de ser la parte más visible y reconocida del templo, la historia del templo no empieza aquí. El templo primitivo es del siglo XIII. El Papa Inocencio IV, a su bula otorgada en Lyon el día 14 de abril de 1248, la puso bajo la protección apostólica con el título de Sant Bartomeu. Sabemos que en 1370 el templo se encontraba en estado ruinoso. El siglo XIV se construye un nuevo templo del cual se conservan diferentes testigos: una vuelta de crucería gótica al campanario, la fachada, la puerta y un ventanal integrados al muro de la parte del Cementerio junto al portal lateral del templo. También podemos ver el ventanal que daba al altar mayor del templo al lado opuesto de la antigua fachada, calle de Joan Baptista Ensenyat. Entre 1688 y todo el siglo siguiente es construye la iglesia barroca a pesar de que tiene una cubierta de vueltas de crucería, este es un hecho arcaizante. Entre 1904 y 1947 tienen lugar las obras modernistas de Joan Rubió. La Parroquia aumenta su superficie con dos capillas más, las actuales capillas del Bautismo y de las Almas, y también con un tramo más pequeño donde se encuentra la tribuna sobre la cual encontramos el órgano del templo. Diseños también de Rubió son el retablo del Corazón de Jesús, el gran rosetón de la fachada y los vitrales, también de la fachada, de los padres de las iglesias Oriental y Occidental. La capilla del Corazón de Jesús está presidida por una talla del escultor Josep Llimona.

Nave de la Iglesia de San Bartolomé en Soller Palma de Mallorca

Gaudí y Rubió en 1908 hicieron una visita para el posible diseño de la verja y en agosto de este mismo año está firmada la memoria de la misma, así como las condiciones del Ayuntamiento para su realización. Realizada en hierro y piedra, consta de dos partes principales: una primera parte formada por un muro como contención de tierras en fábrica de mampostería ordinaria y la parte superior mixta compuesta por reja de hierro laminado y columnas compuestas por sillería rústica. Esta obra fue supervisada por Antonio Ruyán quien será el responsable de las obras del Banco de Sóller que fue proyectado por Rubió y de la misma manera, modernista. En 1911 finalizarían las obras de la verja que rodea las naves de nuestra iglesia.

Como hemos comentado anteriormente, tenemos una segunda etapa en la que se realiza el final de la fachada y atrio de la iglesia de San Bartomeu de Sóller. Esta comienza en 1944 y, a diferencia de la primera de sus etapas, está exclusivamente financiada por privados. Se lleva a cabo la decoración del pavimento del atrio por la que hubo contratiempos en cómo se iba a materializar. Finalmente Rubió envió dos trazas que finalmente siguieron.

Virgen de la Iglesia de San Bartolomé en Soller Palma de Mallorca

Parece que hacia 1947 están finalizadas las obras, pero consta una fotografía de la época en la que el constructor ha dibujado las esculturillas que faltaban. Sabemos que el escultor Tomàs i Vila se ofreció para llevarlas a cabo pero por motivos económicos finalmente no se materializó.

El material en el que se lleva a cabo la construcción de la fachada principal de la iglesia es la piedra, un material que no es frecuente en la carrera de Rubió i Bellver como pueden ser el ladrillo. Podemos ver un antecedente en su maestro Gaudí. A pesar de que los sillares de piedras almohadillados por los que apuesta en esta obra están unidos por cemento, vemos como hay una voluntad por parte del artista de recordarnos a la técnica de la piedra en seco de antaño. Esto lo sabemos ya que tiene un escrito que dedicó a este tipo de construcciones, barraques y marges en Cataluña y Baleares. En definitiva, el material que escogió para realizar una de las principales edificaciones hace un claro homenaje a aquellas construcciones en piedra en seco que tanto esbozó y dibujó.

Rosetón de la Iglesia de San Bartolomé en Soller, Palma de Mallorca

Finalmente esto da como resultado un gran atrio de carácter modernista con historicismos góticos, destacando un gran arco apuntado con dos arcos ojivales y un rosetón que corona la portada, sobre este, un remate escalonado con nueve aperturas. Una obra en la que vemos cómo ha mantenido, en cierta manera, los historicismos de la primitiva iglesia teniendo en cuenta al mismo tiempo el momento de la época. Un reflejo de la economía y el contexto socio-cultural en el que se encontraba y un claro reflejo de cómo el arquitecto modernista consigue dar homenaje a una de las tradiciones que más destaca en la zona, la piedra en seco.

La iglesia actual fue construida en estilo barroco y neogótico tardío a finales del siglo XVII sobre una iglesia anterior. Solo los restos de las murallas de la fortaleza con aspilleras en la entrada lateral de la iglesia, que se construyó a su alrededor para protegerla de los piratas turcos, son evidencia del primer edificio. La Iglesia de Sant Bartomeu estaba equipada con una bóveda de crucería ornamentada. La iglesia tiene un total de siete tramos de bóveda, todos ellos decorados con detalladas claves. Como su predecesora, esta iglesia también estaba dedicada a San Bartolomé, uno de los tres primeros evangelistas que vagaron por Mesopotamia, India y Armenia como predicador.

Banco de Sóller, Palma de Mallorca (Baleares)

Como en muchas iglesias, el ornamentado interior de la Iglesia de Sant Bartomeu proviene de diferentes épocas. Un total de seis capillas laterales se alinean a cada lado de la nave principal. Sus magníficos altares, relucientes en oro, que están principalmente dedicados a María, José, Jesús, los apóstoles y san Bartolomé, están realizados por algunos reconocidos artistas españoles y mallorquines. En el lado oeste de la capilla número siete, una entrada lateral conduce a un idílico jardín que anteriormente se utilizaba como cementerio. Cuando la luz del día brilla a través del rosetón, la iglesia ofrece un ambiente muy especial a través de los diferentes tonos de color de las ventanas de vidrio. Ideal para fotógrafos aficionados. De lo contrario, la iluminación proviene principalmente del gran candelabro en el medio de la iglesia.

En la misma plaza de la Constitución de Soller se encuentra otro edificio modernista de Joan Rubió que llama mucho la atención por su belleza es el edificio del BANC DE SÓLLER (1889) GPS N39.7662116 E2.7151742. Este edificio fue construido para albergar el dinero de los ricos emigrantes que volvían a su pueblo natal.

Interior del Banco de Sóller, Palma de Mallorca (Baleares)

Se trata de un edificio puramente modernista, un estilo que se refleja en la proliferación de la línea curva, la utilización de materiales artesanales, el repertorio decorativo geométrico y naturalista, y el juego de formas en la disposición de los diferentes elementos que conforman la fachada. Todo ello constituye un conjunto muy armonioso y agradable de contemplar.

El banco forma chaflán en la plaza de la Constitución y consta de planta baja dedicada a oficinas, planta principal y porche dedicado a viviendas y un sótano utilizado como archivo de la entidad.

El edificio construido íntegramente con piedra gris. Los muros presentan un zócalo de sillares en la parte inferior, que continúa con un tabicado de piezas de piedra almohadillada de dimensiones diversas y dispuestas en distintas formas e hiladas. Culmina las paredes un alero de madera con las cabezas de viga y un tejado de teja árabe con terraza. Presenta aperturas de varias dimensiones, formas caprichosas y distribución desigual a las tres plantas: con tendencia a la verticalidad y arcos de medio punto o de umbral curvado y las otras más pequeñas y cuadradas; pero todas con las dovelas resaltadas en relación al plan del muro. Todas las puertas y ventanas están protegidas por rejas de hierro forjado y remachado muy trabajada y ornamentada con motivos florales y líneas curvas. A la esquina de unión de los dos muros principales se abre una gran ventana formada por un balcón volado de doble tribuna semicircular con balaustrada. Una columna estriada con base y capitel circulares actúa de mainel. Sobre la ventana hay un cartel con la inscripción “Banco de Sóller”, que acompaña la escultura una grandiosa cabeza de león que representa el escudo de Sóller.

Tranvía de Port de Sóller, Palma de Mallorca (Baleares)

Caminamos hasta la estación de tren para coger el tranvía e ir hasta el puerto de Sóller, afortunadamente tenemos hueco porque habilitan un segundo convoy tranvía, si no sacas el precio combinado tienes que pagar 10 euros por trayecto..

Este tranvía tiene la peculiaridad de unir montaña y mar en un trayecto de media hora, desde el valle en el corazón de la Serra con el puerto y la playa.

Inaugurado en 1913, el tranvía de Sóller no es solo un atractivo turístico, sino también un medio de transporte colectivo utilizado desde hace más de un siglo por los habitantes de la pequeña ciudad para desplazarse a su puerto y playas y viceversa.

El tranvía, además de transportar pasajeros, se ha utilizado también para transportar las cajas de pescado de los muelles al mercado o las de naranjas hasta los barcos que navegaban antaño hasta los puertos franceses, para subir las hortalizas de la huerta al pueblo e incluso para llevar carbón y materiales de guerra hasta la base naval de la Armada ubicada en el Puerto de Sóller.

Tranvía de Port de Sóller, Palma de Mallorca (Baleares)

Subirte al tranvía frente a la estación te da la oportunidad de cruzar el centro de Sóller a través de sus calles y plazas repletas de un gentío que hace tener una panorámica hermosa.

El tranvía deja la Plaza de España para bajar por el arbolado paseo de Es Born, con la monumental iglesia parroquial a la derecha y las terrazas de cafeterías y bares a la izquierda.

Desde Es Born el convoy entra en la Plaza Constitución, centro neurálgico de la localidad, siempre ajetreada y bulliciosa, especialmente en los sábados de mercado. A tu izquierda tienes el edificio consistorial y a tu derecha puedes observar el conjunto arquitectónico de estilo modernista formado por las fachadas de la iglesia de Sant Bartolomé y el Banco de Sóller.

En los meses de buen tiempo, el tranvía es equipado con los vagones de pasaje llamados jardineras. Estos están abiertos en sus flancos, cosa que permite disfrutar todavía más del ambiente y del paisaje.

Tranvía de Port de Sóller, Palma de Mallorca (Baleares)

Dejando atrás la plaza principal y el Mercado municipal, el tranvía se adentra en un territorio menos urbano y más rural, compuesto por los jardines traseros de las casas y los huertos de naranjos y limoneros. Pronto, a la derecha, podrás observar también el Torrent Major, sorteado por el tranvía sobre un pequeño puente de acero.

En esa zona, llamada Es Camp de S'Oca, los sollerics lograron una gesta histórica, todavía recordada y celebrada festivamente cada año. En mayo de 1561 tuvo allí lugar una batalla donde los habitantes del valle lograron repeler y derrotar a una horda mucho más numerosa de piratas berberiscos que intentaban saquear la ciudad.

Como el tranvía es utilizado también por los vecinos, en su paso por el barrio de L'Horta hay dos paradas más. El maquinista solo frena el convoy si el viajero le avisa haciendo sonar la campanilla colocada a tal efecto, tirando de una correa que cuelga del techo del vagón. Una peculiaridad más de este singular transporte.

La recomendación es nada más llegar al puerto es buscar un sitio para comer porque la afluencia de turistas es semejante a un día de verano.

Port de Sóller, Palma de Mallorca (Baleares)

Dicho y hecho, vemos el restaurante más antiguo de Port de Sóller, es El Mar y Sol, tiene el mismo nombre del ibicenco. Desgraciadamente no tienen mesa, en la zona cubierta.

Nos decantamos para comer por el restaurante La Miranda porque es uno de los pocos que ofrece un menú diario anunciado en las pizarras por 16 euros, dos platos y postre.

Port de Sóller, Palma de Mallorca (Baleares)

La verdad es que entramos porque hay que comer y porque este es el típico lugar donde te pueden sorprender en el precio por la cantidad de turismo, no son nada amables, y la cantidad de los platos son minimalistas: unas croquetas, nos sirven cuatro de tamaño XS, una hamburguesa de 90 gramos y una tarta, tipo pastel.

Port de Sóller está rodeado por las imponentes montañas de la Tramuntana, y su propia ubicación convierte a este lugar en un enclave digno de ver. Destaca su enorme bahía protegida, salpicada por barcos meciéndose sobre el mar. Además, podrás deleitarte con las vistas al Mediterráneo y a los vastos campos de naranjos.

Casas de Port de Sóller, Palma de Mallorca (Baleares)

Un paseo por el puerto para ver la colección más importante de barcos llauts de Baleares que nunca he visto, unos pocos barcos de pesca y muchos yates de varios millones de euros completan el paisaje.

Tomamos el tranvía de regreso a Soller y después el Tren de Soller haciendo el recorrido a Palma en sentido inmerso. El cambio de luz, hace que el regreso sea un verdadero espectáculo.

Solamente nos queda recoger el coche, el importe que nos marca el parking es de 19 euros de estancia, creo que es una buena opción para pasar un gran día de excursión.

Día 22 de febrero (sábado)
Ruta: Santa Ponsa-Alcúdia-Formentor-Santa Ponsa

Ciudad Romana de Pollentia Alcúdia (Baleares)

El día 3 comienza en el hotel del Imserso de Santa Ponsa, la noche la hemos pasado muy tranquila. Hemos madrugado porque tenemos que salir con destino Alcúdia, regresamos al hotel para almorzar y la tarde la dedicamos a ver la zona de Formentor.

La ciudad de Alcúdia la visitamos el año pasado pero no pudimos verla con mucha amplitud, este año la vamos a dedicar todo el tiempo que podamos. Para aparcar utilizamos un aparcamiento de tierra municipal frente a la muralla GPS N39.851311 E3.1215805, es gratuito.

Lo primero que queremos visitar son los resto del yacimiento de la Ciutat romana de Pollentia GPS N39.8509641 E3.1201641, situada Av. Prínceps d'Espanya, s/n, 07400 Alcúdia. La entrada son 3 euros.

La fecha de la fundación de la ciudad romana de Pollentia nos viene dada con gran precisión por los historiadores romanos en 123 aC.

«Pollentia», que en latín significa «poder», fue así el prototipo de una ciudad romana de provincias. En su momento de mayor esplendor tuvo unas 12 hectáreas de extensión, el doble de lo que se le supone a Palma (unas 6 Ha.), Barcino (Barcelona), unas 13. Junto a estas ciudades de provincia, Tarraco llegaba las 70 Ha. y Roma superaba las 1.380.

Casa de la Ciudad Romana de Pollentia Alcúdia (Baleares)

Pollentia plantea el problema de saber si desde su fundación fue una colonia o, como Palma, un municipium civium romanorum .

Los hallazgos indican que en sus inicios Pollentia era una ciudad de poca importancia y reducidas dimensiones. Seguramente su desarrollo recibió un fuerte impulso cuando Sertorio hizo de Baleares su refugio, una vez expulsado de Hispania, intentando dominar el comercio de la costa de Hispania Citerior.

A su muerte, en el año 72 aC. Metelo y Pompeyo reorganizaron la Hispania romana, reforzando los establecimientos originales de Pollentia y Palma.

A partir del siglo XVII se mencionan hallazgos de monedas en los campos de Santa Ana de Alcúdia. También en aquellos tiempos se encontró en el Camp d' Francia una cabeza de mármol de Auguts velado, y en el siglo XIX en la finca de Santa Ana se descubrió una cabeza de mármol de chico.

Un conjunto de lápidas epigráficas procedentes de estos campos, se conoce a partir del siglo XVIII. Alguna de ellas fue la primera guía para demostrar el asentamiento de Pollentia. Sólo una de las lápidas se refiere a la ( RE ) SP ( ÚBLICA ) POLL ( ENTINA) , es una inscripción honorífica del siglo II o principios del siglo III dC según Hübner .

Barrio residencial, Ciudad Romana de Pollentia Alcúdia (Baleares)

Todos estos hallazgos, así como los descubrimientos casuales de bloques de marés, muros y cerámicas romanas motivaron al Catedrático Gabriel Llabrés y al militar Rafael Isasi a realizar una serie de campañas de excavación en los campos de Alcudia, desde la iglesia hasta el mar. Estos trabajos se realizaron entre 1923 y 1934 de forma sistemática, sin embargo sólo se publicó la memoria de 1931.

Se realizaron zanjas y sondeos en la mayoría de las fincas, dando todos ellos resultados positivos y mostrando la presencia de construcciones del entorno del centro de una ciudad romana. La mayoría de los restos indicaban que se trataba de casas y habitaciones de una cierta riqueza, patente por la presencia de pavimentos, mosaicos y estucos pintados. En la finca de Can Pi se descubrió un edificio rectangular de 29 metros de largo con un peristilo porticado en el centro, rodeado de una galería en la que daban las habitaciones. Estas habitaciones tenían pavimento de mosaico de opus sectile polícromos o en blanco y negro, y otros de opus signinum. Las paredes estaban pintadas con motivos geométricos y figuras (pájaros y flores). También en la finca de Santa Ana se descubrió un edificio de grandes dimensiones, con la fachada ornamentada con dos pilastras y dos columnas, un vestíbulo, varias habitaciones con mosaicos y decoraciones de estuco pintado en las paredes, y un numeroso conjunto de alfarería de una cierta consideración, indican la función de parte de esta casa urbana.

Ciudad Romana de Pollentia Alcúdia (Baleares)

Finalmente, la falta de criterios estratigráficos hacía difícil la interpretación de las construcciones excavadas, ya que los materiales no fueron estudiados con el rigor necesario que hubiera hecho posible la datación de las estructuras descubiertas.

Pollentia fue fundada después de la conquista de la isla, que llevó a cabo el cónsul Quinto Cecilio Metelo en el año 123 aC, supone el inicio de la vida urbana en Mallorca. El gran desarrollo urbanístico, que experimentó entre el siglo I aC y III dC, en parte dado por su situación estratégica entre las bahías de Pollença y Alcúdia, la convirtió en la ciudad más importante de época romana de Baleares; con una extensión de entre 15 y 20 ha. El trazado reticular, orientado norte-sur, organizó el tejido urbano, que contó con una red de abastecimiento de agua potable y alcantarillado. Actualmente se pueden visitar las áreas de la portezuela, el Foro, y el Teatro.

La Portella es el área residencial, que contiene restos de tres domus, y del trazado viario que las une. La Casa de los Dos Tesoros, es lamas conservadas y permite distinguir las diferentes partes de su estructura, centralizadas por el atrio. Su fachada principal da a la Calle Porticada del que aún se conservan las columnas que servían de soporte al porche.

Bronce de la Ciudad Romana de Pollentia Alcúdia (Baleares)

Justo al otro lado de la calle está la casa del Jefe de Bronce, en la que encontraron el Jefe de Nina de bronce que se conserva en el Museo. La Casa Noroeste, es la peor conservada, pero sobre sus cimientos podemos situar un fragmento de la muralla romana del siglo III dC.

En el área central de Pollentia se encuentran los restos del Foro, la plaza de la ciudad. Es en esta zona abierta al público en 2002, donde actualmente se llevan a cabo trabajos arqueológicos durante los meses de verano.

El área nos ha aportado valiosa información sobre la organización urbana de Pollentia, y presenta una cronología que va desde los momentos de fundación de la ciudad en los siglo I aC, hasta la época tardía relacionada con una extensa necrópolis.

Como elementos más importantes cabe destacar el Templo Capitolino, dos templos menores, un amplio conjunto de Tabernae (área comercial), y varios elementos de tipo ornamental.

Cueva de Teatro Ciudad Romana de Pollentia Alcúdia (Baleares)

El Teatro está ubicado en las afueras de la ciudad en dirección sur, muy cercano al lugar donde estaría situado el puerto en época romana, el teatro es uno de los elementos más representativos de todo el conjunto.

Inicialmente fue considerado como teatro griego, pero, después de su excavación en 1952 por parte de Amorós, Almagro y Arribas, se estableció su tipología y datación siglo I dC.

Tiene como peculiaridad ser un teatro excavado en la roca aprovechando el desnivel natural del terreno, y conserva buen parte de su estructura.

Se pueden distinguir los tres elementos más destacados, la cávea, la orchestra, y la escena.

De la cávea, se conserva la cunei central y las escaleras de ingreso que la delimitan, mientras que los laterales han desaparecido, se conservan también las tres gradas de la proèdria separadas del resto por un pasillo más ancho. La parte superior de la cávea no se ha conservado, y según algunas hipótesis podría ser de madera.

El orchestra de planta semicircular está recorrida por pulpitum que la separa de la escena.

Teatro de la Ciudad Romana de Pollentia Alcúdia (Baleares)

Cortada en el terreno, la escena, que presenta cinco hoyos que seguramente servirían para encajar la estructura de madera del escenario. No conserva restos del fondo de la escena.

Iglesia de san Jaume Alcúdia (Baleares)

Durante el mes de agosto el teatro recupera su antigua actividad y se convierte en el escenario del programa Agosto a la Fresca que organiza el Ayuntamiento de Alcúdia.

Muy cerca del yacimiento se encuentra la iglesia de san Jaume, intentamos la visita porque el pasado año estaba cerrada, GPS N39.8530674 E3.1145389, situada Plaça de Jaume Ques, 07400 Alcúdia. Desgraciadamente no tenemos suerte y no está abierta, pero lo peor es que en el tablón de anuncios no figuran los horarios de apertura de la iglesia. Bueno son cosas de muchos de los párrocos de las iglesias de España.

La construcción del templo primitivo fue comenzada por el rey Jaime II hacia 1302, pero el 18 de febrero de 1870 se desplomó toda la bóveda de la iglesia. Sólo quedó la capilla del Sant Crist, obra del siglo XVI. Pasaron doce años desde el desplome de la antigua iglesia hasta la construcción de la actual, que finalizó en 1893. La iglesia, que es de estilo neogótico, está dedicada a Sant Jaume, patrón de la ciudad de Alcúdia. Cien años después de su reconstrucción, en 1993 fue consagrado por el Obispo de Mallorca Teodor Ubeda.

Portada de la Iglesia de san Jaume Alcúdia (Baleares)

La fachada de la entrada principal está formada por dos portales. Sobre éstos, formando un arco ojival, hay una peana donde está colocada la imagen de Sant Jaume, obra de la escultora Remígia Caubet. En la cima del arco hay un gran rosetón que proporciona luz en el interior de la iglesia, obra del escultor alcudiense Llorenç Ferrer Martí.

En el interior del templo hay diferentes capillitas, a la izquierda, la de San Sebastián es la primera y la siguen la de Nuestra Señora del Carmen, la de San José, la del Sagrado Corazón de Jesús y la Capilla Bautismal. A la derecha encontramos la capilla de la Inmaculada Concepción, el Portal dels Homes y la capilla del Sant Crist.

A la derecha, sobre el Portal dels Homes, que constituye la segunda entrada, encontramos el Órgano Parroquial construido por el maestro Julià, bajo la dirección del ingeniero Josep Barceló.

Justo enfrente de la iglesia se encuentra el Museu Monogràfic de Pollentia, la entrada están incluidas con las del yacimiento, GPS N39.8516622 E3.1199646, situado Carrer de Sant Jaume, 30, 07400 Alcúdia.

Museo Monográfico de Pollentia Alcúdia (Baleares)

El Museo Monográfico de Pollentia es una sección filial del Museu de Mallorca. Fue creada en el año 19833 con el objetivo de relacionar las piezas arqueológicas recuperadas con su entorno originario, la ciudad romana de Pollentia, en Alcúdia. Está instalado en el Hospitalet, un edificio de titularidad municipal, del siglo XIV, con un único espacio expositivo.

El museo toca dos temas: el ámbito público y el ámbito privado, para dar a conocer los principales aspectos de la cultura romana a partir de los restos conservados. La mayor parte de las piezas expuestas corresponden los siglos I y II, momento de máximo esplendor de Pollentia. El ámbito público se explica a través de diferentes objetos que hacen referencia al forum como centro de la vida pública, al teatro, al ocio y a las necrópolis. El ámbito privado expone objetos relacionados con la casa y las estancias privadas, la religión doméstica, la preparación de los alimentos y el servicio de mesa.

Se tienen noticias de hallazgos en los terrenos de Pollentia desde el siglo XVI y si bien se iban sucediendo los descubrimientos arqueológicos en los siglos posteriores, no fue hasta 1923 cuando Gabriel Llabrés y Rafael de Ysasi realizaron la primera excavación oficial. Los más importantes objetos aparecidos entre los años 1925 y 1931 se asignaron al Museo Arqueológico Nacional.

Museo Monográfico de Pollentia Alcúdia (Baleares)

Desde entonces se ha excavado en la antigua ciudad de manera casi ininterrumpida, bajo diversas direcciones. En 1952 M. Almagro, Ll. Amorós y A. Arribas inician los estudios en el teatro de la ciudad, como parte del proyecto de la W. Bryant Foundation que en 1957 inauguró el Centro Arqueológico Hispano-Americano con sede en can Domènec de Alcúdia. Aquí se conservaron e incluso expusieron de forma más o menos permanente los materiales obtenidos en las diversas excavaciones, hasta la inauguración del Museu Monogràfic de Pollentia.

Escalera de Can Torró Alcúdia (Baleares)

Marchamos para ver el centro histórico, el edificio más destacable es Can Torró, actualmente ocupado por la biblioteca del mismo nombre.

Tiene un doble aspecto a considerar: un casal del siglo XIV muy bien restaurado que sirve de marco a la biblioteca más moderna de las Islas Baleares. Este casal está en la calle Serra, en el mismo vecindario hay un edificio muy antiguo, Can Fondo, que tiene el escudo de la ciudad más antiguo que se conoce. Otros casales que sólo se pueden ver de fuera son Can Domènec (en la fachada de este casal está el escudo de la Corona de Aragón, que estaba en la puerta de Mallorca), Can Calvó en la calle de los Albellons, y Can Canta en la calle Major. En esta misma calle se encuentra el Ayuntamiento que es un edificio de principios del siglo XX que llama la atención por su singularidad.

Si bien a día de hoy Alcúdia sólo conserva una pequeña parte de su muralla original, durante siglos el cordón de piedra que rodeó la ciudad constituyó uno de los símbolos del lugar, clave además en su desarrollo histórico y sobre todo en su protección de ataques invasores.

La muralla original se levantó en 1362, bajo mandato de Jaume II, pero la situación estratégica de la ciudad la convirtió en objeto de deseo de numerosos pueblos, y los constantes ataques acabaron haciendo mella en su estructura, quedando prácticamente derruida tras los asaltos de los agermanados, en 1521. Posteriormente Felipe II inició una nueva fase constructiva, donde se aprecia un estilo renacentista, pero la muralla se derrumba nuevamente a finales del siglo XIX.

Porta del Moll Alcúdia (Baleares)

Visitamos la Porta del Moll (también conocida como Porta de Xara) se encuentra muy solitaria fue construida en siglo XIV, una vista magnífica en el extremo este del casco antiguo con dos torres, es una de las dos puertas sobrevivientes de Alcúdia.

Formentor (Baleares)

La tarde la dedicamos a visitar el parque de Formentor. La naturaleza en la península de Formentor destaca por los bosques de pinos y encinas y bajo su sombra el romero o la mata. En los acantilados, el garballó y el carrizo.

Los acantilados del cabo de Formentor, protegen la nidificación del halcón marino (Falcon Eleonorae ) más importante de Mallorca. También nidifican aquí el águila pescadora (Pandium Aliaetus) o el cernícalo o xoriguer.

Continuamos camino hacia Formentor, en mitad del recorrido paramos para ver el mirador El Colomer, es un balcón sobre el mar dentro de unos de los paisajes más bonitos del Norte de Palma.

Los miradores de la Creueta y el Colomer, situados en la punta de la Nao de la península de Formentor, son una parada imprescindible en la carretera que lleva hasta el faro. A su llegada nos recibe un monumento a Antonio Parietti Coll, el ingeniero que ideó tanto la carretera como este mirador. Situado a más de 200 metros de altura, el mirador ofrece unas espectaculares vistas de la Sierra de Tramuntana y del Mediterráneo, particularmente por la tarde.

Atalaya Albercuix de Formentor (Baleares)

Desde aquí se divisa el islote del Colomer, símbolo de la costa salvaje de la Sierra de Tramuntana, con una altura de 112 m sobre el nivel del mar y 300 m de longitud. Este fascinante paisaje ha sido inmortalizado infinitas veces por los pintores de la Escola de Pollença y tantos otros que desde finales del siglo XIX han visitado este lugar.

Desde el mismo parking sala la carretera que sube hasta la atalaya de Albercuix GPS N39.9287909 E3.1166978, situada a 380 metros sobre el nivel del mar, forma parte del sistema de torres fortificadas y armadas que se construyeron en la isla entre finales del siglo XVI y principios del XVII dado el auge de las acciones de piratería que se vivieron en el Mediterráneo, perpetradas por personajes como Barbarroja. Gracias a este sistema de atalayas, si desde esta u otra torre se divisaba un peligro se emitían señales, de humo durante el día o de fuego durante la noche, que se transmitían de una torre a otra hasta conseguir llegar a la ciudad de Palma, en el extremo opuesto de la isla, de forma que se pudieran enviar parte de las tropas que estaban concentradas allí.

Vista de port de Pollensa desde Formentor (Baleares)

Se puede llegar en coche hasta una zona donde te quedarás a 5 minutos andando de la torre. El problema es que en esta zona de arriba no hay parking, tienes que aparcar en la propia carretera la cual no es muy ancha, en época de turistas será difícil.

En cuanto a la torre, para subir a la propia torre hay que subir por unas escaleras de mano en la pared, no es accesible para todo el mundo. Las vistas son buenas desde la base de la torre pero desde la t

El lugar es impresionante por la vista panorámica de los alrededores. Se puede disfrutar del color turquesa de las costas y de los acantilados de piedra que se pierden en el azul oscuro del mar. También se puede ver una gran parte de Pollença y su puerto. Vale la pena tomarse el tiempo para ir. Si se va en vehículo hay que tener paciencia por la cantidad de ciclistas haciendo la ruta, ya que es muy angosta y no es recomendable ir a alta velocidad.

Continuamos para visitar la hermosa playa de Formentor GPS N39.926983 E3.1284111. Hay un parking grande, de pago y bastante caro. Dicen que es mejor llegar pronto para coger sitio, la zona de los pinos (según se llega a la playa a manos derecha) da entre sol y sombra y aunque no hay demasiada arena para poder dejar las toallas, es perfecta para darte unos cuantos chapuzones. Nosotros en el mes de febrero no lo necesitamos porque solamente vamos a ver la playa.

Playa de Formentor (Baleares)

La playa se compone principalmente de arena fina. Aquí y allá hay algunas rocas y piedras en el agua, pero en general el acceso es muy bueno y gracias a su ubicación protegida en medio de la pintoresca bahía también es ideal para divertirse bañándose con niños pequeños. Durante la temporada, un socorrista vela por tu seguridad mientras nadas.

El agua cristalina desciende suavemente y brilla en los más bellos tonos de azul y turquesa. Grandes pinos proporcionan sombra natural. A la izquierda encontrarás la isla verde de Illa de Formentor. En verano, muchos barcos anclan en la bahía y alrededor de la isla, lo que le da a la bahía un carácter particularmente pintoresco.

Nos tenemos que dar prisa porque la noche nos amena, seguimos nuestro viaje unos 20 km. hasta el faro de Formentor (GPS N39.9602149 E3.2052711). No tenemos la suerte de llegar antes de que se esté produciendo el ocaso. Es impresionante el faro, como el camino de llegar a él, es una carretera estrecha con muchas curvas, se tiene que ir con cuidado con el coche, pero es uno de los sitios más bonitos de Mallorca.

Faro de Formentor (Baleares)

La serpenteante carretera que conduce al faro trascurre por zona montañosa y nos permite disfrutar de espectaculares vistas panorámicas con el mediterráneo de fondo. Bosques, acantilados, playas de aguas cristalinas, un paisaje único y maravilloso.

Al llegar al faro, se divisa la isla vecina de Menorca. Entre ambas islas se sitúa el canal de Menorca, el canal marítimo que separa Mallorca de Menorca. Con un mínimo de 36 km de ancho, tiene una enorme riqueza ecológica que allí habita. Sus praderas de Posidonia, poblaciones de cetáceos y tortugas marinas entre otros encuentran aquí su hábitat. También se observan por la zona aves marinas como la Pardela Balear (Puffinus Mauritanicus) actualmente endémica en las Baleares, y la Cenicienta (Calonectris Diomedea).

Anochecer en este punto es difícil de olvidar porque además de la belleza del lugar se añade la fuerza del sol, antes de decirnos adiós.

Faro de Formentor (Baleares)

Día 23 de febrero (domingo)
Ruta: Santa Ponsa-Porto Cristo-Colonia de San Jorge-Santa Ponsa

Cueva Redonda de las Cuevas de Hams (Baleares)

El día 4 comienza en el hotel del Imserso de Santa Ponsa, la noche la hemos pasado muy tranquila. Hemos madrugado porque tenemos que salir con destino Porto Cristo, situado en el otro extremo de la isla, regresamos al hotel para almorzar y la tarde la dedicamos a ver la zona de la Colonia de San Jorge.

Nos trasladamos hasta la zona de Porto Cristo donde se encuentran las cuevas de Hams GPS N39.546326 E3.320008, situadas Ctra. Ma-4020 Manacor–Porto Cristo, Km. 11, 07680 Porto Cristo. El precio es de 18 euros en taquilla, pero nos damos cuenta que en la web oficial son 17 euros, al final nos hacen el mismo precio.

Poseen más de 10 millones de años, aunque fueron descubiertas por el espeleólogo D. Pedro Caldetev Santandreu en 1.905 mientras buscaba una piedra preciosa denominada ónix, propia de la zona. Ya en 1.910 la cueva disfrutaba de 16 horas de luz eléctrica mediante un molino con salto de agua, un aljibe y una dinamo.

Cueva azul de las Cuevas de Hams (Baleares)

La espera se hace en la Cueva Redonda, es un espacio abierto actualmente alberga un jardín espectacular, verde y lleno de vida con muchas especies de aves autóctonas de Mallorca en libertad.

Pero la principal singularidad de la Cueva Redonda no es el aspecto biológico, sino el geológico. Porque, en su origen, estaba bajo tierra. Lo que ocurrió es que, hace millones de años, se hundió la bóveda, dejando la superficie inferior a cielo abierto.

Iniciamos la visita por la cueva aledaña Cueva Azul, inaugurada en 2015. En esta cueva nos proyectan el documental Descubriendo el pasado, el cual nos habla sobre la historia de Mallorca, principalmente en cuanto a sus primeros habitantes, cómo se formaron las cuevas y el descubrimiento realizado por el espeleólogo Caldetev Santandreu. Quedarás fascinado con la iluminación led del lugar. También encontrarás espectaculares las Columnas de Sansón, las Llanuras de Fra Mauro y el Foso del Infierno. Además, en esta última estancia podrás acudir al Auditorium donde se proyecta, sobre las propias rocas de la cueva, el documental GENESIS - La Historia de la Vida –, el cual nos lleva desde el Big Bang hasta la actualidad.

Detalles de las Cuevas de Hams (Baleares)

Posteriormente llegamos a la Cueva Clásica, formada por 12 galerías. De la Sala de las Lechuzas, así llamada porque en el momento de su descubrimiento estaba llena de estas aves, al Paraíso Perdido, donde podemos imaginar las figuras de un belén, son pequeñas galerías, algunas con depósitos de agua y con formaciones de todo tipo: estalactitas y estalagmitas, banderas, columnas...

Y un tipo muy especial, poco visto y que da nombre a las cuevas. Una clase de formación peculiar, que desciende del techo pero no acaban en vertical o unidas al suelo, sino que se elevan de nuevo desafiando a la gravedad y tomando la forma de anzuelo, “ham” en catalán: cuevas dels Hams o cuevas de los anzuelos.

Por otra parte, en el lago subterráneo Mar de Venecia donde las curiosas formaciones rocosas se reflejan en un espejo de agua azul, este lago es más pequeño que el de las cuevas del Drach pero igualmente bonito. Aquí hay un espectáculo audiovisual creado con la música de Mozart y fragmentos de sus óperas “Don Giovani” y “La flauta mágica”, sinfonías, etc.

Cuevas de Hams (Baleares)

Nuestras sensaciones después de la visita a finales del mes febrero, en temporada baja, El recorrido es muy hermoso, aunque hay lugares que están encerrados dentro de unas rejas que impide la visión detallada, imagino para evitar atentados.

Todo iba bien, pero a la llegada al último espectáculo situado en lago subterráneo Mar de Venecia, donde debíamos disfrutar de un precioso espectáculo musical, pues cuando llegamos al punto por la cantidad de gente que nos precedía, ya estaba empezado, además era tan grande el grupo y tan pequeño el lugar que no pudimos contemplarlo. Después de numerosas quejas a los guías, nos marchamos con muy mal sabor de boca. No imagino cómo deben de ser los grupos en pleno mes de agosto.

Lógicamente la ultima sala debía de estar preparada para la gente que ha entrado y si es necesario no cuesta nada hacer dos grupos y para poder ver el espectáculo que has pagado con la entrada.

Aprovechando la proximidad nos acercamos a ver una de las panorámicas más impresionantes de Porto Cristo desde la Torre del Serral dels Falcons GPS N39.5333304 E3.3344193, situada Plaça Torre, 2, 07680 Manacor.

Marde Venecia en las Cuevas de Hams (Baleares)

La torre tiene una planta circular y unos 11 metros de altura, servían como torre de vigilancia y señales y formaba parte de un sistema destinado a advertir de ataques piratas. Cada una de las torres del sistema estaba a cargo de un vigilante o guardia de torre. En caso de que los guardias detectaran barcos enemigos encendían una señal de fuego –de leña fresca durante el día para dar una señal de humo o leña seca durante la noche para crear llamas claramente visibles–. De esta manera se alertaba a las torres vecinas, situadas a lo largo del litoral de la isla. En el interior sonaban campanas u otros artefactos sonoros para llamar a la población a la defensa. El año 1769 se la proveyó de un cañón de bronce de tres libras y pasó a ser, además de torre de vigilancia, también torre de defensa.

Torre del Serral dels Falcons (Baleares)

La historia de la Torre de Manacor empezó cuando la insistencia para conseguirla, movió al virrey Miquel de Moncada, en el año 1577, a establecer un pacto con los jurats (regidores) de Manacor para escoger un lugar adecuado para la construcción de un horno de cal, indispensable para iniciar la construcción de la torre.

Pese a haber comenzado enseguida las obras, hacia finales de aquel año, las mismas tuvieron que paralizarse por falta de dinero. No obstante aquella situación, parece que se aprovechó la obra realizada para que los vigías pudieran hacer allí sus guardias.

El año siguiente, el nuevo virrey Antoni Doms dictaminó que los gastos necesarios para la finalización de la obra debían ir a cargo del ayuntamiento de la ciudad. Así, para finalizar las obras que faltaban, estas fueron sacadas a subasta y se hizo cargo de las mismas el maestro albañil Rafel Corona, y a finales del mes de septiembre de 1578 la torre se dio por finalizada. El 31 de agosto de 1580, fueron nombrados los primeros torreros o vigías, pagados por la Universitat del Regne de Mallorca. Fueron Pere Llull y Andreu Mestre, que cobraban un salario de 75 libras.

Panorámica desde la Torre del Serral dels Falcons (Baleares)

Entre los años 1585 y 1598, la torre fue registrando un reguero de deficiencias, debido a su mal estado de conservación. Deficiencias que iban siendo denunciadas por diferentes torreros sin que llegaran a solucionarse, hasta el punto que, a finales del año 1603, los torreros continuaban quejándose de que no podían estar en la torre cuando llovía, ya que se había agravado la situación de precariedad. Tales problemas estructurales tuvieron su prolongación en el tiempo, agravados, además, por la falta de municiones o por desperfectos en sus piezas de artillería.

El día 4 de abril de 1715 se produjo el primer intento de desembarco borbónico en la isla de Mallorca durante la Guerra de Sucesión. Según diversas fuentes, el joven artillero Guillem Riera, desde su atalaya de defensa en la Torre del Serral dels Falcons, advirtió cómo se acercaban los barcos felipistas. Hizo sonar el cuerno (caracola marina) a la manera de los maulets, y rápidamente acudieron treinta hombres armados con sus trabucos y ballestas para fortalecer la resistencia. Los felipistas, desde sus barcos arriaron lanchas con unos soldados franceses bien armados. Con el pequeño cañón de la torre, un «falconet» que disparaba proyectiles del tamaño de una naranja, el vigía Guillem Riera se puso a disparar sin parar y, gracias a la precisión, espantó las barcazas. Desconocedores de las limitadas fuerzas que les disparaban desde la costa, los atacantes tomaron sus barcos y huyeron. Mientras, desde tierra, los milicianos no daban descanso a sus arcabuces y ballestas. Guillem Riera tampoco cesó de disparar con su pequeño cañón, que tan caliente como estaba, reventó y mató a Riera. Gracias a él, las tropas borbónicas estuvieron más de dos meses a volver. La semana anterior, en Barcelona fueron hechos prisioneros el General Moragues, Pau Macip y Jaume Roca, que fueron condenados a muerte acusados de volver a Mallorca. El día 27 de marzo, después de ser torturados los ahorcaron y descuartizaron y la cabeza del General Moragues fue introducida en una jaula de hierro que colgaron en el Portal del Mar de Barcelona.

Torre del Serral dels Falcons (Baleares)

Pese a los continuos desperfectos que sufrió la torre casi desde su construcción y que hemos comentado, Sa Torre o Torre des Moro, como también era denominada, seguía en pie y casi intacta con el paso de los siglos, hasta los encarnizados combates que tuvieron su desarrollo durante los veinte días que el frente de la Guerra Civil estuvo asentado en la costa del levante, entre Sa Coma y Porto Cristo.

En agosto de 1936, un cañón del ejército sublevado le acertó de lleno dos veces para espantar a los milicianos antifascistas que la ocupaban. Aquello fue solo el comienzo de una lucha por su control que derivó en uno de los enfrentamientos más insólitos de la guerra: el combate cuerpo a cuerpo de milicianos catalanes del POUM contra legionarios mallorquines«.

La batalla comenzó el 16 de agosto con el falangista Jerónimo Capó escondido en la torre, mientras cientos de antifascistas desfilaban ante él. Unas horas después, los milicianos ocuparon la zona y empezaron a recibir bombardeo desde las Cuevas dels Hams. Según los informes militares, el 19 de agosto “un obús derribó gran parte de la torre”. Dos días después, otro cañonazo la dejó “completamente inhabitable”.

El 21 de agosto, la torre cambió de bando. Un centenar de legionarios -la mayoría excombatientes de África- ocuparon la zona con el apoyo de varios soldados de Infantería. Ahora eran la aviación y la artillería republicanas las que les machacaba desde el otro lado del puerto, donde hoy está la casa de Rafel Nadal. El capitán legionario José Pérez Vengut asegura en sus memorias que sufrieron un calvario.

Faro desde la Torre del Serral dels Falcons (Baleares)

La gran ofensiva republicana llegó la tarde del 23 de agosto, cuando más de cien milicianos del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) -comunistas antiestalinistas- desembarcaron en la retaguardia y atacaron el flanco enemigo en una peligrosa maniobra envolvente. El asalto provocó la desbandada enemiga y llegaron a ocupar las Cuevas del Drach.

Terminada la Guerra Civil, los restos de la torre quedaron en el más absoluto estado de abandono, hasta que el año 1960 fue restaurada por los propietarios de los terrenos.

Salinas Marinas d'Es Trenc, Colonia de san Jorge (Baleares)

La tarde la vamos a dedicar para visitar la zona de la Colonia de san Jorge, la Salinas Marinas d'Es Trenc es es de gran interés paisajístico porque está dentro Parque Natural d'Es “Salobrar GPS N39.3503048 E3.010675, situada Ctra. Campos a Colonia Sant Jordi km 8,7, 07630 Campos.

Todos los días las salinas ofrecen visitas guiadas al entorno y al interior de las salinas, tiene varios horarios y es necesario reserva previa, el importe es de 10 euros, jubilados 4 euros.

La sal es el condimento más antiguo usado por el hombre y resulta casi incomprensible que hoy en día, un producto tan abundante y de bajo coste, pudiera tener la importancia que históricamente se le atribuye. Este mineral ha conseguido grandes repercusiones económicas, políticas y culinarias a lo largo de las diferentes civilizaciones que han ido escribiendo nuestra cultura y forma de vida.

La importancia económica que se le otorgaba en el pasado ha disminuido. La aparición de métodos alternativos para conservar los alimentos y la mejora en las técnicas de extracción y elaboración, han hecho que la demanda disminuya, no obstante, seguirá siendo imprescindible en cualquier cocina.

Salinas Marinas d'Es Trenc, Colonia de san Jorge (Baleares)

Salinas de Levante, SA. nace como sociedad hace ya más de cincuenta años, concretamente el 22 de Abril de 1958 con el objetivo de producir sal marina en sus más de 135 hectáreas de superficie.

Localizadas en el Salobrar de Campos, en el sureste de la isla de Mallorca, nuestras salinas se nutren de las aguas mediterráneas que provienen del paraje natural de la playa de Es Trenc, y las cuales son idóneas para la fabricación natural de cloruro sódico.

La producción, que suele estar por encima de las 10.000 toneladas anuales de sal marina, para subministrar básicamente a la isla de Mallorca, no ha variado desde entonces, pero si su método de extracción, que los primeros años se llevaba a cabo de forma manual, y no es hasta los años 80 que se mecaniza.

Su explotación empieza el año 1951, con anterioridad a la construcción de toda la estructura que hoy en día ocupa gran parte del Salobrar. En la zona cubierta por un bosque de tamariscos, había unas lagunas naturales que ocupaban unas 80 hectáreas. Para facilitar la construcción del canal y de los estanques, se utilizó un sistema de raíles y vagonetas denominado sistema de vía Decauville. La delicada superficie de la salina imposibilitaba utilizar medios de transporte pesados que dañasen su impermeabilización. De ello deriva el uso preferente de hombres en lugar de carros para transportar las cargas de sal. Incluso el uso de animales estaba vedado en numerosos puntos de la salina. De ahí la ventaja que el sistema de vía Decauville proporcionaba en este tipo de trabajos y que prácticamente encontramos en todas las salinas; es ligero, transportable y se adapta al terreno con toda facilidad repartiendo las cargas sin dañar la superficie. Cientos de metros de raíl podían ser desmontados y trasladados de un cristalizador a otro en pocas horas por pocos hombres. El mismo sistema se empleó más tarde para transportar la sal desde los estanques cristalizadores a la plaza salinera, donde se apilaba formando esos enormes montículos que definen el paisaje salinero.

Salinas Marinas d'Es Trenc, Colonia de san Jorge (Baleares)

Además de seguir en activo, estas salinas gozan de protección por su indudable valor natural, sobre todo ornitológico, ya que numerosas especies migratorias encuentran en esta agua de nutrientes para reponerse de sus largos viajes. Se ha creado un paraje natural donde se ha establecido una flora y fauna muy particular, raro ejemplo de cómo la acción humana puede generar ecosistemas valiosos.

Las Salinas de Levante las encontramos ubicadas en el sureste de Mallorca, actualmente una de las zonas mejor conservadas de la especulación inmobiliaria y del turismo de masas, gracias a su declaración de Área Natural de Especial Interés paisajístico y rural. Es un espacio natural mencionado por la Ley de Espacios Naturales (LEN) autonómica del año 1991, que consideró la zona como Área Natural de Especial Interés (ANEI), quedando su suelo calificado como no urbanizable.

El Parque Natural cuenta con una superficie de 1500 hectáreas que abarcan desde el arenal virgen de más de 3 quilómetros de largo que constituye la playa de Es Trenc, la zona adyacente donde encontramos un ecosistema dinámico formado por diferentes franjas de dunas con vegetación adaptada al exceso de viento y a la salinidad como la salicornia, hierbas como el cardo marino, arbustos como la zamarrilla o la hierba de Sant Ponç y árboles como el pino, la sabina y el tamarindo, y por último, el extenso humedal del Salobrar que posee un gran valor ecológico ya que en él hacen escala numerosas aves migratorias. Su riqueza en ecosistemas propicia la presencia de 171 especias de aves, además de numerosas plantas autóctonas. Su extensión es de 330 hectáreas.

Faro de sa Puntassa de la Colònia de Sant Jordi (Baleares)

Luego marchamos para ver el pequeño faro de sa Puntassa de la Colònia de Sant Jordi GPS N39.3123829 E2.993424, situado Av. Primavera, 07638 Colònia de Sant Jordi.

Tiene un espectacular emplazamiento para los amantes del mar y la fotografía. Sus vistas son amplias y limpias. Sus sensacionales atardeceres rojos conmueven al visitante. La zona también es conocida como Carregador, ya que antiguamente los barcos solían fondear allí para cargar la sal.

Los paseos al atardecer por el paseo marítimo y hasta este faro son una auténtica maravilla. La torre emite una luz blanca y tres ráfagas en intervalos de diez segundos que ayudan a ubicar el puerto de la Colònia a las embarcaciones que atraviesan el Freu de Cabrera.

Tiene un paseo de madera junto al mar, por donde caminar y llegar hasta el Faro. Algunos jóvenes suelen tirarse al agua desde ese punto. El faro es sencillo y bello, la roca donde está situado tiene las marcas del paso del tiempo, así como barandillas oxidadas y partes de alguna construcción anterior.

Faro de sa Puntassa de la Colònia de Sant Jordi (Baleares)

Vale la pena llegar unos minutos antes de la puesta del sol. Excelentes vistas y hermoso atardecer, su tienes la paciencia necesaria.

Día 24 de febrero (lunes)
Ruta: Santa Ponsa

El día 4 comienza en el hotel del Imserso de Santa Ponsa, la noche la hemos pasado muy mal porque hemos tenido fiebre y tenemos dolores de estomago y musculares. Decidimos quedarnos en la cama porque el virus nos ha tumbado, estamos durante todo el día sin probar bocado.

Día 25 de febrero (martes)
Ruta: Santa Ponsa-Manacor- Sa Cova Foradada de Puerto Colom- Mirador de Es Pontàs-Santa Posa

Iglesia de la Virgen de los Dolores de Manacor (Baleares)

El día 5 comienza en el hotel del Imserso de Santa Ponsa, la noche la hemos pasado muy mal porque todavía hemos tenido muchas molestias. Decidimos salir como si nada hubiera pasado con la esperanza de ir superándolo.

Lo primero de la mañana es visitar Manacor, situado en el noreste de Mallorca, es el segundo centro urbano más grande de la isla y un destino lleno de encanto, historia y cultura. Conocida por su industria de perlas y muebles, esta ciudad ofrece una mezcla fascinante de tradición y modernidad.

Quizás lo más destacado es Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores GPS N39.568851 E3.211119, situada Plaça del Rector Rubí, 8, 07500 Manacor. Horario: 8:30 a 12:45h i de 17 a 19:30h.

La iglesia parroquial de Nostra Senyora dels Dolors de Manacor (1905-1929) y la torre Rubí en el corazón de la ciudad de Manacor, fue construida en tiempos del rector Rubí, el ingeniero Barceló y el arquitecto Bennazar—.

Cristo en Iglesia de la Virgen de los Dolores de Manacor (Baleares)

Debido al estado ruinoso de la iglesia antigua en su conjunto y con el propósito de aprovechar dicha situación para propiciar un templo más grande, las obras de la actual parroquia de Nostra Senyora dels Dolors de Manacor se iniciaron en 1891 según los planos del ingeniero industrial José Barceló Runggaldier; sin embargo, la penosa enfermedad del Sr. Barceló le dificultó la posibilidad de dirigir las obras en persona, razón por la cual fue el arquitecto Bennazar quien tomó las riendas y en 1904 acabó el ábside. Cinco años más tarde, en 1909, Bennazar concluyó el cimborio, posteriormente, los brazos del crucero, para luego continuar la nave central, que terminó en 1929, y la fachada del portal mayor, que quedó sin concluir hasta la fecha actual. La dificultad había estribado hasta entonces en la carencia de un proyecto completo de la iglesia, hasta que, como hemos citado, en 1910 fue diseñado por Bennazar de una forma global, con un indudable respeto a la obra ya realizada y con la feliz idea de continuarla de una forma que, definitivamente, se caracterizó por su armonía.

Su arquitectura deja claras las líneas de su proyecto y, además, la intención de la construcción de un nuevo templo envolviendo el antiguo, para que, subsistiendo éste, el culto no padeciera. Y así fue. A partir de entonces, sin interrumpir las celebraciones religiosas.

Cristo en Iglesia de la Virgen de los Dolores de Manacor (Baleares)

Su campanario es, sin duda, la torre más alta de Mallorca —su escalera interior consta de 251 peldaños—, y es conocida por muchos como torre Rubí, ya que el rector Mn. Rafael Ignacio Rubí Pocoví, hombre carismático y de gran empuje, fue el verdadero animador de las obras de esta iglesia, obras que se prolongaron desde 1890 a 1932. Quizás todavía exista quien pueda recordar como el arquitecto, a pesar de su corpulencia, era subido por medio de unas poleas hasta lo más alto, para poder controlar in situ los más mínimos detalles de esta torre-campanario que su mente intrépida había trazado; su altura se calcula en 73 m, por lo que supera las medidas de los torreones de la catedral, que tienen 67,50 m de altura.

Las obras fueron sufragadas por la Caja de Ahorros y Monte Pío de Manacor, junto con los feligreses, que contribuyeron económicamente para hacer posible su construcción; sin duda, la inconfundible y emblemática silueta del campanario identifica el perfil urbano de Manacor.

En 1929 las obras de la iglesia se interrumpieron y quedaron en el estado que se puede contemplar en la actualidad, pues todavía hoy la fachada principal del portal mayor está inacabada. Años más tarde el rey Alfonso XIII quiso honrar al pueblo de Manacor y a su iglesia parroquial concediéndole, en 1931, la distinción de “real”.

Ábside de la Iglesia de la Virgen de los Dolores de Manacor (Baleares)

En la iglesia quedan algunas partes de finales del siglo XVIII, como las capillas de San Antonio y San Francisco hasta la altura de las tribunas, las torres del antiguo frontis principal a los lados del campanario, parte de la sacristía de la Virgen y parte del campanario viejo a la capilla del campanario. Construida en estilo neogótico, presenta planta de cruz latina, de una sola nave con capillas entre los contrafuertes, con los brazos en el tramo anterior al presbiterio.

En la nave principal hay diez capillas, cinco a cada lado, y en el presbiterio hay una capilla a cada lado y el altar mayor. En cada brazo del crucero hay siete capillas, entre las cuales destacan las dos del fondo: una dedicada a la Virgen de la Inmaculada y la otra al Santo Cristo de Manacor.

Virgen yacente, Iglesia de la Virgen de los Dolores de Manacor (Baleares)

Una de las obras más importantes es la imagen de la Virgen yacente, con los párpados cerrados y las manos juntas sobre el pecho, en actitud de concentración y de oración. Viste un manto azul con los bordes decorados con una cenefa de motivos dorados pintados y remarcados en punzón. Bajo el manto lleva una túnica rosa con decoración dorada en los bajos y en los puños la Virgen lleva el cabizbajo con dos piezas de ropa superpuestas: un cubrico blanco y un manto corto amarillo con los bordes con una ornamentación consistente en una cenefa de motivos dorados remarcados con punzón. Los pies los lleva desnudos.

La imagen se encuentra en una urna empotrada en el altar de la capilla de la Assumpta. Dicha urna no es muy notable desde un punto de vista artístico; es de madera, con una columnita dorada de fuste helicoidal en cada uno de los cuatro bordes. La parte delantera se cierra con un cristal subdividido en cuatro partes por unos arcos carpaneles. El colchón y la almohada son blancos con los bordes remates en dorado.

Sa Cova Foradada de Puerto Colom (Baleares)

Por la tarde la dedicamos a ver espacios naturales de Mallorca como la Sa Cova Foradada de Puerto Colom GPS N39.4151728 E3.2649659, situada Carrer del Bergantí, 07670 Portocolom.

Interior Sa Cova Foradada de Puerto Colom (Baleares)

La cueva es accesible mediante una corta caminata a lo largo de la pintoresca costa, este lugar también ofrece vistas panorámicas del mar Mediterráneo y los escarpados acantilados que rodean la cueva. Introducirse en Sa Cova Foradada en sí es un deleite visual, con caminos sinuosos que revelan impresionantes vistas costeras en cada curva, lo que hace que el viaje sea tan gratificante como el destino. Ideal tanto para la fotografía de paisajes como de paisajes marinos, la cueva ofrece un telón de fondo sereno pero impresionante. Los sonidos de las olas rompiendo contra las rocas y la vista de las aves marinas planeando sobre el cielo se suman al encanto natural del lugar. Para aquellos que quieran explorar más, los alrededores cuentan con calas escondidas y playas solitarias, que ofrecen aún más oportunidades de capturar la belleza de la costa de Mallorca. Sa Cova Foradada no es solo un lugar para tomar fotografías, sino una experiencia sensorial completa, lo que la convierte en una visita obligada tanto para fotógrafos como para amantes de la naturaleza.

Projecte equilibro Sud, Mirador de Es Pontàs (Baleares)

Después continuamos nuestra ruta panorámica natural hasta el Mirador de Es Pontàs GPS N39.3259815 E3.1438374, situado en 07690 Cala Santanyí.

Antes de llegar al arco veremos una estatua con una serie de piedras una encima de la otra, este monumento pertenece al «Projecte equilibro Sud«, podremos ver un cartel en el cual se nos explica un poco este proyecto que hermanada una serie de ciudades del mundo.

Las obras de arte creadas por la naturaleza han atraído mágicamente a la gente durante siglos. Una impresionante prueba de ello es la famosa puerta rocosa de Mallorca, Es Pontás. Aquí el viento y el agua han trabajado la costa de tal manera que se han creado maravillosas esculturas y formaciones de piedra.

A lo largo del inmenso acantilado se pueden encontrar muchas de estas extrañas formas, pero casi ninguna es tan impresionante como esta enorme masa. El impresionante arco de Es Pontàs es el resultado de un proceso de erosión que comenzó cuando estas rocas calizas quedaron expuestas a los elementos. Las fuerzas naturales, en particular el viento, las olas y la lluvia, empezaron a desgastar lentamente la roca. La caliza es susceptible a la erosión por su composición química, lo que permitió que, con el paso del tiempo, las partes más débiles de la roca fueran desintegrándose

Mirador de Es Pontàs (Baleares)

Es difícil escapar a la belleza de este lugar. En la hora dorada, el momento justo antes de la puesta de sol, los alrededores resplandecen con una luz cálida y radiante. Este momento mágico es sin duda uno de los momentos culminantes de cualquier viaje a Mallorca.

Mirador de Es Pontàs (Baleares)

Hay numerosas leyendas marinas más populares que rodean a este enigmático arco: El Portal de los espíritus marinos, es una de las leyendas más conocidas sobre Es Pontàs es que este arco natural es en realidad un portal al mundo de los espíritus marinos. Según la leyenda, en noches de luna llena, las aguas bajo el arco se iluminan y se pueden ver a seres del otro mundo. Se dice que estos espíritus, conocidos como los “Guardines del Mar”, protegen las aguas alrededor de Es Pontàs y vigilan que nadie traspase el umbral del portal sin su permiso.

La Sirena encantada de Es Pontàs, es otra leyenda es la de la sirena encantada de Es Pontàs. Según esta historia, hace siglos, una sirena vivía en las aguas de Es Pontàs porque enamorada de un joven pescador que vivía en Santanyí. La sirena pidió a los dioses marinos que la transformaran en humana. Sin embargo, en lugar de concederle su deseo, los dioses la castigaron por intentar abandonar el mar, atrapándola bajo las aguas del arco de Es Pontàs. Desde entonces, la sirena encantada solo puede salir a la superficie durante las noches de tormenta, cuando las olas golpean con furia el arco.

Mirador de Es Pontàs (Baleares)

El tesoro escondido de los piratas, también está asociado con la leyenda de un tesoro escondido por piratas en el siglo XVI. Durante esa época, las costas de Mallorca eran frecuentadas por piratas que saqueaban pueblos y barcos en el Mediterráneo. Según la historia, un famoso capitán pirata decidió ocultar su tesoro en una cueva secreta bajo Es Pontàs. Para protegerlo, dejó una maldición que condenaría a quien intentara desenterrar el tesoro a una muerte segura en el mar.

Día 26 de febrero (miércoles)
Ruta: Santa Ponsa-Manacor- Capdepera- Alcanada-Santa Posa

Museo de Historia de Manacor (Baleares)

El día 6 comienza en el hotel del Imserso de Santa Ponsa, la noche la hemos pasado un poco mejor pero aún el virus nos complica la vida. Decidimos seguir recuperándonos por el camino.

Salimos pitando con destino a la ciudad de Manacor porque ayer no pudimos visitar el Museo de Historia de Manacor GPS N39.5579578 E3.2184678, situado Carr. de Cales de Mallorca, km 1.5, 07500 Manacor. Horario de invierno (de 16 de septiembre a 31 de mayo): De lunes a sábado de 9.00 a 14.00 h, Jueves, viernes y sábado de 17.00 a 19.30 h, domingo de 10.30 a 13.00 h, martes cerrado

Los orígenes del Museo de Historia de Manacor se sitúan cuando Mn. Joan Aguiló i Pinya descubrió en 1908 la basílica paleocristiana y el conjunto de Son Peretó. El presbítero cedió sus descubrimientos y los terrenos de Son Peretó al Ayuntamiento de Manacor y la colección pasó de estar expuesta en la rectoría, conocida como el Museo Aguiló al Museo Municipal de la Torre de Ses Puntes, inaugurado el año 1926.

El cambio político del 1931 supuso un golpe para el Museo Municipal, ya que se optó por su traslado al primer piso del claustro del convento de los dominicos de Manacor donde pasó desapercibido. Con el traslado, se sufrieron muchas pérdidas, no todas documentadas, como por ejemplo parte de las monedas, y otras registraron desperfectos de consideración.

Lápida sepulcral Museo de Historia de Manacor (Baleares)

Acabada la guerra civil los mosaicos y el resto de objetos son almacenados en la dependencia parroquial que se abre entre las plazas del Palau y la del Cos y allí permanecerán cerradas bajo llave hasta el año 1951 cuando se inauguró el Museo Arqueológico ubicado en el centro de Manacor.

En el año 1985 el Ayuntamiento de Manacor adquiere la Torre dels Enagistes y después de unas importantes labores de restauración y rehabilitación para devolverle su aspecto gótico original y para acondicionarlo a su nuevo uso, se instala el Museo de Historia de Manacor.

La Torre dels Enagistes tiene su origen en la aparición de Pelai Onis en la alquería Ancrad del término de Manacor, justo después de la Conquista de 1229, y por cesión del conde Nuno Sanç.

El edificio está formado por una serie de cuerpos rectangulares dispuestos alrededor de un patio llamado clastra o patio. Estos cuerpos son fruto de las diferentes épocas por las que ha pasado este edificio. La parte más conocida es la del cuerpo gótico con la torre de dos plantas con saeteras y que están rematadas por almenas.

Mosaico romano Museo de Historia de Manacor (Baleares)

Los romanos conocían Mallorca y Menorca como las Baliares, e Ibiza y Formentera como las Pityusae. Los habitantes de las Pityusae, primero colonos fenicios y después cartegineses, fueron durante siglos el principal punto de unión de los isleños con el exterior. De hecho, ellos contribuyeron a dar a conocer las Baliares a los romanos.

Cuando los romanos llegaron a Sicilia a principio del siglo III a. C., se encontraron con los cartagineses que tenían intenciones parecidas: extender su poder por todo el Mediterráneo. Después de varios enfrentamientos entre las dos potencias, los romanos derrotaron a los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica (218-202 a. C.). Los romanos pasaron a controlar la península Ibérica y la organizaron como provincia romana. Las islas quedaron fuera de su dominio hasta el año 123 a. C., cuando los romanos conquistaron las Baliares.

A partir de este momento llegaron colonos romanos a las islas y la población local tuvo contacto por primera vez con las nuevas costumbres romanas, como la escritura y la moneda. Durante muchos siglos convivieron las dos poblaciones: la local y la romana. Así, en plena época romana, en Manacor había poblados indígenas, como el de s'Hospitalet Vell, y también nuevos asentamientos romanos, como la villa romana de la colina des pou de Son Joan Jaume.

Mosaico en el Museo de Historia de Manacor (Baleares)

Gran parte del material expuesto en esta sala proviene del barco romano cargado con lucernas y otros productos, hundido el siglo I d. C. en Porto Cristo. Este barco se conoce como el “vaixell de ses llumetes”.

En 1912 Joan Aguiló descubrió el yacimiento de Son Peretó. Este yacimiento está formado por la basílica paleocristiana y su baptisterio, una importante colección de mosaicos y numerosos materiales arqueológicos, como lámparas de vidrio, cerámica y ánforas. A partir de este descubrimiento se creó el actual Museo de Historia de Manacor.

Hace unos 1.600 años, a principios del siglo V, la población mallorquina tenía completamente incorporadas la lengua y la cultura de Roma: hablaban latín, seguían las formas de vida de los romanos y también adoraban sus dioses. Políticamente, las Baleares eran una provincia del Imperio romano. Esto, pero, cambió en 455 d. C., cuando el reino vándalo del norte de África conquistó las islas y las incorporó al nuevo estado africano. Se puso fin a seis siglos de dominación romana.

Cruz de piedra en el Museo de Historia de Manacor (Baleares)

En la antigüedad, el mosaico era un elemento decorativo de lujo que permitía construir pavimentos más frescos para combatir el calor del verano. Se trataba de alfombras de piedra muy valiosas que imitaban el realismo y la perspectiva pictórica. De hecho, eran pintura de piedra. Para la gente que tenía mosaicos caros y estéticamente imaginativos constituía un símbolo de riqueza y servia para hacer ostentación de su posición

Entre los años 533 y 534, las islas fueron de nuevo conquistadas, esta vez por el Imperio bizantino, el estado mediterráneo más poderoso de la época. Fueron unos años de cambios importantes causados, sobre todo, por el derrumbe del Imperio romano.

Cien años más tarde, un nuevo poder, el islámico, irrumpió en gran parte del Mediterráneo. A pesar de que la primera invasión documentada de los musulmanes en las islas Baleares es del año 707, la conquista definitiva fue entre los años 902 y 903.

El periodo de tiempo que va desde la conquista de los vándalos en 455 hasta la invasión musulmana en 902 se conoce como antigüedad tardía.

Capilla del Museo de Historia de Manacor (Baleares)

En su expansión por el Mediterráneo, los musulmanes atacaron varias veces las islas Baleares hasta que las conquistaron entre el año 902 y 903.

De este modo, las Baleares, que en este periodo eran conocidas como las islas Orientales, se integraron dentro de al-Andalus. La isla de Mayurqa se convirtió en una provincia que dependía del emirato de Córdoba, y Manacor era el distrito más grande.

Poco después de la conquista, llegó población campesina de origen árabe (procedente de Oriente) y bereber (del Norte de África). Una parte de esta población se instaló en cascos urbanos y otra escogió zonas rurales. El poblado prehistórico de s'Hospitalet Vell es uno de los asentamientos rurales musulmanes más antiguos de las Baleares. De esta época encontramos restos cerámicos y metálicos, como ollas, agujas y enseres para cocinar y conservar los alimentos.

Cuando Jaume I conquistó Mallorca entregó las tierras de Manacor a Nunó Sanç, el conde del Rosellón. Así quedó registrado en un librotitulado Remebrança, del año 1238. A la muerte de Nunó Sanç estas tierras pasaron a manos de su sobrino Jaume I.

Grafitis en el Museo de Historia de Manacor (Baleares)

En el ámbito religioso, Mallorca fue dividida en diferentes parroquias. En el año 1248 el papa Inocencio IV estableció la parroquia de Santa Maria de Manacor.

El primer piso, donde se ubican las exposiciones temporales del Museo, está dividido en 4 salas amplias y luminosas. Las paredes de este espacio nos cuentan historias, porque en algunas podemos ver grafitis.

Los grafitis son muestras de arte popular que nos aportan datos importantes sobre los esquemas de vida y pensamiento de sus autores y de su época. Son quienes vinculan la vida de la torre con la evolución de la historia general de Mallorca y tienen gran valor arqueológico, documental e iconográfico.

La gran cantidad de grafitos que podemos ver en las paredes del primer piso fueron realizados en épocas diferentes y con diversas técnicas: pintados, con almangra o carbón, e incisos; y en varios soportes, como el marés o el referido de cal o de yeso.

Grafiti Museo de Historia de Manacor (Baleares)

Guerreros enfrentados con alfange y cimitarra: dibujos hechos con almangra y color negro, identificados como piratas berberiscos (XVI), representaciones casi únicas en Mallorca sobre este tema. Llevan la cabeza rapada, con bandas firmes, vestimenta arábiga y las armas en la mano. Al lado, barco identificado como tipo “nave”. Virgen de la Inmaculada: en negro y rojo, datada de principios del siglo XVIII, por detalles.

Hombre haciendo volar una cometa por encima de una iglesia: por la indumentaria del hombre, se ha datado de finales del s. XVI, comienzo del XVII. Dicen que el edificio puede ser la iglesia del convento de Sant Vicenç Ferrer, ya que las fechas del dibujo coinciden con las de su proceso de construcción.

Tres personajes: figuras humanas pintadas en negro, s. XV. Parece que un personaje sostiene un instrumento musical.

Conjunto de ocho escudos: incisos en el marés, representan a las diferentes familias relacionadas con la torre desde el s. XIII hasta el XVI. Se han identificado los de las familias Nuniç, Verí, Bordils y Berga.

Grafiti de la Virgen en el Museo de Historia de Manacor (Baleares)

Esfinge (lado izquierdo del arco): incisa, con trazo muy fino, es un elemento mitológico usado durante el Renacimiento en heráldica. Vestida a la moda italofrancesa, está fechada hacia 1490; es una figura imaginaria con cabeza y busto de mujer, y cuerpo, garras y cola de león.

Inscripción en bloque de marés sobre puerta condenada, en letra goticizante. La transcripción es: «Oy - Sy temps mi baste – Vives...».

Cabezudo entre las casas de un pueblo: almangra sobre referido de cal, s. XVII. Parece ser la misma iglesia del grupo 2 ya recién construida y rodeada de casas; al lado, una cruz de simbolismo inquisitorial, relacionada con los padres dominicos.

Rodeando esta imagen, encontramos aisladas, como barcos, datados entre los s. XVI y XVII, con técnica incisa y con almangra.

Caballero con lanza de torneo: hecho con almangra y repuesto con incisión; es de finales del s. XVI o principio del XVII.

Arco Museo de Historia de Manacor (Baleares)

En el exterior podemos ver una noria de tiro de época musulmana que dota de agua al aljibe de la torre y da servicio a la huerta y jardines. En Mallorca, la noria de tiro es un elemento que ya existía durante la época medieval. En el Llibre del Repartiment (1232) apenas se enumeran las norias, lo que no supone que no se utilizaran como medio de regadío en la Mallorca musulmana. Se ha de tener en cuenta la marginación de la pequeña hidráulica en los textos musulmanes y en la documentación medieval cristiana. La presencia de huertos puede implicar la existencia de norias de tiro, pero también se ha de presuponer que había otros sistemas de regadío, como por ejemplo los qanats.

Noria de tiro en el Museo de Historia de Manacor (Baleares)

Respecto al mecanismo de las norias de tiro, la historiografía es prácticamente nula, pero el trabajo de campo ha permitido identificar las tipologías más comunes, a saber: noria de tiro de madera y arcaduces, de hierro y arcaduces, tambor y rosario.

Calles de Capdepera (Baleares)

Seguimos el viaje hasta la vecina población Capdepera, aparcamos en una calle en la parte más alta de la población para poder visitar el castillo GPS N39.704187 E3.431902, situado en el 53 de la calle Major.

El castillo de Capdepera está situado en la parte más alta de la población sobre un promontorio rocoso GPS N39.7043157 E3.4330008, situado en Carrer Castell, s/n, 07580 Capdepera. El horario: de lunes a domingo: de 10h a 17 horas.

El Castillo de Capdepera está situado en el nordeste de Mallorca, sobre un montículo con un excelente dominio visual del interior, la línea de costa y el canal de Menorca, que separa ambas islas

Se trata de un recinto fortificado edificado durante el siglo XIV a instancias del Rey Jaume II para que la población de la región pudiera establecerse, especialmente durante las épocas en que eran más frecuentes los ataques piratas. En el siglo XVI se contaban hasta 125 casas en el interior. Finalmente el recinto quedó deshabitado y en el siglo XVIII pasó a ser una plaza militar guardada por un gobernador hasta 1854, en que se abandonó el castillo. Mediante una subhasta pública en 1856 el Castillo pasó a manos de Josep Quint Zaforteza. No fue hasta 1983, tras numerosas negociaciones con sus herederos, cuando el Ayuntamiento de Capdepera recobró la propiedad del mismo. Actualmente un patronato se encarga de su gestión.

Castillo de Capdepera (Baleares)

Es importante históricamente, ya que se cuenta que desde esta fortificación se llevó a cabo la conquista de Menorca, gracias a un engaño visual. Jaume I llegó a Capdepera acompañado de sus hombres. Éstos montaron numerosas fogatas en la costa, lo que los moros interpretaron como una gran fuerza de ataque por parte del enemigo. Finalmente, la rendición de los moros se firmó en este castillo en el año 1231.

En 1300 el rey Jaume II promulgó las Ordinacions fundando entre otros el pueblo de Capdepera y ordenando para agrupar la población que vivía dispersa por la zona la construcción de un recinto amurallado entorno a la torre de vigilancia de Miquel Nunis, edificación situada sobre una estratégica colina desde donde se dominan las tierras de los alrededores y se divisa el canal marítimo que separa las islas de Mallorca y Menorca.

Se accede al recinto por el antiguo portal mayor fue totalmente transformado. Actualmente los portales principales son dos: el “Portalet”, durante mucho tiempo el único que se utilizó, y el "Portal del Rey en Jaume". Este último es posterior, de finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Ambos tienen matacanes, pérgola y el cuerpo de guardia. Se cubren con bóvedas de arco apuntado. El Portalet es la puerta más antigua del recinto. En 1685 el gobernador Francisco Sagarriga realiza una visita de inspección en el castillo y otras fortalezas de la part forana. A consecuencia de la misma ordena que en la puerta del castillo se construya un pequeño portal por donde la gente pueda entrar y salir sin que en tiempo de guerra sea necesario abrir la puerta mayor. Por ello en el año 1716 trasladaron las puertas del portal del Rey en Jaume desde Palma a Capdepera.

Portalet del castillo de Capdepera (Baleares)

Este portal es una torre-puerta reforzada por grandes matacanes, obras de fortificación que la coronan y que son características de los siglos XIII y XVI, orientadas a la defensa y entrada de la fortaleza. La entrada para esta puerta es más brusca y dificultosa que la entrada del Portalet.

En 1954 se empieza a construir la actual escalinata que conduce desde el "Portalet" del castillo hasta la villa actual, (lo que era el antiguo arrabal).

A la izquierda del portal está Torre de Sa Boira, era la parte del castillo por donde era más fácil atacar, es decir, laterales este y sur de la muralla, se construyeron cuatro torres con las esquinas de sillares de piedra arenisca; de éstas, dos son romboidales y flanquean la entrada llamada “Portalet”. La más alta es la que se conoce como “Torre de sa Boira” y la otra, más lejos del portal, se denomina “Torre de ses Dames”. Las dos torres restantes están ubicadas al centro; la del este se denomina “Torre d'en Banya”, y la del sur, “Torre des Costerans”. Las cuatro torres están cubiertas con bóveda de cañón. La torre des Costerans es de planta cuadrada y tiene una superficie mayor que las demás, un metro más por lado. Es la torre más visible y se ha considerado la principal. Las cuatro torres anexas a la muralla del castillo se levantaron una vez terminada la construcción de la muralla. Son, por tanto, posteriores al cierre amurallado.

Panorámica desde el Castillo de Capdepera (Baleares)

Una vez franqueada la entrada del Portalet, a la derecha se observan los restos de una casa con un pequeño mural de una dama. De ahí el nombre de este espacio.

El tramo de muralla donde está situado el portal del Rey en Jaume contiene una potencia extraordinaria del terreno que esconde numerosas construcciones que se apoyan en la muralla. Puede verse el nivel del terreno en las aspilleras. En este terreno se restauró una de estas casas.

En la parte izquierda está la muralla, laterales este y sur de la muralla, se construyeron cuatro torres con las esquinas de sillares de piedra arenisca; de éstas, dos son romboidales y flanquean la entrada llamada "Portalet". Las cuatro torres están cubiertas con bóveda de cañón. La torre des Costerans es de planta cuadrada y tiene una superficie mayor que las demás, un metro más por lado. Es la torre más visible y se ha considerado la principal. Las cuatro torres anexas a la muralla del castillo se levantaron una vez terminada la construcción de la muralla. Son, por tanto, posteriores al cierre amurallado.

Muralla del Castillo de Capdepera (Baleares)

Al fondo de la murallas está la torre des Costerans es de planta cuadrada y tiene una superficie mayor que las demás, un metro más por lado. Es la torre más visible y se ha considerado la principal. Las cuatro torres anexas a la muralla del castillo se levantaron una vez terminada la construcción de la muralla. Son, por tanto, posteriores al cierre amurallado.

Un empinado camino nos conduce Casa del Gobernador, durante el siglo XVI la defensa y guardia del castillo recayeron sobre los gabellins hasta que, por sentencia del gobernador, a partir de 1375, la guardia fue compartida por los habitantes de Capdepera y un número de Artà. A pesar de la insistencia del gobernador, los gabellins preferían vivir en el pueblo a pesar de que de noche tuvieran que trasladarse al castillo. En el siglo XVIII, con la instauración borbónica en España, se produce una reestructuración política y militar. A consecuencia de ello, un ejército permanente controlado por militares profesionales pasó al castillo y se encargó de la defensa y vigilancia del litoral y el interior. El coste de la defensa iba a cargo de la hacienda real. En este momento el gobernador era militar y los soldados se denominaban 'dragones'. Casi toda la población vivía fuera del recinto, dado que el castillo se utilizaba como cuartel militar.

Casa del Gobernador de Capdepera (Baleares)

Actualmente la primera planta de la Casa del Gobernador alberga la muestra permanente de la llata.

Es una muestra permanente de la tradición del municipio por el trabajo de la llata. En ella se explica el proceso de elaboración de esta actividad artesanal, desde la cosecha al blanqueo, secado de las hojas de llata (Chamaerops humilis) hasta el trenzado de las mismas y la elaboración de artículos diversos: capachos, cestas, cuévanos, escobas, etc. Este conjunto de objetos se denomina “obra de palma” y durante buena parte del siglo XX singularizó buena parte de la economía e idiosincrasia de nuestro municipio.

En la parte más empinada del castillo se encuentra Torre d'en Miguel Nunis, está dedicada a la defensa de época islámica. Siglos X-XII. Ubicada en un punto estratégico, en la cota más alta del monte, dominaba la visual sobre el canal de Menorca. Es de base cuadrada y su altura original, unos diez metros, sería casi el doble que la actual. Está construida con la técnica de tapia, pared elaborada de tierra amasada, prensada con un encofrado de madera y secado al aire.

Torre del Castillo de Capdepera (Baleares)

Todavía conserva algunas aspilleras. Es la estructura originaria a partir de la cual se construyó la villa fortificada. En 1231, se firmó el Tratado de Capdepera con los musulmanes de Menorca.

En el siglo XIX se edificó un molino harinero en el interior, con una torre redonda y escalera de caracol, elementos que aún se conserva en la actualidad.

Muy cerca está la Cisterna, siglo XIV, se trata de las primeras construcciones del recinto. Almacenaba agua de lluvia, indispensable para el abastecimiento de la población en caso de asedio. La parte visible de la cisterna es el brocal del pozo, a través del cual se hacía la extracción del agua.

Quizás el recinto más visual es la primitiva iglesia se conservan la capilla de la derecha y el primer tramo de bóveda de la nave principal, donde puede observarse el escudo de Capdepera.

El templo debía preservar dos imágenes: la de San Juan y la del Santo Cristo. Esta última, elaborada con madera de naranjo y originalmente policromada, es una talla del gótico primitivo que fue restaurada y reintegrada en su lugar original, donde permanece en la actualidad.

Capilla del Castillo de Capdepera (Baleares)

La pequeña iglesia de San Juan se reformó en el siglo XVI y pasó a ser la nave principal de la actual iglesia. A principios del siglo XVIII se construyeron las actuales capillas laterales. La capilla barroca de Nuestra Señora del Rosario (1703), corresponde a este momento.

A partir de 1840, cuando ya se había construido la iglesia del pueblo, dejaron de celebrarse actos religiosos. Hasta el 1871 no se recuperaría el culto, entonces ya convertida en santuario de la Virgen de la Esperanza, cuya festividad se celebra el 18 de Diciembre.

Es la hora de comer y según nos indican en la zona de la plaza hay varios bares donde se puede comer, en el camino vemos el Club de la Tercera Edad, en una pizarra ponen los menús de la semana hoy toca Manitas de Cerdo con patata, pan, bebida y postre, 7.5 euros. GPS N39.7016991 E3.4325229, situada en la plaza donde llegan los Bus.

Nos informan en la cocina que solamente quedan manitas para dos, pero nos pueden hacer unos filetes de lomo con patatas. Todo un lujo por el precio, la calidad de la comida y las atenciones del personal. En total con los cafés y las empanadas de los entrantes pagamos 10 euros por persona.

Calles de Capdepera (Baleares)

Caminar por el caso antiguo de Capdepera es otro de los planes que no te puedes perder cuando visites este pueblo. Y es que, la zona antigua de Capdepera presume de ser un laberinto de calles estrechas y empinadas, repletas de casas de piedra con balcones de hierro forjado y macetas de flores. En su conjunto, todo ello conforma una fotografía digna de ser capturada.

Pasear por estas calles es como retroceder en el tiempo, ya que muchas de las construcciones datan de los siglos XIV y XV.

Faro de Capdepera (Baleares)

Partimos y a unos pocos kilómetros de distancia, en la punta de la península, se encuentra el Faro de Capdepera GPS N39.716333 E3.4752998. El paisaje es espectacular, maravilloso, se tiene la sensación de haber llegado al fin del mundo, el silencio sólo es roto por el graznido de las gaviotas.

Este faro activo, que data de 1861, es el punto más oriental de Mallorca. De hecho, desde aquí se puede contemplar la isla vecina de Menorca.

Es un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad del mar Mediterráneo y del paisaje natural de la zona. Como curiosidad, te contamos que la luz de este faro puede alcanzar hasta 42 kilómetros en condiciones climáticas favorables.

En 1969 se electrificó el sistema de alumbrado, conservando la parte fija de la óptica pero retirando las lentes externas giratorias que estaban acopladas al mecanismo de rotación. La intermitencia sería ahora producida por un destellador eléctrico. En 1971 se colocó una óptica de horizonte. Debido a los fuertes vientos que castigan frecuentemente esta zona de las Baleares, durante la segunda mitad del siglo XIX fueron muchas las ocasiones en que los torreros de este faro, tuvieron que socorrer a las víctimas de los naufragios ocurridos en sus cercanías, llegando a ser condecorados en una ocasión con la Cruz de Beneficencia por el Gobierno de España en 1869, a raíz de un fuerte temporal que provocó varias desgracias en la zona.

Faro de Capdepera (Baleares)

Muy cerca hay una atalaya que paso a la historia por el tratado de Capdepera (1231), que respetaba el gobierno de Menorca en su cadio a cambio de un tributo al rey de Aragón , recibe el nombre de este jefe. Según la leyenda, el Rey Jaime aprovechó la proximidad entre la punta de Capdepera y el jefe de Artrutx en Menorca para dar miedo a los sarracenos menorquines haciéndoles creer que su ejército era mucho más grande que en realidad: los cristianos provocaron un incendio en la zona de la cabeza y los sarracenos. tratado de paz, que parece que se firmó en el castillo de Capdepera

Faro de Alcanada (Baleares)

A escasos metros de la cabeza, en 1751 se construyó una torre de defensa para proteger la zona de Cala Rajada y Cala Agulla de los posibles ataques de los británicos de Menorca. En 1808 fue atacada por el del corsario Thomas Cochrane y permaneció parcialmente derruida; por este motivo, recibe el nombre de Torre Esbucada.

Y para finalizar el día nos acercamos hasta la playa de Alcanada para poder desde ese punto contemplar el Faro de Alcanada que está situado en una pequeña isla N39.8373781 E3.168480, situado Camí d'Alcanada, 07400 Alcúdia.

El faro de Alcanada es un faro situado en el islote de Alcanada, en el lado norte de la bahía de Alcudia, a 5 km del puerto de Alcudia, en la isla de Mallorca, Islas Baleares, España.

Fue inaugurado el 15 de mayo de 1861 como faro de 6º orden con óptica catadióptrica y luz blanca fija alimentada con aceite de oliva. En 1883 se instala una nueva lámpara alimentada con parafina que posteriormente se sustituyó por petróleo. En 1917 se instalan unas pantallas giratorias para obtener una apariencia de 3+1 ocultaciones y se cambia la alimentación a acetileno.

Faro de Alcanada (Baleares)

El faro se automatiza en 1960 al cambiar la antigua linterna visitable por otra no visitable más reducida y compacta, su encendido se automatizó mediante válvula solar cambiándose la apariencia por la de destellos equidistantes de luz blanca. En 1985 se sustituye el acetileno por una lámpara eléctrica alimentada por un equipo de energía solar fotovoltaica a 12 voltios, instalándose paneles solares que alimentan un grupo de baterías.

El faro emite un destello de luz blanca en un ciclo de 5 segundos. Está oscurecido en el sector entre 289° y 320°. Su alcance nominal nocturno es de 11 millas náuticas.

Día 27 de febrero (jueves)
Ruta: Santa Son Peretó-Ses Paisses-Artá-Formentor-Santa Posa

Tumbas de la Basílica de Son Peretó (Baleares)

El día 7 comienza en el hotel del Imserso de Santa Ponsa, la noche la hemos pasado un poco mejor y parece que los problemas que nos acechan van remitiendo. Decidimos el viaje como si nada hubiera pasado.

Lo primero que vamos a visitar son los restos de Basílica de Son Peretó GPS N39.5964076 E3.2625616, se encuentra situada en una finca de acceso libre en la Carretera de Manacor a Sant Llorenç, km. 7,5, 07500 Manacor.

Ayer visitamos el Museo de Manacor y muchos de los objetos que pudimos contemplar proceden de las excavaciones en este lugar.

Sabemos, por los pocos textos que nos han llegado, que el cristianismo se extendió muy pronto por las islas Baleares, que a principios del siglo V se produjo la conversión de los judíos de Ibiza y que en tiempos de dominación vándala, en el año 484, varios obispos baleares asistieron al sínodo de Cartago. Todo ello indica la fuerza del cristianismo en las islas en esa época, posiblemente potenciada a partir de su conquista por los bizantinos en el año 534.

Tumbas de la Basílica de Son Peretó (Baleares)

De este mismo periodo paleocristiano se conocen los restos de varias basílicas en Mallorca y Menorca, de las que Son Peretó es una las mejor estudiadas.

El conjunto paleocristiano está formado por una iglesia, un baptisterio de dos pilas bautismales y una serie de habitaciones anexas. La estructura de todo este conjunto, después de las últimas actuaciones sobre el yacimiento, es perfectamente visible hasta algo menos de un metro de altura, aunque por el momento sólo se ha investigado una parte de lo que debió ser el conjunto completo, muy superior a la parte excavada.

Se trata de una basílica de 21 x 14 m y orientación este-oeste. Consta de tres naves, mayor y más alta la central que las laterales, separadas por columnas que se supone que soportaban arquerías terminadas en pilares en los extremos, con un ábside semicircular de la misma anchura que la nave central, elevado un par de escalones sobre el suelo de las naves, en el que se encontró un altar de piedra. Las naves laterales acababan en dos compartimentos a los lados del ábside, posiblemente añadidos posteriormente. Las naves estarían cubiertas por techumbre plana, la central a dos aguas.

Baptisterio de la Basílica de Son Peretó (Baleares)

Adosado al muro occidental se encuentra el baptisterio, de planta cuadrada en el que sorprendentemente existen, en muy buen estado de conservación, dos pilas bautismales, quizá para adultos y niños o, posiblemente la mayor, que recuerda a la pila bautismmal de la Basílica de Algezares, fue sustituida al pasar del rito de bautismo por inmersión al bautizo por aspersión. Está excavada en el suelo, tiene forma de cruz latina con los lados del brazo corto redondeados y en el lado largo los siete escalones que corresponden a los siete grados del misterio del Espíritu Santo descritos posteriormente por San Isidoro: tres de descenso, el central y tres de ascensión. La menor elevada unos 80cms sobre el suelo, es semejante pero en forma de cruz griega, con todos los extremos redondeados y sin escalones interiores.

Existen otras construcciones adosadas al baptisterio: en el lado sur varios compartimentos cuadrados con algunas tumbas en su interior y en el occidental con varias habitaciones que fueron utilizadas para vivienda y lugar de trabajo.

Basílica de Son Peretó (Baleares)

La estructura de la basílica, de tres naves, un solo ábside y un nártex utilizado como baptisterio, sin un segundo ábside opuesto ni pórticos laterales, como es habitual en la basílicas de tipo norteafricano de esa época en la península nos hace pensar en la influencia bizantina, lo que sugiere una datación en la segunda mitad del siglo VI.

No obstante, el hecho de que se hayan encontrado restos de pavimentos de dos momentos, siendo los mosaicos que cubrían el suelo de la basílica de una segunda fase datada en el siglo VI, en un momento en el que también se hicieron modificaciones en la basílica, como el añadido de los dos compartimentos a los lados del ábside, y en el que posiblemente se añadió la segunda pila bautismal, nos lleva a pensar que quizá su construcción inicial pudo ser en tiempos de los vándalos, como iglesia arriana, reconvertida a católica después de la conquista bizantina, lo que obligaría a algunos cambios y, sobre todo, a la sustitución de la pila bautismal, como es posible que el paso de arriana a católica fuera también el motivo de los cambios que sufrió la zona del baptisterio de la Basílica de Eio.

Ábside de la Basílica de Son Peretó (Baleares)

Esta iglesia tendría una cubierta de tejas planas sobre las cuales, en las juntas, las habría de curvadas, muy parecidas a las de hoy en día. Esta cubierta se aguantaría con una estructura hecha de vigas de madera, menos la parte del ábside, donde podría haber, quizás, una parte hecha de obra.

La localización de las puertas de entrada y salida de la basílica es conflictiva, ya que los muros este y sur se encuentran muy arrasados. Se han propuesto dos puertas que conectarían la iglesia con el edifico bautismal, pero no se conoce ningún elemento las pueda identificar ni situar con precisión. Tampoco se puede descartar una puerta en la fachada meridional, tal como sucede en otras iglesias de esta época.

La religión cristiana necesitaba un altar para efectuar es acto del sacrificio simbólico, la transubstanciación del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo. En Son Peretó, igual que en otras basílicas baleares, parece que el altar se encontraba situado en el ábside, tal como sucedía en la Península Ibérica.

Altar de la Basílica de Son Peretó (Baleares)

El altar de Son Peretó se situaba en el centro de la cabecera del santuario. Por eso, el clero se colocaba fuera de este, en un recinto delimitado en el primer tramo de la nave central que se denominaba coro.

Este altar consistía en una mesa sostenida por diversas barras que se insertaban en una base rectangular de piedra arenosa, donde se situaba la caja de reliquias.

La pieza del altar de Son Peretó que se conserva es parte de la base. Se pueden observar dos agujeros donde iban dos de las cuatro barras. Esta parte del altar tenía como función contener las reliquias de los santos o mártires dentro de la cavidad cuadrangular. Esta cavidad, debía ir cubierta con tres losas de madera o piedra encajadas en los rebajes que se ven.

Delante del ábiside se encontraba un espacio delimitado por canceles. Tanto este espacio como el ábside solía estar reservado para el clero. La mayor parte del aula, es decir, las naves, era el sitio donde se colocaban el resto de los fieles. La iglesia de Son Peretó presenta también, en sus pies, una construcción que se ha denominado contracoro. Este era un elemento parecido a un podio de planta rectangular.

Tumbas de la Basílica de Son Peretó (Baleares)

Dentro de la basílica, se pudo identificar más de una treintena de tumbas, muchas de estas corresponderían a niños pequeños. Todo indica que en este edificio se pudieron practicar enterramientos durante mucho tiempo. Así, se han documentado inhumaciones bajo los mosaicos y tumbas con cubierta musiva, pero también se han documentado sepulturas que rompían los mosaicos y tumbas sobre los mismos.

Poblat Talaiòtic de Ses Païsses (Baleares)

Marchamos para visitar el Poblat Talaiòtic de Ses Païsses GPS N39.6871881 E3.3526161, situado en Lloc Poligon 13, 113, 07570 Artà. Horario de 10 a 17,00 horas. Precio entrada 2 euros.

Al parecer, los primeros colonizadores de Mallorca procedían del Mediterráneo Oriental, hecho que no se produjo hasta hace unos 6.000 años. Hace unos 3500 (o sea, hacia el 1500 antes de Cristo), en plena Edad del Bronce, que aparecieron los talayots (palabra aumentativa de atalaya), también denominados clapers (montes de piedras). Y así vemos cómo las construcciones ciclópeas se constituyeron en una técnica constantemente utilizada por aquellos primitivos habitantes de nuestras tierras, hasta que la civilización romana, que llegó a la isla debajo del mando de Cecili Metel, no implantó otros sistemas.

Sólo en Mallorca, de poblados talayóticos (clapers de gigante), se cuentan unos 200, surgidos todos ellos después de la cultura de las cuevas o pretalayótica. No existen pruebas de los sistemas utilizados para la construcción de estos poblados, pero los recursos empleados por el hombre talayótico debían de ser extraordinarios y sumamente costosos.

Poblat Talaiòtic de Ses Païsses (Baleares)

El poblado talayótico de Ses Païsses, rodeado de encinas y con el gran portal que mira al levante, ha perdurado con el tiempo, constituyendo un paraje idílico, a menos de un kilómetro de la villa de Artà. Este importante tesoro arqueológico permanecía, no hace muchas décadas, abandonado de la mano de Dios, sólo protegido por unos hilos de hierro, como si fuera un gallinero, con romegueros por doquier y mostrándose inhóspito a la presencia del visitante. Sin embargo, ya con la venida, alrededor de los años sesenta, del profesor Giovanni Lilliu, catedrático de antigüedades sardas de la Universidad de Cagliari, al frente de la misión arqueológica italiana encargada de dirigir las excavaciones del talayot de Ses Païsses, comenzó para el poblado talayótico una nueva.

Talaiot del Poblat Talaiòtic de Ses Païsses (Baleares)

El poblado talayótico de Ses Païsses es seguramente el de más llamada de la isla y, junto con el de Capocorb Vell, en Llucmajor, uno de los más visitados. Destaca por tener su recinto amurallado, además de por el mencionado pórtico de entrada al recinto, convertido a lo largo de los tiempos en símbolo de la prehistoria mallorquina.

El talayot de Ses Païsses, ocupa una superficie de 13500 metros cuadrados y la muralla tiene un perímetro de 374 metros, siguiendo la disposición ovalada típica de estos asentamientos. Algunos de los majestuosos y gigantescos bloques de piedra superan las ocho toneladas, aunque la comunidad que las levantó se cree que no llegaba a 300 miembros, lo que nos da fe del esfuerzo humano que constituyó para nuestros antepasados construir un recinto de similares características.

La contemplación del gran talayot central nos evoca cómo sería la vida de aquellos grandes hombres primitivos que, alejados de cualquier comodidad, en medio de aquellas piedras vivieron, sufrieron, amaron y murieron.

El poblado talayótico de Ses Païses en Arta es uno de los asentamientos más extensos y bien conservados de Mallorca. Es referencia y representa bastante bien la estructura típica de estos núcleos de población Se Puede apreciar la buena conservación de su recintos amurallado y de las construcciones internas, mucha todavía por excavar. El poblado tiene forma elíptica, con 13.500 m2 y un perímetro de la la muralla de 374 metros. Las excavaciones realizadas en él permitieron establecer una completa cronología desde las primera etapas del talayótico hasta la romanización.

Lugar sagrado del Poblat Talaiòtic de Ses Païsses (Baleares)

Se encuentra en un encinar sobre una pequeña elevación a poco más de un kilómetro de Arta. Se calcula que estaba ocupado por unas 59 habitaciones, lo que supondría una población aproximada de 325 personas.

Abajo podemos ver la distribución del poblado con el talayot, sala hipóstila y habitaciones en el centro así como en la parte exterior habitaciones integradas en la muralla. Arriba vemos detallado el talayot con su acceso a la sala hispólita

Lo primero que llama la atención es el gran portal ciclópeo (orientado al SE), que al igual que esa parte de la muralla se conserva en muy buen estado.

Como ya se ha apuntado, el poblado funcionó durante todo el largo período talayótico: desde el 1.200 a.C. hasta el I a.C., cuando coincidiendo con la romanización fue abandonado.

Una vez dentro del recinto, hay que distinguir una primera zona de habitáculos, junto al gran talayot central. Una sala hipóstila adjunta, y otro grupo de habitaciones situado en la parte sudoeste de la muralla. El talayot central y las Habitaciones Adosadas pasarían a formar parte, entre los siglos VIII-V a.C., de un complejo de casas propiedad del jefe dirigente o autoridad clánica del poblado según algunas teorías

Poblat Talaiòtic de Ses Païsses (Baleares)

El talayot, que ocupa una posición un tanto excéntrica en el centro del poblado, se configura como el elemento constructivo dominante alrededor del cual se agrupan las otras habitaciones del conjunto central, corresponde a la época más antigua del asentamiento. De planta circular, el talayot forma una torre troncocónica de unos 4,5 m de alzada, con un volumen superior a los 400 m³. En la parte inferior de la cámara interior transcurre, entre dos contrafuertes, un pasadizo de baja altura que comunica el talayot con la Sala Hipóstila.

Adosado a los muros del talayot, en su parte exterior, se construyó un contrafuerte, el cual hace suponer podría tratarse de una rampa para dar acceso a una hipotética cámara situada en la parte superior de la torre.

La habitación en forma de herradura, adosada al talayot y a la sala hipóstila, está compartimentada en dos habitáculos. Pertenece a los primeros momentos del Talayótico. Esta habitación fue reutilizada posteriormente (siglos III-II a.C.) y se introdujo en ella una tumba de incineración (el ritual utilizado era de influencia griega) con ajuar cerámico y un casco de bronce decorado.

La sala hipóstila es de planta absidal y presenta tres columnas y seis pilastras que sostenían una cubierta de la cual no quedan restos. Su datación cronológica se sitúa entre los siglos VIII-V a.C.

Mundo rural Poblat Talaiòtic de Ses Païsses (Baleares)

A unos treinta metros del Talayot Central encontramos un segundo grupo de edificaciones denominadas Habitaciones de Planta Absidal, constituido por dos habitáculos. El primero de ellos, de unos quince metros de largo, es el más grande hasta ahora recuperado, ubicado entre dos tramos de la muralla, su interior aparece compartimentado en tres partes. En cuanto al otro habitáculo, a pesar de no estar acabada su excavación, se pueden distinguir claramente su configuración y dependencias.

Poblat Talaiòtic de Ses Païsses (Baleares)

El material hallado en Ses Païsses demostró una vez más la existencia de una fase inicial talayótica en que la cerámica es de producción propia, lisa y hecha a mano. En el período final (V-I a.C.) todo cambia, con la aparición de piezas importadas, cada vez más frecuente a medida que se aproxima el cambio de era.

Calles de Artá (Baleares)

Continuamos el viaje hasta el tradicional pueblo de Artá se encuentra en medio de un gran valle a los pies de una pequeña montaña en el noreste de Mallorca. Este pueblo se aferra rigurosamente a sus orígenes, por lo que no se ha sometido a muchos cambios.

Artà tiene una historia fascinante, mezcla de mitología y realidad. Se dice que su fundación tuvo lugar a manos de los Arethos, un pueblo que sobrevivió a la destrucción de Troya; y curiosamente, también existe una ciudad llamada Artà en Grecia. Mito o realidad, el desarrollo de la zona se debe a los árabes, que consideraban todo el noreste como uno de los 13 distritos en los que dividieron la isla.

El nombre de Artà deriva, de hecho, del árabe yartan, que significa jardín, con el que los musulmanes llamaban a esta zona. Sin embargo, el pueblo tal y como lo conocemos hoy fue fundado en 1302 por el rey Jaime II de Mallorca, quien, impresionado por la belleza del lugar, quiso crear aquí un coto de caza.

Desde entonces, los habitantes de Artà se han dedicado a la agricultura, la artesanía y el textil, tanto que ni siquiera el frenético turismo que rodea Mallorca parece capaz de perturbar la tranquilidad de este pueblo. Por eso consideramos Artà uno de los mejores pueblos de Mallorca.

Plaza de Ayuntamiento de Artá (Baleares)

Uno de los hechos menos conocidos acerca de Artá es que fue uno de los últimos pueblos de Europa en sufrir un brote de la peste bubónica. Es más, el cercano pueblo pesquero Colonia de Sant Pere, fue fundado por los sobrevivientes a la peste que dejaron Artá para evitar el contagio.

Nada más llegar vamos directamente al restaurante Ca`n Jaume GPS N39.69243 E3.3445135, para comer, ofrece un menú a elegir entre tres primeros, tres segundo, bebida y postre. Tenemos que esperar al segundo turno para poder sentarnos.

Mientras esperamos nuestro turno de almuerzo aprovechamos para es intentar subir a fortaleza Santuari de Sant Salvador se puede ver el pueblo de Artá, siendo esta fortaleza una importante atracción para quienes visitan la isla. Para llegar al Santuario hay que hacer una caminata a la sombra de los árboles, subiendo 180 escalones para llegar a la entrada del santuario. Esta fortaleza fue construida en el siglo XIV, pero ha sido renovada en el siglo XIX. Dentro de la iglesia encontrará algunas obras de arte fabulosas y el jardín del santuario es un sitio ideal para disfrutar de las vistas.

Edificio de Na Batlessa Artá (Baleares)

Damos una vuelta por casco Antiguo, bajando las laderas de la colina se encuentra uno de los cascos históricos más armoniosos de Mallorca. El corazón del pueblo está formado por típicas calles empedradas mallorquinas, salpicadas de puertas y ventanas pintadas de verde o rojo. Hay dos barrios diferentes: el barrio obrero, en la parte baja, y el barrio aristocrático, en la parte alta, con los palacios de los ricos terratenientes de la zona. Cuando el sol apriete, será inevitable una parada en la Plaza del Conquistador, donde podrás disfrutar de la sombra de los árboles traídos aquí desde las Américas en siglos pasados,

Uno de los edificios más notables se denomina Na Batlessa GPS N39.6930771 E3.350384. A lo largo del siglo XIX y XX a Artá llegaron los primeros emigrantes que habían hecho fortuna en las Américas, conocidos como indianos. La vuelta de este colectivo enriquecido, inició una disputa constructiva entre las elites acomodadas y los recién llegados, compitiendo los unos con los otros con tal de ostentar el mayor poder económico. Estos emigrantes importaron de los lugares de donde venían nuevos estilos constructivos, y na Batlesa es un ejemplo. El edificio, construido entre 1898 y 1900, se presenta como un volumen independiente situado encima de un pequeño podio que conforma una terraza cerrada por una balaustrada. La fachada principal es singular por su disposición perpendicular respecto a las crujías, de tal manera que conforma un gran frontón triangular. A destacar de la fachada principal; la escalera curvilínea que da acceso al edificio y el balcón del piso noble. En 1984, el casal fue cedido por su propietario, Cristòfol Ferrer, al Ayuntamiento, convirtiéndose, así, un edificio público donde hoy se encuentra la biblioteca municipal y una sala de exposiciones. Además, en una parte del solar se emplaza el teatro municipal.

Ayuntamiento Municipal de Artá (Baleares)

Pasamos por la plaza de Ayuntamiento donde se encuentra el edificio que la preside el gobierno municipal GPS N39.6950206 E3.3509841.

El edificio fue construido en 1941 para reemplazar un antiguo ayuntamiento. El plan para un nuevo edificio se remonta a la época de la Segunda República, entre 1931 y 1936. Sin embargo, debido a la Guerra Civil Española, el proyecto se interrumpió inicialmente y la construcción solo continuó después del final de la guerra civil. El ayuntamiento y la plaza que se encuentra frente a él fueron inaugurados en el año 1941.

Después de la comida subimos hasta la parte más alta de Artá donde se encuentra Santuari de Sant Salvador GPS N39.6962081 E3.348802.

Hoy en día, la muralla de un metro de grosor, con sus nueve torres, incluida la torre principal de Sant Miquel, rodea la iglesia de peregrinación del Santuario de Sant Salvador y sus dependencias. La iglesia alberga una estatua románica de madera tallada y multicolor de la Virgen María, que, según la tradición de los canónigos blancos, fue traída a la isla por Jaime I durante la conquista de Mallorca.

Iglesia de San Salvador en Artá (Baleares)

Una escalera de calvario de 180 escalones une la iglesia parroquial de la Transfiguración del Señor, al pie de la colina del pueblo, con la iglesia barroca de Sant Salvador, construida en 1832, en el Puig de Sant Salvador, de 182 metros de altura. La iglesia de la Transfiguración, de estilo gótico tardío, construida en 1573, sustituyó a la antigua iglesia parroquial, consagrada en 1248 en el lugar donde se encontraba una mezquita anterior.

Durante la época árabe, la península de Yartan fue uno de los trece distritos de Mallorca. Tras la conquista catalana de la isla, la actual ciudad de Artà surgió en el siglo XIII tras la llegada de los Norbertinos, o Monjes Blancos, quienes fundaron el Priorato de Santa María del Bellpuig. La finca de Bellpuig se encuentra a cinco kilómetros al suroeste de Artà. Desde allí, el área actual de la ciudad, las alquerías de Almudaina, se dividió en lotes y se reasignó. La ciudad aún se llamaba Almudaina en el siglo XV, mientras que el nombre de Artà se refería a toda la comarca.

Entre los siglos XVI y XVIII, la población de la ciudad experimentó un rápido crecimiento y, además de la agricultura, se desarrolló la industria textil. Un brote de peste bubónica en 1820 provocó una crisis que se saldó con 1200 muertes. En el siglo XIX, los términos municipales de Capdepera y Son Servera se separaron de Artà. La mayor parte del territorio de Artà estaba entonces en manos de grandes terratenientes. Entre los pequeños agricultores, la artesanía de la cestería con hojas de palma se convirtió en una valiosa fuente de ingresos secundarios. En 1880, se repartieron las tierras de la Devesa de Ferrutx, en la bahía de Alcúdia, y se fundó el pueblo costero de Colonia de Sant Pere como asentamiento agrícola. Este tranquilo núcleo turístico es el segundo más poblado del municipio, después de Artà.

Virgen de San Salvador en Artá (Baleares)

Sant Salvador corresponde, sin duda, al lugar más emblemático de Artá. Situado sobre un pequeño cerro que domina todo el entorno de la villa. Los elementos más destacables del conjunto son el recinto amurallado, el santuario y las dependencias de Es Donat.

Su ubicación ha implicado que fuese un lugar estratégico a lo largo de diferentes épocas históricas. Las primeras noticias que se tienen del lugar son de la ocupación musulmana de la isla, situándose en la cima una fortificación, conocida como Almudaina, que disponía de una mezquita.

Con la conquista catalana de la isla, el rey Jaime I, se apropió de este emplazamiento, convirtiendo la mezquita en un temple cristiano. El recinto de la muralla describe una elipse de 93 por 24 metros, destacando la torre mayor, dedicada a San Miguel. La muralla ha sido considerablemente modificada. En el siglo XVI fue reconstruida como lugar de refugio de los lugareños de los ataques corsarios; y en 1967, todo el recinto fue restaurado a instancia de la Sociedad de Amigos de los Castillos, levantando de nueva planta una torre, y colocando almenas en todo el perímetro.

San Salvador en Artá (Baleares)

El santuario actual es una edificación que se inició en 1825 y fue bendecida en 1832, aunque las dos torres que la flanquean no fueron acabadas hasta finales del siglo. Formalmente se trata de una iglesia de estilo renacentista, de cruz latina, sin ábside y cubierta de bóveda de cañón. En la cúpula, decorada por Salvador Torres en 1892, se representa la Gloria. En el interior se conserva la talla románica de la Virgen Sant Salvador, originaria del monasterio de Bellpuig, patrona de Artá desde 1922. La primitiva iglesia del siglo XIII, fue quemada al ser utilizada como hospital durante la peste de 1820. Además, hay que destacar la vivienda del Donat, edificación de entorno al siglo XVI, destinada a vivienda de la persona encargada del mantenimiento del recinto de la Almudaina y del santuario.

San Salvador en Artá (Baleares)

Su aspecto actual se debe a la reconstrucción que sufrió en 1971. El edificio se estructura en dos alturas, donde el portal con arco de medio punto, con dovelas y enjutas de marés, es el eje de simetría de la fachada. Este se encuentra flanqueado por dos ventanas adinteladas y cerradas por un enrejado de hierro. Pero el elemento más significativo de este edificio se encuentra situado en la primera altura de la fachada, se trata de una ventana renacentista enmarcada por dos semi-columnas adosadas que sostienen un arquitrabe ornamentado con motivos vegetales geométricos. Gracias a la restauración realizada, este edificio se puede observar en su máximo esplendor.

Faro de Formentor (Baleares)

Para terminar el día queremos hacerlo viendo el atardecer en el faro de Formentor, es un lujo para el alma pode hacerlo, afortunadamente en invierno la entrada es libre. Para llegar existe una carretera serpenteante que cruza acantilados y bosques antes de llegar hasta él. Pero cabe señalar que el punto del mapa en el que se encuentra el faro de Formentor no puede visitarse libremente durante todo el año. En verano, y dada la afluencia de personas, se establecen ciertas restricciones de paso y las personas que quieren visitarlo deben hacerlo cogiendo un autobús en la playa de Formentor.

Atardecer en el Faro de Formentor (Baleares)

Cuando llegas al faro tenemos unas vistas privilegiadas del Mediterráneo y, hoy las condiciones climáticas lo permiten, uno de los mejores atardeceres de todo el país. Cuando el sol se pone y el cielo se tiñe de naranja, la estampa que aparece ante los ojos es especial.

Faro de Formentor (Baleares)

El faro de Formentor de Mallorca está situado a 188 metros sobre el nivel del mar, en el cabo de Formentor, y se debe apuntar que fue el faro más difícil de construir de todo el archipiélago. Esto es así dada su ubicación, pues no solamente está en una zona elevada, sino que se trataba de un espacio virgen e incomunicado. Así, aunque las obras de construcción comenzaron en 1857, el faro no pudo inaugurarse hasta seis años más tarde, en 1863.

Panorámica desde el Faro de Formentor (Baleares)

El faro en sí es una torre que se alza 22 metros hacia el cielo. Es blanco, y se deja ver ya desde lejos mientras se recorre la carretera que llega hasta él. La construcción en sí misma es bonita, pero el entorno paisajístico en el que se sitúa es espectacular. Por eso es, desde siempre, uno de los espacios naturales más bonitos de Mallorca.

Día 28 de febrero (viernes)
Ruta: Santa Ponsa- Estellencs- Bañalbufar -Esporlas-Soller-Valdemossa-Santa Ponsa

Mirador des Grau (Baleares)

El día 8 comienza en el hotel del Imserso de Santa Ponsa, la noche la hemos pasado bien, estamos casi recuperados. Decidimos el viaje como si nada hubiera pasado.

Salimos en dirección de la población de Andratx, cogemos la carretera ME-10 que nos llevará por las cimas de la Tramontana. La primera dificultad que pasamos es el Coll de Sa Gramola, situado en el punto kilométrico 106 se encuentra el mencionado collado, también conocido como Coll de la Gran Mola, situado a 344 m de altitud.

Seguimos por la carretera hasta el mirador de Mirador de Ricardo Roca, aparcamos en el Bar Es Grau N39.645128 E2.450717, situado Punto Kilométrico 98, Ma-10, 07192 Andratx. Este es el típico sitio donde paran los bus turísticos, los precios son muy elevados. Cabe destacar que desde su terraza tiene una estupenda terraza.

Mirador de Ricard Roca o Mirador des Grau, se encuentra justo encima. El histórico mirador, data del año 1919, se encuentra a 325 metros de altitud sobre el nivel del mar, sobre el km.98 de la carretera de Andratx a Estellencs y es poco conocido, debido a su situación y lejanía. El mirador ofrece una de las mejores puestas de sol de la isla.

Momorial del Mirador des Grau (Baleares)

El mirador se encuentra en un acantilado al que se accede a través de unas escaleras de piedra, desde allí hay unas vistas espectaculares al mar mediterráneo y a Tramuntana norte. Hay una pequeña caseta-refugio y una piedra con una inscripción con el texto: Mirador Ricard Roca, a la memoria del inolvidable presidente del Fomento de Turismo, año 1923

Parece ser que Ricardo Roca, que da nombre al mirador, era uno de los hijos del propietario de la conocida Casa Roca que estaba cerca de la Vía Sindicato y que hace unos años.

Además de ser presidente del Fomento de Turismo, recibió este reconocimiento por parte de esta institución, por ser uno de los impulsores del excursionismo en Mallorca.

Hay una capilla o ermita cerrada con llave a la que gente lanza monedas, al fondo se ve un hueco donde quizá alguna vez hubo una figura de la virgen.

Panóramica desde el Mirador des Grau (Baleares)

Un poco más adelante se encuentra Estellenchs, aparcamos a la entrada GPS N39.6525973 E2.480604, en la MA-010 Carretra de Andaitx, ahora en invierno no ofrece muchos problemas la visita.

Estellenchs (Baleares)

Estellenchs es un pequeño pueblo en la isla de Mallorca, situado en la comarca de la Serra de Tramuntana, al norte de la isla. Este pintoresco pueblo tiene una gran belleza natural, con paisajes montañosos y vistas impresionantes del mar Mediterráneo.

Estellenchs está ubicado cerca de la costa suroeste de la isla, entre los pueblos de Andratx y Banyalbufar. Su ubicación dentro de la Serra de Tramuntana le da un aire tranquilo y aislado, ideal para quienes buscan escapar del bullicio turístico.

La cercanía de Estellenchs a la Serra de Tramuntana lo convierte en un lugar ideal para hacer senderismo y disfrutar de la naturaleza. Hay diversas rutas de senderismo que atraviesan paisajes montañosos y bosques, ofreciendo vistas espectaculares.

Tradicionalmente, la economía de Estellenchs ha estado basada en la agricultura, especialmente en el cultivo de olivos y viñas. Hoy en día, el turismo rural también es una fuente importante de ingresos, aunque el pueblo sigue siendo muy tranquilo comparado con otras zonas de la isla.

Calles de Estellenchs (Baleares)

Aunque el pueblo en sí no tiene una gran playa, está cerca de pequeños rincones costeros, como la playa de Cala Estellencs, una pequeña cala de guijarros que es un lugar perfecto para relajarse.

La arquitectura de Estellenchs es un reflejo de la tradición rural de Mallorca, muy marcada por la influencia de la Serra de Tramuntana y el entorno natural que lo rodea. El pueblo ha mantenido una estética auténtica y característica de la isla, con varios elementos distintivos que muestran la historia y el estilo arquitectónico de la región.

Las viviendas en Estellenchs están construidas principalmente con piedra local, lo que les da una apariencia robusta y rústica. La piedra utilizada en la construcción proviene de los alrededores de la Serra de Tramuntana, lo que ayuda a que las casas se integren perfectamente con el paisaje montañoso.

Las fachadas de las casas suelen ser sencillas, con ventanas pequeñas, balcones de hierro forjado y puertas de madera maciza. Este tipo de construcción es típico de la arquitectura tradicional mallorquina, pensada para aislarse del calor en verano y protegerse del frío en invierno.

Detalles de la arquitectura de Estellenchs (Baleares)

Al igual que en muchas otras localidades de Mallorca, los techos de las casas en Estellenchs están cubiertos por tejas árabes. Este tipo de tejado curvado es característico de la arquitectura mediterránea y ofrece una excelente protección contra las inclemencias del tiempo, especialmente las lluvias y el sol fuerte.

El casco antiguo de Estellenchs está formado por calles estrechas y empedradas, lo que refleja la organización típica de los pueblos rurales de la isla. Las calles serpentean entre las casas, con espacios reducidos que hacen que el pueblo sea muy pintoresco y encantador. La disposición de las calles también favorece la sombra, creando ambientes frescos durante el calor del verano.

Muchos edificios de Estellenchs muestran elementos arquitectónicos populares de la isla, como porches o patios interiores. Los patios permiten disfrutar del aire libre y de la vegetación local, mientras que los porches ofrecen un espacio de sombra donde las familias solían reunirse.

Calles de Estellenchs (Baleares)

En el corazón del pueblo se encuentra la Iglesia de Sant Joan Baptista, una construcción de estilo neoclásico que data del siglo XVIII. Su fachada es sencilla, con un portal enmarcado por columnas y una torre campanario. La iglesia es un buen ejemplo de la influencia de la arquitectura religiosa en Mallorca, a pesar de que en Estellenchs no hay grandes construcciones eclesiásticas.

Alrededor del pueblo y en las colinas cercanas, también se pueden encontrar construcciones tradicionales como fincas agrícolas y casetas de campo, algunas de las cuales datan de siglos pasados. Estas construcciones están adaptadas al entorno natural, utilizando materiales como la piedra seca y ofreciendo un diseño funcional más que ornamental.

La arquitectura en Estellenchs no solo tiene en cuenta el diseño de los edificios, sino que también se fusiona con el paisaje natural. Las casas están alineadas de tal manera que las vistas hacia las montañas y el mar son privilegiadas. Esta integración con el entorno refleja el respeto por la naturaleza, muy característico en la cultura mallorquina.

Calles de Estellenchs (Baleares)

En general, la arquitectura de Estellenchs es un excelente ejemplo de la arquitectura rural mallorquina que ha sobrevivido al paso del tiempo, ofreciendo un paisaje visualmente atractivo y armonioso con su entorno natural. Es un lugar donde las construcciones se mantienen fieles a las tradiciones, sin caer en la modernización desmedida, lo que lo hace único.

La vida en Estellenchs es tranquila, relajada y muy marcada por su entorno natural y la tradición local. Al ser un pequeño pueblo en la Serra de Tramuntana, lejos del bullicio de las grandes zonas turísticas de Mallorca, la vida cotidiana en Estellenchs sigue siendo bastante tradicional y está profundamente influenciada por la agricultura, el respeto a la naturaleza y una fuerte comunidad local.

El ritmo de vida en Estellenchs es mucho más pausado en comparación con las zonas turísticas de la isla. Los habitantes del pueblo disfrutan de un estilo de vida rural, en el que las actividades cotidianas suelen estar relacionadas con la naturaleza y el trabajo en el campo. La agricultura, en particular el cultivo de olivos y vides, sigue siendo una parte importante de la economía local. Es común ver a los residentes cuidando sus huertos, olivares y jardines.

Huertas de Estellenchs (Baleares)

La comunidad de Estellenchs es pequeña, por lo que las relaciones entre los vecinos suelen ser muy cercanas. Como en muchos pueblos rurales, la gente se conoce bien, y las interacciones sociales son más personales y familiares. Las celebraciones y festividades locales, como las fiestas patronales, son momentos de unión para los habitantes del pueblo, quienes suelen reunirse en la iglesia o en la plaza principal para disfrutar de actividades tradicionales y música.

Torre des Verger (Baleares)

De camino vemos en un apartado la posibilidad de visitar la Torre des Verger con su magnífica panorámica sobre su paisaje GPS N39.6839423 E2.4974498, situado 07191 Banyalbufar.

Torre des Verger y su contexto histórico, arquitectónico y cultural. Es una de las torres de defensa más importantes de la Serra de Tramuntana y forma parte de una red de torres de vigilancia construidas en Mallorca durante los siglos XVI y XVII para proteger la isla de los frecuentes ataques de piratas y corsarios. Aquí te proporciono más información sobre varios aspectos de la torre:

La Torre des Verger fue construida en un periodo en el que las Islas Baleares, especialmente Mallorca, sufrían constantes ataques de piratas berberiscos y corsarios del norte de África, así como de piratas provenientes de Italia y otras zonas del Mediterráneo. Durante el siglo XVI, las incursiones en la isla eran comunes, y Mallorca no solo tenía que defenderse de estos ataques, sino también proteger sus bienes comerciales y recursos.

Torre des Verger (Baleares)

Por este motivo, se construyeron varias torres a lo largo de la costa de Mallorca como parte de un sistema defensivo costero. La Torre des Verger era una de estas torres de vigilancia que formaban una red interconectada, lo que permitía una comunicación rápida entre ellas. El sistema de señales (ya sea mediante fuego, humo o espejos reflectantes) permitía alertar a las poblaciones cercanas sobre la aproximación de enemigos.

La Torre des Verger es una torre de vigilancia cilíndrica que mide unos 12 metros de altura. La torre está construida principalmente con piedra caliza local, un material abundante en la isla, lo que le otorga resistencia y la integración perfecta en el paisaje montañoso circundante.

Como muchas de las torres de vigilancia construidas en la época, la Torre des Verger tenía la capacidad de albergar una pequeña guarnición de soldados y de servir como refugio en caso de ataques. Además, se trataba de una torre fortificada, equipada con una escalera de acceso y una plataforma superior desde donde los centinelas podían observar el mar en todas direcciones.

Acceso a la Torre des Verger (Baleares)

La torre formaba parte de un sistema defensivo que dependía de la comunicación entre las torres. Cuando se avistaba un barco enemigo, el centinela en la Torre des Verger podría encender una hoguera o utilizar otros métodos de señalización para avisar a las torres cercanas de la amenaza. La proximidad de la torre al mar también le permitía ofrecer una visibilidad extensa para detectar barcos a gran distancia.

La Torre des Verger está ubicada en lo alto de un acantilado sobre el mar Mediterráneo, lo que la hace difícil de alcanzar por los enemigos. Esta posición también le da unas vistas espectaculares de la costa de Mallorca y del mar, y es estratégica para la observación de cualquier barco que se acerque a la isla.

Hoy en día, la Torre des Verger es un popular destino de senderismo. Para llegar a la torre, los excursionistas pueden tomar una ruta empinada que comienza cerca del pueblo de Estellenchs y serpentea hacia la cima del acantilado. Aunque la caminata es un poco exigente y puede durar entre una y dos horas, la recompensa es considerable. Los caminantes disfrutan de una vista panorámica impresionante tanto de la costa sur de Mallorca como de la Sierra de Tramuntana, que es un Patrimonio de la Humanidad por su importancia natural y cultural.

Interior de la Torre des Verger (Baleares)

El senderismo hacia la torre también permite a los visitantes experimentar la belleza natural de la zona, desde olivares y plantaciones de almendros hasta una rica vegetación de montaña. La proximidad al mar también hace que el aire fresco y el paisaje marítimo sean parte integral de la experiencia.

A lo largo de los siglos, la Torre des Verger ha sufrido algunas restauraciones, pero aún conserva muchas de sus características originales, lo que la convierte en una construcción histórica fascinante. Aunque ha perdido algunos de sus elementos originales, como la teja de su techo o ciertos detalles de la estructura, sigue siendo un monumento significativo que representa el pasado militar de la isla.

La torre, al igual que otras construcciones de este tipo en Mallorca, forma parte de un patrimonio arquitectónico y cultural que ha llegado a ser considerado un símbolo de la lucha de los mallorquines contra las incursiones piratas. Estas torres de vigilancia no solo cumplían funciones militares, sino que también eran símbolos de la defensa del territorio y de la comunidad.

Hoy en día, la Torre des Verger es un punto de interés tanto para los amantes de la historia como para los turistas que buscan una experiencia más auténtica de Mallorca. Aunque Estellenchs es un pueblo pequeño y tranquilo, la torre atrae a muchos visitantes interesados en la historia de la isla, el senderismo y las vistas espectaculares.

La Torre des Verger es solo una de las muchas torres que se distribuyen a lo largo de la costa de Mallorca. Estas torres forman parte de un sistema de defensa más amplio, que incluye otras torres famosas como: Torre de Cala en Basset (en Andratx), Torre de Son Jaumell (en Capdepera), Torre de Canyamel (en Artà), Torre de Ses Crestes (en Pollença).

Panorámica desde la Torre des Verger (Baleares)

Cada una de estas torres tenía una función similar y formaba parte de un sistema que ayudaba a proteger la isla. Aunque muchas de estas torres están en ruinas o parcialmente restauradas, todas comparten una importancia histórica y cultural que muestra la resistencia de la isla durante los periodos de invasión.

La Torre des Verger no solo es un atractivo turístico y un excelente punto de observación, sino también una pieza clave del patrimonio histórico de Mallorca. Su arquitectura defensiva y su función estratégica durante los siglos XVI y XVII la convierten en una de las construcciones más destacadas de la isla. Su ubicación, su historia y las rutas de senderismo circundantes hacen de ella una parada obligatoria para los turistas interesados en la historia y la naturaleza de Mallorca.

Calles de Banyalbufar Palma de Mallorca (Baleares)

Nuestro siguiente destino es el pueblo de Banyalbufar, aparcamos justo a la entrada del pueblo GPS N39.6860223 E2.512378, en la mismas carretera MA-10 que atraviesa todo el pueblo.

Banyalbufar es un pequeño y pintoresco pueblo situado en la costa oeste de la isla de Mallorca, en las Islas Baleares, España. Este encantador lugar se caracteriza por su tranquilidad, hermosos paisajes naturales y un rico patrimonio histórico y cultural.

Banyalbufar está ubicado en la Sierra de Tramontana, una cadena montañosa que forma parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. El pueblo se asienta sobre una colina que desciende hacia el mar Mediterráneo, lo que le da unas vistas espectaculares al mar y a la montaña.

El nombre de Banyalbufar tiene su origen en la lengua árabe. Se cree que proviene de la palabra árabe “bani al-bujair”, que significa “hijos de la fuente”, debido a la importancia histórica de las fuentes de agua en la zona.

Patio de Banyalbufar Palma de Mallorca (Baleares)

La historia de Banyalbufar está marcada por su paso por la dominación musulmana, que dejó una huella profunda en la cultura y la arquitectura del pueblo. La agricultura y el cultivo de la vid fueron fundamentales durante la Edad Media, con la producción de vino como uno de los pilares económicos. A lo largo de los siglos, Banyalbufar ha mantenido su carácter tradicional, aunque también ha experimentado un modesto crecimiento en el siglo XX debido al turismo.

Banyalbufar es conocido por sus impresionantes paisajes naturales. El pueblo está rodeado por montañas, bosques y acantilados que descienden al mar, lo que lo convierte en un lugar ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza.

Uno de los principales atractivos naturales es el Carrer del Mar, un antiguo camino de herradura que conecta el pueblo con la costa. Además, sus terrazas de cultivo en las laderas de las montañas, conocidas como “marjades”, son un ejemplo de cómo los agricultores locales han aprovechado el terreno de forma ingeniosa a lo largo de los siglos.

Terrazas de Banyalbufar Palma de Mallorca (Baleares)

Los marjades son un tipo de terrazas agrícolas que se encuentran en varias zonas de la isla de Mallorca, y en particular, en pueblos como Banyalbufar, en la costa oeste de la isla. Estas terrazas se construyeron a lo largo de los siglos para poder aprovechar el terreno montañoso y empinado, y son un claro ejemplo de cómo los agricultores mallorquines han sabido adaptar sus cultivos a las difíciles condiciones del paisaje.

Los marjades están formados por un conjunto de terrazas que van subiendo por las laderas de las montañas. Para hacerlas, se utilizan muros de piedra seca, construidos sin ningún tipo de argamasa, que sirven para sujetar el terreno y evitar la erosión. Estas construcciones son un ejemplo de la arquitectura rural tradicional de la isla.

Las terrazas permiten cultivar en terrenos que de otra manera serían demasiado inclinados para la agricultura tradicional. Esta técnica ayuda a aprovechar el agua de la lluvia, que se acumula y se distribuye de manera eficiente entre los cultivos.

Marjades de Banyalbufar Palma de Mallorca (Baleares)

Históricamente, los marjades han sido utilizados para cultivar principalmente vides, que son la base de la producción vinícola en la región, pero también se cultivaban almendros, olivos y hortalizas. El vino de Banyalbufar, especialmente el vino de montaña, es conocido por su sabor único, que proviene de estas técnicas agrícolas tradicionales.

En Banyalbufar, los marjades son uno de los principales atractivos culturales y turísticos del pueblo. Este sistema de terrazas fue crucial para el desarrollo de la agricultura en la región, ya que el terreno montañoso de la Sierra de Tramontana no permitía la agricultura convencional.

Los marjades no solo tienen un valor práctico, sino que también son parte del patrimonio cultural de la isla. La técnica de construir estos muros de piedra seca es considerada una obra de ingeniería popular y forma parte de las tradiciones agrícolas que han definido el paisaje mallorquín durante siglos.

Arquitectura de Banyalbufar Palma de Mallorca (Baleares)

La arquitectura de Banyalbufar es una de las características más distintivas de este pintoresco pueblo mallorquín. Su arquitectura refleja tanto las influencias de su historia como las adaptaciones al paisaje montañoso y costero en el que se encuentra. La construcción de Banyalbufar se caracteriza por una combinación de tradición rural y adaptación al entorno natural. Aquí te cuento más sobre sus aspectos más destacados:

La piedra es el material fundamental en la construcción de las viviendas y edificios de Banyalbufar. La piedra local, que se encuentra en abundancia en la región, se usa tanto para las paredes exteriores como para los muros de soporte de las terrazas agrícolas (los marjades). Las casas suelen ser de dos o tres plantas, con techos planos o de teja a dos aguas.

Muchas de las casas en Banyalbufar fueron construidas como viviendas de agricultores, por lo que presentan una estructura sencilla y funcional. Los interiores suelen estar organizados de manera práctica para albergar tanto la vida doméstica como las actividades agrícolas.

Calles de Banyalbufar Palma de Mallorca (Baleares)

El pueblo está situado en las laderas de la Sierra de Tramontana, por lo que la arquitectura de Banyalbufar se adapta al terreno irregular y montañoso. Las casas están dispuestas en terrazas, con callejones empinados y angostos entre ellas, lo que le da al pueblo un carácter muy particular.

En algunas áreas, las viviendas se agrupan en torno a pequeñas plazas o patios, lo que facilita la circulación en un terreno tan escarpado. Las calles son empedradas, lo que preserva la esencia rústica del lugar y le da un aire de autenticidad.

Un elemento destacado de la arquitectura religiosa en Banyalbufar es la Iglesia de la Virgen del Rosario (Iglesia de la Mare de Déu del Roser), construida en el siglo XVII. Esta iglesia es un claro ejemplo del estilo arquitectónico barroco y presenta elementos sencillos y austeros, típicos de las iglesias rurales mallorquinas de la época.

La fachada de la iglesia es de líneas simples, con una torre campanario visible desde varios puntos del pueblo. El interior es pequeño pero acogedor, con un altar central dedicado a la Virgen del Rosario.

Calles de Banyalbufar Palma de Mallorca (Baleares)

En la costa de Banyalbufar se encuentran algunas torres de vigilancia, que son parte del sistema defensivo de la isla contra los ataques de piratas en la Edad Media. Estas torres, como la Torre de Ses Ànimes, eran estructuras fortificadas construidas en puntos estratégicos de la costa para vigilar los movimientos de los barcos enemigos. Aunque hoy en día no tienen función militar, estas torres son un importante símbolo del pasado histórico de la isla y se integran muy bien en el paisaje costero.

Un rasgo fundamental en la arquitectura de Banyalbufar, especialmente en las terrazas agrícolas, es el uso de la piedra seca. Los muros de piedra sin argamasa no solo sirven para soportar el terreno en las terrazas, sino que también tienen un gran valor cultural, ya que son parte de la ingeniería popular de la isla. Estos muros contribuyen a la estética y la armonía del paisaje, dándole a Banyalbufar un aire rústico y pintoresco.

Dentro de las casas, los interiores tienden a ser sencillos, con materiales tradicionales como la madera, el hierro y la piedra. Muchas de las viviendas de la zona conservan detalles que reflejan la vida rural, como chimeneas de piedra y bancos de madera en las paredes, además de techos con vigas de madera.

Arquitectura de Banyalbufar Palma de Mallorca (Baleares)

Aunque en menor medida que en otras áreas de Mallorca, algunos elementos de la arquitectura musulmana pueden encontrarse en Banyalbufar, sobre todo en la disposición de los espacios, las fuentes y los patios interiores. La influencia islámica en la agricultura (como los sistemas de riego) también se refleja en la arquitectura del pueblo, especialmente en los antiguos campos de cultivo de terrazas.

Aunque la mayor parte de la arquitectura de Banyalbufar es de estilo tradicional, en las últimas décadas ha comenzado a verse una influencia de la arquitectura más moderna en algunas construcciones. Sin embargo, debido a las regulaciones urbanísticas, la construcción nueva se limita para preservar el carácter histórico y tradicional del pueblo.

La arquitectura de Banyalbufar es una mezcla de funcionalidad y belleza, adaptada al entorno montañoso y costero. Sus casas de piedra, la iglesia barroca, las torres de vigilancia y las terrazas agrícolas que configuran el paisaje de la zona, dan al pueblo un carácter único que atrae tanto a los turistas como a los amantes de la historia y la arquitectura tradicional. Es un lugar donde la historia, la naturaleza y la arquitectura se fusionan de manera armónica.

Sa Baronia de Banyalbufar Palma de Mallorca (Baleares)

Quizás el edificio más importante históricamente es Sa Baronia de Banyalbufar es una histórica propiedad que desempeñó un papel importante en la historia y la organización social y económica del pueblo de Banyalbufar, en la isla de Mallorca. En términos generales, la baronía era una institución feudal que otorgaba a su titular el control sobre un territorio, que solía incluir varias tierras y propiedades. La Baronía de Banyalbufar es un claro ejemplo de la estructura feudal que existió en Mallorca desde la Edad Media.

Una baronía era una subdivisión administrativa en el sistema feudal, que se estableció en la Edad Media, principalmente durante la dominación de la Corona de Aragón. A un barón se le otorgaba el título de noble y se le concedían tierras y propiedades, con derechos sobre los habitantes y las actividades que se desarrollaban en esos territorios.

En el caso de la Baronía de Banyalbufar, el título de barón se otorgaba a los señores que administraban el territorio, que incluía el municipio de Banyalbufar y sus alrededores, y que tenían influencia sobre la economía, las tierras agrícolas y la vida social del pueblo.

Sa Baronia de Banyalbufar Palma de Mallorca (Baleares)

La historia de la Baronía de Banyalbufar está ligada a la historia feudal de Mallorca y a la Repoblación de la isla después de la conquista cristiana en 1229, cuando Jaume I de Aragón incorporó Mallorca a sus dominios. Tras la conquista, el rey Jaime I otorgó tierras y propiedades a los nobles que le habían ayudado en la campaña, y estos se convirtieron en los primeros barones de diversas zonas de Mallorca, incluida la de Banyalbufar.

Tras la incorporación de Mallorca al Reino de Aragón, la zona de Banyalbufar fue otorgada a varios nobles, y fue allí donde se estableció la Baronía de Banyalbufar.

Durante siglos, esta baronía fue administrada por diversos señores, y su influencia sobre el pueblo fue muy importante. Los barones controlaban la agricultura, las minas y otros recursos de la zona.

En la Edad Media, los barones tenían una gran influencia en la vida cotidiana de los habitantes de Banyalbufar. Como parte de sus derechos feudales, los barones podían exigir tributos y pagar tributos por el uso de las tierras. También controlaban el comercio local, particularmente relacionado con la producción de vino y aceite, que eran los productos agrícolas más importantes de la zona.

Portada de Sa Baronia de Banyalbufar, Palma de Mallorca (Baleares)

A lo largo de los siglos, especialmente después de la caída del sistema feudal, el poder de los barones comenzó a declinar. Las reformas y cambios sociales y económicos en la isla, a partir de los siglos XVII y XVIII, llevaron a la disolución de muchas de estas estructuras feudales.

Aunque la baronía como tal ya no tiene el poder que tuvo en el pasado, el término y el legado histórico de Sa Baronia de Banyalbufar siguen siendo un aspecto importante de la identidad cultural y histórica del pueblo. Algunos de los elementos históricos de la baronía, como las casas señoriales o las fincas históricas, todavía existen y contribuyen a la caracterización del paisaje rural de Banyalbufar.

Una de las estructuras más emblemáticas de Banyalbufar vinculada con la historia de la baronía es la Torre de Ses Ànimes (Torre de las Ánimas), que fue construida en el siglo XVI. Esta torre de vigilancia se erige en la costa y tiene su origen en el contexto de la defensa contra los ataques de piratas, una preocupación común en la época. Aunque su construcción se asocia principalmente a la defensa, también refleja la estructura feudal y la importancia de la baronía en la organización del territorio.

Gato en Banyalbufar, Palma de Mallorca (Baleares)

Hoy en día, el título de Barón de Banyalbufar ya no tiene la relevancia política o administrativa que tuvo en la Edad Media, pero sigue siendo parte de la memoria histórica del pueblo. El legado de la baronía se puede ver en ciertos aspectos del pueblo, como las fincas tradicionales que pertenecieron a la nobleza de la baronía, y en la influencia que tuvo sobre el desarrollo económico y social de Banyalbufar.

En resumen, la Baronía de Banyalbufar fue una institución feudal importante en la historia del pueblo, que tuvo un papel destacado en la organización y el control de las tierras y recursos locales. Aunque el sistema feudal ya no existe, la historia de la baronía sigue viva en el patrimonio cultural y arquitectónico de Banyalbufar, un pueblo que conserva el recuerdo de su pasado medieval y señorial.

Mujer y luna en Esporlas, Palma de Mallorca (Baleares)

Se nos echa encima la hora de almorzar y vemos que los pocos restaurantes del pueblo cumplen la función para el turismo, pero no para los locales. En una obra nos indican que comer allí es muy caro y lo mejor es trasladarnos unos kilómetros más adelante hasta el vecino pueblo Esporlas donde allí hay muchos restaurantes con precio muy competitivos.

Llegamos al pueblo de Esporlas y aparcamos en una calle Esporlas GPS N39.6670031 E2.5764828, es un lugar en una calle y seguramente en verano sería imposible.

Esporlas es un encantador municipio situado en la isla de Mallorca, en las Islas Baleares, España. Está ubicado en el valle de la Serra de Tramuntana, una cadena montañosa que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su paisaje único y biodiversidad.

Esporlas tiene una rica historia, y sus orígenes se remontan a la época de los romanos. A lo largo de los siglos, la zona ha sido testigo de diversas culturas, incluidas las musulmanas y las cristianas. El pueblo ha mantenido una arquitectura tradicional mallorquina, con calles empedradas y casas de piedra que conservan el carácter histórico.

Plaza de Esporlas, Palma de Mallorca (Baleares)

Una de las principales atracciones de Esporlas es su entorno natural. Está rodeado de montañas, bosques y senderos, lo que la convierte en un destino popular para los amantes del senderismo y las actividades al aire libre. El Parque Natural de la Serra de Tramuntana es un área que ofrece rutas de senderismo de diferentes niveles, y puedes disfrutar de vistas impresionantes a lo largo del recorrido.

Históricamente, la economía de Esporlas se basaba en la agricultura, especialmente en el cultivo de olivos, almendros y vides. El aceite de oliva de la región es de excelente calidad. Hoy en día, aunque el turismo es una fuente importante de ingresos, la agricultura sigue siendo relevante en la zona.

Esporlas, como muchos pueblos de Mallorca, tiene un encanto especial que se refleja en su arquitectura tradicional, que está profundamente conectada con la historia y la naturaleza del lugar. La arquitectura de Esporlas refleja la influencia de varias culturas a lo largo de los siglos, con elementos que son típicos de la isla y que, a su vez, integran el paisaje montañoso de la Serra de Tramuntana.

La Iglesia de Sant Pere, Palma de Mallorca (Baleares)

El casco antiguo de Esporlas conserva una atmósfera tranquila y pintoresca, con calles empedradas, plazas y casas de piedra que datan de siglos pasados. Las viviendas suelen ser de piedra caliza, material abundante en la isla, y presentan techos de tejas rojas, típicas de la arquitectura mallorquina. Las fachadas de las casas están decoradas con detalles sencillos y balcones de hierro forjado, que proporcionan un aire tradicional y rústico.

La Iglesia de Sant Pere (San Pedro), que se encuentra en el centro del pueblo, es uno de los monumentos más representativos de Esporlas. Fue construida en el siglo XVI y es un claro ejemplo de la arquitectura religiosa mallorquina. El edificio combina elementos de estilo gótico y renacentista, con una estructura sencilla pero elegante. En su interior, se pueden ver detalles artísticos que reflejan la historia de la localidad.

En Esporlas, también se pueden encontrar algunas casas señoriales, que eran residencias de familias adineradas o de la nobleza local. Estas casas tienen una arquitectura más elaborada, con grandes portales, escudos familiares y detalles ornamentales que denotan el estatus de sus propietarios. Muchas de estas casas están situadas en la parte más alta del pueblo, lo que les permite disfrutar de vistas panorámicas al valle y a las montañas que rodean Esporlas.

Calle de Esporlas, Palma de Mallorca (Baleares)

Como mencioné antes, Esporlas tiene varios molinos de viento que eran utilizados antiguamente para moler el grano. Estos molinos, que forman parte del paisaje rural de la isla, son una característica arquitectónica típica de muchas localidades mallorquinas. Aunque algunos ya no están en funcionamiento, muchos han sido restaurados y sirven como un recordatorio del pasado agrícola de la región.

El agua siempre ha sido un recurso valioso en Esporlas, y en la arquitectura local se pueden encontrar puentes de piedra y balsas (reservorios de agua) que forman parte del patrimonio hidráulico. Estas estructuras servían para transportar el agua de las fuentes cercanas hasta las tierras de cultivo y los molinos.

En las afueras de Esporlas, puedes encontrar fincas tradicionales que eran usadas para la agricultura. Una de las más famosas es la Finca de S'Olivar, que es un ejemplo típico de la arquitectura rural mallorquina. Estas fincas están construidas en piedra, con patios interiores, y en algunos casos cuentan con una estructura de torres de vigilancia para proteger las tierras agrícolas.

Panorámica de Esporlas, Palma de Mallorca (Baleares)

La arquitectura de Esporlas está profundamente influenciada por el entorno montañoso y rural de la Serra de Tramuntana. Las casas y edificios están diseñados para adaptarse al terreno, muchas veces escalonados en las laderas de las montañas. Los techos son típicamente inclinados y cubiertos de tejas de barro, lo que es común en toda la isla de Mallorca, y las paredes gruesas de piedra ayudan a mantener las viviendas frescas en verano y cálidas en invierno.

La presencia de la Serra de Tramuntana no solo influye en el paisaje, sino también en el diseño arquitectónico de los edificios de Esporlas. La arquitectura aquí está pensada para resistir los elementos del clima montañoso, como los vientos y las lluvias intensas. Además, las casas se construyen en armonía con el entorno natural, respetando el paisaje montañoso que rodea el pueblo.

El Ayuntamiento de Esporlas es otro ejemplo de la arquitectura local, de estilo sencillo pero funcional. Está ubicado en la plaza principal del pueblo y es uno de los edificios públicos clave en la vida social y política del municipio.

En Esporlas, como en muchas otras localidades de Mallorca, se hace un uso extenso de materiales locales para la construcción. La piedra caliza, que es abundante en la isla, se utiliza para las fachadas, muros y los elementos decorativos de las casas. El uso de este material no solo es una cuestión estética, sino también funcional, ya que ayuda a regular la temperatura interior de las viviendas.

Menu en Esporlas, Palma de Mallorca (Baleares)

Aunque muchos de los edificios antiguos han sido restaurados para mantener su autenticidad, también ha habido un esfuerzo por modernizar ciertos aspectos del pueblo sin perder su esencia tradicional. Algunos edificios han sido adaptados para servir de alojamiento turístico, manteniendo su arquitectura original pero incorporando servicios modernos.

La arquitectura de Esporlas refleja una profunda conexión con su entorno natural y su historia. Desde las casas de piedra tradicionales hasta las iglesias y fincas rurales, cada estructura tiene una historia que contar y está diseñada para integrarse perfectamente en el paisaje montañoso de la isla. Este equilibrio entre la naturaleza y la arquitectura hace de Esporlas un lugar verdaderamente especial y representativo de la cultura mallorquina.

En la calle principal están casi todos los restaurantes, todos tienen uno precios más o menos iguales, ofrecen menús. Nos decantamos por el restaurante Café Nou, ofrece menús a 14 euros con tres primeros y cuatro segundos con postres.

Faro de Cap Gros de Soller. Palma de Mallorca (Baleares)

Vamos hasta Soller para visitar el Faro de Cap Gros GPS N39.7965546 E2.6801073, aparcamos unos metros antes de llegar en un mini parking que tiene huecos vacios.

El acceso al Far des Cap Gros es relativamente fácil, aunque requiere cierto esfuerzo, especialmente si decides recorrer la zona a pie. Desde el puerto de Sóller, una carretera serpenteante lleva al faro, y aunque es posible llegar en coche, la opción más popular es caminar desde el puerto o desde las cercanías.

A lo largo del camino hacia el faro, se puede disfrutar de la belleza del paisaje, con acantilados y el mar Mediterráneo a un lado, y montañas cubiertas de vegetación mediterránea al otro. Además, la zona es bastante tranquila, lo que permite a los turistas disfrutar de una experiencia relajante lejos del bullicio de las zonas más turísticas de la isla.

El Far des Cap Gros fue inaugurado en 1859, como parte de un esfuerzo por mejorar la seguridad marítima en la costa norte de Mallorca. Antes de la construcción de este faro, la zona era conocida por sus aguas peligrosas y difíciles para los navegantes, debido a los acantilados y rocas subterráneas.

Faro Puerto de Soller. Palma de Mallorca (Baleares)

La construcción del faro fue impulsada por el crecimiento del tráfico marítimo en la región, especialmente con la llegada de barcos que transportaban mercancías a y desde el puerto de Sóller. En ese momento, Sóller era un importante puerto comercial, especialmente conocido por su comercio de naranjas, y era crucial garantizar la seguridad de las embarcaciones en esa costa tan escarpada.

La torre del faro es de 16 metros de altura y está hecha de piedra blanca, lo que la hace visible desde el mar y también la convierte en una estructura que destaca en el paisaje natural de la zona. El faro funcionó inicialmente con una lámpara de aceite y más tarde se modernizó con tecnología eléctrica, facilitando su funcionamiento durante las décadas.

El faro está situado en el extremo occidental de la Serra de Tramuntana, una de las cadenas montañosas más impresionantes de Mallorca, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La ubicación del faro ofrece vistas panorámicas espectaculares tanto al mar Mediterráneo como a las montañas que rodean el municipio de Sóller.

Chumbera en el Faro de Cap Gros de Soller. Palma de Mallorca (Baleares)

Desde el faro, puedes ver el puerto de Sóller, que se encuentra a unos 4 km de distancia, y disfrutar de unas vistas impresionantes de la costa. La zona es un paraíso para los amantes de la naturaleza y el senderismo, ya que está rodeada de paisajes naturales, con senderos que permiten explorar la zona de forma más cercana.

Una vez en el faro, el visitante puede disfrutar de la calma del lugar, las vistas, y también aprender sobre la historia del faro y la región. A pesar de que no se trata de un faro turístico con instalaciones abiertas al público todo el tiempo, hay paneles informativos en las cercanías que detallan su historia y la importancia de su construcción.

El Far des Cap Gros no solo tiene importancia histórica y turística, sino que también tiene un valor cultural, ya que se encuentra en una de las zonas más protegidas de Mallorca. La Serra de Tramuntana alberga una fauna y flora diversa, y el faro es un testimonio de cómo las comunidades locales y los marineros han convivido durante siglos con este entorno natural.

Panorámica desde el Faro de Cap Gros de Soller. Palma de Mallorca (Baleares)

Para terminar el día marchamos hasta Valdemossa, ya lo conocemos del año anterior, pero queremos disfrutar de su pastelería y dar una vuelta por casco histórico. Aparcamos en el parking de pago hasta las 18,00 horas GPS N39.7106506 E2.6212704.

Valdemossa. Palma de Mallorca (Baleares)

Nuestra intención es tomas un café y disfrutar de los dulces típicos del pueblo de Valdemossa, conocemos como se las gastan en Ca'n Molinas - Forn i Pastisseria GPS N 39.7097639 E2.6207689, pero desgraciadamente nos tenemos que adaptar a los que les queda.

La arquitectura de Valldemossa, uno de los pueblos más pintorescos de la isla de Mallorca, es un reflejo de la historia, la cultura y el entorno natural de la Serra de Tramuntana. El pueblo está repleto de edificaciones que mezclan influencias de diferentes épocas y estilos arquitectónicos, lo que lo convierte en un lugar fascinante para explorar tanto para los amantes de la historia como para los de la arquitectura.

Gran parte de la arquitectura de Valldemossa está influenciada por el estilo tradicional mallorquín, caracterizado por el uso de materiales locales y técnicas de construcción adaptadas a la geografía y el clima de la isla.

Las casas del pueblo están construidas con piedra de la región, lo que da a los edificios un tono cálido y natural que armoniza perfectamente con el paisaje montañoso que rodea Valldemossa.

Calles de Valdemossa. Palma de Mallorca (Baleares)

Las tejas rojas que cubren los techos de las casas son otra característica típica de la arquitectura mallorquina. Estas tejas son de cerámica, lo que les permite resistir las temperaturas extremas del clima mediterráneo.

Las casas de Valldemossa suelen tener ventanas y puertas de madera pintadas en tonos tradicionales como el verde o el blanco, que son comunes en la arquitectura de la isla. Las persianas de madera también son un rasgo distintivo de muchas viviendas.

Un rasgo común de las viviendas de Valldemossa es la disposición de los patios interiores. Estos espacios abiertos, frecuentemente adornados con plantas y flores, son una parte esencial de las casas tradicionales, ya que proporcionan frescura y luz natural.

Durante el siglo XVIII, Valldemossa experimentó una serie de reformas arquitectónicas, sobre todo en los edificios religiosos. La influencia del barroco se nota en varios detalles decorativos y en la ampliación de la Iglesia de Sant Bartomeu y el Monasterio de la Cartuja.

Monasterio de la Cartuja. Palma de Mallorca (Baleares)

En la iglesia, los retablos dorados y las esculturas barrocas se añadieron a lo largo del tiempo, en un esfuerzo por actualizar la iglesia para reflejar los gustos y la estética de la época.

El Monasterio de la Cartuja también recibió cambios barrocos, con la adición de nuevas capillas y detalles ornamentales que ayudaron a consolidar su carácter de lugar de retiro espiritual y aislamiento.

El diseño de Valldemossa como pueblo es uno de sus principales atractivos. El pueblo está construido a lo largo de una calle principal que serpentea por el valle montañoso, con casas que se alinean a ambos lados. Las calles son estrechas y empedradas, lo que añade un aire medieval y pintoresco al lugar.

Las calles de Valldemossa están hechas de piedra y algunas de ellas son muy empinadas, lo que refleja la topografía montañosa del lugar. Las piedras utilizadas son de la misma roca que rodea el pueblo, lo que garantiza que las edificaciones estén en armonía con el entorno natural.

Arquitectura de Valdemossa. Palma de Mallorca (Baleares)

El pueblo está organizado en torno a varias pequeñas plazas, como la Plaza de la Cartuja, que es uno de los puntos más visitados y donde se encuentran el monasterio y la iglesia. En las plazas, las casas suelen tener terrazas y balcones adornados con flores, lo que añade color y vida al entorno.

En el siglo XIX, Valldemossa experimentó una influencia francesa, debido a la estancia de figuras como George Sand y Frédéric Chopin en el monasterio en 1838-1839. Aunque los estilos arquitectónicos de la época no cambiaron radicalmente, la presencia de estos personajes trajo consigo un auge del turismo cultural, lo que motivó la construcción de algunas casas de estilo neoclásico y la ampliación de ciertas infraestructuras.

Una de las características que hacen única a la arquitectura de Valldemossa es su integración con el entorno natural. Las construcciones del pueblo están diseñadas para fusionarse con el paisaje montañoso.

Muchas casas de Valldemossa cuentan con jardines interiores o huertos, lo que refleja la tradición agrícola de la isla. Los jardines no solo son una forma de belleza estética, sino también funcionales, dado el carácter rural del pueblo.

Carrer de la Carnisseria de Valdemossa. Palma de Mallorca (Baleares)

Las casas en Valldemossa están dispuestas de manera que permiten vistas espectaculares de la Serra de Tramuntana, lo que refuerza la conexión de la arquitectura con la naturaleza que rodea al pueblo.

Marchamos hacia la calle de la Carniceria el nombre de la calle, ·Carrer de la Carnisseria”, se debe a que en el pasado esta zona era donde se encontraba la carnicería del pueblo. En las comunidades antiguas, las carnicerías solían estar ubicadas en calles específicas, que a menudo llevaban el nombre de la actividad comercial que allí se desarrollaba. Por lo tanto, esta calle debe su nombre a la actividad relacionada con la venta y preparación de carne, que era una de las funciones esenciales en la vida de cualquier pueblo.

La Carrer de la Carnisseria es una de las calles estrechas y empedradas que caracterizan la arquitectura de Valldemossa. Como muchas otras calles del pueblo, tiene un ambiente tranquilo y pintoresco, con una mezcla de casas tradicionales de piedra y algunas construcciones más modernas que respetan la estética del lugar.

Carrer de la Carnisseria de Valdemossa. Palma de Mallorca (Baleares)

A lo largo de esta calle, puedes encontrar edificios tradicionales mallorquines, que reflejan el estilo arquitectónico típico de la isla. Las fachadas de las casas suelen ser de piedra de la región, con techos de teja roja y ventanas de madera. Las calles de Valldemossa, incluida la Carrer de la Carnisseria, están rodeadas de flores y plantas, lo que da un aire encantador a la zona.

Esta calle está situada en una zona central del pueblo, por lo que es frecuentemente transitada por turistas que visitan Valldemossa. La Carrer de la Carnisseria es una de esas callejuelas que mantiene el encanto tradicional de la localidad, al mismo tiempo que permite a los visitantes disfrutar de su atmósfera tranquila y auténtica.

Muy cerca es la Iglesia de Sant Bartomeu es una construcción que ha sufrido varias transformaciones a lo largo de los siglos. Su origen se remonta al siglo XIII, en plena Edad Media, cuando la isla de Mallorca aún estaba bajo dominio cristiano tras la conquista de Jaume I. Valldemossa, por su parte, fue un lugar importante en la historia de la isla, y la iglesia jugó un papel fundamental en la vida religiosa del municipio.

Iglesia de Sant Bartomeu de Valdemossa. Palma de Mallorca (Baleares)

En sus primeros años, la iglesia pertenecía a la orden cartuja, que en 1399 se trasladó a otro complejo en la localidad, conocido como el Monasterio de la Cartuja de Valldemossa. Esto no significa que la iglesia dejara de tener relevancia, sino que la Iglesia de Sant Bartomeu pasó a ser parte de la parroquia local y continuó siendo un centro de culto y de la comunidad cristiana.

A lo largo de los siglos, la iglesia se ha renovado y remodelado, en gran parte debido a los efectos de los distintos eventos históricos, incluidas reformas barrocas y la necesidad de adaptar la estructura a las exigencias de la época. Sin embargo, a pesar de los cambios, la iglesia ha mantenido su esencia medieval, lo que la convierte en una de las iglesias más representativas del pueblo y de la isla.

La iglesia de Sant Bartomeu es un ejemplo claro de la arquitectura gótica de la época, pero también tiene elementos de Renacimiento y Barroco que se añadieron durante las reformas posteriores.

La fachada de la iglesia es bastante sencilla, con una puerta de estilo gótico que presenta un arco puntiagudo y una decoración austera. Sin embargo, lo que realmente destaca de la fachada es el rosetón (una ventana circular con vidrieras) en la parte superior, que proporciona una iluminación suave y colorida al interior de la iglesia.

Bóveda de Iglesia de Sant Bartomeu de Valdemossa. Palma de Mallorca

El interior de la iglesia de Sant Bartomeu se caracteriza por su nave única con capillas laterales. La bóveda de ojiva, típica del estilo gótico, se encuentra en el techo, lo que le da un aire elevado y elegante. El altar mayor, dedicado a San Bartolomé, está flanqueado por columnas dóricas de estilo renacentista.

Este retablo es una de las piezas más importantes de la iglesia. Se cree que fue creado en el siglo XVI y está tallado en madera dorada, una característica muy común en el arte barroco de la época. En su centro, destaca la imagen de San Bartolomé, mientras que alrededor de él se encuentran diversas escenas de la vida del santo.

En las capillas laterales y el interior de la iglesia, hay varios retablos menores y esculturas religiosas de gran valor. Estas piezas dan testimonio de la devoción popular a lo largo de los siglos, así como de la influencia de diferentes estilos artísticos en la isla.

Uno de los episodios más conocidos en la historia de la Iglesia de Sant Bartomeu es su vinculación con el famoso compositor polaco Frédéric Chopin y la escritora francesa George Sand. Ambos llegaron a Valldemossa en el invierno de 1838-1839, cuando decidieron pasar unos meses en la isla para escapar del frío parisino y del estrés de la vida en la ciudad.

Capilla de Iglesia de Sant Bartomeu de Valdemossa. Palma de Mallorca

Durante su estancia en el Monasterio de la Cartuja, Chopin y Sand, que entonces eran pareja, solían asistir a los servicios religiosos de la Iglesia de Sant Bartomeu. Aunque no hay constancia de que Chopin se involucrara profundamente con la vida religiosa, el ambiente del pueblo y la iglesia debieron haber tenido una influencia significativa en su música.

Baptisterio de la Iglesia de Sant Bartomeu de Valdemossa. Palma de Mallorca

De hecho, Chopin compuso algunas de sus piezas más conocidas durante su estancia en Valldemossa, como la "Preludio en do menor" y otros estudios, inspirados en la atmósfera tranquila de la isla y en su propio estado emocional. George Sand dejó un testimonio de su estancia en Valldemossa en su libro Un invierno en Mallorca, donde relata las visitas a la iglesia y cómo ambos encontraron consuelo en la vida religiosa y la calma del lugar.

Día 01 de marzo (sabado)
Ruta: Santa Ponsa- Santanyí-Port Andratx-Santa Ponsa-Madrid

Arte en las calles de Santanyí. Palma de Mallorca

El día 9 comienza en el hotel del Imserso de Santa Ponsa, la noche la hemos pasado bien. Hoy es el último día y tenemos que hacer el check in antes de las 12,00 h, pero podemos dejar las maletas en consigna. Desayunamos y nos machamos del hotel para aprovechar lo máximo posible el día.

Hemos de mencionar que esta cadena de hoteles Globalia Santa Ponsa son muy profesionales y tiene todos los aspectos muy machacados y resueltos. Es de todos los hoteles que hemos viajado con el Imserso el que mejor nos han tratado en todos los aspectos y que mejor satisfacción hemos alcanzado, se puede apreciar como no escasea el personal en ninguna de las áreas del hotel.

Hemos elegido para hoy visitar el pueblo de Santanyí, aparcamos en el centro en una de sus calles GPS N39.3536938 E3.1273124, situado 6 Carrer des Rafalet. Hoy es día de mercado y es difícil encontrar un hueco, pero tenemos mucha suerte.

Santanyí está situado en el sureste de la isla y tiene una costa espectacular, famosa por sus calas de aguas cristalinas, como Cala Santanyí, Cala Llombards y Cala Figuera. Estas calas son muy populares entre los turistas que buscan un lugar tranquilo para disfrutar del mar.

Mercado de Santanyí. Palma de Mallorca

El pueblo de Santanyí es encantador, con calles empedradas y una plaza central rodeada de bares y restaurantes. La arquitectura del lugar es típica de la isla, con casas de piedra y fachadas de colores suaves. Además, tiene un mercado muy animado, especialmente los miércoles y sábados, donde se venden productos locales como frutas, verduras, aceite de oliva, queso y artesanías.

El municipio cuenta con varios puntos de interés histórico y cultural, como la Iglesia de Santanyí, que data del siglo XVIII, y el Castillo de Santanyí, aunque este último es más una ruina. Además, las proximidades están llenas de vestigios arqueológicos de la época prehistórica, como los talayots (estructuras megalíticas).

Santanyí es un destino turístico que ha crecido en popularidad, pero sigue conservando su autenticidad. A pesar de ser un lugar tranquilo, ofrece muchas opciones para los visitantes, desde actividades al aire libre como senderismo y buceo, hasta disfrutar de sus restaurantes y tiendas de artesanía local.

Tomates secos en el Mercado de Santanyí. Palma de Mallorca

Además de las calas, Santanyí está cerca de parques naturales y reservas, como el Parque Natural de Mondragó, que es famoso por su biodiversidad, sus rutas de senderismo y sus playas de arena fina.

La arquitectura de Santanyí es un reflejo del carácter tradicional y autóctono de la isla de Mallorca, con influencias que van desde el estilo rural y costero hasta elementos más modernos, aunque siempre manteniendo una fuerte conexión con la naturaleza y la historia local. Aquí te doy más detalles sobre la arquitectura de Santanyí:

Una de las características más destacadas de la arquitectura de Santanyí es el uso de la piedra como material principal en la construcción. Las casas están construidas principalmente con piedra calcárea local, que le da a la localidad un carácter rústico y cálido. Esta piedra es típica de la región y se utiliza tanto en las paredes exteriores como en las cubiertas de los edificios.

Las viviendas de Santanyí suelen seguir el estilo de la arquitectura tradicional mallorquina, que se caracteriza por fachadas sencillas, techos de teja roja y ventanas con persianas de madera. Las casas a menudo tienen patios interiores, que proporcionan un espacio fresco durante los calurosos veranos, y muchas de ellas están adornadas con elementos decorativos como balcones de hierro forjado y detalles en madera.

Flores en el Mercado de Santanyí. Palma de Mallorca

En el corazón del pueblo, la Plaza de la Vila es un espacio emblemático donde se puede apreciar la arquitectura tradicional, con edificios de dos o tres plantas, puertas y ventanas de madera, y balcones adornados. En la plaza se encuentra el Ayuntamiento de Santanyí, un edificio de principios del siglo XX que combina el estilo regionalista con elementos neoclásicos.

A las afueras del pueblo, especialmente en las zonas rurales, se pueden encontrar las típicas fincas mallorquinas o posesiones. Estas son grandes propiedades rurales que, en su mayoría, datan de los siglos XVIII y XIX. Están formadas por varias construcciones, como la casa principal, almacenes, y a veces una pequeña capilla, rodeadas de jardines y campos cultivados. Estas posesiones suelen tener un estilo muy simple pero imponente, con techos altos, paredes gruesas y espacios grandes.

Además de las casas y edificios tradicionales, en Santanyí se pueden encontrar algunos elementos arquitectónicos autóctonos, como los porches en las fachadas, que proporcionan sombra en las horas más calurosas del día, y las fuentes públicas de piedra, que son un elemento común en muchos pueblos de la isla. Estos detalles reflejan la adaptación de la arquitectura a las condiciones climáticas y sociales de la zona.

Detalles de la arquitectura de Santanyí. Palma de Mallorca

En los últimos años, la arquitectura de Santanyí ha experimentado una mezcla entre lo tradicional y lo moderno. Algunas viviendas y edificios nuevos en la zona adoptan un estilo contemporáneo, con líneas limpias, grandes ventanales y materiales modernos como el vidrio y el acero, pero a menudo integrando elementos de la arquitectura tradicional, como la piedra y los techos de teja. Este tipo de arquitectura busca respetar el entorno y mantener la identidad local.

La preservación del paisaje natural ha sido una prioridad en la construcción reciente de Santanyí. Las construcciones se alinean cuidadosamente con el entorno, especialmente en las zonas cercanas a la costa y en las áreas protegidas. La vegetación autóctona se integra en los diseños paisajísticos, y las casas en muchas ocasiones cuentan con jardines y terrazas que aprovechan las vistas al mar o a las montañas.

Hoy es sábado, es el día de mercado de Santanyí se celebra en la Plaza Mayor del pueblo, un espacio central rodeado de edificios tradicionales que refleja el estilo arquitectónico típico de la isla. La plaza, con sus calles empedradas y su arquitectura mallorquina, ofrece el entorno perfecto para el mercado, creando una atmósfera muy pintoresca y acogedora.

Mercado de Santanyí. Palma de Mallorca

En este día el pueblo se llena de actividad, con puestos que abarcan todo tipo de productos. Los miércoles son especialmente populares entre los turistas, ya que el ambiente es más relajado, mientras que los sábados, el mercado tiende a ser aún más bullicioso, con más lugareños y visitantes.

El mercado de Santanyí es conocido por ofrecer una gran variedad de productos locales y frescos, como:

Frutas y verduras: De temporada y cultivadas en las huertas cercanas a Santanyí y en otros pueblos de la isla.

Aceite de oliva: Mallorca es famosa por su aceite de oliva, y el mercado es un buen lugar para comprar algunas de las mejores marcas locales.

Quesos: Se pueden encontrar quesos artesanales de cabra, oveja y vaca, típicos de la región.

Embutidos y productos cárnicos: Muchos puestos ofrecen jamón, embutidos y otros productos derivados del cerdo.

Embutidos del mercado de Santanyí. Palma de Mallorca

También se pueden comprar vinos mallorquines de bodegas locales, que están ganando popularidad por su calidad.

Además de los productos alimenticios, en el mercado de Santanyí también se venden artesanías y productos hechos a mano. Puedes encontrar desde ropa, joyas y accesorios hasta artículos de decoración para el hogar. Estos productos son perfectos para llevar como recuerdos de tu visita a Santanyí o para regalar.

El mercado de Santanyí tiene una atmósfera muy especial, gracias al bullicio de los vendedores, el colorido de los puestos y el contacto directo con los productos. Muchos de los puestos son atendidos por los propios agricultores, productores y artesanos locales, lo que permite una experiencia más auténtica y cercana.

Además de ser un lugar para comprar productos frescos y artesanías, el mercado de Santanyí también sirve como un punto de encuentro social. Tanto los residentes como los visitantes aprovechan el mercado para charlar, intercambiar novedades o simplemente disfrutar de un café o un pequeño bocado en alguno de los cafés cercanos.

Flores del mercado de Santanyí. Palma de Mallorca

En los últimos años, el mercado de Santanyí ha ido ganando una reputación como un mercado ecológico. Muchos de los agricultores y vendedores ofrecen productos orgánicos y de comercio justo, siguiendo las tendencias hacia un consumo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Nave de la Iglesia de Sant Andreu de Santanyí. Palma de Mallorca

El mercado de Santanyí no es solo un sitio donde hacer compras; es también un excelente lugar para sumergirse en la cultura local. Los productos y la gente que lo componen reflejan las tradiciones y el estilo de vida mallorquín, por lo que es una experiencia muy enriquecedora para aquellos interesados en conocer más sobre la isla.

La iglesia de Santanyí, llamada Iglesia de Sant Andreu GPS N39.3547714 E3.1282369, es un ejemplo claro de la arquitectura religiosa de la isla. Esta iglesia se construyó en el siglo XVIII y está realizada en un estilo barroco, con una fachada austera pero elegante.

La Iglesia de Sant Andreu fue construida entre los siglos XVIII y XIX. El municipio de Santanyí creció durante esta época y la iglesia fue uno de los pilares para la consolidación de la comunidad local. La construcción de la iglesia fue promovida por los habitantes del pueblo, que necesitaban un lugar de culto que se adaptara a su crecimiento. La iglesia reemplazó a una anterior construcción más pequeña, de la que no quedan restos, y se erigió en el corazón del pueblo, en lo que hoy es la Plaza Mayor.

Cristo de la Iglesia de Sant Andreu de Santanyí. Palma de Mallorca

La iglesia sigue el estilo barroco mallorquín, aunque con algunas influencias de la arquitectura tradicional de la isla. El barroco mallorquín se caracteriza por su decoración austera pero elegante, con formas sencillas pero poderosas, y su estructura sencilla que pone énfasis en la luminosidad y la funcionalidad.

La fachada de la iglesia es sencilla pero impresionante, con una portada de piedra clara que destaca por su simetría y su sencillez. En la parte superior, tiene una torre campanario de estilo barroco que sirve como punto de referencia en el pueblo. La torre se eleva sobre el edificio principal y tiene un diseño cuadrado con una pequeña linterna.

El interior de la iglesia es espacioso, con una nave central amplia y varias capillas laterales. Su diseño es simple, pero tiene algunos detalles decorativos típicos del barroco, como columnas con capiteles dorados y un altar mayor de madera tallada. La iglesia está bien iluminada por grandes ventanales, lo que contribuye a crear un ambiente sereno y acogedor.

Capillas de la Iglesia de Sant Andreu de Santanyí. Palma de Mallorca

Uno de los elementos más destacados en el interior es su retablo mayor, que muestra escenas religiosas y que, como muchas otras piezas de la época, está cargado de simbolismo cristiano.

El campanario de la Iglesia de Sant Andreu es uno de los elementos más visibles de la iglesia. Tiene una estructura vertical, simple pero elegante, y alberga varias campanas que marcan las horas y las festividades. La torre también ofrece una excelente vista de la localidad, especialmente para aquellos que suben a la parte más alta.

Además de ser un lugar de culto, la Iglesia de Sant Andreu ha tenido un papel importante en la vida social y cultural del pueblo. Ha sido el centro de celebraciones religiosas, especialmente durante las festividades locales como la Fiesta de Sant Andreu (patrón de la iglesia) y otras festividades religiosas que se celebran en el municipio.

A lo largo de los años, la iglesia ha sido restaurada y mantenida para preservar su estructura original. Hoy en día, sigue siendo un activo centro religioso para los habitantes de Santanyí, pero también atrae a turistas y visitantes que desean explorar su historia y arquitectura.

A lo largo de la iglesia, puedes encontrar varias capillas laterales dedicadas a diferentes santos y vírgenes. Estas capillas están decoradas con frescos y altarcitos de madera y piedra.

Virgen de la Iglesia de Sant Andreu de Santanyí. Palma de Mallorca

La iglesia cuenta con un órgano que es utilizado durante las misas y conciertos. El órgano tiene un diseño clásico y ha sido restaurado en varias ocasiones.

Puerta Histórica de Santanyí. Palma de Mallorca

Marchamos hasta la Puerta Histórica de Santanyí, ubicada en el número 14 de la Carrer del Centre GPS N39.3547891 E3.1278505, es una de las características arquitectónicas más significativas de la localidad, aunque no es tan conocida como otros monumentos destacados. Esta puerta tiene un valor histórico importante, ya que forma parte de las murallas originales de la ciudad, que se construyeron en tiempos medievales para proteger el pueblo.

Santanyí, como muchos otros pueblos en Mallorca, estuvo amurallado durante la Edad Media. Las murallas eran una defensa frente a posibles ataques y un medio de control de las entradas al pueblo. A lo largo de los siglos, las murallas fueron demolidas o transformadas a medida que la población crecía y las necesidades de defensa cambiaban, pero algunos vestigios de estas antiguas murallas permanecen, como es el caso de la Puerta Histórica.

La puerta de la Carrer del Centre es uno de los pocos ejemplos de puertas de acceso que todavía subsisten en Santanyí. Originalmente, las puertas y las murallas cumplían funciones de seguridad y control, permitiendo el paso solo a personas autorizadas o durante horas determinadas. Hoy en día, esta puerta sirve más como un recordatorio histórico de cómo era la ciudad en tiempos pasados.

Puerta Histórica de Santanyí. Palma de Mallorca

Aunque la puerta en sí no es de grandes dimensiones, su diseño muestra elementos típicos de la arquitectura medieval, con arcos y una estructura sólida. En su tiempo, esta puerta formaba parte de un sistema de murallas que protegían el núcleo urbano. Su construcción era robusta, empleando materiales como piedra caliza local, que es común en la arquitectura de la isla.

La puerta ha sido conservada y sigue siendo un punto de interés para los visitantes que exploran el patrimonio histórico de Santanyí. Aunque no es tan conocida ni tan visitada como otros monumentos más grandes o famosos del pueblo, esta puerta tiene un gran valor para aquellos interesados en la historia local y la evolución de la ciudad.

Hoy en día, la puerta también forma parte del recorrido turístico que permite a los visitantes conocer mejor la evolución urbana de Santanyí a lo largo de los siglos, especialmente en lo que se refiere a sus defensas y su estructura medieval.

Al igual que otras estructuras históricas en el pueblo, la puerta de la Carrer del Centre ha pasado por procesos de restauración para asegurar su conservación. Aunque la puerta mantiene su aspecto original, algunas de sus partes han sido restauradas para preservar su integridad frente al desgaste causado por el paso del tiempo y las inclemencias del clima.

Arquitectura de Santanyí. Palma de Mallorca

La puerta es un ejemplo de cómo, a pesar de los cambios y el desarrollo urbano, Santanyí ha logrado preservar elementos de su identidad histórica. Las puertas y las murallas de las ciudades antiguas no solo tenían una función defensiva, sino que también marcaban los límites de la ciudad y representaban la autonomía y la seguridad de la comunidad.

Masías de Campos. Palma de Mallorca

Santanyí, al igual que otros pueblos mallorquines, tenía varias puertas que daban acceso a distintas partes de la ciudad. Sin embargo, muchas de estas puertas ya no existen, y la de Carrer del Centre es una de las pocas que queda en pie. Su preservación es importante no solo como un monumento histórico, sino también como una referencia a las otras puertas que una vez marcaron el acceso a la localidad.

Decidimos trasladarnos al pueblo de Campos para almorzar porque aquí es imposible hacerlo de una forma moderada sin la influencia del turismo.

En el camino paramos varias veces para fotografiar. Las masías en Campos tienen sus orígenes en la Edad Media y han evolucionado a lo largo del tiempo, especialmente en relación con la agricultura y la ganadería. Este tipo de construcción era esencial para la organización y el funcionamiento de la economía agrícola de la isla. Durante la Edad Media y el Renacimiento, Mallorca era una isla principalmente agrícola, y las masías se convirtieron en centros productivos donde se cultivaban productos como cereal, vid, olivos, almendros, así como ganadería y productos lácteos.

Masías de Campos. Palma de Mallorca

Las masías de Campos y en general en toda la isla tienen algunas características arquitectónicas comunes:

La mayoría de las masías están construidas con piedra local, lo que les da una gran solidez. Las paredes son gruesas para conservar el frescor en verano y mantener el calor en invierno.

Los techos, generalmente de teja árabe o teja roja, son inclinados a dos aguas. Esto ayuda a la evacuación del agua de lluvia y a mantener la estabilidad de la estructura.

Muchas masías cuentan con patios o huertos interiores, que eran esenciales para la vida en el campo. Estos espacios proporcionaban tanto un lugar para la vida familiar como para la producción agrícola.

Las masías suelen tener porches, bajo o almacenes para almacenar herramientas y productos agrícolas, y espacios de trabajo como cuadras y almacenes para el ganado.

Las masías servían como centros de autoconsumo y producción agrícola. En ellas se cultivaban los alimentos necesarios para alimentar a la familia que las habitaba y para el comercio local. Los agricultores criaban ganado, cultivaban cereales, frutas, hortalizas y aceitunas, y producían vino y aceite de oliva. En muchos casos, la masía también era un centro de elaboración de productos como quesos y embutidos.

Masías de Campos. Palma de Mallorca

Campos es una localidad situada en la llanura del sureste de Mallorca, una zona que tradicionalmente ha sido muy agrícola. En la actualidad, muchos de los campos que rodean estas masías siguen siendo cultivados, aunque el turismo rural y la vivienda han cambiado parte del paisaje.

La localización de Campos, cerca de la costa y del Parque Natural de Ses Salines, ha favorecido una agricultura que, en tiempos pasados, dependía principalmente de cultivos de cereal, pero en las últimas décadas se ha diversificado, sobre todo con cultivos de almendros, olivos y viñedos. Algunas masías de la zona están asociadas a bodegas que producen vinos mallorquines de alta calidad.

En los últimos años, algunas de las masías de Campos han sido restauradas y convertidas en agroturismos o hoteles rurales, donde los visitantes pueden disfrutar de la experiencia de alojarse en una finca tradicional de Mallorca mientras conocen el modo de vida rural y participan en actividades como la cosecha de aceitunas, paseos en bicicleta por los campos, catas de vino, y la elaboración de productos artesanales.

Masías de Campos. Palma de Mallorca

Estas masías restauradas mantienen el encanto tradicional pero incorporan las comodidades modernas, lo que las convierte en un excelente lugar para los que buscan una experiencia auténtica en el campo mallorquín, lejos del bullicio de las zonas turísticas más conocidas de la isla.

Las masías también tienen un valor cultural y patrimonial. Muchas de ellas están asociadas a la historia de la isla, ya que a menudo han sido propiedad de familias tradicionales mallorquinas que han trabajado la tierra durante generaciones. Algunas masías han pasado de padres a hijos y son testigos de la evolución social y económica de Mallorca.

Algunas de las más antiguas también reflejan la influencia de diversas culturas que han pasado por la isla a lo largo de los siglos, como la romana, la árabe y la cristiana, integrando elementos arquitectónicos y de diseño propios de cada época.

Aunque no hay un listado específico de masías famosas, es posible encontrar varias masías históricas en la zona de Campos que han sido identificadas por su antigüedad, tamaño o importancia en la historia local. Algunas de ellas son conocidas por haber sido grandes fincas productivas en el pasado o por haber sido parte de la tradición familiar de algunas de las familias más influyentes de la zona.

Masías de Campos. Palma de Mallorca

Hoy en día, las masías de Campos enfrentan desafíos relacionados con el desarrollo urbanístico y el crecimiento del turismo. Aunque muchas se están restaurando, algunas siguen estando en riesgo debido a la modernización de la isla y la presión para construir nuevas infraestructuras. Por ello, la preservación de las masías es importante para mantener la identidad cultural y el paisaje tradicional de Mallorca.

Port d'Andratx. Palma de Mallorca

Llegamos al pueblo de Campos y siguiendo las referencias de Google nos decidimos por la Hamburguesería Carletto porque tiene muy buenas referencias, GPS N39.4281286 E3.0268758, situada Carrer de Menorca, 59, 07630 Campos. La verdad que no nos equivocamos porque la puntuación de que tiene es un reflejo verdadero. Las dos comidas pagamos 33,85 euros, un precio justo por lo que nos ofrecen.

Para terminar el viaje a Mallorca es visitar que sabes de port Andratx, aparcamos en su parking gratuito GPS N39.5459851 E2.3908824, situado Carrer des Saluet, 2, 07157 Port d'Andratx.

Port d'Andratx es uno de los destinos más conocidos y pintorescos de la isla de Mallorca, situado en la costa suroeste de la isla, en el municipio de Andratx. Este puerto, además de ser un enclave turístico, tiene una gran importancia histórica y cultural. Aquí te doy más detalles sobre Port d'Andratx:

El puerto de Andratx tiene una larga tradición como puerto pesquero. A lo largo de los siglos, ha sido un lugar estratégico para el comercio y la pesca, especialmente durante la época de los romanos y árabes, quienes utilizaban la bahía para el comercio marítimo. A lo largo del tiempo, ha evolucionado de ser un pequeño puerto de pescadores a un popular destino turístico y de recreo.

Port d'Andratx. Palma de Mallorca

En el siglo XIX, la zona comenzó a desarrollarse más como un puerto comercial y también se construyeron nuevas infraestructuras para mejorar la actividad pesquera. Sin embargo, con el auge del turismo en el siglo XX, el puerto fue experimentando una transformación, pasando de ser una zona puramente industrial a convertirse en una de las zonas más lujosas y deseadas de la isla.

Port d'Andratx está rodeado de un paisaje impresionante. La bahía está enmarcada por las colinas y montañas de la Serra de Tramuntana, que es un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las aguas de la bahía son de un color azul turquesa muy característico, lo que hace que este puerto sea ideal para actividades como la navegación y el buceo.

Al fondo del puerto se encuentra la Montaña de la Trapa, un lugar popular para los excursionistas. Desde allí, se pueden obtener vistas panorámicas espectaculares del puerto y el mar. Además, la montaña tiene importancia histórica, ya que fue el lugar donde los monjes trapenses construyeron un monasterio en el siglo XVII.

Port d'Andratx. Palma de Mallorca

Justo frente al puerto se encuentra la Isla de Dragonera, una pequeña isla que ha sido declarada Parque Natural. Es un excelente destino para los amantes de la naturaleza y el senderismo, con rutas que permiten explorar la flora y fauna locales. Además, las aguas que rodean la isla son ideales para el buceo y la observación marina.

Hoy en día, Port d'Andratx es famoso por su puerto deportivo de lujo, donde se encuentran amarradas embarcaciones de recreo de alto nivel, incluidos yates y veleros. El puerto es un punto de encuentro para los amantes de los deportes náuticos y un lugar popular para aquellos que disfrutan de un ambiente exclusivo y relajado.

El puerto cuenta con diversas instalaciones y servicios, como restaurantes, bares, tiendas y boutiques de lujo. A menudo es visitado por turistas y residentes internacionales, lo que le da una atmósfera cosmopolita.

Aquí damos por terminado este viaje solamente nos queda trasladarnos hasta el cercano pueblo de Paguera y devolver el Fiat Panda que hemos disfrutado durante estos nueve días con completa satisfacción en la oficina de Autos Balears por el módico precio de 25 euros diarios, todo incluido, sin franquicia y sin tarjetas.

Port d'Andratx. Palma de Mallorca

Cogemos el bus que nos deja en Santa Ponsa donde retiramos el equipaje de la consigna. Un nuevo bus de la línea A11 de la empresa TIB nos deja en la misma terminal de salidas del aeropuerto de Palma de Mallorca.

Panorámica desde Port d'Andratx. Palma de Mallorca

 

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Ángel López

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