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BLOG VIAJE A LOS PATIOS DE CÓRDOBA por A. Lopez

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LOS PATIOS DE CORDOBA

Nuestro viaje es en dirección Sur, quizás es la última oportunidad por el clima de visitar Andalucía antes del verano. Tradicionalmente nos gusta dejar un fin de semana de mayo para visitar el tradicional Festival de Patio de Córdoba.

Día 12 de mayo (jueves)
Ruta-Madrid-Córdoba

Monumento a Ibn Hazm. Puerta Sevilla, Cordoba

Emprendemos el viaje pasado las tres de la tarde y hacemos una simple parada para comernos la tortilla de patata que habíamos encargado en un restaurante cercano. Como siempre la tenemos que poner un signo negativo, desgraciadamente cada vez es más difícil de comer una tortilla medianamente bien hecha, ya no nos importa ni el precio pero si su calidad. Pues con un gazpacho y un poco de paté nos es suficiente para llenar el estómago y salir pitando.

Afortunadamente el tráfico es el normal de un día de diario, con muchos camiones, pero nos permite salir de Madrid sin muchas complicaciones.

Nos sorprende este año el paisaje pues ha llovido mucho y está en una primavera muy distinta.

Llama la atención la variedad de verdes de las hierbas y de la maleza salvaje. Dentro de la paleta de un pintor los verdes habría que hacerlos con azules, rojos, marrones y amarillos.

Muralla. Puerta Sevilla, Cordoba

Lo más notorio es la cantidad de espliego que vemos florecido, con sus tonos azules y morados que se hace muy destacado.

El espliego es la lavanda salvaje y nos llama la atención porque la lavanda solamente florece en campos cultivados por encima de 900 metros de altitud y solamente florece a mediados del verano, finales del mes de julio.

En el paisaje sobresale la mosca cojonera de las amapolas que se eleva por encima de todas las plantas para destacar su color primario del rojo. En la edad media era tan importante porque de sus hojas se extraía sus pigmentos para elaborar los óleos en las pinturas de los más famosos maestros.

Enseguida llegamos a la Mancha y en estos momentos las hojas nuevas de los campos de cepas están esperando para dar a luz sus frutos.

Llegamos a Andalucía atravesando Despeñaperros y el paisaje cambia porque aparece el olivo que ya espera el calor del verano para desarrollarse y los campos de naranjos que tampoco tienen frutos.

Muralla. Puerta Sevilla, Cordoba

Antes de las 21,00 horas estamos aparcados delante de la puerta de Sevilla de Córdoba. El parking para autocaravanas en Córdoba, se llama Parking Histórico (GPS N37.8751306,-W 4.7864028) vemos que hay pocas autocaravanas, seguro que los 23,5 euros diarios a muchos les duele.

Córdoba se muestra como siempre acogedora y la gente abriendo sus casas (la parte más intima) para que puedas, ver, oler y sentir.

El festival de los patios cordobeses son fruto de una tradición arquitectónica desde la antigüedad hasta nuestros días, siendo el patio el lugar mágico de la casa y el centro de la vida en comunidad.

La construcción se hace siguiendo el modelo de las casas patio que era muy extendida entre la sociedad de la península arábiga y se remontan a miles de años antes de Cristo, formaban parte de las antiguas ciudades amuralladas. El patio era el centro social de la vivienda y el espacio en común que además ofrecía luz y ventilación.

Parking Custodios. Puerta Sevilla, Cordoba

La historia de los patios de Córdoba comienza con el ensalzamiento aprovechando la festividad religiosa de las Cruces, símbolo que se utiliza para enaltecer y adornar las calles, plazas y patios de la ciudad. De esta forma, la fiesta de los patios y de las cruces se unen como una explosión de color para celebrar el comienzo del mes de mayo en Córdoba.

Es en 1933 cuando se convoca el primer concurso municipal de patios, ya desvinculando totalmente de la tradicional fiesta de las cruces. La historia posterior está llena de altibajos pero poco a poco ha ido haciéndose un hueco en vida popular de Córdoba, hasta llegar a los años 90 cuando los patrocinadores privados toman interés por la fiesta, creándose la Asociación de Amigos de los Patios Cordobeses que contribuye a un aumento de la participación y a una mejora de las subvenciones y de los premios creándose una fiesta que ha extendido su interés fuera de nuestras fronteras.

En una hora nos da tiempo para ver cuatro de los patios de San Basilio dentro de la hora mágica del atardecer que se refleja maravillosamente en los patios y sus flores.

Antes de las 21,00 h estamos aparcados delante de la puerta de Sevilla de Córdoba, vemos que hay pocas autocaravanas, seguro que los 23,5 euros diarios a muchos.

Aprovechamos que todavía están los patios abiertos hasta las 22,00 horas para dar una vuelta y tomar el pulso. Entramos en la zona histórica por la puerta de Sevilla.

Patio Postrera 28. Alcazar Viejo, Cordoba

La primera calle a la derecha es Postrera y en el número 28 se encuentra el patio 42 del Festival de los patios de Córdoba.

Una de las zonas más importantes para visitar el Festival de los Patios de Primavera es el barrio del Alcázar Viejo es la parte cristiana por excelencia de la ciudad porque el monumento principal es el Alcázar de los Reyes Cristianos, fue construido en el siglo XIV por orden del rey Alfonso XI. Tiene tres calles principales paralelas: Postrera, Enmedio y San Basilio. Tomamos esta última para comenzar nuestro periplo, solamente nos queda 1 horas antes que cierren para intentar ver los mejores de la zona; uno de ellos es el que está situado en Postrera, 28.

El patio de la calle Postrera número 28, es un tipo de familiar con una decoración popular y austera, tiene una portada de ladillo que se abre al interior por medio de un zaguán, esta amueblado con objetos antiguos de carácter popular que marcan una época, tiene un reclinatorio con la figura de la virgen, sobre las paredes llaves y herramientas para el fuego de hierro forjado, planchas de hierro antiguas y numerosas macetas que nos anticipa la hermosura del patio central. En el interior lo primero que nos llama la atención es la pila de lavar con una plancha de madera, revocada de cal con un aspecto rustico.

La parte más singular del patio es el pozo que se halla adosado en uno de los laterales que más bien parece una hornacina, también está perfectamente encalado, en uno de sus extremos hay una escalera totalmente engalanada con macetas y flores que permite el acceso a la planta superior.

Patio San Basilio 50. Alcazar Viejo, Cordoba

El siguiente patio es el más clásico de la zona se halla en la calle de San Basilio 50. La casa data de los siglos XV-XVI, es la sede de la Asociación de Amigos de los Patios Cordobeses, actual propietaria del inmueble.

En la portada hay un azulejo que nos anuncia que este patio es la sede de la Asociación de los Amigos del Patio de Córdoba. Nada más entrar nos sorprende la belleza tan especial que desprende este patio, dispone de una arquitectura única, principalmente porque están representados todos los elementos tradicionales de la Casa Patio de Vecinos. Destaca una centrada escalera que une el patio con la primera planta, tres de los cuatro lados tiene unas galerías bajo soportales, están apoyados en pilares de piedra encalados, el suelo del patio es de piedras de río cordobés. En un lateral se haya el pozo encalado que se encuentra medio cubierto de una extensa hiedra que se alarga por todo el patio, destaca el cubo de metal oxidado que seguramente ha servido para sacar el agua por medio de la maroma y el cabestrante. Un doble fregadero con una tabla de madera aseguraba las críticas a los vecinos durante los duros trabajos de las coladas diarias. De las paredes cuelgan cuadros con los ojos de la mujer cordobesa, ojos grandes y endrinos de India Brava que pintaba Julio Romero de Torres, están prácticamente tapados por “el geranio” que es el verdadero protagonista de este patio. Las macetas son azules añil que destacan aún más con las flores rojas y la luz artificial de la noche, las buganvillas disputan el espacio a los geranios. Una de las viviendas tiene en la entrada un mueble con tres cantaras de agua y sobre la pared un espejo envuelto entre varios tiestos rojos con pequeñas flores rosas, una silla de madera nos identifica la importancia de los patios y este rincón es como un patio propio interior dentro del patio general.

Patio San Basilio 22. Alcazar Viejo, Cordoba

Seguimos andando por la calle de San Basilio y en el número 22 se halla otros de los clásicos. En estos momentos no hay mucha gente y nos permite hacer un pequeño recorrido.

Patio San Basilio 22. Alcazar Viejo, Cordoba

Nos encontramos un patio bastante reformado aunque se han conservado los elementos populares de las antiguas casas patios de múltiples viviendas, su antigüedad se desconoce aunque a la entrada está marcada la fecha de 1898. En la actualidad es propiedad de un solo dueño Ana de Austria Bogallo que adquirió la totalidad del edificio, aunque ha conservado los servicios básicos comunes de las ocho viviendas. Se accede a través de un zaguán y un pórtico y ante nuestros ojos se abre una inmensidad de macetas de color verde colgadas de las paredes con geranios, rosales, pensamientos, gitanillas, jazmines y la dama de las noches. En diferentes lugares del patio se asoman pequeños árboles como un limonero, un níspero y una palmera.

El pavimento del patio es del tipo de cantos rodados cordobeses realizado recientemente con un escudo nobiliario. En uno de los laterales tiene un doble arco con una fuente y una pila de lavado, en un lateral tiene el pequeño pozo de brocal encalado todavía conserva su aspecto popular con la antigua polea de cuerda y el cubo de cinc a su lado colgando de un hierro y a la sombra, podemos ver la estampa popular del típico botijo.

Día 13 de mayo (viernes)
Ruta: Córdoba

Patios de Córdoba. Alcazar Viejo, Cordoba

Hoy es nuestro primer día de patitos en Córdoba. El calor lo tenemos asegurado solamente nos queda resignarnos y enseguida tratar de adaptarnos.

La otra mirada de los patios de Córdoba. Cuando hablamos de los patios, siempre lo asociamos a flores y macetas de colores colgadas en las paredes, pero los patios no son sólo eso. Los patios son los olores, los colores, los sonidos procedentes de las fuentes, los pájaros y como no, también el murmullo de los visitantes, los enseres antiguos que muchos de ellos pertenecían a los abuelos de los dueños.

Hay que hacer una mención especial para los dueños que nos permiten entrar en sus casa y día a día nos explican las diferentes especies de flores, el cuidado que necesitan y cuando las riegan. La mayor parte de ellos nos dicen que necesitan alrededor de 2.30h diarias a tener el patio en las condiciones óptimas para que nosotros podamos disfrutarlo.

Patios de Córdoba. Alcazar Viejo, Cordoba

El horario de este año es de 11a 14h y de 18 a 22h así podrán tener sus horas de descanso. Cuando visites los patios fíjate en todos los detalles, son múltiples y de lo más diversos, desde planchas antiguas hasta botellas de detergente vestidas y utilizadas de macetas. Y si vais al atardecer fijaros en la luz y el sonido es maravilloso ya que se aprecia mejor al haber menos gente.

Comenzamos la visita al festival de patios por el barrio de San Basilio en el patio de la Calle Duartas, afortunadamente algunas veces tenemos ocasión de encontrar a los dueños que quieren ensalzar su perfecto patio fruto de sus esfuerzos y de sus continuos riegos.

 

Patio Duartas 2. Alcazar Viejo, Cordoba

El patio de la calle Duartas núm. 2, es una casa particular que solamente se abre en contadas ocasiones, tiene una zaguán ornamentado donde se mezcla lo popular, lo religioso y lo privado. Donde se exponen copias de cuadros de Julio Romero, la máquina de coser Sigma o una copia de la Virgen de la Cabeza, además de un mobiliario rustico pero a la vez romántico.

El patio es sencillo y pequeño pero tiene una eclosión de especies que le hace muy variopinto, donde hay una combinación de árboles frutales –naranjos y limoneros– y una amplia variedad de tiestos con flores que abarca desde los típicos geranios, gitanillas, claveles, jazmines, clavelinas, dalias y rosales. El patio está dividido en una especie de parterres donde combina los elementos de barro con el forjado metálico.

San Basilio es la zona más cercana a la puerta de Sevilla, lugar donde se concentran el mayor número de patios. Desgraciadamente había mucha gente porque acuden muchos grupos de turistas y de colegios.

Virgen del Amor. Alcazar Viejo, Cordoba

Paseando por la calle de San Basilio, 28 donde se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Paz (GPS N 37.8761406 W 4.7841423), a sus puertas la Hermandad de la Pasión han sacado la imagen de la Virgen del Amor.

La imagen de María Santísima del Amor es una talla de candelero para vestir, realizada en madera policromada de 1,70 metros de altura. Desde antiguo, fue conocida bajo la advocación de Virgen de los Dolores, pero cuando pasó a formar parte de la Hermandad de Pasión, comenzó a ser venerada en su advocación actual.

Aunque no documentada, la Imagen de María Santísima del Amor ha sido atribuida históricamente a la escuela granadina y fechada también hacia finales del siglo XVII. Actualmente, hay corrientes que se inclinan más por una atribución a talleres de imaginería local y a una fecha de ejecución más tardía, hacia la primera mitad del siglo XVIII.

Lo que más llama la atención de la escultura es el rostro pues se representa dotado de una dulzura y belleza, con unas facciones finas y mesuradas, que la alejan del patetismo forzado de otras dolorosas.

Patio San Basilio 17. Alcazar Viejo, Cordoba

El siguiente patio que podemos ver es el de San Basilio 17 (GPS N 37.8766135 W 4.7837778). Se accede por un zaguán con un pavimento de cantos rodados cordobeses, el interior tiene dos galerías, una con arcos de ladrillo sujetados con columnas de arenisca y la de enfrente es una voladizo de madera. Sobre las paredes se cuelgan numerosos ornamentos de carácter popular de cerámica uno hace referencia a uno de los pasajes del Quijote, citas de toreo, una bonita colección de benditeras para guarda el agua bendita a la entrada y la salida de la casa. Las macetas están sin pintar y nos ofrecen una amplia colección de geranios. El pozo esta tomado por las plantas pero aún conserva su antiguo semblante con una polea de cuerda y un cubo de madera. En una de las esquinas esta otro de las partes del patio tradicional la pila del lavadero.

La dueña del patio nos ofrece un fresco vino de manzanilla mientras departimos sobre el mantenimiento de este tipo de casas donde los gastos se echan en un saco roto pero a cambio se tiene una gran satisfacción personal.

La casa además del patio compite por la decoración del enrejado y de los balcones de la calle principal, durante muchos años ha conseguido números premios, en este año es espectacular, consiguiendo una cascada de flores que tapan completamente las ventanas de la casa.

Patio San Basilio 15. Alcazar Viejo, Cordoba

El siguiente patio está situada en la misma calle de San Basilio 15 (GPS N 37.8766786 W 4.7837132).

La casa obedece a una reciente reforma de 1993, sobre una antigua taberna del Mendrugode la calle San Basilio. La nueva casa conserva las rejas y ventanales, además, de losherrajes y restos arqueológicos existentes que están expuestos, decorando el patio actual. Es un patio cuidado por padre e hijo.

Patio de San Basilio 15. Alcazar Viejo, Cordoba

Tuvo un premio como patio singular en el 2018 por su forma de planta pentagonal. Tiene una claridad evidente de las paredes encaladas y por pavimento de mármol del suelo. Así, y en esta atmósfera tan luminosa aún en el más oscuro de los días de invierno, resulta muy complicado y hay que escoger muy bien qué plantas de verde y de color hay que disponer en el recinto.

A la entrada del zaguán hay helecho que ya tiene su medio siglo de edad y que este año «está enorme, le caen las hojas hasta el suelo», afirma el cuidador. El patio expone numerosos minerales porque su dueño es un gran aficionado. Otra singularidad del patio. No se trata de antigüedades típicas, aunque algunas piezas tengan millones de años: son rocas de cuarzo recogidas exclusivamente en la Sierra de Córdoba. Cristal puro para el más cristalino patio. Podemos ver piedras con escudos y junto a máquinas de coser o de planchar.

Entre las macetas del patio podemos señalar la amplia variedad: gitanillas, geranios, ficus y un limonero.

Patio San Basilio 14. Alcazar Viejo, Cordoba

El siguiente patio que podemos ver es el situado en San Basilio 14 (GPS N 37.8768227 W 4.783499), era hasta no hace mucho un patio de viviendas, pero actualmente es de un solo propietario.

Patio de San Basilio 14. Alcazar Viejo, Cordoba

La portada es lisa y muy sencilla con una puerta de madera nos conduce al pequeño zaguán, adornado con numerosas macetas. Un pórtico compuesto por tres arcos soportados por columnas de piedra nos da la bienvenida al patio. Dentro del propio pórtico se eleva una pequeña y empinada escalera que conduce al segundo piso. Los arcos están pintados de amarillo crema para diferenciarlos del blanco de las paredes.

Una silla de mimbre roja preside el patio está adornado por numerosas macetas pintadas del mismo color, que cubren casi totalmente el blanco de las paredes, pero que les da un gran colorido al lugar, destacando, entre otras, las siguientes plantas: geranios, costillas de Adán, esparragueras, gitanillas, helechos, cintas, pilistras…

El patio sigue conservando las partes de la vida en comunidad. Todavía se guardan los antiguos lavaderos, los cuales parecen que no ha pasado el tiempo por ellos, ya que conservan casi intactas sus pilas de lavar, esa habitación es utilizada por el dueño como un pequeño museo, que conserva las antiguas planchas y llaves colgadas por sus paredes.

La antigua cocina comunitaria también llama mucho la atención del visitante, pues contiene todo tipo de utensilios, como si de un museo rural se tratase: molinillos de café, planchas para la ropa, candiles, braseros, tenazas…

Patio Martín de Roa 2. Alcazar Viejo, Cordoba

Quizás uno de los patios más bonitos de la zona es el de Martín de Roa, 2, tiene la particularidad que esta adosado a una parte del lienzo de la antigua muralla árabe construida en tapial con tierra y piedra prensados donde se aprecian los agujeros que dejaban durante la construcción los andamios de madera y que en Marruecos son utilizados para que aniden los vencejos, aquí están tapados para que los pájaros no manchen el patio.

Tiene forma irregular para salvar los restos de la muralla y dar acceso en varias partes a la vivienda, el pavimento es de piedras cordobesas imitando a mosaicos romanos, en sus paredes se decoran con elementos populares, platos cerámicos decorados, vasijas de cerámica y cantaras de agua con la antigua muralla árabe de adobe que sigue allí desde el siglo XIII, destaca por sus geranios y gitanillas dentro de tiestos rojos.

Esta vez lo cuida ya la nieta de pura raza cordobesa, ojos verdes y pelo trenzado una viva representación de la piconera.

Patio Martín de Roa 7. Alcazar Viejo, Cordoba

El siguiente patio del festival está situado en calle Martín Roa, 7 en realidad son dos patios con una configuración bien diferenciada, en total todavía viven trece vecinos, de una condición muy modesta y con unos alquileres muy bajos pero con mucho ahínco y mucho esfuerzo hermosean año a año sus plantas para exhibir uno de los patios más tradicionales, más populares y mejor expuestos de todo el festival de primavera.

Patio Martin Roa 7. Alcazar Viejo, Cordoba

Sin más preámbulo atravesamos el zaguán que nos adentra en el patio de Martín Roa en el numero 7, es ocupado por varias de sus inquilinas que nos presentan con mucho fervor el trabajo de todo el año, aun se conservan los servicios comunes, dos pilas de piedra para el lavado con sus barreños de cinc que parece que han sido usados esa misma mañana, el patio es de canto rodado pero se diferencia de los anteriores porque en este las piedras son de varios colores y carece de cualquier tipo de decoración.

El patio tiene elementos constructivos musulmanes del mismo tipo que podemos encontrar en los actuales patios de la ciudad de Xauen (Marruecos). Los paramentos verticales son irregulares y están decorados con macetas sin pintar con geranios y gitanillas, una caña con una goma consiguen unirse y con mucha puntería poder llevar el agua hasta las zonas más altas de la pared y que por inundación y goteo va regándose de arriba a bajo. El pozo es el otro de los elementos que no puede faltar en este tipo de patio, este es muy antiguo y se encuentra encalado, todavía conserva la polea de cuerda y un cubo primitivo de goma.

Patio Martin Roa 7. Alcazar Viejo, Cordoba

La vida comunal era una de las características de este tipo de viviendas patio, aunque aún los vecinos guardan una profunda relación de comunidad pero los elementos constructivos comunes como el baño, la cocina y el lavadero están en desuso.

Una de las propietarias nos cuenta que el edificio era propiedad de un Conde que al morir sus hijos pasaron sus propiedades a la administración de la iglesia que utilizaba estas viviendas para atender las obras social y de caridad de la parroquia, ante la falta de inversiones y de mantenimiento mínimo del patio y de las viviendas el ayuntamiento se hizo cargo de la propiedad produciéndose una profunda rehabilitación y manteniendo un uso y unos alquileres sociales a cambio de una dedicación importante para conservar este tipo de viviendas y su presentación a los concursos y festivales.

Patio Martín de Roa 7. Alcazar Viejo, Cordoba

Después de terminar todos los patios en la sesión de mañana marchamos a comer, aprovechamos el horario europeo para ser los primeros en el mesón San Basilio, que se encuentra muy cerquita. Gracias a lo temprano de la hora no necesitamos reservar pues somos los primeros en elegir mesa. Nos recomiendan: berenjenas con miel, chocos, calamares y flamenquines.

Calle San Basilio a las 16,00 horas . Alcazar Viejo, Cordoba

En estos momentos abrimos un paréntesis porque los horarios de los patios están adaptados al clima cordobés. Las tardes los patios abren a las 18,00 horas y cierran a las 22,00 horas.

Comenzamos la visita de la tarde, queremos iniciar por el barrio de Santa Marina / san Agustin para poder hacerlo rápidamente nos tenemos que desplazar desde la av de los Custodios en autobús (GPS N 37.876005 W 4.786269), allí cogemos la línea 2 o 6 hasta la plaza de Colón este, donde nos bajamos

Patio Chaparro 3. Santa Marina / san Agusti, Cordoba

El primer patio que abrimos en la tarde es el de la calle Chaparro 3 (GPS N 37.890374 W 4.776839), situado en el barrio Santa Marina / San Agustín.

Patio Chaparro 3. Santa Marina / san Agusti, Cordoba

La casa es de nueva construcción desde 1988 y la componen seis viviendas. Desde sus inicios, los vecinos que en ella habitan han mantenido la tradición de las casas de vecinos de Córdoba. Aunque es una construcción de arquitectura moderna, el patio cuenta con una superficie de cien metros cuadrados y ha sido el lugar de encuentro de sus habitantes, espacio de convivencia y entorno donde compartir los buenos momentos.

Durante la breve participación en el concurso de patios ha recibido los siguientes premios: Segundo premio: 2013, 2017 y 2019. Otros reconocimientos: Tercer premio (2016), Cuarto premio (2014), Quinto premio (2015 y 2018), Accésit (2011 y 2012) y Mención especial (2010).

En el centro del patio hay un gran arco que asemeja la figura del pozo y en su interior nos presenta una variedad floral muy heterogénea que está compuesta desde el chirimoyo, el pomelo, el membrillo en fase de crecimiento, hasta las diversas plantas comunes como la gitanilla, el geranio, los claveles, calanchoes, … y un ficus benjamina que adorna el centro de este amplio espacio. Es año lo han decorado con la figura de Mafalda y otras dedicatorias infantiles. En el 2010 se presenta por primera vez al concurso con el objetivo de reivindicar la tradicional forma de vida de estas casas vecinales y mostrar a la ciudadanía que en el siglo XXI también se puede compartir un espacio y disfrutar de la antigua costumbre del Patio Cordobés.

Patio Chaparro 3. Santa Marina / san Agusti, Cordoba

Desgraciadamente siempre que visitamos este patio ha sufrido algún inconveniente y sus cuidadores se muestran muy recelosos cuando enseñan el patio y tratan de que permanezcas el menor tiempo posible, incluso impiden la grabación y las fotografías. Al parecer alguien había pisado un tiesto.

Patio Marroquíes 6. Santa Marina / san Agusti, Cordoba

El siguiente patio de barrio de santa Marina y san Andrés es el de la calle Marroquíes, 6 (GPS N 37.890366 W 4.7759858). Estamos ante el verdadero patio de los patios de Córdoba.

Patio Marroquíes 6. Santa Marina / san Agusti, Cordoba

Después de atravesar un pequeño zaguán para entrar en una de los patios más bonitos de la arquitectura popular de Córdoba. Este tipo de construcción tiene una estructura única en la edificación convencional de este tipo de patio-viviendas. En lugar de ser un patio central desde donde se articulan las viviendas, en este caso, se trata de unas viviendas que se van unión mediante la construcción de un patio. El patio en esta ocasión se trata más bien de una galería descubierta que sirve para articular los accesos a las viviendas, es como las calles de un pequeño pueblecito.

En su interior el patio distribuye la vida de veintitrés viviendas que se unen para utilizar unos servicios colectivos para la comunidad de vecinos de forma tradicional y humilde como la cocina, el pozo, los baños, las fuentes y los lavaderos.

Patio Marroquíes 6. Santa Marina / san Agusti, Cordoba

La cocina conserva todos sus antiguos utensilios y fogones que han permanecido casi intactos, en su interior tiene un pequeño pozo una pila de lavado y la misma vajilla y accesorios de nuestros abuelos; los tres retretes son igualmente de uso comunitario su entrada se encuentra perfectamente pintada de azul mientras una buganvilla roja les da sombra a los que esperan su turno.

En uno de sus recovecos encontramos el pozo comunitario debidamente protegido por una tapa de madera y revocado en blanco todavía conserva su cuerda y sus cubos de cinc.

Quizás la sala más emblemática y que mayor sabor tiene es el lugar que se empleaba para el lavado comunitario, las grandes pilas de piedra con tablas de madera dominan la sala, aun se puede escuchar el rumor y los comentarios de sus vecinos mientras hacían la colada, sobre las paredes cuelgan los grandes barreños de cinc.

 

Vídeo del Patio Marroquíes 6. Santa Marina / san Agusti, Cordoba

Todo el recinto es un vergel de color en las paredes y los tejados se encaran las buganvillas de diferentes colores, azucenas y jazmines les acompañan, sobre las macetas podemos ver geranios, madreselvas, rosales y gitanillas.

Patio Marroquíes 6. Santa Marina / san Agusti, Cordoba

Afortunadamente cuando llegamos no hay nadie esperando y esta será la tónica de toda la tarde, es entrar sin mucha espera. Cómo os digo estamos en el patio más premiado, galardonado y filmado

Patio Marroquíes 6. Santa Marina / san Agusti, Cordoba

A lo largo del patio son muchas casas en que se divide con callejones que forman un verdadero pueblo, casas con puertas pintadas de añil protegidas del calor por distintos tipos de buganvillas que las dan sombra, entre las calles están las zonas comunales con lavaderos, cocinas y retretes. Y en las paredes llena de flores de la mayor variedad de plantas que puedas ver en Córdoba. A la salida nos enteramos que está año ha sido premio de honor.

Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, Cordoba

Seguimos andando por la calle Mayor de Santa Marina hasta que llegamos la iglesia de propio nombre iglesia de Santa Marina de Aguas Santas (GPS N 37.889655 W 4.7751324). Siempre que pasamos aprovechamos para visitarla pues una de las más bonitas de Córdoba.

La iglesia situada en un contexto de la historia, ponemos el foco en el siglo XIII, durante la reconquista cristiana de la Península Ibérica, los reinos Taifas estaban siendo conquistados por los cristianos. Solo aguantaba el último bastión en el sur de Andalucía, el reino Nazarí de Granada, cuando aparece un personaje importante, el rey Fernando III el Santo, rey de Castilla y León y padre de Alfonso X, el Sabio.

Desde mediados del siglo XIII y aprovechando la progresiva desintegración del estado almohade, acometió campañas de conquistas contra las ciudades más importantes del valle del Guadalquivir de Al-Ándalus, como Córdoba, Jaén, Baeza y Sevilla.

Bóveda de la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, Cordoba

El 29 de junio de 1236, conquista la ciudad de Córdoba a los musulmanes. Encuentra una ciudad en su ocaso, especialmente afectada por la división de Al-Ándalus en taifas y la consecuente desunión política. La ciudad se encontraba separada en dos zonas amuralladas y comunicadas entre sí por varias puertas y portillos. La Medina y la Axarquía.

Se empieza nuevas fases arquitectónicas en esta etapa tardomedieval cristiana, en la ciudad. Se construyen calles secundarias a las dos vías principales. Divide la ciudad en collaciones (especie de distritos), en un total de catorce. Cada collación estará presidida por una parroquia (con su respectivo cementerio al lado) de la que toma el nombre, y se subdividirá a su vez en barrios.

Santa Marina es la iglesia más antigua de Córdoba, data de época visigoda, fue mezquita de barrio y a finales del siglo XIII y principios del siglo XIV reconstruida como iglesia fernandina o de reconquista.

Baptisterio de la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, Cordoba

Estas iglesias llamadas fernandinas o de reconquista, fueron mandadas construir por Fernando III, el Santo, cuando conquisto la ciudad a los musulmanes en el siglo XIII. En ellas podemos observar, que se levantan sobre antiguas mezquitas de barrio, cuyo alminar o torre musulmana se ha convertido en la base de la torre campanario cristiana.

La iglesia de Santa Marina se construye con sillares a soga y tizón, en planta de tres naves, de las cuales la central es más ancha y alta que las laterales y ábsides. La cabecera está compuesta por tres ábsides poligonales, manifestándose al exterior de igual forma, siendo reforzados los tres por contrafuertes. Un gran rosetón se presenta en la parte superior de la fachada.

Virgen de la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, Cordoba

La fachada principal de estilo gótico mudéjar, llama la atención su imponente aspecto de fortaleza gracias a cuatro contrafuertes, rematados en pináculos, que la dividen en tres partes, coincidiendo con las naves del interior, es decir, se insinúa lo que vamos a ver dentro.

La torre campanario, que contemplamos actualmente, es más tardía, construida por Hernán Ruíz II, el Joven, en el siglo XVI. Está rematada por una veleta que representa a San Rafael (Arcángel Custodio de Córdoba) con el pez colgante.

En el interior, la nave central ha conservado el artesonado de madera original. Atención especial hay que prestar a la antigua capilla funeraria de los Orozco, del siglo XV y de estilo mudéjar. Actualmente es la sacristía del templo, con una preciosa portada de yesería mudéjar con mocárabes (adornos), y un arco apuntado enmarcado en alfiz. De planta rectangular o basilical, está dividida en tres naves, siendo la principal notablemente más alta que las laterales. Las naves son separadas por amplios arcos formeros apuntados, formando pares, con el inferior embutido en el intradós del superior y generando unos lienzos de pared intermedios donde se abren ventana. Las cubiertas, siguiendo el modelo arquitectónico fernandino, no están abovedadas sino que consisten en techumbres de cubierta de armadura de par y nudillo de madera trabajada. Fueron contratadas por el artista carpintero Pedro Fernández hacia 1495. El artesonado original fue cubierto por falso abovedamiento de arista a mediados de siglo XVII a iniciativa del obispo Domingo de Pimentel.

Retablo de la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, Cordoba

Un ábside pentagonal remata la cabecera; poligonales son también los ábsides que cierran las naves laterales. En la nave de la Epístola (derecha) se abre la Sacristía, edificada en el siglo XV como Capilla de los Orozco, con finalidad funeraria. Hacia 1630 el arquitecto Sebastián Vidal trasformó el ábside del lado del Evangelio para alojar en él la Capilla de los Benavides, adaptándolo al gusto imperante de la época.

El retablo de la Capilla Mayor cuenta con pinturas de Antonio del Castillo y esculturas, como la Virgen de la Luz del escultor cordobés Gómez de Sandoval. El templo acoge las imágenes procesionales de la cofradía de Nuestro Señor Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría.

El barrio de Santa Marina es uno de los barrios más grandes de la ciudad, tanto en extensión como en número de habitantes. Conocido también como el barrio de los toreros, por su tradición. Está dentro de la zona de la Axarquía, dónde podemos observar otra serie de iglesias fernandinas como San Andrés, San Lorenzo y San Pedro Apóstol.

Interior de la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, Cordoba

A la derecha de la iglesia (zona de la Epístola) hay una pequeña plaza, llamada plaza del Rector. En origen esa placita fue el cementerio de la parroquia. También en mayo, montan una pequeña Cruz, quizás menos conocida. A la izquierda sale la calle Tafures y en el número 2 se encuentra el siguiente patio de concurso.

Patio de la calle Tafures, 2, Cordoba

El patio de la calle Tafures, 2 GPS N 37.889798 W 4.774227, es muy pequeño y tenemos que esperar más de media hora para visitarlo.

El patio esta pavimentado en de enchinado cordobés, destaca por fuente de mármol blanco de marcada inspiración mozárabe. Esta decorado con multitud de artilugios: artesas, hornillos, antiguas canastas, celemines, mesas tocineras…

Destaca por los plantas de sombra: galateas, cintas, calas, azaleas, jazmines… incluso anthurium o espatifilium.

Patio de la calle Zarco 15, Cordoba

El siguiente patio es en la calle Zarco 15 GPS N 37.8894074 W 4.774057, es una vivienda unifamiliar de nueva construcción. Compite en la sección Arquitectura Moderna.

Patio calle Zarco, 15, Cordoba

El patio está porticado en sus cuatro lados, se abren elegantes arcos de medio punto en ladrillo apoyados en columnas de ladrillo, que dotan al patio de un sabor mudéjar.

Sobre la galería de la izquierda se halla una terraza cubierta. En esta galería podemos encontrar un azulejo dedicado al Arcángel San Rafael. Las paredes están completamente cubierta de tiestos.

El centro del patio está adornado con una mesa, llena de macetas, y sillas de forja, todas ellas en color blanco, que conjugan con el resto de los enseres del patio, ya que todo el lugar mantiene colores muy claros que le dotan de mucha luz.

Todas las macetas están adornadas con gitanillas colgantes, y por todo el patio podemos ver, entre otras: hortensias, alivias, anturios, azucenas, fucsias, flores de cera, redondos, helechos, pericones, coronas de novia, y un imponente limonero repleto de limones.

Calle de las Flores, Cordoba

Entre unas cosas y otras se nos ha echado la noche encima, vamos callejeando con destino a la Puerta de Sevilla. Como siempre nos paramos a descubrir una y mil veces la fisonomía de la mezquita, la calle de las flores y la judería.

Tortillon Bar Santos, Cordoba

En la mezquita hacemos una parada en el bar Santos, se hizo muy famoso porque apareció en un programa de televisión promocionando la tortilla de patatas más grande del mundo. El precio es muy barato, trozo con picos a 2,50 €, base de cerveza a 2 €.

OJO FALTAN PATIOS ESE DIA

Día 14 de mayo (sábado)
Ruta: Córdoba

Vista desde el Patio de San Eulogio, Cordoba

Comienza en día y después de desayunar salimos para participar en la jornada del segundo día en la festividad de los Patios de Córdoba.

Salimos a las 11,00 horas, en ese momento todo el Barrio de San Basilio, está en efervescencia. Un imponente gentío que nos lleva a las imágenes de Córdoba en la misma festividad de los patio del 2018.

Las colas con grupos turísticos ocupan todas las aceras y las entradas a los patios en concurso, esto nos hace replantearnos el día.

Huimos de este gentío hasta la mezquita y podemos observar como el obispado ha abierto uno de los edificios porque lo ha privatizado y se puede acceder a una terraza desde donde podemos ver una panorámica que podemos incorporar a nuestra retina, se llama Patio de San Eulogio: a la izquierda la mezquita, en el centro Triunfo de San Rafael de la Puerta del Puentey a la derecha el puente románico de la Calahorra.

Recien casados en la Mezquita, Cordoba

Entre los turistas se encuentra un pareja de recién casados que quieren inmortaliza ese día entre las puertas y las yeserías de la mezquita.

Caminamos andando hasta la plaza del Potro, quizás es el sitio con más sabor y mejor conservado de la ciudad, ha llegado hasta nuestros días gracias a la importancia histórica de sus edificios.

A la derecha se encuentra la casa de Julio Romero de Torres, el pintor cordobés que mejor supo retratar a la mujer de su tiempo. Ahora el palacete es el museo dónde se puede ver la mayoría de sus obras.

Como decía ante la imposibilidad de ver patios optamos por ver arte, tenemos pendiente visitar el mejor museo de Bellas Artes.

Frescos, Museo Bellas Artes, Córdoba

En uno de los jardines más bonitos se encuentra el Museo de Bellas Artes. Es una joya oculta dónde se puede ver los mejores pintores cordobeses. Es un recorrido por la pintura renacentista, barroca, principios del siglo XX y pintura moderna.

Frescos, Museo Bellas Artes, Córdoba

Podemos ver obras de Goya, Sorolla, Julio Romero y su hermano Antonio, además, del presidente Antonio Maura Montaner presidente del Consejo de Ministros en cinco ocasiones.

Es un Museo que es tan pequeño y tan especial que no te debes de perder.

Una de las obras de arte que pasa casi inadvertida es un Calvario sobre unas de las paredes. Realizado al fresco en la escalera del Antiguo Hospital de la Caridad, hoy forma parte del Museo de Bellas Artes de Córdoba.

Desde comienzos del siglo XVI el antiguo Hospital de la Caridad de Nuestro Señor Jesucristo, regido por la Venerable Orden Tercera de San Francisco, contó con una escalera, ya que la documentación refleja la existencia de dos plantas. A lo largo del tiempo la misma ha sufrido las siguientes modificaciones:

Frescos , Museo Bellas Artes, Córdoba

A raíz de la adquisición de unas casas contiguas en 1562, dicha escalera debió ser reformada, colocando en el techo una armadura de lazo de forma octogonal y pintando al fresco a modo de grisallas por un maestro anónimo, un Calvario con la Virgen y San Juan en la pared frontal y San Jerónimo penitente y San Francisco de Asís en oraciónen las laterales. Todo ello fue completado con sendos frisos decorados con elementos de la pasión y escudos de la Orden entre canes.

Por motivos que se desconocen, y posiblemente coincidiendo con la apertura de una ventana en la pared frontera, dicho conjunto debió ser tapado y en parte mutilado, representándose muy posiblemente a partir de 1614 por otro anónimo maestro y con pintura al óleo sobre nuevo mortero, exclusivamente un Calvario con la Virgen y San Juan sobre la superficie de la ventana abierta.

“Nicolás de Bari”, obra del pintor Pedro de Córdoba, Museo Bellas Artes , Córdoba

La primera obra de arte del Museo Bellas Artes “Nicolás de Bari”, obra del pintor Pedro de Córdoba, está datado en el siglo XV, realizado en óleo sobre tabla. Tienes unas medidas de 110.5 x 72.5 cm.

Pedro de Córdoba tuvo uno de los talleres cordobeses más activos de la época de los Reyes Católicos. Se conoció su personalidad a raíz de la aparición de su firma en el cuadro de la Anunciación, encargado por el canónigo Diego Sánchez de Castro para la Catedral de Córdoba en 1475, y que es su mejor obra conocida. La obra refleja al santo de Bari en su calidad de obispo y fue en un tiempo utilizada como puerta de una alacena.

“Virgen con el Niño”, obra del pintor Pedro de Romana, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo Bellas Artes “Virgen con el Niño”, obra del pintor Pedro de Romana, está datado en el siglo XV, realizado en óleo sobre tabla. Tiene unas medidas de 100 x 68 cm.

Pedro Romana fue un artista desconocido hasta que en 1904 se descubrió su firma en el Retablo de San Bartolomé de la iglesia parroquial de Espejo (Córdoba), lo que permitió añadir a su catálogo esta obra imbuida ya en el mundo del Renacimiento y plenamente demostrativa de la perspectiva lineal como método de representación espacial. Se cree que su verdadero nombre fue Pedro Fernández y que tuvo un taller muy activo en la ciudad, participando de las actividades propias del activo gremio cordobés de pintores. Se cuenta que para el rostro de la Virgen utilizó como modelo a su mujer.

“Retablo de la Flagelación”, obra del pintor maestro de la Flagelación, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo Bellas Artes “Retablo de la Flagelación”, obra del pintor maestro de la Flagelación, está datado a finales el siglo XV, realizado pintura mixta sobre tabla. Tiene unas medidas de 315 x 260 cm.

Este retablo, originario del antiguo hospital fundado en el siglo XIV por Antón Cabrera y su mujer, tiene como motivo central a Cristo atado a la columna, al que acompañan San Antonio Abab, San Juan Evangelista, San Francisco recibiendo la estigmatización y San Antonio con el Niño. Fue atribuido sucesivamente a Juan de Zamora y Alonso de Aguilar, aunque en la actualidad estas autorías han sido puestas en duda, identificándose a su anónimo autor como Maestro de la Flagelación, uno de los mejor es de la escuela cordobesa de entre centurias, al igual que ya lo hiciera el profesor Diego Angulo.

“Cristo atado a la columna con san Pedro y donantes”, obra del pintor Alejo Fernandez, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Cristo atado a la columna con san Pedro y donantes”, obra del pintor Alejo Fernandez (175-1545), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1496. Tiene unas medidas de 200 x 154 cm.

La obra Convento de las franciscanas de Santa Clara. El pinto de la obra Alejo Fernández fue uno de los artistas más significativos en la transición de los siglos XV al XVI. Pasa de Córdoba a Sevilla, junto a su hermano Jorge, en un momento en que la demanda de artistas en la capital de Andalucía era notable debido al fructífero comercio con América, introduciendo allí un nuevo gusto plenamente entroncado con el Renacimiento italiano. La obra, considerada de su primera época, se encontraba en el Convento de Santa Clara de Córdoba. Parece que quería representar, junto a la figura de Cristo atado a la columna y la negación de San Pedro, a los infantes Alfonso y Violante de Aragón, sobre cuyas casas cordobesas fue construido el cenobio, así como a Doña Sancha Díaz, hermana del canónigo fundador y primera abadesa.

“Tríptico del Calvario del Convento de Santa Clara”, obra del pintor anónimo, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Tríptico del Calvario del Convento de Santa Clara”, obra del pintor anónimo, realizado en óleo sobre lienzo, está datado entre 1540-1545. Tiene unas medidas de 225 x 79 cm.

Después de la desaparición del pintor Alejo Fernández, continúan trabajando en Córdoba una serie de artistas que, como este maestro anónimo y a lo largo del reinado de Carlos V, seguirán manteniendo su estilo.

El cuadro define en medio de un paisaje rocoso, al fondo del que se divisa, entre rocas, una ciudad, aparece, en el centro, Cristo crucificado y, a sus pies, María Magdalena asida al Madero. Por la izquierda, María enjuga sus lágrimas con un pañuelo y, por la derecha, San Juan en actitud orante. Delante de este último, aparece Santa Catalina de Alejandría, caracterizada por sus atributos -la corona, la espada y la rueda quebrada-, arrodillada en actitud de oración. La composición general deriva de alguna estampa flamenca y, en particular, la de Santa Catalina del grabado "Martirio de Santa Catalina" realizado por Durero hacia 1497.

“Piedad”, obra del pintor Francisco de Castillejo, Museo Bellas Artes , Cordoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Piedad”, obra del pintor Francisco de Castillejo, realizado en óleo sobre lienzo, está datado entre 1560-1570. Tiene unas medidas de 83.5 x 67,5 cm.

Francisco de Castillejo fue un pintor activo en Córdoba en la segunda mitad del siglo XVI. Se desconoce la fecha de su nacimiento y también la de su muerte. Hijo de Juan de Castillejo, estuvo casado con Isabel Ruiz y avecindado en Montilla durante cinco años, desde 1566 hasta 1571, en los que le nacieron cuatro hijos, Francisco, Dionisio, María y Juan, tres de ellos fueron apadrinados por el secretario de la marquesa de Priego. Mantuvo relaciones comerciales con Simón Muñiz, pintor, que le otorga poder para que cobre varios trabajos que le deben, y junto a él y Juan de Robles fue nombrado en 1554 veedor de pintores, responsable de examinar y otorgar el grado de maestros a los que aspirasen a tal oficio. El primer documento que se conoce data del día 16 de abril de 1545, por él se compromete a pintar y dorar una imagen de Dios Padre, que había hecho su padre Juan de Castillejo para la ciudad de Lucena.

“Virgen con el niño”, obra del escultor Jerónimo Ordoñez, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Virgen con el niño”, obra del escultor Jerónimo Ordoñez (1151-1603), realizado en piedra caliza, está datado en el siglo XVI. Tiene unas medidas de 130x55x44 cm.

La representación iconográfica de María de cuerpo entero portando en sus brazos al Niño hunde sus raíces en el arte bizantino. De ahí lo heredaría el Occidente católico para alcanzar gran profusión. La celebración del Concilio de Trento y la institucionalización del dogma de la Inmaculada Concepción por parte de la Iglesia significarían su casi definitiva desaparición. En Andalucía tuvo gran éxito, siendo normalmente el Niño portador de algún atributo. En esta ocasión la bola del mundo alude a su condición de Salvador. Se trata de una pieza concebida para ocupar un frente de fachada, cuyo emplazamiento original se desconoce. Perteneció a la familia Romero de Torres y fue atribuida por Enrique al muy poco conocido escultor cordobés Jerónimo Ordóñez, vinculado a la familia Hernán Ruiz y con varias obras documentadas en la ciudad. Pasó al Museo en 1991, tras la adquisición de los bienes que la familia conservó en su vivienda, donde ocupaba lugar preferente en el jardín presidiendo una fuente.

“Santo Domingo de Guzmán”, obra de un pintor anónimo, Museo Bellas Artes , Cordoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Santo Domingo de Guzmán”, obra de un pintor anónimo, realizado en óleo sobre tabla, está datado entre 1523-1537. Tiene unas medidas de 162 x 97 cm.

Debido a sus características estilísticas, esta obra se ha relacionado con el círculo de Pedro Romana. En ella se representa al fundador dominico con sus atributos característicos, libro y vara de azucenas en señal de sabiduría y pureza. Aparece aplastando al demonio con la cruz de Cristo junto a un perro con una vela encendida en la boca. Esto representa la premonición tenida por su madre poco antes de su nacimiento.

Dos versiones más con ligeras variantes iconográficas se conservan en la iglesia de San Andrés y en el Museo Diocesano de Bellas Artes de Córdoba, destacando entre ellas ésta por su tratamiento del paisaje y sus amplios elementos arquitectónicos de corte clásico.

Todas se suponen realizadas durante el mandato del obispo dominicio Fray Juan Álvarez de Toledo, llegando ésta al Museo del convento de la Concepción como consecuencia de la desamortización de 1868.

“Ángel Avilés Merino”, obra del pintor Nicolás Mejías Márquez, Museo Bellas Artes , Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Ángel Avilés Merino”, obra del pintor Nicolás Mejías Márquez (1845-1917), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1887, Tiene unas medidas de 68 x 48 cm.

Ángel Avilés Merino había nacido en Córdoba el año 1848. Había estudiado, primero en su ciudad natal, Instituto Provincial de Córdoba, y después en Granada, Facultad de Derecho. Con posterioridad, se encausó en la carrera administrativa, llegando a ser Director General de la Administración Civil en Filipinas entre 1893 y 1895, bajo el ministerio de Víctor Balaguer.

“Sagrada Familia”, obra del pintor Diego Monroy Aguilera, Museo Bellas Artes , Cordoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Sagrada Familia”, obra del pintor Diego Monroy Aguilera (1786-1856), realizado en óleo sobre lienzo, está datado entre 1840-1842, Tiene unas medidas de 89.5 x 72.5 cm.

intor natural de la localidad cordobesa de Baena, nació el 12 de abril de 1786.Era hijo de Antonio María Monroy, pintor acreditado en su provincia, y de Juana Aguilera y Aguayo. Estudió los primeros rudimentos de su arte con su padre; pero pensionado luego para completar sus estudios en Madrid, prosiguió sus tareas en la Real Academia de San Fernando, bajo la dirección de Maella. En 1818 fue agraciado por el rey francés con la condecoración de la Flor de Lis de Francia; el año siguiente, en 19 de septiembre, fue nombrado académico de mérito de la de San Fernando, y algo más tarde obtuvo los honores de pintor de cámara; pero decidido a volverse a Córdoba, se ocupó de la enseñanza de dibujo en el Colegio de la Asunción

“Descanso en la Huida a Egipto”, obra del pintor Diego Monroy Aguilera, Museo Bellas Artes , Cordoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Descanso en la Huida a Egipto”, obra del pintor Diego Monroy Aguilera (1786-1856), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en el siglo XIX, Tiene unas medidas de 89.5 x 72 cm.

En esta obra, -que parece estar inspirada en una estampa del siglo XVII, posiblemente flamenca- sobre un paisaje en el que aparecen, por la izquierda, varios árboles de gran tamaño y, por la derecha, un río que atraviesa formando varias pequeñas cataratas junto a una ciudad, quedan situados, en la zona inferior izquierda de la composición, María con el Niño en brazos, sostenido por una pañoleta que se ata al cuello descansando bajo la arboleda y, a su lado, San José de pie y con vara florida como bastón. Junto a ellos, en el suelo y por la derecha, un atillo de enseres como equipaje.

“El poeta Grilo, leyendo unas poesías en el Salón del Círculo de la Amistad de Córdoba”, obra del pintor Casto Plasencia y Maestro, Museo Bellas Artes , Cordoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “El poeta Grilo, leyendo unas poesías en el Salón del Círculo de la Amistad de Córdoba”, obra del pintor Casto Plasencia y Maestro (1846-1890), realizado en óleo sobre lienzo, está datado entre 1846-1840, Tiene unas medidas de 48.5 x 94.5 cm.

Composición abocetada en que se aprecia un personaje central declamando con unos papeles en la mano bajo una gran lámpara. Alrededor y formando un círculo, se aprecia una primera línea de mujeres sentadas por la derecha, detrás de la que aparecen varones de pie mirando fijamente al personaje central. Sobre él una gran lámpara. Cierra la composición por la izquierda un ventanal como fuente de luz.

“Bodegón”, obra del pintor Ángel Avilés Merino, Museo Bellas Artes , Cordoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Bodegón”, obra del pintor Ángel Avilés Merino (1842-1924), realizado en óleo sobre lienzo, está datado entre 1875-1880, Tiene unas medidas de 45.5 x 55.5 cm.

La obra nos presenta un bodegón donde se puede ver un trozo de jamón, un pan, una botella de vino, un plato con uvas, un cuchillo, una copa de vino blanco y un plato con dulces. Todo muy bien ordenado e iluminado.

“Maja en el Buen Retiro”, obra del pintor Luis Franco Salinas, Museo Bellas Artes , Cordoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Maja en el Buen Retiro”, obra del pintor Luis Franco Salinas (1850-1897), realizado en óleo sobre tabla, está datado en 1875. Tiene unas medidas de 44,5 x 32 cm.

Forma parte de la Colección que Ángel Avilés donó a su muerte a este museo. A medida que se adentra el siglo, la fuerte influencia del costumbrismo goyesco irá perdiendo vigor, mientras se consolida poco a poco el triunfo internacional de Mariano Fortuny que, además de introducir nuevas temáticas, -como las de tipo orientalista o las denominadas de casacones-, pondrá de moda una nueva manera de hacer en base a una pincelada más suelta, colorista y minuciosa.

Algunas de estas últimas características podrían aplicarse a esta obra, un claro ejemplo de goyesca, donde se podría entender fusionado cierto interés paisajístico en una instantánea de costumbres debida a un valenciano formado en la Academia de San Carlos que destacó hacia 1871-75 en diversas Exposiciones Nacionales cuando ejercía la docencia en Barcelona.

“Naranjas”, obra del pintor Adela Gines Ortiz, Museo Bellas Artes , Cordoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Naranjas”, obra del pintor Adela Gines Ortiz (1847-1925), realizado en óleo sobre tabla, está datado en el siglo XX. Tiene unas medidas de 18 x 21.3 cm.

Se trata de un bodegón donde aparecen representadas dos naranjas un poco maduras, una abierta por la mitad en dos partes y otra entera. Se encuentran sobre un fondo neutro que hace de superficie y de fondo.

“Mujer Filipina”, obra del pintor Lorenzo Rocha Icaza, Museo Bellas Artes , Cordoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Mujer Filipina”, obra del pintor Lorenzo Rocha Icaza (1837-1898), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1895. Tiene unas medidas de 221 x 101.5 cm.

Uno de los acontecimientos más destacados de la presencia española en las islas Filipinas fue la creación de una Escuela de Bellas Artes, que protegió y fomentó el político cordobés Ángel Avilés durante su etapa en el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Rocha, artista filipino que había pasado algún tiempo formándose en la península, estuvo al frente de esta escuela en sus inicios. Esta pintura, excelente ejemplo de transmisión hacia la isla de los gustos románticos imperantes en España, y cargada de un buen número de elementos de la vida cotidiana, formó parte de un grupo de obras regaladas a Avilés a raíz de la visita realizada a la escuela en 1895, pasando a formar parte de su importante colección particular.

“La visitación de Santa Isabel”, obra atribuida al pintor Francisco de Goya y Lucientes, Museo Bellas Artes , Cordoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “La visitación de Santa Isabel”, obra atribuida al pintor Francisco de Goya y Lucientes (1746-1821), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1775. Tiene unas medidas de 28.5 x 27.5 cm.

Escena resuelta sobre dos gradas, aparece la figura de la Virgen velada, que apoya su pie izquierdo sobre uno de los escalones. Adelanta su brazo ofreciendo su mano a besar al personaje arrodillado, Santa Isabel. En segundo plano y delante de un muro, una tercera figura que pudiera ser Zacarías, marido de Santa Isabel o un sirviente.

“Napolitana; Ciocciara”, obra del pintor Joaquín Sorolla Bastida, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Napolitana; Ciocciara”, obra del pintor Joaquín Sorolla Bastida (1863-1923), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1887. Tiene unas medidas de 43 x 35 cm.

Retrato femenino medio abocetada que representa a una campesina italiana. Porta collar y pañuelo o gorro tocado en rojo. Esta obra refleja la preocupación de Sorolla por captar la impresión del efecto lumínico, rindiendo culto a la luz y al color y llevando con ello el plenairismo hasta su entronque con el movimiento impresionista nacido en Francia en la penúltima década de la centuria, habiéndose afirmado que españolizó lumínicamente el Impresionismo. De esta manera, en esta obra inacabada podemos encontrar el concepto mediterráneo y costumbrista de su pintura.

“Modista Sevillana”, obra del pintor Gonzalo Bilbao Martínez, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Modista Sevillana”, obra del pintor Gonzalo Bilbao Martínez (1860-1938), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1904. Tiene unas medidas de 46 x 38 cm.

La escena muestra una sonriente dama, algo abocetada, que camina hacia el espectador. Lleva pañuelo a modo de velo y un posible paraguas sostenido con su brazo izquierdo. Por la izquierda, se abren unas arquitecturas hacia las que parece ascender una escalera.

Se trata de una de las obras de temática costumbrista, con la figura femenina como protagonista, que tanta fama dio a Gonzalo Bilbao. Es una mujer trabajadora, de movimientos desenvueltos y coquetos, pero sin llegar a un estudio psicológico del personaje, ni presenta atisbos de denuncia social, a pesar de la dureza de su oficio. Aquí, Bilbao se convierte en referente de la pintura andaluza por su preocupación por la luz y la pincelada suelta de carácter impresionista.

“Obrera Catalana”, obra del pintor Ramón Casas Carbó, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Obrera Catalana”, obra del pintor Ramón Casas Carbó (1866-1932).), realizado en Carboncillo sobre papel verjurado, está datado en el siglo XX. Tiene unas medidas de 57.5 x 44.6 cm.

Ramón Casas, hijo de un catalán que había hecho negocios en Cuba, se formó con Vincens en Barcelona y con Carolus Duran en Paris, alcanzando ya fama europea antes de su asentamiento definitivo en Barcelona en 1894. En esta ciudad se integrará en el movimiento cultural del momento, con las tertulias de Els Quatre Gats capitaneadas por Rusiñol como señero ejemplo. Se cree que este hermoso dibujo, de trazos vigorosos y decididos, fue realizado en los primeros momentos del siglo XX, muy en línea con la impresionante galería de retratos al carboncillo que hizo de sus contemporáneos. Representa a una obrera anónima de la época y fue dedicado por el artista a la Asociación de la Prensa Catalana con motivo del Día del trabajo.

“Viernes Santo”, obra del pintor Julio Romero de Torres, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Viernes Santo”, obra del pintor Julio Romero de Torres (1874-1930).), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1910. Tiene unas medidas de 62 x 51 cm.

Mujer vestida de negro a la usanza del luto de las viudas, como si estuviese saliendo de misa, portando un sutil velo de seda sobre la cabeza, que permite entrever la laxitud de su rostro. Lleva un rosario en su mano izquierda y sus manos, en actitud de bendecir, la convierten en un claro arquetipo del "Amor Místico", lo que queda reforzado por la escena de fondo, centrada en la Semana Santa, de tanta tradición y celebración en la católica España del momento.

Museo Bellas Artes, Córdoba

El museo de Bellas Artes tiene una importante colección de pintura de Antonio Maura, presidente del Consejo de Ministros en cinco ocasiones a lo largo del reinado de Alfonso XIII.

Fue un buen pintor de acuarelas, eran muy cuidadas de dibujo, muy tímidas de colorido, sin las graciosas transparencias que después alcanzó cuando perdió miedo al agua. No tuvo otros modelos que los que la naturaleza le brindaba, cuando se enfrentaba a ella, sentado en la silla de campo, con el bloque de papel en las rodillas y el lápiz afiladísimo en la diestra: portaladas solemnes de la típica arquitectura montañesa; casonas como adormecidas bajo el dosel umbroso de algún pino secular; iglesias románicas espiritualizadas con los cipreses de los viejos osarios; cajigas pomposas; cimeras sobre campos húmedos y floridos; carreteras de heno balsámico, recién abatido por las guadañas; rotos muros ennoblecidos por escudos cuyos timbres pregonaban proezas hidalgas en la colonización de América; barcos reposando al abrigo de los malecones en un rincón del puerto; perfiles lejanos de las encrespadas sierras que forman la osamenta de Cantabria; pobres esbozos donde la inexperiencia del pincel consigue el balbuceo de una emoción ante la belleza que el natural prodiga en todos sus ámbitos.

“Paisaje de Alceda”, obra del pintor Antonio Maura y Montaner, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Paisaje de Alceda”, obra del pintor Antonio Maura y Montaner (1853-1925).), realizado en acuarela sobre cartulina, está datado en 1898. Tiene unas medidas de 18 x 12.7 cm.

Vista centrada en un árbol desde la raíz al arranque de la copa que está situado junto a un conjunto de piedras a manera de ruinas en medio de un frondoso paisaje.

Jardín de Buñola (Mallorca)”, obra del pintor Antonio Maura y Montaner, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Jardín de Buñola (Mallorca)”, obra del pintor Antonio Maura y Montaner (1853-1925).), realizado en acuarela sobre cartulina, está datado en 1910. Tiene unas medidas de 25.5 x 17.8 cm.

Vista lateral en diagonal de un paseo aterrazado dentro de un jardín cubierto por una pérgola o emparrado, apareciendo un tronco de vid que monta hacia arriba en la primera de las columnas sustentadas, quedando flanqueado por plantas y flores.

Paisaje Valldemosa (Mallorca)”, obra del pintor Antonio Maura y Montaner, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Paisaje Valldemosa (Mallorca)”, obra del pintor Antonio Maura y Montaner (1853-1925).), realizado en acuarela sobre cartulina, está datado en 1906. Tiene unas medidas de 23.2 x 29 cm.

Representa un paisaje Valldemosa (Mallorca), desde una vista superior de una zona de montaña entre nubes en la que sobresale un gran pino de copa coloreada.

“Crucificado con Santos Juanes” obra del pintor Baltasar del Águila, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Crucificado con Santos Juanes” obra del pintor Baltasar del Águila (15401-1599).), realizado en óleo sobre cuero, está datado en 1560-1570. Tiene unas medidas de 275 x 230 cm.

Baltasar del Águila, miembro de una familia de artistas de ascendencia montillana, tras su paso a Córdoba hacia 1565 regentó uno de los talleres más significativos del momento, en el que también colaboró su hermano, Pedro Fernández Guijalvo. Esta obra, de rigurosa geometría, es una de las pocas pinturas conservadas que fueron realizadas sobre soporte de cuero. Fue inspirada en una estampa titulada "Cristo rodeado de ángeles que lloran su muerte", cuya autoría, Giulio Romano o Giorgio Ghisi, aún está en debate.

Nuestra Señora de los Angeles” obra del pintor Baltasar del Águila, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Nuestra Señora de los Angeles” obra del pintor Baltasar del Águila (15401-1599).), realizado en óleo sobre madera, está datado en 1570. Tiene unas medidas de 158 x 134 cm.

Desde mediados de la centuria y hasta 1580, en que eclosionará en Córdoba la personalidad pictórica de Pablo de Céspedes, la pintura cordobesa estará dominada por el taller de Baltasar del Águila, que, desde iníciales posturas renacentistas, evolucionará progresivamente hacia el Manierismo a través de las numerosas obras que hubo de realizar para la capital como para la provincia. Artista de la generación manierista, demuestra en su obra las principales características formales de este movimiento, dominio del dibujo y rica gama cromática heredado de los maestros clasicistas italianos.

Prueba de esto es esta obra cuya iconografía, de origen bizantino, se refiere a María en una triple dimensión: como la Mujer Apocalíptica, aludiendo al misterio de su Asunción, y al de su Coronación por los ángeles.

San Juan Evangelista” obra del pintor Baltasar del Águila, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “San Juan Evangelista” obra del pintor Baltasar del Águila (1576-1600).), realizado en óleo sobre madera, está datado entre 1576 y 1600. Tiene unas medidas de 125 x 90 cm.

La obra fue recuperada del mercado de arte, donde figuraba como Anónimo español, esta pintura se encuentra indudablemente relacionada con los talleres cordobeses de la segunda mitad del XVI, en los que destacan los nombres de Baltasar del Águila, Pedro Fernádez Güijalvo o Francisco de Castillejo.

Representa a San Juan Evangelista en actitud de bendecir con su mano derecha, mientras con la izquierda sostiene su típico atributo -cáliz de rica orfebrería del que sobresale un mostruo alado con forma de serpiente-, situado en un paisaje abierto con alguna arquitectura de raigambre clásico con típica factura de época.

“Nuestra Señora de los Angeles” obra del pintor Baltasar del Águila, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “San Antonio Abad” obra del pintor Baltasar del Águila (1540-1599).), realizado en óleo sobre madera, está datado en 1563. Tiene unas medidas de 63 x 60 cm.

Figura del santo vistiendo hábito conventual, sandalias y portando en su mano derecha un bastón de palo y una campanilla y, en la derecha, un libro cerrado y un rosario con cruz de palo. Presenta amplia barba y nimbo rodeando su cabeza.

Sigue al santo por detrás un jabalí corriendo. Por el fondo, se desarrolla un paisaje que muestra, por la izquierda, al mismo santo sentado sobre una piedra sentado a la puerta de un monasterio, mientras, por la derecha, se desarrolla una arquitectura de u poblado en varias terrazas partiendo de un puente bajo el que cruz un río.

“Ángel de la Guarda” obra del pintor José Ignacio Cobo Guzmán, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Ángel de la Guarda” obra del pintor José Ignacio Cobo Guzmán (1666-1746).), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en el siglo XVII. Tiene unas medidas de 160 x 107 cm.

La primera mitad del siglo XVIII aparece dominada en la ciudad por la actividad de José Ignacio Cobo y Guzmán, pintor jienense que aparece en Córdoba a partir de 1701 como Pintor de Cámara del Obispo Salazar y Góngora.

Esta obra pertenece a un momento aún no determinado de su producción y se inspira en una estampa de idéntica temática de Simone Cantarini. En esta se entremezclan las tradiciones estilísticas granadinas, en las cuales se había formado, con los nuevos modelos cortesanos originarios del norte de Italia, de moda por aquel entonces. La obra ingresó en el museo tras la Desamortización de 1835, procedente de un convento cordobés desconocido.

Nacimiento de San Pedro Nolasco” obra del pintor José Ignacio Cobo Guzmán, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Nacimiento de San Pedro Nolasco” obra del pintor José Ignacio Cobo Guzmán (1666-1746).), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en el siglo XVII. Tiene unas medidas de 169 x 209 cm.

Esta obra narra el momento posterior al nacimiento de Pedro Nolasco, sobre cuya mano, según cuenta la leyenda, las abejas formaron un panal. En este caso, el artista dota a la escena de un rotundo sentido de época, puesto de manifiesto, fundamentalmente, en el tratamiento de las vestimentas de los protagonistas.

“Huida a Egipto” obra del pintor Acisclo Antonio Palomino, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Huida a Egipto” obra del pintor Acisclo Antonio Palomino (1655-1726), realizado en óleo sobre lienzo, está datado entre 1712-1714. Tiene unas medidas de 81 x 105 cm.

Palomino, formado en Córdoba junto a Antonio del Castillo y Juan de Alfaro, se establece en Madrid a partir de 1678, alcanzando pronto la condición de Pintor de Cámara de Carlos II. Logró importantes encargos por toda la geografía española y se dedicó también a escribir sobre la técnica de la pintura, así como las biografías de los más singulares artistas españoles que le precedieron. Este lienzo representa un episodio de la vida de Cristo que es recogido en los evangelios apócrifos, siguiendo muy de cerca la lección dada por Lucas Jordán en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. No puede descartarse que perteneciese a una serie sobre la infancia del Salvador, como ponen de manifiesto las diversas copias y réplicas conservadas en Córdoba.

“El Salvador” obra del pintor Acisclo Antonio Palomino, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “El Salvador” obra del pintor Acisclo Antonio Palomino (1655-1726), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1709. Tiene unas medidas de 59.5 x 45 cm.

El lienzo representa a Cristo, en pie, sobre nubes y sosteniendo con la mano izquierda la esfera terráquea con un cáliz. El Salvador del Sagrario, hace pensar en una copia de un seguidor o colaborador del maestro, que simplifica la composición barroca, cargada de seres celestiales y luces, elementos que evocan el mejor barroco tardío de finales del siglo XVII. El pintor del lienzo convierte el retablo en un lienzo de carácter devocional, centrado en el Salvador, pintado, quizás, ya entrado el nuevo siglo.

San Acisclo” obra del pintor Acisclo Antonio Palomino, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “San Acisclo” obra del pintor Acisclo Antonio Palomino (1655-1726), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1713. Tiene unas medidas de 82 x 51 cm.

El lienzo muestra al santo mártir Acisclo vestido con indumentaria romana, sosteniendo en su mano derecha una espada y en la mano izquierda una palma.

El origen de esta pintura se sitúa en el año 1712, cuando el pintor recibió el encargo de crear dos lienzos para el retablo de la capilla mayor de la Mezquita-Catedral de Córdoba, representando a los santos patronos de la ciudad San Acisclo y Santa Victoria. Esta pintura sería uno de los bocetos realizados por el artista para la realización del lienzo definitivo que representa a San Acisclo, situado en el lado izquierdo de la calle central del retablo.

A principios del siglo XX, este boceto estaba en posesión de los Marqueses del Mérito, a quienes Enrique Romero de Torres intentó comprarlo durante su etapa de director del Museo de Bellas Artes de Córdoba. En 2007 fue adquirido por la Junta de Andalucía para su exposición en el Museo de Bellas Artes de Córdoba, donde se conserva actualmente.

Inmaculada Concepción” obra del pintor Acisclo Antonio Palomino, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Inmaculada Concepción” obra del pintor Acisclo Antonio Palomino (1655-1726), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en el primer cuarto del siglo XVIII. Tiene unas medidas de 193 x 139 cm.

Palomino trató el tema iconográfico de la Inmaculada Concepción con pocas variaciones. Del mismo realizó tres versiones principalmente. Ésta es una de ellas, caracterizada por una mayor abundancia de ángeles que revolotean alrededor de María. Está firmada con su monograma y pertenece al Museo Nacional del Prado, como parte de las Colecciones Reales. En 2013 es depositada en este museo procedente del Museo de Bellas Artes de Granada, donde desde 1970 se encontraba también en depósito.

“Un recuerdo de África. Novia sefardí” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Un recuerdo de África. Novia sefardí” obra del pintor Rafael Romero Barros (1832-1895), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1878. Tiene unas medidas de 68 x 52.5 cm.

Como consecuencia de la teoría estética de su tiempo, la obra de Romero Barros se mantuvo siempre al margen de géneros como el de la pintura religiosa, el de historia o el orientalista, quedando centrada, fundamentalmente, en el paisaje, las costumbres, el retrato y, en menor medida, el bodegón. Supone esta obra la única orientalista que el artista realiza, firmándola en su condición de Pintor de la Real Cámara, título que le fuera otorgado por Alfonso XII en 1877.

Se trata de la recreación pictórica de una leyenda escrita por él mismo y ambientada en la Córdoba del siglo X a la que tituló "Zaida, leyenda árabe", donde narra la romántica victoria del amor sobre la muerte y, a cuya imaginaria protagonista, sitúa a la hora del alba en la desesperanzada soledad y melancolía de un amor no correspondido.

Naranja abierta y azahar” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Naranja abierta y azahar” obra del pintor Rafael Romero Barros (1832-1895), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1895. Tiene unas medidas de 24.5 x 16.3 cm.

Es uno de los ejemplos de los bodegones de Romero Barros es esta obra tenida por la última que realizara en vida, en la que toca un tema de su predilección y que trataría en diferentes ocasiones. En la misma, sobre una mesa, desarrolla un estudio de una naranja abierta y pelada y una rama de naranjo en flor por delante que recae de la mesa por la zona izquierda.

“Bodegón de naranjas” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Bodegón de naranjas” obra del pintor Rafael Romero Barros (1832-1895), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1863. Tiene unas medidas de 68 x 54cm.

A poco de su instalación en la ciudad y cuando contaba treinta años de edad, realiza Romero Barros esta gran obra que, a la larga, le consagraría como maestro y pondría de manifiesto su dominio del bodegón. Sigue en ella el esquema convencional de colocar la fruta sobre una mesa delante de una pared, aunque, bajo una ventana enrejada que se abre al exterior, lo que permite conjugar un asombroso juego de luces para plantear un completo discurso sobre las distintas fases y aplicaciones de la naranja.

“Bodegón de uvas ” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Bodegón de uvas” obra del pintor Rafael Romero Barros (1832-1895), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1868. Tiene unas medidas de 26,5 x 40.5 cm.

Este bodegón un ejemplo de realismo tiene un efecto fotográfico que nos indica los distintos tipos de uvas de un racimo, parece real.

El pintor pintaba un insecto que se ha colado en la frutal composición y le servía al autor, en sus clases, para poner a prueba a sus alumnos más observadores, en este caso se ve una avispa.

Rosario Romero de Torres niña” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Rosario Romero de Torres niña” obra del pintor Rafael Romero Barros (1832-1895), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1875. Tiene unas medidas de 52,5 x 40.5 cm.

Hacia mediados de la década de los setenta, la pintura de Rafael Romero Barros parece alcanzar su madurez, como tiene ocasión de demostrar en sus paisajes y en una serie de retratos de los entonces sus hijos más pequeños, entre los que se encuentra éste de la mayor de sus hijas cuando contaba seis años de edad. Aquí aparece representada con pendientes de perlas y una capa envolviéndole el cuerpo.

Orillas del Guadalquivir” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Orillas del Guadalquivir” obra del pintor Rafael Romero Barros (1832-1895), realizado en óleo sobre lienzo, está datado entre 1880-1885. Tiene unas medidas de 34,5 x 60 cm.

Vista de Córdoba desde la margen izquierda del río Guadalquivir, presentando, como elemento de animación del paisaje, una manada de bueyes pastando junto al río, que es observado por un boyero con garrocha situado a la izquierda, sobre un ribazo próximo.

Chicos jugando a las cartas” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Chicos jugando a las cartas” obra del pintor Rafael Romero Barros (1832-1895), realizado en óleo sobre lienzo, está datado entre 1876-1877. Tiene unas medidas de 24,5 x 31 cm.

Esta pequeña obra, realizada sobre tabla, denota el gusto por la pintura española del Siglo de Oro al recrear un género que tuvo en Murillo a su cultivador más importante y fue tema predilecto de la pintura andaluza de la época. A diferencia de otros artistas sevillanos que también la trataron, Romero Barros dota a la escena de mayor delicadeza, inspirándose en sus propios hijos -Carlos, Enrique y Julio-, para presentarnos, no ya a pilluelos, sino a niños normales jugando a la brisca en la puerta de su propia casa de la Plaza del Potro.

Domingo en Córdoba a orillas del Guadalquivir” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Domingo en Córdoba a orillas del Guadalquivir” obra del pintor Rafael Romero Barros (1832-1895), realizado en óleo sobre tabla, está datado en 1894. Tiene unas medidas de 38 x 55.5 cm.

A lo largo de la década de 1880, en que su pintura llega a su mejor momento, Romero Barros realiza una serie de obras fuertemente centradas en el paisaje urbano y arquitectónico de Córdoba, que suponen las mejores aportaciones de la pintura paisajística a la iconografía de la ciudad durante todo el siglo XIX.

Esta preocupación coincidirá con la redacción de su manuscrito Córdoba Monumental y Artística, con el que pretendía llevar a cabo el estudio de los principales monumentos locales y comienza a caligrafiar e ilustrar su hijo Rafael en 1884.

Esta obra, de la que la moderna investigación no tenía conocimiento alguno, presenta casi al completo la fachada del casco histórico de la ciudad hacia el Guadalquivir, sorprendiendo por su virtuosismo en la consecución de transparencias y reflejos en el agua. Se relaciona con un boceto titulado Día de campo existente en la Colección Romero de Torres.

Ha sido adquirida del comercio de arte por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía a propuesta del Museo con objeto de incrementar el grueso de la obra del padre de Julio Romero que el mismo conserva.

Día de campo” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Día de campo” obra del pintor Rafael Romero Barros (1832-1895), realizado en óleo sobre tabla, está datado en 1879. Tiene unas medidas de 24.5 x 31.5 cm.

Pudiera ser un estudio preparatorio para la obra que el Diario Córdoba de 30-4-1879 elogió mucho como una ´familia que ha ido a pasar un día de campo a una pradera cerca de Almodóvar del Río, inspirándose directamente del natural´, concordando en las circunstancias de haber querido reflejar un río al fondo, estar situado en una pradera y concordar los personajes con algunos otros de su familia, pintados en otras ocasiones.

Crepúsculo” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Crepúsculo” obra del pintor Rafael Romero Barros (1832-1895), realizado en óleo sobre tabla, está datado en 1890. Tiene unas medidas de 37.5 x 54.5 cm.

Durante los últimos momentos de su vida y sin llegar a planteamientos de tipo impresionista, Romero dedicó varias obras a ensayar el tratamiento de la luz crepuscular sobre el paisaje, siendo ésta quizá la más conseguida, ya que en ella la propia intensidad de la luz posibilita, en cuanto a pincelada, un tratamiento cuando menos comedido.

Ambientada en el Guadalquivir a su paso por un cortijo alejado de Córdoba, introducirá también en ella el elemento humano mediante un grupo de lavanderas que en la orilla realizan la faena cotidiana, humanizando con ello el impacto positivo de la naturaleza y consiguiendo una de sus más interesantes obras en su trayectoria paisajista, que posteriormente servirá de modelo para otros artistas.

Acueducto árabe” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Acueducto árabe” obra del pintor Rafael Romero Barros (1832-1895), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1887. Tiene unas medidas de 51 x 98 cm.

Representación paisajística que recoge la nueva actitud marcada por la Escuela de Barbizon de ir a pintar al campo, "plein air", para percibir directamente las impresiones de la naturaleza. En este caso, la figura humana, como quería Carlos de Haes, queda reducida a simple anécdota dentro de una naturaleza exuberante enmascara los restos del acueducto califal de Valdepuentes, que surtía de agua de la Sierra de Córdoba a la ciudad de Madinat al-Zahra en tiempos de Abd al-Rahman III.

Vista de Córdoba” obra del pintor Rafael Romero Barros, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Vista de Córdoba” obra del pintor Francoise Antonie Bossuet(1832-1895), realizado en óleo sobre lienzo, está datado entre 1840-1845. Tiene unas medidas de 67 x 94.5 cm.

La pintura muestra una vista romántica de Córdoba desde el extremo oriental del paseo de la ribera. En dicha vista se pueden distinguir la Mezquita-catedral, la Puerta del Puente, el Triunfo de San Rafael, el puente romano cruzando el Guadalquivir y la Torre de la Calahorra.

La representación de la ciudad es muy parecida a la que aparece en el grabado Córdoba vista desde el Guadalquivir del artista escocés David Roberts, lo cual hace pensar que Bossuet pudo basarse en dicho grabado para la realización de la pintura.? Bossuet pinto varias versiones del mismo cuadro, una de las cuales se encuentra en el Museo de Victoria y Alberto de Londres.

“Estudio de la muerte de Lucano” obra del pintor José Garnelo Alda, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Estudio de la muerte de Lucano” obra del pintor José Garnelo Alda (1866-1945), realizado en óleo sobre lienzo, está datado entre 1877. Tiene unas medidas de 30 x 50 cm.

?La obra fue ejecutada durante una clase de composición en la Academia de San Fernando en memoria de su padre, también pintor, que, diecinueve años atrás, había tratado el tema mediante diferente composición. El cuadro definitivo fue enviado a la Exposición Nacional de 1887, obteniendo medalla de segunda clase.

En la obra, se representa un interior muy abocetado, centrado por una figura que yace sobre un lecho, siendo contemplada por otra figura femenina con los brazos flexionados sobre una rodilla. A la derecha, dos personajes togados detrás de un brasero y, a la izquierda, un adolescente de espaldas echado sobre una especie de añera o cipo.

“Colón saliendo de la mezquita” obra del pintor Rafael Romero de Torres, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Colón saliendo de la mezquita” obra del pintor Rafael Romero de Torres (1832-1895), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1892. Tiene unas medidas de 84 x 62 cm.

La Edad de Plata del arte cordobés se desarrolló entre el último cuarto del siglo XIX y las primeras décadas del XX, gracias a la importante obra de artistas formados al calor de la Escuela Provincial bajo el especial magisterio de Romero Barros, entre los cuales destacará su propio hijo, Rafael Romero de Torres.

Esta pintura de género histórico es una de las pocas que se produjeron en Córdoba de asunto netamente local. Fue realizada en 1892 con motivo de la celebración en la ciudad del IV Centenario del descubrimiento de América. Colón se encontraba en Córdoba en 1487 para pedir a los Reyes Católicos ayuda para su empresa, captando esta pintura el momento en el que sale de la Mezquita-Catedral y contempla, por primera vez, a su futura esposa, Beatríz Enríquez de Arana. La obra perteneció en el domicilio del artista hasta que la Junta adquirió la colección de la familia en 1991.

El albañil herido o Los últimos sacramentosobra del pintor Rafael Romero de Torres, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “El albañil herido o Los últimos sacramentos” obra del pintor Rafael Romero de Torres (1865-1898), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1890. Tiene unas medidas de 318 x 210 cm.

Rafael Romero de Torres, el mayor de los hijos artistas de Rafael Romero Barros, se formó en la Escuela Provincial de Bellas Artes de Córdoba, obteniendo sucesivas pensiones de la Diputación Provincial para cursar estudios en la Escuela de San Fernando de Madrid y en Roma, gracias a sus magníficas condiciones como dibujante. Esta obra era uno de los envíos que debía realizar a la Diputación con motivo de su pensión y en ella toca el tema de las condiciones de trabajo de la época. Forma parte de una trilogía de obras que, con temáticas como el paro y la emigración, ponen de manifiesto un claro sentido de denuncia social, que le convierte en uno de los artistas más sugestivos del noventayochismo español.

“Rafael Romero Barros” obra del pintor Tomas Muñoz Lucena, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Rafael Romero Barros” obra del pintor Tomas Muñoz Lucena (1860-1843), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1880-1881. Tiene unas medidas de 57 x 39 cm.

En la obra de Muñoz Lucena, abundarían, fundamentalmente, temas históricos y costumbristas, aunque también fue un consumado retratista, como queda demostrado en esta obra de juventud que muestra lo mejor de sí mismo en su admiración por el entonces su mejor maestro, al que se la dedica firmada.

“Las gallinas” obra del pintor Tomas Muñoz Lucena, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Las gallinas” obra del pintor Tomas Muñoz Lucena (1860-1843), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1886. Tiene unas medidas de 253.5 x 124 cm.

Esta obra figuró entre las varias que, desde Roma, Muñoz Lucena envía a la Diputación en prueba de agradecimiento y donde trata un tema costumbrista de pura tradición italiana en el que se hace patente la fuerza y características de su pincelada. En ella, representa una perspectiva de una escalera en un paisaje campestre en el que una joven descalza, ataviada con traje popular y con un canasto en su brazo izquierdo, da de comer a un grupo de gallinas, mientras un pequeñuelo las observa sentado en uno de los peldaños.

“Enrique Romero Torres” obra del escultor Amadeo Ruiz Olmos, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Enrique Romero Torres” obra del escultor Amadeo Ruiz Olmos (1913-1993), realizado en yeso patinado, está datado en 1951. Tiene unas medidas de 101 x 62 x 46 cm.

Enrique Romero de Torres mantuvo desde siempre una singular relación con este artista de origen valenciano que, tras pasar por Sevilla, donde estudió en su Escuela de Bellas Artes, se establece en Córdoba entre 1937 y 1973, convirtiéndose en uno de los escultores locales más significativos del siglo XX, realizando para ella un buen número de monumentos públicos.
La proximidad de su estudio y, sobre todo, las relaciones mantenidas en el seno de la Real Academia de Córdoba a partir de 1945, estarían en la base de la realización de esta obra de carácter academicista en que lo presenta ataviado con capa cordobesa. Pensada quizás con destino a un posible monumento público luego fallido, pasó a formar parte de las colecciones del Museo en fecha indeterminada.

“Bendición Sánchez” obra del pintor Julio Romero de Torres, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Bendición Sánchez” obra del pintor Julio Romero de Torres (1874-1930), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1904. Tiene unas medidas de 100 x 85 cm.

Hasta aproximadamente 1907 en que da los primeros pasos de lo que sería su nueva estética, la obra de Julio Romero permanece técnicamente fiel a una práctica pictórica de concepción moderna, de influencia lumínica y fuertes trazos, con la que da vida a unos temas sacados de su realidad más inmediata, a los que dota de connotaciones simbólicas.

Esta obra es ejemplo de su dominio del retrato en esta época, siendo la representada una amiga de la familia a la que llevó varias veces a sus lienzos, habiéndose conservado éste desde siempre en el interior de la vivienda familiar, de donde pasó al museo en 1991 como parte del legado adquirido en 1988 a su hija María Romero de Torres Pellicer.

Original para cartel con figuras femeninas” obra del pintor Julio Romero de Torres, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Original para cartel con figuras femeninas” obra del pintor Julio Romero de Torres (1874-1930), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1902. Tiene unas medidas de 200 x 100 cm.

Tres estilizadas figuras femeninas, realizadas a carboncillo, vestidas con elegantes atuendos y tocadas de llamativos sombreros, se apoyan sobre una baranda, teniendo como fondo de la composición una bandera española -único elemento compositivo realizado a óleo- cuyas franjas rojas verticales ponen una llamativa nota de color a un dibujo que tiene como eje fundamental a la mujer, tantas veces identificada como símbolo de la obra de Romero de Torres. La figura que gira la cabeza hacia el espectador parece adelantar con su inquietante mirada el futuro de muchos de los lienzos de madurez del artista. Parte del lateral izquierdo está ocupado por un recuadro remarcado por sutiles líneas destinado a insertar las inscripciones relativas a las fiestas que el cartel debía anunciar.

Pereza andaluza” obra del pintor Julio Romero de Torres, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Pereza andaluza” obra del pintor Julio Romero de Torres (1874-1930), realizado en óleo sobre tabla, está datado en 1900. Tiene unas medidas de 72.8 x 47.8 cm.

Julio Romero de Torres nació en el recinto del museo, ya que su familia ocupaba la vivienda del Conservador, situada en el mismo. Se formó en la Escuela Provincial de Bellas Artes, triunfando con su pintura, fundamentalmente a partir de 1907, gracias a una nueva estética que le elevó a la fama y a su asentamiento definitivo en la capital de España. Durante los años del tránsito de centurias practicó una pintura de corte moderno, muy cercana al simbolismo europeo y al particular luminismo español con el que Joaquín Sorolla había triunfado, como pone de manifiesto esta obra, realizada en el interior de la vivienda familiar y donde la mujer es puesta al servicio de una temática de neto asunto regional.

“Mal de amores” obra del pintor Julio Romero de Torres, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Mal de amores” obra del pintor Julio Romero de Torres (1874-1930), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1905. Tiene unas medidas de 200 x 143 cm.

Romero de Torres desarrolló en su Córdoba natal, antes de su definitivo paso a Madrid en 1916, una producción pictórica plenamente entroncada con los temas y procedimientos gratos al Modernismo europeo. En esta obra utiliza el pasillo de acceso al jardín de la vivienda familiar como fondo y a su mujer, sobrina y criada, como protagonistas. Mediante una pintura llena de aires sorollescos, el artista toca el tema de las tres edades de la mujer -niña, joven y anciana-, plenamente imbricado con la actitud arquetípica hacia el amor que éste mantiene a lo largo de su existencia.

“Bolera” obra del pintor , Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Bolera” obra del pintor Rafael Pellicer Galeote (1906-1963), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1950. Tiene unas medidas de 205 x 130 cm.

Bolera es una persona que ejerce o profesa el arte de bailar el bolero o cualquier baile regional de España.

Rafael Pellicer era hijo del poeta cordobés Julio Pellicer y primo de los Romero de Torres, fue un pintor figurativo y grabador. Cercano a la vanguardia a través de su maestro Daniel Vázquez Díaz, representa la plástica de los años posteriores a la guerra civil.

Sus figuras volumétricas, incluso llegando a la desproporción, con bastante empaste definen la producción pictórica de Pellicer.

“Mujer con mantilla” obra del pintor, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Mujer con mantilla” obra del pintor Pedro Bueno Vallarejo (1910-1993), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1958-1959. Tiene unas medidas de 82 x 65.5 cm.

Retrato de medio cuerpo de una dama tocada por una mantilla negra de canalé y con chaqueta verde oscura. Apoya su mano derecha sobre un pedestal. La obra representa la vertiente culta y refinada que escapa de todo compromiso que no sea la pintura misma. Dominador como nadie de la entonación, técnicamente, su pintura no llega al academicismo por el libre tratamiento de la mancha de color, pero continúa apegada al dibujo y a géneros convencionales de corte tradicional, derivando hacia una estética basada en un racionalismo de corte no intelectualista con una técnica basada en la utilización de gamas graduales de colores, fundamentalmente, violáceos, azules y grises.

“La fuente del patio del museo” obra del pintor Rafael Boti Gaitan, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “La fuente del patio del museo” obra del pintor Rafael Boti Gaitan (1900-1959), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1990. Tiene unas medidas de 73 x 60 cm.

Entre los setos y árboles floridos de vistosos colores, se yergue, en el centro, la fuente del patio del Museo de Bellas Artes de Córdoba, tomando como fondo un motivo arquitectónico de los arcos que componen la fachada interior del Museo.

“José Manuel Camacho Padilla” obra del pintor Rafael García Guijo, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “José Manuel Camacho Padilla” obra del pintor Rafael García Guijo (1881-1969), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1990. Tiene unas medidas de 73 x 60 cm.

Fue realizado en un momento el que el Camacho Padillo ejercía la docencia en Córdoba relacionándose con la cúspide cultural de la ciudad, a la que llegaría a donar su interesante colección de obras de arte, de la que ésta formaba ésta.

“Mujeres lunas” obra del pintor Antonio Rodriguez Luna, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Mujeres lunas” obra del pintor Antonio Rodriguez Luna (1910-1985), realizado en óleo sobre conglomerado de madera, está datado en 1945. Tiene unas medidas de 109 x 70 cm.

Antonio Rodríguez Luna se forma entre Córdoba y Sevilla, desarrollando un pensamiento radical que lo lleva al exilio en México tras la finalización de la Guerra Civil. Su pintura evoluciona desde el punto de vista estilístico, produciendo obras expresionistas, surrealistas, abstractas y cubistas. Será durante sus comienzos en Barcelona cuando se vea influenciado por la obra de Salvador Dalí, tal y como vemos en esta obra donde la mujer es la clara protagonista.

“Retrato de Mercedes” obra del pintor Antonio López-Obrero Castiñeira, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Retrato de Mercedes” obra del pintor Antonio López-Obrero Castiñeira (1910-1992), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1945. Tiene unas medidas de 92 x 73 cm.

El retrato es de Mercedes, la mujer del pinto, describe un estado de serenidad y la presenta sobre un fondo neutro que la hace destacar, en una pose bastante academicista, con líneas más marcadas en los paños y más suaves en el rostro de la modelo que queda perfectamente enmarcado en un compuesto y cuidado peinado. La perspectiva es casi cubista en los escasos elementos adicionales a la propia figura, la silla y el libro.

El color parece sencillo y sin estridencias, como queriendo evitar que nada más, excepto la retratada, se haga protagonista en el lienzo.

“Buenas mujeres para ser caballos” obra del pintor Gines Liebana, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Buenas mujeres para ser caballos” obra del pintor Gines Liebana (1921-), realizado en acrílico sobre tablex, está datado en 1979. Tiene unas medidas de 50 x 62.5 cm.

Ginés Liébana es un pintor que la libertad le ha hecho poseedor de un sello personal fijado entre el simbolismo y el surrealismo y protagonizar esa aventura de renovación cultural que significó el grupo Cántico junto a poetas como Pablo García Baena.

“Torero gitano” obra del pintor Miguel del Moral Gómez, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Torero gitano” obra del pintor Miguel del Moral Gómez (1917-1998), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1948. Tiene unas medidas de 86 x 64.5 cm.

El pintor estudio en la escuela de Artes y Oficios, donde entró en contacto con importantes artistas de la época como los hermanos Enrique y Julio Romero de Torres, Ginés Liébana o Pablo García Baena. Sus primeros cuadros, pintados en los años 30, mostraban unos trazos originales que le hicieron ganarse el sobrenombre de “el Zurbarán cordobés”.

Sala IV del Museo Bellas Artes, Córdoba

Pasamos a la sala IV del Museo donde se encontraba la antigua capilla, ahora cuelgan cuadros del Barroco de Córdoba.

Tras la desaparición de los artífices en torno a la figura de Pablo de Céspedes –Juan de Peñalosa, Antonio Mohedano...- y con ellos la estética del manierismo, Córdoba vive un periodo de vacío artísticoque, a partir de 1630, se verá compensado con la llegada de artistas de Jaén o Granada, entre ellos Sebastián Martínez y Pedro Freyle Guevara, que acaparan los encargos más importantes en más de una década. A este factor hay que unir el constante trasiego con la vecina

Sevilla, con la que Córdoba intercambia artistas de la talla de Juan Luis Zambrano, José de Sarabia, Juan de Mesa o Juan de Valdés Leal, lo que supondría también el que aquí se asimilen las nuevas formas ya plenamente barrocas de Juan de Roelas, Francisco de Herrera, el Viejo o Francisco de Zurbarán.

Sala IV del Museo Bellas Artes, Córdoba

Sin embargo, será a partir de 1645 cuando Córdoba encuentre su propio rumbo de la mano de Antonio del Castillo, que marca el cenit de la pintura barroca cordobesa. Su influencia se haría notar en todos los campos y su estilo será continuado por distintos seguidores hasta bien entrado el siglo XVIII, originándose con ello cierto fenómeno de escuela. Tras su muerte, sólo artistas como Juan de Alfaro, Fray Juan de Santísimo Sacramento o Acisclo Antonio Palomino, logran cimentar una personalidad propia, mientras otros como Antonio Velao Andrés Ruiz de Sarabia continuarán repitiendo estereotipos a través de los talleres paternos.

Todo ello se pretende hacer patente en esta sala cuyas obras en buena parte proceden de las colecciones fundacionales desamortizadas en 1835 y 1868, más adquisiciones y depósitos con que dichas colecciones han venido siendo completadas

“Aparición del niño a san Antonio” obra del pintor Antonio del Castillo Saavedra, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Aparición del niño a san Antonio” obra del pintor Antonio del Castillo Saavedra (1616-1668), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1650. Tiene unas medidas de 142 x 110 cm.

En el interior de una estancia, sobre un primer plano horizontal, aparece el Santo de Padua con hábito franciscano sentado sobre un sillón frailero delante de una mesa-estudio. Sobre ésta, una pluma, un tintero, varios libros, una nota o misiva en doble hoja y, bajo ella, una rama de azucenas alusiva a la condición de pureza del Santo y una calavera en diagonal de fuga hacia el centro sobre un conjunto de tres libros, dos de los cuales presentan título en su lomo.

En la zona superior, a la derecha de un cortinaje que delimita la estancia, el Niño Jesús desciende en cuerpo entero con la esfera del mundo bajo su brazo izquierdo, sobre trono que le preparan varios angelitos en arremolinada composición entre la vaporosidad de las nubes. Más abajo, junto al Santo, dos querubines, una en posición frontal y otra de perfil, mirando hacia arriba, simbolizan la llegada del Niño a la Tierra.

“Calvario de la inquisición” obra del pintor Antonio del Castillo Saavedra, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Calvario de la inquisición” obra del pintor Antonio del Castillo Saavedra (1616-1668), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1645-1650. Tiene unas medidas de 277.5 x 277.5 cm.

Una de las obras que mayor fama dieron a Castillo en la ciudad fue ésta, que presidió en su día la capilla que el Santo Tribunal de la Inquisición poseía en el Real Alcázar de Córdoba, y que al parecer realizó coincidiendo con la epidemia de peste que asoló la ciudad en 1649. De ella se ha destacado siempre su patetismo, reflejado en el hecho de haber representado a Cristo a la hora del crepúsculo como ya fallecido, así como la circunstancia de haber utilizado como modelo para la Virgen a Magdalena Rodríguez de Valdés, segunda de sus esposas, mientras el rostro de San Juan Evangelista pudiera estar inspirado en el suyo propio. Ingresó en el Museo en 1866, siendo sustituida en su emplazamiento original por una copia realizada por Rafael Romero Barros, habiendo sido restaurada en 2005.

“Imposición de la casulla de san Ildefonso” obra del pintor Antonio del Castillo Saavedra, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Imposición de la casulla de san Ildefonso” obra del pintor Antonio del Castillo Saavedra (1616-1668), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1645. Tiene unas medidas de 230 x 125 cm.

Esta obra sirvió para la realización de numerosas copias que de ella se hicieron, fue ésta, de la que refirió Palomino que, ya en su tiempo, se encontraba muy deteriorada por estar expuesta al sol en el claustro del Convento de San Francisco. Narra la aparición de la Virgen al Santo español en la cátedra episcopal de Toledo, ciudad de la que sería Arzobispo hasta su muerte en el 667, habiendo destacado por su amor a María - sobre la que escribió un tratado de su sagrada virginidad-, regalándole Ella una casulla para que la usara en los días festivos, relato de enorme éxito literario en el siglo XVII, propiciando la introducción de la figura de la anciana testigo con el cirio encendido. Llegó al Museo con la Desamortización de 1835 y ha sido restaurada entre 2000 y 2003, descubriéndose entonces su firma.

“Nacimiento de San Francisco” obra del pintor Juan Alfaro Gómez, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Nacimiento de San Francisco” obra del pintor Juan Alfaro Gómez (1643-1680), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1662-1665. Tiene unas medidas de 205 x 252 cm.

La fama artística con que Alfaro regresa a Córdoba desde Madrid, le supone que la comunidad franciscana de San Pedro el Real le encargue buena parte de los lienzos para los altares de su nuevo claustro, de lo que salieron discriminados artistas como Sarabia o Castillo, lo que unido a su arrogancia por la circunstancia de firmar sus obras, indujo a su maestro a firmar su Bautismo de San Francisco como Non pinxit Alfar.

La pintura narra el momento en que, según los textos devocionales, ante las dificultades que presentaba el parto y los consejos de un angélico peregrino recién llegado, tras el traslado de la madre a un establo contiguo donde yacían un buey y un asno, se produjo el milagroso alumbramiento del Santo.

“Bautismo de San Francisco Asís” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Bautismo de San Francisco Asís” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra (1616-1668), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1663-1665. Tiene unas medidas de 196 x 248 cm.

Otra de las grandes empresas llevadas a cabo a partir de 1660 fue la realización de los veinticuatro lienzos para los altares del nuevo claustro del Convento franciscano de San Pedro el Real, costeados por particulares, narrando episodios relativos a la vida del Santo. En éste se representa el momento en que, a la hora de derramar el agua sobre la cabeza del recién nacido, un Ángel lo acerca a la pila, desapareciendo luego tras dejar grabada en el suelo la huella de sus rodillas.

Fue sufragado por el jurado Gaspar de Herrera, al que se supone retratado en el mismo, siendo realizado por Castillo en sana pugna con Juan de Alfaro, lo que explica su firma. Fue depositado en el Museo en 1927 por la Parroquia de San Francisco y San Eulogio de la Axerquía y entre 2000 y 2002 fue restaurado en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.

“Cristo ofreciéndose al Padre” obra del pintor anónimo seguidor de Antonio Castillo Saavedra, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Cristo ofreciéndose al Padre” obra del pintor anónimo seguidor de Antonio Castillo Saavedra, realizado en óleo sobre lienzo, está datado en el siglo XVII-XVIII. Tiene unas medidas de 255 x 180 cm.

Reconocido dentro y fuera de la ciudad, la obra de Castillo se convertiría en modelo a seguir para los pintores que trabajaron en Córdoba hasta mediados del siglo XVIII. Hoy sabemos que ello no fue solo por los discípulos que Palomino le adjudica, sino también por seguidores cuya vida traspasa su propio siglo.

Aunque la obra de estos últimos tampoco resulta suficientemente conocida, esta circunstancia, unida a un estudio más profundo del propio Castillo, ha permitido poner en tela de juicio obras que, por responder a su estilo, se le venían atribuyendo. Entre ellas ésta, que presenta un Cristo a veces también llamado de la Redención, restaurada en 2005, que llegó al Museo procedente de la colección de Ángel Avilés en 1922, donde se le atribuía, conociéndose un dibujo preparatorio para la figura de Cristo en el Museo del Prado.

Paisaje de san Juan Bautista niño dormido” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte del Museo de Bellas Artes “Paisaje de san Juan Bautista niño dormido” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra (1616-1668), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1660. Tiene unas medidas de 90 x 181.5 cm.

Con la producción más específicamente paisajística desarrollada por Castillo durante sus últimos años se ha relacionado esta obra. Se representa a san Juan Bautista niño dormido con su cordero y bajo un árbol. Mientras duerme, un dúo de angelitos canta y toca la viola de gamba, y otros dejan caer flores acompasando su sueño.

Fue compañera de otra en al que representó a Jesús Niño sentado con la cruz y la bola del mundo, perteneciendo ambas al convento de san Antonio de Padua y san Diego Alcalá de Granada. Tras su venta pasaron primeramente a la colección del Marqués de la Remisa, y ahí se separaron. Ésta pasó a la colección Moret y su compañera a la colección Barba. Tras unos años en paradero desconocido, fue localizada en Londres, siendo adquirida por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía del comercio madrileño en 2006.

San Francisco de Asís” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala IV del Museo de Bellas Artes “San Francisco de Asís” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra (1616-1668), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1665. Tiene unas medidas de 199 x 154,5 cm.

En esta obra, Antonio del Castillo retrata al "alter Christus" y fundador de los mendicantes, con sus grandes manos entrelazadas firmemente en oración, inclinado sobre un crucifijo apoyado en una piedra. Representado vivo en la cruz, Cristo parece esforzarse por acercarse a San Francisco. La identificación de San Francisco con Cristo se hace patente por los sangrientos estigmas en las manos y los pies desnudos. La respuesta de San Francisco al sufrimiento de Cristo por la redención humana se ve reforzada por el escenario natural de la oscura gruta o cueva con hojas de parra.

San Francisco aparta el libro a un lado para concentrarse en la oración. El santo se centra en su relación con Cristo, a quien busca imitar. El lienzo representa la afectividad espiritual de San Francisco basada en la oración como penitencia. Este hecho se hace patente con San Francisco de perfil dando la espalda al espectador. Castillo completa la caracterización de San Francisco con una calavera, el atributo tradicional de los penitentes, que él pone de lado para mostrar lo blando del interior y complicar la interpretación.

Santo Domingo de Guzmán” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala IV del Museo de Bellas Artes “Santo Domingo de Guzmán” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra (1616-1668), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1650. Tiene unas medidas de 199.5 x 161 cm.

Representación de Santo Domingo de cuerpo entero y concepción colosal. Aparece sentado, revestido con el hábito de la orden y llevando en sus manos un libro semicerrado y una cruz. Por el ángulo inferior izquierdo de la composición, aparece un perro portando una antorcha en su boca y una esfera o globo terráqueo.

Esta obra fue concebida por Antonio del Castillo para formar pareja con un San Francisco. Ambos están tratados en términos de luz y color más que en el dibujo y la pintura se aplica con grandes pinceladas. Esta audaz libertad en la aplicación de la pintura, que Castillo utiliza en lienzos para ser vistos desde lejos, podría justificarse en este ejemplo por la ubicación original de los cuadros en la escalera del Convento de San Pablo.

 

Aparición de San Pablo a San Fernando; San Fernando presentando a San Pablo la fundación del convento de dominicos de Córdoba” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala IV del Museo de Bellas Artes “Aparición de San Pablo a San Fernando; San Fernando presentando a San Pablo la fundación del convento de dominicos de Córdoba” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra (1616-1668), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1655. Tiene unas medidas de 495 x 311.5 cm.

El cuadro, uno de los escasos ejemplos de temática histórica de Castillo, representa a San Fernando presentando al apóstol San Pablo la fundación del convento dominico que había puesto bajo su advocación tras la conquista de la ciudad de Córdoba en el año 1236. El rey aparece representado en el ángulo inferior derecho de la obra bajo una arquitectura de carácter clásico. Vestido con armadura y adoptando posición de mando, apoya la mano izquierda sobre un bastón de general, mientras con la mano derecha señala y presenta a San Pablo la obra de su labor fundadora, cuya antigua fachada aparece inserta en un fondo de paisaje urbano en el que también se representa la muralla que separaba la medina de la ajerquía -que estaba próxima al convento- siguiendo, al parecer, modelos compositivos usados con anterioridad por Pacheco y Zurbarán. Por tanto, la obra tiene un valor añadido como documento iconográfico que nos muestra la imagen que el convento de San Pablo ofrecía en el siglo XVII.

Castillo tuvo que afrontar el condicionante de la ubicación que iba a ocupar la obra en su emplazamiento original, ya que se concibió para decorar el testero principal de la escalera del Convento de San Pablo y fuese vista desde abajo a medida que se ascendía por la misma, cuestión esta que explica cierta exageración en los rasgos, sobre todo, del Rey Santo, y un dibujo menos acentuado. Precisamente, esta última circunstancia, así como el colorido del fajín del San Fernando. La figura del Apóstol parece algo más conseguida. Sin duda, la iconografía y representación de San Pablo no le era ajena a Castillo, habiéndola ensayado ya con anterioridad, y ejemplifica a la perfección su tipo de santo, pintados con un aspecto monumental, escultórico, y en los que destaca la rotundidad de sus volúmenes. Unos angelotes, muy característicos de Antonio del Castillo, sentados sobre una nube, miran a Fernando III y completan la aparición celeste.

“Don Bernabé Ochoa de Chinchetro” obra del pintor Juan de Alfaro y Gámez, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala IV del Museo de Bellas Artes “Don Bernabé Ochoa de Chinchetro” obra del pintor Juan de Alfaro y Gámez (1643-1680), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1661. Tiene unas medidas de 200 x 122.5 cm.

Retrato de este alto funcionario de la Corte de Felipe IV, también retratado por Juan Carreño de Miranda en 1660, que formó parte del Consejo de Indias, dependiente en su tiempo del Real y Supremo de Castilla, y que llegó a obtener el hábito de la Orden de Santiago. Realizado por Alfaro al final de su primera estancia en Madrid, donde frecuentó los círculos de la nobleza y estudió con Velázquez, asistiendo a su entierro. Esta obra pone de manifiesto las enseñanzas recibidas del genial maestro. La concesión del hábito de Santiago al caballero fue, probablemente, el motivo de la realización del retrato.

“Inmaculada Concepción” obra del pintor Juan Antonio de Frías y Escalante, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala IV del Museo de Bellas Artes “Inmaculada Concepción” obra del pintor Juan Antonio de Frías y Escalante (1633-1669), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1667. Tiene unas medidas de 210 x 175 cm.

Destaca esta Inmaculada por su rotundidad, belleza de elementos y triangulación de sus paños, apreciándose en ella la fusión de elementos y motivos utilizados en otras del artista, como la del Convento benedictino de Lumbier (Navarra) o la existente en una colección privada, ambas de 1666.

A pesar de su prematura muerte del pintor a los treinta y cinco años de edad, la producción conocida de Escalante lo delata como un laborioso pintor que dejó un significativo número de obras, entre las que destaca el conjunto de sus Inmaculadas.

“Inmaculada con San Antonio y San Eloy” obra del pintor Juan Valdés Leal, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala IV del Museo de Bellas Artes “Inmaculada con San Antonio y San Eloy” obra del pintor Juan Valdés Leal (1622-1690), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1654-1656. Tiene unas medidas de 220 x 222 cm.

Está Inmaculada es más conocida como “La Virgen de los Plateros”, presidió un altar que el importante gremio de plateros de la ciudad había erigido a sus santos patronos en el lugar conocido como La Platería, sito en la antigua calle Pescadería. Fue realizada por Valdés Leal durante su documentada segunda estancia en Córdoba, donde, hacia 1645, y, antes de partir definitivamente a Sevilla, había comenzado su andadura tras estudiar con Antonio del Castillo y contraer matrimonio con Isabel de Carrasquilla.

Pone de manifiesto su entonces incipiente competencia con Murillo, cuya “Inmaculada con fray Juan de Quirós”, conservada en el Palacio Arzobispal de Sevilla, parece pretendió emular aquí.

“Agar e Ismael” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala IV del Museo de Bellas Artes “Agar e Ismael” obra del pintor Antonio Castillo Saavedra (1616-1668), realizado en óleo sobre lienzo, está datado en 1655. Tiene unas medidas de 83.5 x 114.5 cm.

Esta obra narra el episodio del Génesis (21, 14) en que la esclava egipcia expulsada de la tribu de Abraham implora a Dios agua para su pequeño, siéndole enviado un ángel que le indica el lugar donde se encuentra un pozo.

En esta obra se percibe el cambio definitivo que se opera en el estilo de Antonio del Castillo a partir de 1655, coincidiendo con su tercer matrimonio y su estancia en el Cortijo Rubio el Bajo. Aparece ahora un cambio en su paleta y una nueva atmósfera en sus cuadros, fruto de la introducción de un mayor naturalismo y unos contrastes lumínicos que hacen sus escenas más creíbles y rústicas.

“Niño Jesús bendiciendo” obra del escultor Juan Mesa Velasco, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala IV del Museo de Bellas Artes “Niño Jesús bendiciendo” obra del escultor Juan Mesa Velasco (1583-1627), realizado en madera tallada y policromada, está datado en el primer cuarto siglo XVII. Tiene unas medidas de 63 x 28 x 33 cm.

Iconográficamente, el tema de Jesús niño bendiciendo tiene sus orígenes en los modelos manieristas sevillanos de Hernández y Ocampo. Sin embargo, el de mayor éxito fue el realizado por Montañés en 1606 para la Cofradía del Sagrario de la Catedral hispalense, del que bebe directamente esta obra, tocada con la particular impronta de la fuerza de Mesa, que se distancia de la dulzura clásica de su maestro.

“Seneca” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala III del Museo de Bellas Artes “Seneca” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa (1867-1929), realizado en yeso patinado, está datado en 1894-1895. Tiene unas medidas de 145 x 78 x 122 cm.

Estatua que representa al filósofo cordobés sedente, barbado y medio cuerpo desnudo. Se sienta sobre un sillón y cojín y muestra por detrás un trozo de manto con el que cubre piernas y pies.

“Retrato de Joaquín García Hidalgo”, obra del escultor Enrique Moreno Rodríguez, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala III del Museo de Bellas Artes “Retrato de Joaquín García Hidalgo”, obra del escultor Enrique Moreno Rodríguez (1900-1936), realizado en piedra caliza granítica labrada, está datado en 1926. Tiene unas medidas de 130 x 35 x 33 cm.

Todas sus esculturas se destinaron a la ciudad de Córdoba y su provincia, salvo el grupo escultórico de la Facultad de Medicina de Cádiz. De entre sus obras destacamos el monumento al músico Eduardo Lucena (Córdoba), al poeta Manuel Reina (Puente Genil), a Antonio Palomino (Bujalance) y el busto del músico Martínez Rücker (Córdoba).

“Desnudo femenino” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala III del Museo de Bellas Artes “Desnudo femenino” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa (1867-1929), realizado en escayola patinada, está datado en 1920. Tiene unas medidas de 63.5 x 32 x 24 cm.

Este torso desnudo de mujer es la síntesis expresiva de Inurria en su culto estético al desnudo femenino. En él, ha prescindido de lo personal para centrarse en lo que un desnudo femenino tiene de universal. El cuerpo de mujer, sin brazos, piernas ni cabeza, es utilizado por Inurria para realizar un estudio equilibrado y armónico de las formas más genuinamente sexuales de la mujer.

Formalmente, Inurria trata el cuerpo con una exquisitez de formas y con una suavidad de líneas como en ninguna otra de sus obras. La tensión muscular, las curvaturas de las formas, las proporciones, son expresión de un auténtico equilibrio. A pesar de no tener rostro, brazos ni piernas, el torso es pura expresión en sí mismo por su belleza y por la erguida y desafiante postura que ofrece.

“Boceto de un naufrago” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala III del Museo de Bellas Artes “Boceto de un naufrago” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa (1867-1929), realizado en barro, está datado en 1890. Tiene unas medidas de 18.3 x 54 x 15 cm.

Una vez asentado en su ciudad natal tras haber cursado estudios en Madrid con extraordinaria brillantez, el artista se enfrentó a la disyuntiva de si continuar al frente del taller de escultura decorativa de su padre o trazar su camino en base a su propia creatividad y potencialidades. Eligió este segundo -del cual, el primero, habría de ser siempre ayuda y referente- y decidió presentarse a la Exposición Nacional de 1890 con una obra de asunto netamente romántico, que modela, en este caso, dedicándolo a la que sería su futura esposa, Maria Luisa Serrano Crespo.

A diferencia de la obra definitiva, en este estudio preparatorio de la obra Un náufrago, se muestra más contenido y púdico, modelando un paño sobre la pelvis del joven.

Desnudo mujer sentada” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala III del Museo de Bellas Artes “Desnudo mujer sentada” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa (1867-1929), realizado en mármol blanco, está datado en 1923. Tiene unas medidas de 74 x 36 x 27 cm.

Está pieza guarda una evidente relación con las últimas ideas que pasaron por la cabeza del artista para la plasmación definitiva tanto de Coquetería como de Flor de granado, poniendo de manifiesto respecto a primeros modelos, cómo decide ahora dar una mayor torsión al cuerpo para quitar a aquéllos el fuerte hieratismo frontal que poseían, flexionando también los pies a la figura a partir de la elevación del pedestal o basamento, lo que, además de producir un mayor acentuación de la inestabilidad, habla, especialmente, de un mayor dominio de la materia y, por tanto, de mejores habilidades escultóricas.

“Cristo atado a la columna” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala III del Museo de Bellas Artes “Cristo atado a la columna” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa (1867-1929), realizado en yeso patinado, está datado en siglo XX. Tiene unas medidas de 182.5 x 77 x 39 cm.

Esta figura de Cristo atado a la columna, en su versión final, es una talla en madera policromada, existente en la parroquia de Santa María, en Guernica (Vizcaya) y constituye la única talla en madera realizada por Mateo Inurria. La obra fue encargada al escultor por María Paz y Concepción Arano para la mencionada iglesia.

Cristo aparece representado desnudo, con solo un paño que cubre su pelvis, y con sus manos atadas a un fuste de columna roto sobre el que está su manto. En este tema religioso, Inurria, con la sobriedad y sencillez que le caracteriza, lleva a cabo una representación de Cristo en la que predomina lo intrínsecamente humano sobre lo dramáticamente divino que suele representarse en este tipo de obras.

Las formas son severas y simples, pero no carentes de modelado preciso y minucioso. Cristo, con el cuerpo erguido, ojos cerrados y cabeza baja, asume humildemente su martirio, sin dramatizaciones ni expresiones trágicas.

Busto Eduardo Rosales” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala III del Museo de Bellas Artes “Busto Eduardo Rosales”, obra del escultor Mateo Inurria Lainosa (1867-1929), realizado en yeso patinado, está datado en 1922. Tiene unas medidas de 60 x 57 x 41 cm.

Este busto del pintor Eduardo Rosales es un fragmento reproducido del monumento que, en el Paseo de Recoletos de Madrid, se erigió en diciembre de 1922 como homenaje al pintor. El rostro está marcado por unos pómulos que inciden aún más en la expresión demacrada, así como por unos ojos hundidos y una sutil barba que determinan el rostro romántico.

El escultor ha buscado reflejar en él, no sólo la similitud de la fisonomía sino la personalidad romántica que encarnó. Es una expresión triste, soñadora y huída que se ofrece a través de un tratamiento de las superficies equilibrado y armónico, sin rudezas ni detalles superfluos.

Tres edades de la mujer” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala III del Museo de Bellas Artes “Tres edades de la mujer; Crisálida, Coquetería, y Flor granado”, obra del escultor Mateo Inurria Lainosa (1867-1929), realizado en yeso patinado, está datado en 1922. Tiene unas medidas de 159 x 33.5 x 33cm.

“Coquetería” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa, Museo Bellas Artes

Estas figuras, perteneciente al conjunto "Las tres edades de la mujer", representa a una joven en su pubertad, en ese momento de eclosión sexual, de ahí la denominación de la obra.

Crisálida, es una joven está representada de pie, adoptando una postura de velado recato. Su mirada está dirigida al frente, con cierta timidez. Su cabello, ceñido a sus sienes, cae en sendos mechones sobre sus hombros. Los brazos los cruza en su pecho, llevando sus manos sobre sus hombros, en una postura que enmarca sus incipientes senos, consiguiendo una expresión de pícara modestia. Sus piernas están unidas y una de ellas algo retrasada y flexionada.

Si bien las superficies están tratadas con la suavidad que Inurria acostumbra, en esta obra, están aún más diluidas las formas, reforzando así una anatomía femenina en la que aún quedan restos de una infancia no lejana, idea que se ve reforzada por el peinado.

“Flor de granado” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa, Museo Bellas Artes

Coquetería, es una mujer joven, desnuda, que, sentada sobre un pilar cubierto por un paño, se mira en un espejo que sostiene con su mano derecha, apoyada en su pierna izquierda. La cabeza, inclinada hacia su izquierda y hacia abajo, dirige la mirada hacia el espejo. El cabello está ceñido sobre la nuca, dejando caer dos mechones alrededor del cuello hacia el pecho. Su brazo izquierdo se eleva situando su mano en el lado opuesto del cuello. Sus piernas cerradas y sus pies cruzados, a la vez que algo recogidos, se apoyan sobre sus puntas y el pilar.

El tratamiento de las superficies es suave y la anatomía está modelada con apreciable precisión en sus formas.

Flor de Granado representa a la mujer en su edad madura, desnuda y sentada sobre un pilar cubierto por un paño. Está ligeramente inclinada hacia la izquierda, con cuya mano se apoya en el pilar. A la vez, eleva el brazo derecho y, con la mano, sostiene una granada, que sirve de elemento simbólico al nombre que recibe la escultura. Este brazo lo deja caer sobre su cabeza, que la eleva e inclina hacia arriba y hacia la derecha. El cabello está recogido en un moño. Sus piernas se retraen hacia el pilar, elevando los pies sobre sus puntas y manteniendo más atrasada la pierna izquierda.

Cristo de la sentencia” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala III del Museo de Bellas Artes “Cristo de la sentencia”, obra del escultor Mateo Inurria Lainosa (1867-1929), realizado en yeso patinado gris, está datado en 1912-1914. Tiene unas medidas de 96 x 60 x 30 cm.

Este boceto responde a un proyecto de paso de Semana Santa que, encargado a Mateo Inurrria para la iglesia de San Pablo de Córdoba, no llegó a realizarse por parecerle a los comitentes demasiado atrevido.

Como centro, aparece la figura de Jesús. Se representa en el momento en que ha sido azotado, coronado de espinas y presentado de nuevo a los judíos por Pilatos, que piden su muerte. La figura de Cristo se ofrece con el torso desnudo, con la túnica que cuelga del cíngulo y las manos atadas por sus muñecas delante. Erguido, hierático y sabedor de su fin, asume la sentencia de muerte.

A su lado derecho, aparece un judío que sostiene una vara y lleva colgada una bolsa. Tras él, un soldado, que porta la insignia y va tocado con la leonté, extiende el brazo por delante del judío señalando a Jesús.

En el lado izquierdo, un togado lee la sentencia. Tras él, aparece un soldado que se apoya en su escudo. Como fondo de la composición y, sobre un pilar, aparece la Loba Capitolina amamantando a Rómulo y Remo. La loba aparece con la cabeza mutilada.

A pesar de ser un boceto, el escultor ha conseguido plasmar muy fielmente la idea que quería obtener en la realización definitiva y los rostros de todas las figuras, aunque sólo esbozados, gozan de una fuerte expresividad.

“Sin título”, obra del escultor Equipo 57, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala VI del Museo de Bellas Artes “Sin título”, obra del escultor Equipo 57 (1957-1961), realizado en piedra natural de Cabra, está datado en 1957-1961. Tiene unas medidas de 32.5 x 48.5 x 4 cm.

Los artistas que inicialmente formaron el grupo en París, en mayo de 1957, fueron: los escultores Jorge Oteiza y Luis Aguilera y los pintores Ángel Duarte, José Duarte, Juan Serrano y Agustín Ibarrola.

Los pintores del Equipo 57 fueron influidos por el danés Richard Mortensen, además de por la pintura española clásica. Se apartaron del arte informal. Cultivaron un estilo abstracto geométrico. Usan un cromatismo muy intenso. Compartieron estilo, teoría (La Interactividad del Espacio Plástico), época, e incluso el estudio en el que trabajaban, con el Equipo Córdoba.

La actividad del Equipo 57 no se ciñó a la pintura, sino que, recogiendo la teoría europea de obra de arte total puesta de manifiesto en movimientos como la Bauhaus alemana, abarcó también campos como la arquitectura, la escultura, el diseño de mobiliario, etc. De los intercambios mutuos entre estas disciplinas fue surgiendo la teoría de la "interactividad" del espacio plástico, trasladando también las experiencias sobre dos dimensiones a la tridimensionalidad de la escultura o del objeto-forma, surgiendo también así los conceptos espacio-masa y espacio-aire.

“Artemisa despojada del chándal”, obra del escultor Juan Zafra Polo, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala VI del Museo de Bellas Artes “Artemisa despojada del chándal”, obra del escultor Juan Zafra Polo (1957-), realizado en terracota patinada y metacrilato, está datado en 2016. Tiene unas medidas de 70 x 50x 163 cm.

Juan Zafra Polo es un escultor de amplia trayectoria en nuestra provincia, referente en el mundo de la escultura cordobesa contemporánea.

La escultura está trabajada con materiales antiguos y modernos y representa el torso de una figura femenina con el brazo derecho extendido sosteniendo un arco. Se ha identificado con la diosa griega Artemisa, hija de Zeus y de Leto, hermana melliza de Apolo, una de las deidades más veneradas. Es la diosa helena de los animales salvajes, del terreno virgen, de los nacimientos, la virginidad y las doncellas, que traía y aliviaba las enfermedades de las mujeres. Se la representa como una cazadora portando un arco y flechas.

En esta obra, el autor ha tratado de concentrar y exaltar la femineidad, mediante un torso de terracota abierto de piernas, con un solo brazo en tensión para acentuar el movimiento, que termina en un puño asido a un arco de ciprés y el chándal, como señal de contemporaneidad, de color blanco, doblado en una caja.

“Sin título”, obra del pintor José Duarte Montilla, Museo Bellas Artes, Córdoba

La siguiente obra de arte de la sala VI del Museo de Bellas Artes “Sin título”, obra del pintor José Duarte Montilla (1928-2017), realizado en oleo sobre lienzo, está datado en 1981. Tiene unas medidas de 116 x 81 cm.

El pinto se forma íntegramente en Córdoba, comienza a destacar en los años cincuenta del pasado siglo XX, alineándose en torno al Grupo Espacio y el Equipo 57, con quien alcanzará proyección internacional. Desaparecido éste, Duarte retoma su trayectoria artística individual, que ya había iniciado con anterioridad. Su estilo ha sufrido una importante evolución dentro de la figuración, desde las primeras obras de temática social hasta los últimos bodegones inspirados en los clásicos españoles o los objetos cotidianos reflejados en sus pinturas.

A partir de 1980 sus cuadros se llenan de color y de contenidos optimistas. Su estilo se acerca a Segar, Hopper o Hockney, a los que dará un particular contenido mediterráneo. Todo ello queda resumido en esta obra, en la que se representan dos mujeres semidesnudas en el interior de un espacio de moderna arquitectura, con ventanales abiertos que dejan ver un luminoso paisaje con cuatro cipreses. Una de las figuras está de espaldas mirando hacia el paisaje, lo que podría interpretarse como una referencia a su pasado. La otra está de perfil, mirando al frente, como si se tratase de una nueva etapa en su vida, indicando el presente.

Patio antiguo Hospital de la Caridad (Córdoba)

Aquí en este punto damos por finalizada la visita a este precioso museo que siempre que pasábamos cerca pensábamos en visitarlo pero nunca le habíamos dedicado el tiempo suficiente.

Enfrente tenemos el Museo de Julio Romero de Torres, ya lo conocemos, pero hubiera sido una buena oportunidad de ampliar los conocimientos sobre la pintura cordobesa de principios del siglo XX, pero hay algo que sigo sin entender, y es, por qué se sigue prohibiendo fotografiar el interior de los museos, y más, cuando son de titularidad pública y mantenidos con lo fondos públicos de los presupuestos del ayuntamiento.

Es importante iniciar en los medios de comunicación una campaña en favor políticas de fotografías puertas abiertas de par en par, todo ello siempre redunda en beneficio del propio arte porque una de las reglas de los artistas es el derecho de sus obras tengan la máxima publicidad.

Museo Julio Romero de Torres (Córdoba)

Simplemente accedemos a la sala de entrada al museo y vemos en las normas de la visita al museo el pictograma de prohibidas fotografías, tomamos unas fotos robadas y decidimos no entrar como un signo de disconformidad.

Es la hora de comer y hemos hecho un intento de reservar mesa en la Sociedad de Plateros de San Francisco, como siempre nos indican que está lleno. También nos habían recomendado el Jardín del Delirio, hacemos la reserva por teléfono. Aunque tenemos 15 minutos andando por el Puente Romano, la Torre de la Calahorra hasta llegar a la avenida de Cádiz, 43 (GPS N 37.8725765 W 4.777294).

En estos momentos hay varias comuniones y un cierto alboroto, pero nos sitúan en un lado del jolgorio y podemos comer: salmorejo, chocos, flamenquines y rabo de toro. Todo muy bien servido y muy rico.

“Flor de granado” obra del escultor Mateo Inurria Lainosa, Museo Bellas Artes

Nos marchamos a descansar al parking de la Puerta de Sevilla donde tenemos la autocaravana, hace en estos momentos unas temperaturas del verano que nos hace difícil sestear. Los horarios del festival de patio están cerrados desde las 14,00 a las 18,00 horas.

Son las 19.00 horas cuando salimos para reconducir la visita a los patios. Nos decantamos por el barrio de Santiago-San Lorenzo que se encuentra a una media hora andando.

Pero antes visítanos la tumba de Manolete para recordarle que si no sabía torear porqué te metes. Está en el cercano cementerio de Nuestra Señora de la Salud. Una inscripción dice: Aquí yace la tumba del mejor torero de todos los tiempos Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, más conocido como “Manolete”.

Cementerio Nuestra Señora de la Salud, Tumba Manolete Córdoba

Sin ninguna ayuda nos metemos en el cementerio con la intención de descubrir la sepultura del genial torero, vamos hasta el fondo del cementerio sin verla, a nuestro regreso encontramos una de las más grandes con la figura yaciente en mármol blanco de Manolete, destaca porque está dormido, su nariz aguileña, la cabeza reposa sobre un almohada que más bien parece un obispo o un rey, su cuerpo deja entrever una parte de una capa de torero, le cubre una enorme sabana seguramente igual a la empleada en la mortaja. A sus pies se indica que murió en Linares el 29 de agosto de 1947, a sus pies el nombre de su madre Angustias Sánchez Martínez, nació 5-4-1881 y murió 10-11-1980.

Su madre se casa con un sobrino del mítico torero Lagartijo que muere precipitadamente de tuberculosis, de este matrimonio tiene dos hijas, se casa en segundas nupcias con Manolete padre que se dedica también al torero de este matrimonio tuvo tres hijas y un hijo (Manolete torero), este nuevo esposo también se murió quedando nuevamente viuda.

El panteón fue levantado en 1951 obra del escultor Amadeo Ruiz Olmos y por su acabado es uno de los más bonitos de todo el cementerio, corresponde con la tumba del cuarto califa del toreo.

Patio de la Calle Pastora, 2 en Córdoba

Decidimos comenzar por el patio de la calle Pastora 2 (GPS N 37.8908452 W 4.7715817), nos llevamos la sorpresa que ha sido premiado con el primer premio, lógicamente todo el mundo lo quiere ver y hay una espera de más de 30 minutos.

Es cierto que le hayan dado un premio porque es un patio de los más bonitos de Córdoba, se nota que el propietario es una persona con posibilidades económicas y mucha afición por la cantidad de ejemplares de yacimientos arqueológicos que tiene.

La entrada al patio es por un zaguán donde tienen una pequeña capilla a la izquierda donde se venera a la virgen de la Salud imitando las capillas señoriales.

En el pavimento se puede apreciar los tres tipos de suelos que puedes encontrar en otros patios de la localidad. Se puede ver un pozo árabe con lindo brocal del siglo XI, una ventana gótica y números elementos romanos.

Fuente de la Piedra Escrita en Córdoba

A la salida pasamos por uno de los lugares más bonitos de la parte antigua, está en la confluencia de las calles Moriscos, Costanillas y Cárcamo, se trata de la Fuente de la Piedra Escrita. Está ubicada en un bello rincón de típico sabor cordobés, podemos admirar esta fuente barroca que tiene un arco con un escudo de Córdoba, y una placa que habla de su construcción en 1721. El pilón es de mármol azul y las fuentes manan de dos leones blancos. El agua procedía de un manantial con dos caños, se conoció a uno como el "Caño Bueno" por su agua procedente de la Fuensantilla mientras que el otro, abastecido por la Aguas Potables, era conocido como el "Caño Malo".

En la parte alta se puede leer la inscripción: Reinando la magestad del S. Rey D. Phelipe V y siendo su corregidor en esta ciudad D. Juan de Vera Zúñiga y Faxardo, cavallero de el Orden de Santiago, Intendente General de lo Civil y Militar y Real Hazienda della la de Jaén y sus Reinos se hizo esta obra el que fueron Dip. D. Antonio Dimas de Cárdenas y Guzmán cavallero de la misma Orden y D. Antonio Toboso de los Ríos y Castillejo Veinticuatros. Año de 1721 .

Patio de la Calle Ponzano,6 en Córdoba

Andando llegamos al siguiente patio situado en la calle Pozanco 6 (GPS N 37.889010 W 4.771059). Los actuales propietarios son dos familias que comparten el patio.

El patio es cuadrado repleto de flores y plantas, con una variedad de más de 50 especies, y donde destaca el árbol del Pacífico. Se puede apreciar la Costilla de Adán con 20 años, y el ficus con 10 son la parte más antigua.

Destaca por el rincón dedicado a las orquídeas que se ha convertido en algo tan típico del patio como las mariposas de artesanía que lucen por todas las paredes.

Patio de la Calle Mariano Amaya, 4 en Córdoba

Seguimos un poco más adelante hasta el siguiente patio de la zona está en la calle Mariano Amaya, 4 (GPS N 37.888594 W 4.771329). En este patio llegaron a vivir 8 familias en la actualidad todo es de una familia. Destaca porque en cada maceta está rotulado el nombre de la planta.

Tiene un pavimento de suelo popular de estilo cordobés con piedras de rio, gruesos muros, pozo medieval y toda una gama de puertas, ventanas y ventanucos que se abren al patio, herederos de las antiguas dependencias de casa de vecinos.

Patio de la iglesia de San Rafael en Córdoba

Más adelante llegamos a la iglesia de San Rafael que se levanta en el patio número 7 (GPS N 37.8884444 W 4.7707209) de la misma plaza.

En estos momentos es muy frecuente que los edificios públicos muestran sus patios que los llaman singulares, no solamente los patios de viviendas, también las iglesias suelen tener patio que les gusta mostrar, aunque estos últimos no se presentan en el concurso de patios.

La iglesia de San Rafael dispone de varios patios donde se cultivan las mismas plantas y con el mismo amor de cualquier patio de viviendas.

Situado en la casa del santero de la iglesia del Juramento, construida en su factura actual entre 1796 y 1806, Presenta forma de hexágono irregular y en él resalta el fuerte contraste del añil de sus macetas salpicando la cal de sus paredes. Destaca una pequeña fuente ornamental que recuerda en sus formas una pila bautismal, sobre la que se posan dos pájaros de metal, franqueada por sendos mojones de piedra con numerosas buganvillas moradas en sus paredes, cuatro esferas procedentes de los remates de las torres decoran los parterres, así como nidos para pájaros colgados de los naranjos presentes en el patio.

Patio de la calle Trueque 4 en Córdoba

A continuación vamos a conocer uno de los patios más bonitos del barrio es el de la calle Trueque 4, (GPS N 37.889125 W 4.768846), es un conjunto de casas con patio comunitario que compró el ayuntamiento y solamente se puede ver estas dos semanas.

El interior destaca por el enorme pozo situado en el centro del patio, las macetas, las puertas y ventanas están pintadas de azul celeste. Además de gitanillas y geranios podemos ver árboles frutales, como es el caso de los limoneros. También podemos encontrar helechos, gitanillas, jazmines, celindas, begonias.

Patio de la calle Alvar Rodríguez 8 en Córdoba

El siguiente patio está situado en la calle Alvar Rodríguez 8 (GPS N 37.890091 W 4.768018). Destacan sus plantas como la begonia ferox, con anchas y cortas púas en sus hojas. Pero también son espectaculares y veteranos ejemplares del patio como los cuernos de alce, alguna nepenthe carnívora y un ejemplar de drago.

A lo largo de las paredes del patio cuelgan infinidad de macetas de múltiples especies con flores y plantas de todo tipo; tales como geranios, palmeras, un pequeño limonero, ficus, cintas, orejas de elefante, rosas, calas, helechos, cactus y violetas.

Patio de la calle Alvar Rodríguez, 11 en Córdoba

El siguiente patio está en la misma calle Alvar Rodríguez en el número 11 (GPS N 37.8899951 W 4.7681145).destaca, además de su pavimento, el tradicional enchinado cordobés, un pozo encalado con tejadillo a dos aguas, adornado éste con una imagen de San Rafael, y numerosas macetas de geranios y gitanillas.

El pavimento es el tradicional enchinado cordobés, sobre las paredes y numerosas macetas de geranios y gitanillas. En uno de sus laterales podemos contemplar una galería porticada sustentada por pilares de ladrillo visto, elemento arquitectónico muy utilizado en la rehabilitación de casas tradicionales.

Patio de la calle Frailes, 6 en Córdoba

El siguiente de la noche es de la calle Frailes, 6 (GPS N 37.8904992 W 4.7677882), es conocido como Patio Vesubio.

La casa es propiedad de Virginia y Pedro, el patio está pintado en azul añil y nos parece rememorar las casas de la vecina Xauen en Marruecos. El azul destaca con el color de las plantas con flores «rosa fucsia, rojas y naranjas, que son las que más contrastan».

En el interior destacan las macetas en color azul añil de sus macetas. En cuanto a sus flores podemos encontrar geranios y gitanillas son las reinas, pero además podemos ver: sulfínias, begonias, esparragueras, una hermosa cala en el interior de su fuente, gerberas, calatéas, ficus, palmeras, cintas, helechos, culantrillos, bakotas, columneas, una marquesa, una gardenia, una camelia, una gran bignonia y un limonero lunero.

Patio de la calle san Juan de Palomares, 11 en Córdoba

El siguiente patio está en la calle de San Juan de Palomares, 11 (GPS N 37.8911861,-W 4.7677329). La propiedad pertenece a la asociación de patios cordobeses.

El solado es el típico de pavimento de bolo, muy abundante en las calles de la Judería. En su centro se halla una enorme palmera cortada en cuyo tronco se ha colocado una enorme maceta de flores rojas, además está lleno de numerosas begonias, lirios, buganvillas, pendientes de la reina y bola del rey adornan con su colorido a este antiguo patio de concurso.

Patio de la calle San Juan de Palomares, 8 en Córdoba

La siguiente casa es el patio de la calle San Juan de Palomares, 8 (GPS N 37.891200 W 4.767781).

El patio está dispuesto por una galería porticada en la que destaca una antigua pila de piedra y un brocal de hierro del pozo del que extrae el agua que riega sus plantas.

El patio es de forma rectangular y está pavimentado con chino cordobés; en la parte frontal observamos un triunfo de nuestro Arcángel, sobre una pila de mármol con surtidor. Restos de capiteles y columnas de antaño narran parte de nuestra historia entre numerosas y variadas plantas ornamentales.

La noche se nos echa encima y solamente nos queda regresar en bus. Afortunadamente la temperatura se normaliza y nos adelanta una buena noche.

Día 15 de mayo (domingo)
Ruta: Córdoba

Altar Mayor de la iglesia de san Rafael en Córdoba

Hoy es el Tercer día del festival de Patios de Córdoba en el parking de autocaravanas privado de la Perta de Sevilla.

El día comenzó con una importante bajada de las temperaturas, se esperan 6 grados menos y esto en el sur son palabras mayores.

Marchamos hacia el barrio de Realego y cogemos el bus número 2 en la misma puerta de Sevilla en dirección norte hasta la misma plaza de Colón.

Llegamos a la Plazuela de Don Arias, está formada en la intersección de las calles Roelas y Cristo de San Rafael.

Pasamos cerca y nos detenemos para de visitar el interior de la Iglesia del Juramento de San Rafael es muy original. Consta de tres naves, la central es más ancha y alta que las laterales, presentando un coro alto y una galería con tribunas. La nave central presenta un círculo en el lugar donde habitualmente se encuentra el crucero, y en el que se colocan dos grandes arcos y un tambor, apoyo de la cúpula de cascos. Las naves laterales envuelven a la central en el círculo, en cuyo centro se halla el tabernáculo con la figura de San Rafael.

Santa Sabana de la iglesia de san Rafael en Córdoba

Tenemos ocasión de ver el Centro de Interpretación El Juramento de San Rafael abrió sus puertas hace unos años en la planta superior de la iglesia como un novedoso proyecto patrimonial que busca revelar las claves para comprender el importante significado de san Rafael como Custodio de Córdoba. El nuevo espacio, bendecido por monseñor Demetrio Fernández, este fin de semana, presenta como novedades un gran óleo titulado “El Árbol de la Vida” con la imagen de Jesús Resucitado y varios textos que ayudan a su interpretación, uno de ellos dice así: “En el día primero, tu Resurrección alegraba el corazón del Padre. En el día primero, vio que todas las cosas eran buenas porque participaban de tu gloria”.

“Aparición de san Rafael al padre Roelas en presencia de los mártires cordobeses” obra del pintor anónimo de la iglesia de san Rafael en Córdoba

Entre las mejores obras de arte del Centro de Interpretación “Aparición de san Rafael al padre Roelas en presencia de los mártires cordobeses” obra del pintor anónimo, realizado en óleo sobre lienzo, está datado en la primera mitad del siglo XVIII.

Desde que se dieron a conocer las revelaciones de San Rafael, se estableció un oratorio en la casa en la que el padre Roelas había vivido. Pero, la devoción al Arcángel era tan grande que, en 1610, se iniciaron unas obras para levantar una iglesia dedicada a su culto. Este templo fue quedándose pequeño y se amplió con unas obras que concluyeron en 1806.

Santos mártires Wulfurano y Argentea” obra del pintor anónimo de la iglesia de san Rafael en Córdoba

Entre las mejores obras de arte del Centro de Interpretación “Santos mártires Wulfurano y Argentea” obra del pintor anónimo, realizado en óleo sobre lienzo, está datado en el siglo XVII.

Argéntea siguió llevando una vida retirada en Córdoba. En esta ciudad, conoció a un sacerdote de las Galias, Vulfura, que fue apresado por predicar la fe cristiana. Durante su estancia en prisión, era visitado por Argéntea. Preguntada por su fe, confesó ser cristiana. Como su padre había sido musulmán, ella tenía la obligación de ser musulmana. Ella perseveró en la fe en Cristo, a pesar de los requerimientos de su hermano. Por ello, fue condenada a muerte junto con el sacerdote Vulfura. A ella, antes de ser degollada, se le impuso, por contumaz, la pena previa de mil azotes y la amputación de la lengua

Martirio de San Eulogio” obra del pintor anónimo de la iglesia de san Rafael en Córdoba

Entre las mejores obras de arte del Centro de Interpretación “Martirio de San Eulogio” obra del pintor anónimo, realizado en óleo sobre lienzo, está datado en el siglo XVIII.

Con la sucesión en el trono omeya de Muhammad I en septiembre del 852 se endurecieron las medidas contra los cristianos. Eulogio, vigilado siempre, se veía obligado a cambiar constantemente de morada, siendo detenido a principios del 859 por haber ayudado a ocultarse a una joven llamada Leocricia (también conocida como Lucrecia), hija de padres musulmanes, que había sido convertida por la monja Liliosa. Lucrecia y Eulogio fueron llevados ante el juez.

Aparición de los cinco caballeros al padre Andrés Roelas obra del pintor anónimo de la iglesia de san Rafael en Córdoba

La siguiente de las obras de arte del Centro de Interpretación “Aparición de los cinco caballeros al padre Andrés Roelas” obra del pintor anónimo, realizado en óleo sobre lienzo adherido a tabla, está datado en el siglo XVIII.

El cuadro relata la visita de los Cinco Caballeros (Marcial, Junuario, Fausto, Zoilo y Acisclo, todos ellos mártires cordobeses de finales del siglo III y principios del IV, de los que la leyenda destaca que también se le aparecieron al padre Roelas) o Siete de Mayo (día en el que Roelas se encontró con San Rafael.

Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago apóstol con donante obra del pintor anónimo de la iglesia de san Rafael en Córdoba

La siguiente de las obras de arte del Centro de Interpretación “Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago apóstol con donante” obra del pintor anónimo, realizado en óleo sobre lienzo adherido a tabla, está datado en el siglo XVIII.

Nave de la iglesia de san Rafael en Córdoba

La tradición vincula en esta historia a la Virgen María con el apóstol Santiago, conocido también como Santiago el Mayor o “de Zebedeo”, para distinguirlo del otro apóstol Santiago, el “de Alfeo”. Jacob, este es su nombre original antes de ser transformado por el tiempo (“Yacob” - “Yago” - “San-Yago” - “Santiago”) era hermano de San Juan.

En la misma Plaza de San Rafael hay una hermosa fuente de estilo barroco, se construyó en 1809 y comenzó a funcionar el 21 de marzo de ese mismo año, según nos informa Ramírez de Arellano en Paseos por Córdoba. En dicha obra también podemos leer cómo su construcción y posterior abastecimiento fue una condición impuesta por el Ayuntamiento a la vecina Iglesia del Juramento de San Rafael a cambio de cederle una paja de agua10 procedente del venero de la Palma.

La fuente está adosada a una casa construida en los años 70 del pasado siglo XX y consta de un pilar barroco con el escudo de Córdoba en su frontal y rematado por un pináculo. El único caño de agua que posee vierte su caudal sobre un pilón rectangular de mármol negro.

Patio de la calle de Escañuela, 3 en Córdoba

Hoy hemos seleccionado la visita a los patios de la zona Realego y Regina. Para llegar tenemos que desplazarnos en bus hasta la calle Escañuela, 3 dónde comenzamos con el primer patio del día.

El patio de la calle de Escañuela, 3 (GPS N 37.8875605 W 4.768185). El patio pertenece a una ONG.

Es un doble patio muy grande dentro de un corredor con casas a ambos lados. Destaca por las macetas rojas que cubren todas las paredes, cuyas plantas y flores le dan un particular encanto, destacando las: las gitanillas, los jazmines, los geranios, los claveles.

Es un patio de vecinos con forma de L donde se distribuyen las casas de la finca. Es del siglo XIX pero ha perdido su disposición comunal. Dispone de un espacio elevado dónde se levanta el pozo y la fuente.

Patio de la calle de Pedro Verdugo, 8 en Córdoba

El siguiente se encuentra en la calle Pedro Verdugo, 8 (GPS N 37.887198 W 4.769681). La casa corresponde con el antiguo orfanato de las monjas Clarisas.

En la actualidad tiene una sola dueña que lo mima, destaca en el centro su pozo árabe encalado en blanco y decorado con utensilios de chapa.

La casa del siglo XVIII llegó tuvo hasta siete familias hasta el siglo XX y se fue deshaciendo hasta la propietaria actual que lo cuida en todo su conjunto.

Iglesia de San Andrés en Córdoba

Pasamos por la puerta de la Parroquia de San Andrés y afortunadamente está abierta, se encuentra situada en la calle de Realejo (GPS N 37.886187 W 4.773021).

Virgen con el niño de la iglesia de San Andrés en Córdoba

La iglesia de San Andrés fue restaurada en los primeros años del siglo XVIII, cuando la antigua iglesia medieval se convirtió en el crucero de la nueva iglesia y su orientación cambió de este-oeste a norte-sur. La fachada renacentista fue tapiada desde esta restauración hasta 1928, cuando se descubrió y puede observarse actualmente desde la calle Fernán Pérez de Oliva.

Lo más destacado del conjunto es la portada original de 1489 situado en un lateral de la iglesia, la torre renacentista y el altar mayor, obra esta última del escultor barroco Pedro Duque Cornejo.

El altar mayor tiene un retablo del gusto de Churriguera, hecho en el siglo XVIII: sobre el tabernáculo la efigie del titular, más arriba un gran Crucifijo, y a los lados San Rafael y San Miguel. Delante de la verja está sepultado el pintor Antonio Vela. En la nave del evangelio se halla primero el altar de Ntra. Sra. de los Angeles, de patronato de los Hoces, quienes tienen allí enterramiento, viéndose sus escudos en la parte alta del retablo. La imagen es muy hermosa. Cerca de este altar está la capilla del Sagrario, antes mayor. En su único altar se venera una antiquísima imagen de San Roque, tiene varios cuadros, entre ellos una Santa Ana y un San Joaquín, y un Nacimiento y Adoración, al parecer copias de Castillo. En el centro de esta capilla está sepultada María Megías, natural de Granada.

Sagrario de la iglesia de San Andrés en Córdoba

Por bajo de la capilla del Sagrario, hay otros dos altares dedicados a San Antonio y San Juan Nepomuceno, ambos modernos; el segundo costeado por el Rector de esta parroquia D. Juan Nepomuceno Henao.

A los pies de esta nave está la capilla del Bautismo, cerrada por una verja que coge todo el arco, la cual, aunque reformada en el presento siglo, nada ofrece de particular más que una inscripción en mármol encarnado.

En la nave de la epístola se halla, primero el altar de San José, imagen costeada por uno de los rectores del siglo XVII: es casi igual al de la Virgen de los Angeles y pertenecía a la misma hermandad. Allí cerca hay otra capilla, en lo antiguo extremo de la iglesia, con dos altares, ambos llevados de otras partes. Uno tiene un gran cuadro, al parecer de Peñalosa, y era el principal de la suprimida ermita de los Reyes, cerca de la Fuenseca, y cuya adoración representa. El otro tiene la Virgen de las Nieves, y por cima un lienzo pequeño con Santo Domingo de Silos: era también el altar de la capilla de un hospital que con el título de Ntra. Sra. de las Nieves y Santo Domingo.

Sagrario de la iglesia de San Andrés en Córdoba

Entre dicha capilla y la puerta está el altar de Ánimas, con un cuadro mediano, hay un Jesus Nazareno, tan repintado, que no se sabe lo que en un principio sería: tiene un altarito. En la sacristía se custodia el retablo antiguo de que antes hablamos, muy digno de conservarse y ser examinado por los curiosos: en el zócalo tiene varios relieves de escaso mérito, en el centro una Asunción y un Crucifijo de talla, y a los lados cuatro tablas con los Paseos por Córdoba, También encontramos una alacena, cuyas puertas tienen pinturas como aquellas, tanto en su exterior como interior, induciendo a creer que haya sido un relicario.

Patio de la calle de Pedro Fernández, 6 en Córdoba

El siguiente patio es el de la calle Pedro Fernández, 6 (GPS N 37.8866723 W 4.7742543). La casa está levantada sobre dos arcos de medio punto. El pozo de origen romano fue cegado y las piedras que lo recubrían han servido para la decoración.

El pavimento es el de piedra cordobés del suelo y tiene un solado en tonos azules , los muros son muy anchos y mantienen la casa fresca en verano. En el patio destacan además, aparte de sus arcos y ocho ventanas, unas piedras romanas.

Patio de la calle de Santa Marta, 10 en Córdoba

El siguiente patio es en la calle Santa Marta, 10 (GPS N 37.886324 W 4.774828). Corresponde con el jardín de la hospedería del convento de clausura de las Jerónimas.

Al cruzar el portalón de acceso nos recibe el compás o patio de entrada, formado por dos galerías, una la que lleva a la puerta reglar y otra a nuestra derecha la de la antigua portería. Frente a la aridez ornamental del exterior se abre la visión de este primer espacio conventual. La galería de la portería está formada por columnas sobre altos pedestales elevan airosos arcos de ladrillo visto y sirven para enmarcar un vistoso jardín que en primavera sorprende por su exuberancia y cuya belleza realza la portada gótica de la iglesia. La galería de la puerta reglar se constituye por columnas pareadas, combina el blanco y limón albero, creando un recogido atrio en el más puro estilo cordobés.

Iglesia Santa Marta, 10 en Córdoba

Aprovechamos que se ha terminado la misa para ver su excepcional iglesia del siglo XVI. El interior podemos ver tras la reja que separa las estancias para que las monjas de clausura han podido seguir la misa.

La iglesia de única y amplia nave construida en el último tercio del siglo XV posee bóvedas de crucería gótica y estrellada la del presbiterio. El retablo mayor realizado por Andrés de Ocampo, a partir de 1592, es de imaginería y pinturas, destaca la imagen de San Jerónimo inspirada en la de Torrigiano, procedente del monasterio de Valparaíso. En los laterales encontramos cinco retablos de los siglos XVII y XVIII. El techo de la iglesia está formado por bóvedas de crucería.

Patio de la calle Diego Méndez, 11 en Córdoba

Para terminar la ruta de la mañana vamos hasta la calle de Diego Méndez, 11 (GPS N 37.8857261W 4.7716129).

El patio es de arquitectura antigua, es quizás el patio más profundo de Córdoba porque quién lo habita es gente del pueblo que muestras sus mejores galas y su forma de vida.

Destaca por sus objetivos personales que los muestran de forma armoniosa y delicada. Acentúa el patio la silla de mimbre con su pañoleta roja que sustenta la guitarra a la espera de unas melodías.

La Judería de Córdoba

Para comer encontramos un pequeño chiringuito con 6 mesas, restaurante "Con Alma" (GPS N 37.8866374 W 4.7716063), en la calle santa María de Gracia y aprovechamos que se queda una mesa libre para almorzar. Comemos calamares, mejillones Tigre y croquetas de bacalao y un magnífico helado casero de mandarina.

Después de comer, decidimos marchamos hasta casa en el parking para autocaravanas de la Puerta de Sevilla, para sestear hasta las 18,00 horas, hora que comienzan las visitas de tarde a los patios.

La tarde los empleados en ver la zona de la Judería. Internarse en la muralla para descubrir los patios entre las estrechas casas musulmanas no es tarea fácil porque por regla general hay muchos grupos de turistas,

Patio de la calle Judío, 6 en Córdoba

Comenzamos la visita de la tarde por el patio de la calle Judíos, 6.Tiene más de 300 años y era el antiguo Hospital de los frailes Carmelitas.

Destaca en el centro la fuente con una base de cinco puntas. Las macetas son rojas y el friso de azulejarías. Además, por las macetas de color rojo oscuro, en marcado contraste, y con abundancia de flores: gitanillas, hortensias, geranios, clavellinas, clivias, gardenias, azaleas, pilistras, malvarrosa.

Patio mulsulman en Córdoba

El dominio de la cultura musulmana ofrece una exportación del modelo de Casa-Patio hacia Europa y más en concreto hasta la Península Ibérica, el patrón se adapta introduciendo en el patio el agua, mediante albercas, pozos, acequias, fuentes o surtidores, permitiendo el desarrollo de la vegetación y el control de la temperatura, en definitiva lo que los árabes quieren regular es el clima en la vivienda.

Patio de la Judería en Córdoba

El agua en las creencias del Islam hace referencia a la fuente de la vida y también la purificación del hombre expresado en el Corán en las numerosas citas que habla de este tema. El hombre se limpia exteriormente por medio del agua pero también cuando lo hace exteriormente lo hace en su interior limpiando su alma y sus pecados. Para poder cumplir con este precepto la sociedad y las autoridades han creado una serie de servicios comunitarios para que el agua fluya y corra gratuitamente en las ciudades y este lo más cerca posible del ciudadano, basando en este precepto era muy importante llevar el agua hasta patios de las viviendas.

Patio de la calle Céspedes, 10 en Córdoba

Caminando llegamos a las calles de la influencia de la mezquita desde donde parte el siguiente patio de la calle Céspedes, 10 (GPS N 37.8800936 W 4.7802095). En un tiempo vimos las macetas se pintaron de rojo y gualda, como la bandera de España, hoy día se exponen en color verde, acentuando el tono de la vegetación. Es difícil de imaginar un patio con tantos detalles en su decoración interior.

Entre la variedad de plantas podemos ver, jazmines, diamelas, gitanillas, buganvillas, geranios, damas de noche, helechos, cintas, begonias.

Patio de la calle de Samuel de los Santos y Gener, 9 en Córdoba

El siguiente patio es una casa mudéjar del siglo XIV, situado en la calle de Samuel de los Santos y Gener, 9, conocido como la Casa Árabe (GPS N 37.8810195 W 4.7798588). Edificación histórica de estilo mudéjar que consta de cinco casas de entre los siglos XIV, XV y XVI alberga actualmente la casa árabe. Conserva algunos elementos antiguos y fue antigua sede del museo arqueológico de Córdoba. En los años 60 el ayuntamiento la habilitó para albergar familias afectadas por inundaciones por las fuertes lluvias.

Patio de la calle de Samuel de los Santos y Gener, 9 en Córdoba

La casa conserva intacta su antigua estructura y organización, importante pervivencia de una arquitectura doméstica y señorial puramente mudéjar, morada de importantes familias cordobesas como los Venegas y los Córdoba, manteniendo en la actualidad gran parte de sus elementos arquitectónicos originales a pesar de los diferentes usos que ha tenido a lo largo del tiempo.

Patio de la calle Julio Romero de Torres, 15 en Córdoba

El siguiente patio está en la calle Julio Romero de Torres, 15 (GPS N 37.8812205 W 4.7773817). Lo más destacado de este sombrío patio es una enorme higuera que ya tiene higos. Sobre los demás ornamentos florales que decoran este patio podemos encontrar un limonero, un jazmín, un rincón con plantas medicinales, pero cabe destacar la singularidad de una de las planteas de este recinto.

Patio de la calle Maese Luis, 3 en Córdoba

El primero es el patio de la calle Maese Luis, 3 (GPS N 37.882926 W 4.776480). Situado al inicio de la calle es fácil reconocerlo.

El patio interior, de tamaño pequeño y con pavimento de piedra estrilo cordobés da frescor y airea las distintas habitaciones o estancias que en él desembocan. Rodeado de cristaleras y ventanas de madera noble, disfruta de una “Cica revoluta” que atrae la atención de aquel que lo visita.

Patio de la calle Maese Luis, 4 en Córdoba

Más adelante está el patio de Maese Luis 4 (GPS N 37.882910 W 4.776312). Patio central de la casa de forma trapezoidal a la que se accede por un zaguán.

Tiene unos corredores en la planta superior, de grandes ventanales hasta el suelo, tienen barandillas de las que cuelgan macetas con multitud de flores. Tiene una bonita pila de piedra que sirve de fuente para refrescar el ambiente del verano.

Patio de la calle Maese Luis, 9 en Córdoba

El patio situado en la misma calle Maese Luis, 9 (GPS N 37.882867 W 4.775858). Presidiendo el patio se encuentra, el Arcángel San Rafael, custodio de Córdoba que podemos ver en la mayoría de los patios de la ciudad.

Destaca por las numerosas plantas que se cuidan podemos ver: orquídeas, geranios, esparragueras, palmeras, cintas azucenas y ficus, forman un patio tan abirragado.

A las 20,30 horas terminan la fiesta de los patios nos despedimos hasta el 2023 para como objetivo de vida volver.

Iglesia de san Francisco en Córdoba

Antes de terminar la tarde tenemos ocasión de ver después de la misa la iglesia de san Francisco (GPS N 37.8815626 W 4.7771327), situada calle Compás de San Francisco.

Iglesia de San Francisco de origen fernandina pero poco tiene que ver con lo que originariamente fue, la nave central ahora está cubierta por una gran bóveda de cañón con lunetos.

Retablo de la iglesia de san Francisco en Córdoba

Del exterior destacar las dos crujías que aún quedan en pié del claustro del antiguo convento. Se trata de un claustro de dos plantas, ambas se manifiestan al exterior por medio de arcos de medio punto sobre estrechas columnas de fuste liso y capitel toscano, que descansan sobre pedestales. La disposición de los arcos es de dos a uno, es decir, por cada arco de la planta baja, se disponen dos en la segunda. En lo demás, destaca por su gran austeridad, en contraste con el interior de la iglesia.

Recuerda los tiempos del monasterio la calle que nos lleva a la iglesia, es la Calle Compás de San Francisco. A este espacio se accedía por medio de la Puerta del Compás, que lo une con la Calle de la Feria. La puerta del compás fue realizada a fines del siglo XVIII, y se compone por un arco de medio punto flanqueado por dos pares de pilastras de capitel jónico sobre pedestal. Sobre el vano puede apreciarse una hornacina que en su momento albergó una imagen de “San Francisco“, hoy desaparecida. La estampa de la Iglesia de San Francisco desde esta puerta es excepcional.

Retablo de la iglesia de san Francisco en Córdoba

La fachada es muy sencilla, está rematada por un gran frontón triangular coronado por bolas de corte herreriano. La portada, de piedra, se divide en tres calles y tres cuerpos. El primero se encuentra presidido por el vano de acceso de medio punto, con pilastras sobre pedestales y decoración geométrica. El segundo cuerpo, sobre entablamento corrido, destaca por albergar en una hornacina avenerada una imagen de mármol blanco que representa a “San Fernando“, que aparece coronado y portando una espada. La portada es rematada, en su tercer cuerpo, por un vano adintelado, flanqueado por columnillas que sustentan un frontón circular partido. Destacar, para terminar, los distintos planos en los que se encuentran los diversos elementos que componen la fachada, confiriendo al conjunto de una gran plasticidad y dinamismo.

La entrada de la iglesia se cubre mediante una bóveda de aristas bajas que sostiene el coro alto, prolongado en el siglo XVIII a modo de balcón corrido hasta la cúpula ovoidea sobre el crucero que precede el altar mayor, que es la capilla absidal y poligonal en la que termina la nave. Dicha cúpula dotada de cuatro amplios ventanales se apoya sobre pechinas espléndidamente decoradas en cuyos centros figuran medallones con santos franciscanos.

Fachada de la iglesia de san Francisco en Córdoba

Los brazos de la cruz, en fecha posterior, fueron convertidos en dos capillas absidales con bóvedas y se muestran al exterior con contrafuertes escalonados del siglo XIV. Hoy el brazo de la cruz de la Epístola termina en una puerta que da a la calle de San Francisco, y la del Evangelio forma la capilla de la Vera Cruz. Sobre la nave principal, en el muro de la Epístola se abren cinco capillas y en el del Evangelio

Aquí finalizamos el día todavía nos queda coger el bus 2 y cruzarnos la ciudad hasta la puerta de Sevilla, solamente nos queda descansar. Hasta mañana!

Día 16 de mayo (lunes)
Ruta: Córdoba-Madrid

Patio san Basilio 50 en Córdoba

Hoy es nuestro cuarto día en Córdoba y estamos fuera del concurso de patios que finalizó ayer domingo. Tenemos todavía medio día para disfrutar de la vida de la ciudad de Córdoba fuera de los tradicionales patios..

Un lunes en Córdoba es un tanto triste como viajero, si quieres ver algo es imposible porque todos los museos que dependen de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento permanecen cerrados, es el día de descanso del personal.

Como las posibilidades para ocupar el tiempo son pocas salvo la visita a la Mezquita y ya la visitamos el año pasado, decidimos dejarnos llevar por sus calles para descubrir o refrescar nuevos rincones.

Como siempre accedemos al recinto amurallado por la puerta de Sevilla, en principio parece que no hay mucha gente estamos barrio del Alcázar Viejo es la parte cristiana por excelencia de la ciudad porque el monumento principal es el Alcázar de los Reyes Cristianos, fue construido en el siglo XIV por orden del rey Alfonso XI. Tiene tres calles principales paralelas: Postrera, Enmedio y San Basilio. Tomamos esta última para comenzar nuestro periplo, aprovechamos que el patio de la calle San Basilio, 50 siempre está abierto y merece una nueva visita porque en estos momentos hay muy poca gente.

Lavadero del Patio san Basilio 50 en Córdoba

En la portada hay un azulejo que nos anuncia que este patio es la sede de la Asociación de los Amigos del Patio de Córdoba. Nada más entrar nos sorprende la belleza tan especial que desprende este patio, dispone de una arquitectura única, principalmente porque están representados todos los elementos tradicionales de la Casa Patio de Vecinos de Cordoba que es muy parecido a lo que significaban las corralas en Madrid.

En su interior, destaca una escalera central que une el patio con la primera planta, tres de los cuatro lados tiene unas galerías bajo soportales, están apoyados en pilares de piedra encalados, el suelo del patio es de piedras de río del tipo cordobés. En un lateral se encuentra el pozo encalado medio cubierto de una extensa hiedra que se alarga por todo el patio, destaca el cubo de metal oxidado que seguramente ha servido para sacar el agua por medio de la maroma y el cabestrante. Un doble fregadero con una tabla de madera aseguraba las críticas a los vecinos durante los duros trabajos de las coladas diarias. De las paredes cuelgan cuadros con los ojos de la mujer cordobesa, ojos grandes y endrinos de India Brava que pintaba Julio Romero de Torres, están prácticamente tapados por “el geranio” que es el verdadero protagonista de este patio. Las macetas son azules añil que destacan aun más con las flores rojas y la luz artificial de la noche, las buganvillas disputan el espacio a los geranios. Una de las viviendas tiene en la entrada un mueble con tres cantaras de agua y sobre la pared un espejo envuelto entre varios tiestos rojos con pequeñas flores rosas, una silla de madera nos identifica la importancia de los patios y este rincón es como un patio propio interior dentro del patio general.

Después de visitar este patio podemos ver como en la calle de san Basilio todavía continúan abiertos la mayoría de sus patios del concurso para aprovechar el tirón de la publicidad, para visitarlos puedes entrar libremente a cambio de la “voluntad”.

Callejon de salmorejo en Córdoba

Continuamos andando hacia la parte más antigua y nos detenemos en el callejón del Salmorejo Cordobés, donde figura sobre una baldosa sus ingredientes. Es tanta la importancia del plato salmorejo para Córdoba y los cordobeses que, el 10 de diciembre de 2015, se inauguró la calleja del Salmorejo Cordobés (anteriormente calleja del Arco) por lo que no es una calle donde se invente el plato sino una calle para inmortalizarlo.

Mezquita de los andaluces en Córdoba

Seguimos hasta la estrecha calle de la Hoguera, ya el nombre da a entender su historia, era una calle que poca genta atravesaba pero como hoy los guías de turistas no saben donde llevarlos pues ocupa estas calles que tanto gustan y que en días normales no ves a nadie. Uno de los edificios más importantes y singular es la mezquita de los andaluces que desde el callejón ofrece una vista muy bonita con el minarete y la buganvilla.

Casa Árabe en Córdoba

Seguimos andando hasta la calle Samuel de los Santos Gener 9 donde se encuentra la casa Árabe, todos los años participa en el concurso de patio, pero hoy queremos ver su exposición de fotografía.

Casa Árabe es una antigua Casa Mudéjar, ese laberíntico conjunto de galerías, pasadizos, cuatro patios, torreón, escalinatas, arcos… Todo ello resultado de anexiones y segregaciones de inmuebles desde el XIV al XVI que fueron convento, palacio, casa de vecinos y hasta primer Museo Arqueológico de Córdoba.

Plaza de Jerónimo Páez en Córdoba

Seguimos hasta la plaza de Jerónimo Páez, es un lugar de culto donde se encuentra el Museo Arqueológico (hoy cerrado), hasta aquí los turistas no llegan y puedes disfrutar del frescor del agua y la sombra de sus palmeras.

En esta plaza, llamada antiguamente de los Paraísos, se localizaba en la época romana un teatro con una capacidad estimada en más de 10.000 espectadores, destruido por un terremoto en el siglo III. Restos de este teatro se exponen en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba, situado en esta plaza, en el antiguo Palacio de los Páez de Castillejo. En el otro extremo se Antiguo palacio de Casas Altas, popularmente conocido como Casa del Judío en recuerdo de Elie Nahmias que la adquirió, restauró y habitó durante temporadas.

Plaza de Jerónimo Páez en Córdoba

Desde aquí marchamos al parking para emprender viaje hasta Madrid y quedamos citados para el próximo año.

 

 

 

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by

Ángel López

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