INDEX

BLOG VIAJE EN FIN DE SEMANA A TOLEDO PARTE II por A. Lopez

PULSE PARA IMPRIMIR EL TEXTO

 

 
Directorio:
Otros Blogs:

Alberca

Almagro

Baeza

Cataluña

Córdoba

Cáceres

Cuenca la Mancha

Soria

Extremadura y Portugal

Burgos

Gibraltar y Marruecos

La Rioja

Campo de Criptana

Granada

Granada

Granátula de Calatrava

Herrera del Duero

Hoces del Duratón

Huesca y Lérida

Ibiza

La Vera

Mérida

Monfragüe

Plasencia

Polientes

Río Duero

Río Lobos

Sevilla

Teruel

Valencia

Zaragoza

Pueblos de Andalucía

Huesca y Lérida

VIAJE FIN DE SEMANA A TOLEDO Parte II

Día 24 de febrero (viernes)
Ruta: Madrid-Toledo

Puente de Alcantara de Toledo

Hoy inauguramos la temporada de viaje en autocaravana 2023, para esta salida nos ponemos como única condición que sea un lugar no muy lejos.

Comenzamos en la ciudad justo donde lo dejamos el año anterior, en la villa de España que ha sido elegida por las revistas especializadas en viajes como los mejores skylines nocturnos del mundo.

Desde ellos se pueden contemplar las formas de las agujas del Alcázar, el verde azulado del campanario de la Catedral, los sólidos muros de la muralla y sus puertas, el castillo de San Servando o las torres de iglesias que se levantan en la ciudad, las sombras y la majestuosidad del casco antiguo parece llevarnos en el regreso al pasado.

Todo ello es una escusa para disfrutar de la ciudad de Toledo y sus innumerables secretos que van a complementar nuestra última visita del pasado mes de noviembre.

Alcázar de noche de Toledo

Un poco antes del anochecer llegamos al parking municipal donde son bienvenidas las autocaravanas en la ciudad de Toledo, es denominado Parque Safont. Es un aparcamiento compartido, mejor situado al fondo las autocaravanas para no molestar a los turismos. Es gratuito sin ningún servicio. Las coordenadas GPS del lugar corresponden con N 39.866144 W 4.017923.

Hay otra opción de parking para autocaravanas en la ciudad de Toledo, se encuentra situado un poco más lejano (GPS N 39.8620217 W 4.0159724) , se le conoce como aparcamiento de Azarquiel. Es gratuito sin ningún tipo de servicio. En mi opinión la comunicación con el centro de la villa es más lejana, por el contrario se puede aparcar mucho mejor porque las autocaravanas lo hacen en batería.

Lo primero que hacemos es caminar en dirección al centro por la avenida de Castilla La Mancha. Allí volvemos admirar las ruinas del antiguo Convento de los Dominicos. Están situadas bajo el Mirandero antes de llegar a las escaleras mecánicas. El rey Fernando III el Santo dono la zona a la orden de los predicadores dominicos 1229 y construyeron en ella su convento y vivieron hasta 1407 fecha en que abandonaron el lugar para instalarse en San Pedro Mártir. Seguro que en otro ciudad que tendrían más presencia y estarían mejor cuidadas, pero en Toledo es un sitio de ruinas de las muchas que tiene su patrimonio.

Torre de la Catedral de Toledo

Llegamos hasta una de las construcciones más útiles de la ciudad se trata del Remonte mecánico de Safont. Hay dos remontes eléctricos muy bien diseñados. Uno por la parte norte que llega directo a la Plaza Zocodover y la otra en el costado este del Casco Histórico que es el acceso directo a la ciudad moderna, al circoromano y supermercados entre otras cosas de interés. El diseño de estas facilidades es simplemente espectacular debido a que en ningún momento rompen con la armonía arquitectónica de la ciudad milenaria.

La ciudad de Toledo destaca al estar ubicada en una colina sobre las llanuras de Castilla-La Mancha, en el destacan sus accesos que atraviesan el río Tajo, el Puente San Martín y el Puente de Alcántara. Podemos observar en su skyline el Monasterio de San Juan de los Reyes, la Iglesia de Santo Tomé, el Convento de Santo Domingo El Antiguo, la Iglesia de los Jesuitas y emergiendo del casco histórico, la catedral de Santa María de Toledo y presidiendo el skyline el Alcázar de Toledo.

Teatro Rojas de Toledo

Llegamos hasta el Alcázar de Toledo para ver su fisonomía nocturna, pero dejamos la visita para mañana porque es un edificio con tanta historia, conserva numerosas anécdotas y curiosidades.

Una de las cosas más interesantes de las noches de Toledo es adentrarse sin rumbo fijo por las estrechas y bonitas calles. Estas tienden a ser estrechas, sobre todo las de la zona del casco histórico. Este hecho dificultaba el paso de los carros de caballos para acceder a la ciudad, por lo que se les ocurrió la idea de rebajar las fachadas de los edificios a una altura aproximada entre los 60 y los 80 centímetros desde el suelo, para evitar el roce de los ejes de las ruedas de los carros, muchas de las entradas a las casas hacen lo mismo son más estrechas en la parte del suelo.

A lo largo de las calles se pueden ver algunas las cruces labradas en las piedras de las fachadas podrían hacer una reseña a que en ese lugar se habría producido una muerte con fuerza, principalmente porque las calles era lugar de citas para los duelos. Hasta el Concilio de Trento se dicto que aquellas personas que se batían en duelo, serían excomulgadas. Y es por esto por lo que, cuando alguien moría batiéndose en duelo no recibían cristiana sepultura sino que, lo habitual, es que fueran enterrados en fosas comunes. Al poner una cruz en el lugar de la muerte lo que se pretendía era que, todo aquél que pasara por allí y viera una cruz, realizara una oración por el alma de esa persona que había quedado anclada ahí, para ayudarle a hacer el tránsito hacia la otra vida.

Ayuntamiento de Toledo

Otra especialidad de la ciudad de Toledo es la colocación de trampantojos en las fachadas, es una técnica pictórica que busca suplir o completar la realidad. Engaña, simula una perspectiva o decora un espacio vacío. Una trampa para el ojo bastante común en la decoración de fachadas y elementos arquitectónicos en Toledo y que se pueden localizar en muchos lugares de la ciudad.

Portada proincipal de la Catedral de Toledo

Según cae la noche la ciudad se transforma de una forma impresionante. La iluminación artística de Toledo permite descubrir detalles imposibles de ver a la luz del día, al tiempo que representa una guía para llegar al edificio emblemático de la Catedral Primada proporciona al viajero un recuerdo imborrable de Toledo.

Decoración de la portada de la Catedral de Toledo

Una vez que sentimos frio pensamos en regresar a la autocaravana, para cenar: tenemos preparada tortilla de patata y una empanada de pisto y chistorra.

Día 25 de febrero (sábado)
Ruta: Toledo

Monumento comandante Villamartin Museo del Ejército de Toledo

El día comienza con mucha pereza son las 10,00 h cuando nos levantamos, entre una cosa y la otra salimos pasadas las 11,30 horas, verdaderamente no son las horas más saludables para un viajero.

Vamos directamente al edificio más imponente y que sobresale desde todos los puntos de Toledo, se trata del Alcázar. El acceso está situado por la calle de la Paz (GPS N 39.858909 W 4.020696), la entrada es gratuita.

Después de tanto tiempo cerrado y la conversión en Museo del Ejército, no habíamos tenido oportunidad de verlo. En realidad seguimos igual porque está nuevamente cerrado aunque se pueden ver algunas salas de la parte añadida.

Se puede ver todo el yacimiento que quedó al descubierto en los trabajos de la última rehabilitación.

Preguntamos por la exposición de lo más destacado del antiguo Museo del Ejército que estaba en Madrid, era la espada Tizona del Cid. Parece que fue mandada a la catedral de Burgos con su antiguo dueño.

Coche Eduardo Dato Museo del Ejército de Toledo

Entre los objetos que se pueden ver esta el coche donde fue asesinado Eduardo Dato. El hecho se produce en Madrid, al llegar a la plaza de la Independencia una moto con sidecar se puso a la altura del vehículo, y desde ella comenzaron a disparar. Los impactos todavía se pueden contemplar en el coche; ocho atravesaron la carrocería y cinco impactaron en el cuerpo de Eduardo Dato, quien ingresó ya cadáver en la cercana Casa de Socorro de Buenavista.

Cartel de Julio Romero de Torres en el Museo del Ejército de Toledo

Nos llama la atención un cartel de propaganda del pintor Julio Romero de Torres, nada más ver la cara de la mujer sabes quién lo pintó.

A su llegada a Madrid el pintor se vio inmerso en muchas actividades oficiales, la Comisión Organizadora —presidida por la Reina Victoria Eugenia— del festival taurino en beneficio de las víctimas del Desastre del Annual acaecido en julio de 1921, le encarga la confección del cartel anunciador de la llamada “Corrida patriótica”. Realizará el último de los carteles de fiestas que se conoce del maestro y en el se adecúa, dentro de una cierta fidelidad a su estilo, a un concepto plástico más acorde con las corrientes imperantes en la España del momento, siendo, un cartel que tratado con audacia y sobriedad de formas, se impone por la modernidad de su factura.

La composición está claramente definida en dos espacios, cuya línea de separación sólo se rompe con una decorativa peineta de sinuosas formas. En la parte superior una Dama de la Cruz Roja, semiarrodillada y de perfil, con el rostro vuelto al espectador protege con una gran bandera española —que cubre parte de su figura— el cuerpo yacente de un soldado. Bajo ellos, un amplio texto en el que se especifica el programa de la corrida: rejoneo de toros por parte de Capitanes del ejército apadrinados por Grandes de España, en segundo lugar un concierto militar con la interpretación de la Canción del Soldado y finalmente lidia de toros a cargo de Belmonte, El Gallo, Sánchez Mejías, Chicuelo, La Rosa y Granero.

Patio de Armas de Carlos V Museo del Ejército de Toledo

Afortunadamente nos dejan ver el patio de Carlos V con su magnífica escalera imperial que nos conduce a la galería superior desde donde se aprecia la magnitud del recinto.

El patio fue convertido en Patio de Armas del Alcázar de Toledo. La belleza y el equilibrio renacentista fueron los objetivos principales en su reconstrucción y para ello se demolieron los falsos techos en forma de bóveda de arista de las galerías y se realizó un artesonado de madera similar al que había originalmente. Este artesonado se compone de módulos cuadrados y cada uno de ellos presenta en sus cuatreo esquinas el Escudo Imperial de Carlos V.

Sin quererlo se nos hace la hora de la comida y pensamos que el restaurante del museo del ejército puede ser una buena oportunidad porque los militares tienen que comer bien. Los menús tienen un precio asequible en función de los segundos platos. Nosotros comemos ensalada, entrecot, con postre y bebida 22 euros.

Puerta del Sol de Toledo

Comenzamos nuestro periplo de la tarde para descubrir los secretos ocultos de Toledo. En el camino pasamos por el callejón de San José para admirar la Puerta del Sol (GPS N 39.861028 W 4.024056).

Estamos ante de las más hermosas puerta de origen árabe se puede fechar en el siglo XII, sustituyó a aquella que se encuentra más arriba y que da acceso a la medina musulmana.

En un principio albarrana (defensiva) fue reformada por los Caballeros Hospitalarios en el siglo XIV en estilo mudéjar con influencias nazaríes, pasó a ser puerta de homenaje.

Construida con los típicos materiales que utilizaban los musulmanes: sillares, mampostería y ladrillo. El vano, es de arco de herradura enmarcado en otro, sobre el que aparece un doble friso de arquería. En el siglo XVI, se añadió un relieve con el emblema de la Catedral bajo la luna y el sol (que da nombre a la puerta).

Contiene algunos elementos ajenos a su estilo, como los restos de un sarcófago paleocristiano o un pequeño busto clásico.

Iglesia de Santiago el Mayor de Toledo

Desde esta puerta podemos observar una bella imagen del río Tajo y parte de esta hermosa ciudad que nos proporciona este skyline, desde esto sobrio mirador.

Bajamos hasta la iglesia mudéjar de Santiago el mayor (GPS N 39.862007 W 4.025791), la imagen de la iglesia y del entorno nos transporta el pasado rural de Toledo que se podía admirar en el siglo XII. Desgraciadamente nos encontramos con la puerta de la iglesia cerrada y el aviso que la misa comienza a las 19,30 horas.

Nos damos media vuelta para subir por la calle Real del Arrabal y nos internamos en la parte antigua por la Puerta de Valmardón, también conocida como Bab Al Mardum o Puerta del Cristo de la Luz (GPS N 39.8609401 W 4.0244527).

El acceso se realiza por escaleras para salvar el enorme desnivel, es una de las más antiguas de la ciudad, algunos de sus restos datan del siglo IX. Es una puerta llena de encanto y bien merece la pena parar unos minutos para tomar aire y contemplarla tranquilamente.

Puerta Cristo de la Luz de Toledo

En sus inicios fue una puerta de acceso a la Medina, la zona de la ciudad musulmana donde se encontraban los principales edificios y construcciones, como la Mezquita, el Zoco o la Alcazaba.

Sin embargo, esta puerta contiene un edificio que ha tenido muchos usos a lo largo de su historia. También ha sido la cárcel de la corte, una carnicería musulmana o la vivienda del corregidor de la ciudad.

Iglesia Cristo de la Luz de Toledo

Los Reyes Católicos la cedieron a la familia Mendoza, a la que perteneció hasta el siglo XVIII. Su último uso civil fue el de acoger al Hospital de San Lázaro, tras lo cual pasó a ser una vivienda particular.

Nuestro siguiente destino es otra de las iglesias mudéjares, más bonitas e interesantes. Se trata del Cristo de la luz (GPS N 39.860552 W 4.024264). Precio entrada 3 euros.

Edificada sobre la antigua mezquita que quedó como nave de la iglesia solamente tuvieron que añadir la cabecera en ladrillo quedando muy integrada y sin dañar parte de su origen musulmán. La adaptación a iglesia supuso una importante modificación en el muro de la qibla y el muro noreste, que fue derruido para prolongar la construcción y erigir un ábside circular y un transepto. Se añadió un pórtico en la fachada principal y una torre cuadrada de 5 metros adosada al ábside, que quedó incompleta.

Cristo de la Luz de Toledo

De las diez mezquitas que llegó a tener la ciudad, es la mejor conservada. En época musulmana era un pequeño oratorio ligado a una puerta de acceso a la ciudad (Bab al-Mardum) para uso de los recién llegados a Toledo o para la preparación a la salida. Fue construida en el año 999, la época de esplendor del Califato de Córdoba, tal y como reza la franja epigráfica de su fachada de acceso.

Abside de la Iglesia Cristo de la Luz de Toledo

El ábside mudéjar característico con los arquillos y en la semiesfera los frescos del señor en los cielos que llama a su hijo colgado en el centro.

La profunda rehabilitación dejo al descubierto magníficos frescos que en las ventanas representan a los profetas. Podemos ver en el centro de ábside el Pantocrátor, Santas y restos en los paramentos superiores, hechas con una técnica al fresco en el anteábside y con una técnica a la cal en el Pantocrátor. Las decoraciones epigráficas y los restos de los zócalos los son también de la misma época y están pintadas al fresco, pero el autor es probable que fuera un artista de la zona, conocedor del arte mudéjar».

Seguimos andando hasta que llegamos a otra de las iglesias más grandes de Toledo. Se trata San Ildefonso o de los Jesuitas (GPS N 39.858160 W 4.025885) situada en la calle Alfonso X el Sabio, 2. El precio de la entrada 3 euros adultos.

Retablo Mayor de la iglesia de San Ildefonso de Toledo

Esta iglesia destaca por dos cosas. Una es el retablo mayor, dicen que todo lo que se ve es mentira. Se trata de trampantojo que nos quiere hacer creer que es un retablo de mármol. En realidad son unos frescos de los hermanos Velázquez.

Skylines desde la iglesia de San Ildefonso de Toledo

Y lo siguiente que no debes perderte es subir a sus dos torres campanarios desde donde se puede ver uno de los skylines más impresionantes de Toledo. Todo está tan a mano que parece sacado del cielo.

Torre de la Iglesia Santo Tomé de Toledo

Se nos echa encima la tarde y no queremos dejar de ver la iglesia de Santo Tomé (GPS N 39.856669 W 4.028378), situada en la plaza Pl. del Conde, 4. Precio entrada 3 euros adultos. Fue edificada sobre otra de las mezquitas musulmanas, pero está solamente deja ver pequeñas trazas de su pasado, quizás el minarete pueda ser lo más destacado.

Aquí se encuentra el cuadro más famoso de El Greco. El entierro del conde Orgaz sobre el mausoleo.

Don Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz (no era Conde, aunque popularmente se conozca así al cuadro) era uno de los nobles de Toledo. Estaba vinculado familiarmente con poderosas familias que durante los siglos XIII y XIV dirigieron los destinos de Castilla.

A su muerte el cortejo que llevaba su cuerpo de Don Gonzalo por las calles de la ciudad, cubierto por su mejor armadura, cincelada por artesanos toledanos, fue acompañado por numerosos nobles, amigos y clero regular y secular.

Detalle El entierro del conde Orgaz en la Iglesia Santo Tomé de Toledo

La leyenda indicaba que una vez que el cortejo llego el interior de la Iglesia de Santo Tomé, su lugar de entierro, los rezos ya habían terminado y se disponían a entregar el cuerpo a su sepultura cuando repentinamente todo se iluminó con una luz muy intensa que provenía de lo alto, y los allí presentes pudieron ver cómo las figuras de San Agustín y San Esteban descendieron, tomaron en sus manos el cadáver del señor de Orgaz, uno por los hombros y otro por los pies, encargándose ellos mismos de llevarlo hasta el sepulcro. Tras esta acción, con voz grave los dos santos dijeron: “Tal galardón recibe quien a Dios y a sus santos sirve”.

En estos momentos es uno de los lienzos más analizados de la pintura por los estudiosos de Bellas Artes. El cuadro representa el milagro en el que, según la tradición, san Esteban y san Agustín bajaron del Cielo para enterrar personalmente a Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de la villa de Orgaz.

Nave de la Iglesia Santo Tomé de Toledo

Entre los personajes podemos ver al hijo del pintor (de su bolsillo sale un papel con la firma del artista), y varios curas, frailes y caballeros vestidos de negro, a la moda de la época. Algunos miran la escena, otros nos miran a nosotros, y en total hay una excelente galería de personajes que componen lo que muchos consideran el mejor retrato en grupo de la historia del arte.

La iglesia la tenemos que ver tan rápido como el sacristán apagaba las luces, pero la última mirada nos ofrece la oportunidad de ver el cuadro nuevamente del Conde Orgaz sin nadie porque éramos los últimos en abandonar el edificio. Afortunadamente ya dejan fotografiar el cuadro porque años atrás estaba un vigilante para gritar que no se podía fotografiar. Por fin han tirado la toalla aunque nos han dicho que no es definitivo.

 

El entierro del conde Orgaz en la Iglesia Santo Tomé de Toledo

Todavía nos queda tiempo para tomar un café y hacer shopping por las calles comerciales con el noble arte de esperar a ver si podemos ver la asignatura pendiente.

Iglesia de Santiago el Mayor de Toledo

Antes de retiramos queremos pasar por la iglesia de Santiago el Mayor para ver el interior antes de la misa (GPS N 39.861998 W 4.025775) situada en la plaza Satiag del Arrabal, 4. La entrada es gratuita.

Retablo Mayor de la iglesia de Santiago el Mayor de Toledo

La iglesia se levanta con muros de mampostería y ladrillo con puertas enmarcadas en arcos de herradura polilobulados. Cuenta con tres ábsides semicirculares cuyos exteriores los constituyen pisos de arcos de distintos tipos (de medio punto, apuntados y polilobulados). En el interior hay símbolos árabes como la ‘mano de Fátima' o inscripciones en el techo de madera. Los arcos de las naves son góticos, igual que la bóveda del crucero es impresionante con unos arcos de ladrillo tan altos que sus parroquianos pensaban que llegaban cerca del cielo.

La nave está en penumbra hasta dos minutos antes de la misa que el sacerdote apretó el interruptor y nos permite ver un magnífico retablo.

El Retablo Mayor es de estilo plateresco, tallado por Juan de Tovar y pintado, dorado y estofado por Francisco de Espinosa entre los años 1545 y 1548. Consta de banco o pedralla, cinco calles, cuatro cuerpos y ático.

Baptisterio de la Iglesia de Santiago el Mayor de Toledo

También podemos admirar el púlpito heredado de la mezquita con magníficas yeserías que nos hace pensar en el muecín desde el alminar de la mezquita convoca en voz alta a los fieles musulmanes para que acudan a la oración. Y el magnífico baptisterio romano.

Aquí damos por concluido el cansado día luchando por las cuestas de Toledo. Para cenar disponemos de Tortilla de Patata, jamón y quesos variados.

Día 26 de febrero (domingo)
Ruta: Toledo-Madrid

Plaza de Zocodover de Toledo

El día comienza mucho antes de lo que hicimos ayer lo que nos permite salir como unos viajeros avanzados sin pensar que habíamos perdido las fuerzas del viajero.

Toledo es quizás la ciudad más monumental de España y las visitas son innumerables pudiendo elegir entre edificios históricos o bien por su estilo arquitectónico que abarca desde época romana, visigoda, musulmana, mudéjar, románica, gótico, gótico florido, renacentistas, incluso alguno barroco.

Visitar Toledo es muy sencillo porque sin grandes conocimientos te vas topando con esos rincones y monumentos simplemente dejándote llevar por sus estrechas y empinadas calles.

Nosotros estamos peleados con los autobuses urbanos de Toledo porque nunca acertamos cuál de ellos nos puede simplificar la visita, al final, siempre terminamos por las escaleras y llegando andado hasta la plaza Zocodover y desde aquí finalizamos andando.

Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda de Toledo

Lo primero que queremos visitar es Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda se encuentra en la desacralizada iglesia de San Román. Situado en la calle de San Román, s/n (GPS N 39.858390 W 4.026801). La entrada 3 euros.

Retablo del Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda de Toledo

Nada más entrar la imagen nos rememora la ermita de San Baudelio en Soria por los arcos mudéjares y sobre todo por las improntas de las paredes que indican la maravillosa decoración del edificio que en la mayoría de sus rincones han perdido la parte de los frescos para dejar al descubierto las improntas empleadas en la pintura. Este espléndido conjunto pictórico datado en el siglo XIII de origen románico con motivos de raíz islámica, hace plantearse a los especialistas la posible intervención de dos maestros o de dos estilos. Realizadas al fresco con colores planos, ofrecen representaciones figurativas y elementos decorativos, respondiendo a motivos propios de la pintura románica, tales como el Pantocrátor, Adán y Eva en el Paraíso, la Resurrección de los Muertos, los Evangelistas, Santos, y Ángeles

La planta de la iglesia es basilical de tres naves –la central más alta y ancha–, separadas por arcos de herradura califal sobre columnas de mármol de fuste romano, adosadas a pilares de ladrillo y con capiteles visigodos y mozárabes. Sobre los arcos cabalga una falsa galería y el acceso a los ábsides laterales se realiza por medio de arcos de herradura.

Tesoro de Guarrazar del Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda de Toledo

Unas de la vitrinas se dedica a mostrar El tesoro de Guarrazar es quizás uno de los puntos oscuros de nuestra arqueología y de nuestros tesoros artísticos

Parte del tesoro de Guarrazar fue hallado por casualidad. En el año 1858 hubo unas lluvias torrenciales que causaron el desmoronamiento del terreno donde estaba la iglesia del monasterio de Santa María de Sorbaces, en Guadamur, localidad distante 11 km de Toledo. Había sido ocultado en dos "cajas" revestidas de hormigón romano, que tenían una profundidad de 1,60 m y dejaban un hueco en cuadro de 0,75 m, junto al sepulcro de un presbítero llamado Crispinus. Cada uno de los depósitos tuvo un hallador distinto. Fue el primero Francisco Morales, labrador de 40 años, quien desarticuló muchas de las joyas y vendió fragmentos y componentes en viajes frecuentes a los obradores de plateros toledanos. El francés A. Herouart, profesor en Toledo y amigo de Morales, adquirió las alhajas que este aún tenía en su poder y se hizo con la tierra donde apareció el tesoro. Herouart vendió las joyas a un diamantista, José Navarro, quien recompuso algunas coronas, rescatando lo que aún no habían fundido los plateros de Toledo. En 1859 Navarro viaja a París y negocia la venta de las ocho coronas y seis cruces pendientes al Gobierno francés. La venta se publicó en varias revistas galas. El rápido eco de la noticia en España desató la intervención de la Comisión Provincial de Monumentos, primero, y la del Gobierno de la nación, después, que inició la rápida reclamación diplomática, una investigación judicial y excavaciones arqueológicas en el lugar.

Originales “Coronas votivas visigodas” en el Museo Cluny de París (Francia)

El segundo lote sufrió también continuadas mermas por ventas de su descubridor, Domingo de la Cruz. En marzo de 1861, ante la dificultad de dar salida a sus joyas, optó por obsequiar a la reina Isabel II las dos joyas que le quedaban, y entre ellas la corona de Suintila.

Hoy, tras numerosos avatares, las joyas remanentes del Tesoro de Guarrazar se conservan en tres instituciones diferentes.

Originales “Coronas votivas visigodas” en el Museo Cluny de París (Francia)

Coronas votivas del Tesoro de Guarrazar actualmente están conservadas en el Museo de Cluny en París.

El Museo de Cluny parisino guarda tres coronas, la de Sonnica, con cruz pendiente, otra decorada con arquillos y la tercera de retícula abalaustrada, una cruz colgante, la R pendiente de la corona de Recesvinto, que iniciaba su nombre, otros dos colgantes y cuatro elementos de suspensión.

Originales “Coronas votivas visigodas” en el Museo Cluny de París (Francia)

En el Museo Arqueológico Nacional de Madrid se conservan las alhajas devueltas por Francia en 1941: son las seis coronas, la de de Recesvinto, dos de lámina de oro con decoración repujada y tres de retícula abalaustrada, junto con cuatro cruces pendientes; además, existe un conjunto de elementos sueltos, venidos del Gabinete de Antigüedades de la Biblioteca Nacional, al constituirse el museo: el brazo de gran cruz, el Alfa colgante y otros fragmentos y piedras sueltas. En realidad, el llamado "brazo" son dos planchas de oro de 22 cm de anchura por 10,5 cm de altura máxima en uno de sus extremos y 5 cm en el otro. Formaban parte de una cruz patada. Las planchas forrarían un alma de madera, pero tras las idas y venidas a los plateros de Toledo, etc, la cruz quedó destruida y tan solo había sobrevivido un brazo de ella.

Frescos del Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda de Toledo

Finalmente, en el Palacio Real de Madrid aún quedan, procedentes del segundo lote, la corona del abad Teodosio, la cruz del obispo Lucecio, una esmeralda grabada, además de pedrería y colgantes desprendidos. En octubre de 1936 desaparecieron varios fragmentos y piezas. La Corona de Suintila fue robada de la Real Armería del Palacio Real en la noche del 4 de abril de 1921 y jamás se pudo seguir su rastro. También desapareció un trozo de corona de enrejado. El robo se divulgó poco, solo La Época hizo una publicación más extensa con grabados, para que sirviese de guía en la búsqueda de lo sustraído. Al parecer fueron localizados los autores del robo, pero no los objetos sustraídos.

El estudio gemológico de Juan S. Cozar y Cristina Sapalski reveló que el Tesoro de Guarrazar contiene 243 zafiros azules, cuyas características los hacen procedentes de la antigua Ceilán, hoy Sri Lanka, 3 cordieritas azules o iolitas, 14 esmeraldas, 1 aguamarina, 2 adularias o piedras de luna, 21 cuarzos amatista, 9 cuarzos hialinos, 6 calcedonias azuladas, 169 perlas, 154 piezas de nácar, 56 vidrios artificiales verdes, 26 vidrios artificiales azules, 2 pardo-anaranjados, 26 de color indefinido, 1 rojo y muchas piezas diminutas de granate piropo-almandino.

Lo que aquí podemos ver es una vitrina con copias exactas del tesoro, lo que no hace una idea de la magnitud de los originales.

Frescos del Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda de Toledo

El museo se inicio con restos arqueológicos visigodos que procedían de excavaciones antiguas de la provincia de Toledo custodiados en los fondos del Museo de Santa Cruz, así como de depósitos de la Iglesia y del Museo Arqueológico Nacional, como por ejemplo los objetos procedentes de la necrópolis de Carpio de Tajo. Igualmente con fragmentos de un credo epigráfico procedente de la Vega Baja de Toledo. Posteriormente se fueron incrementando las piezas y ahora es uno de los Museos más importantes de la época.

Real Colegio de Doncellas Nobles de Toledo

Nuestro segundo monumento es Real Colegio de Doncellas Nobles, se encuentra en la plaza Cardenal Siliceo, 1 (GPS N 39.858717 W 4.029334). Entrada 3 euros adultos.

Real Colegio de Doncellas Nobles de Toledo

Fue fundado Cardenal Silíceo que con una idea revolucionaria por el nuevo concepto que acercó a las clases inferiores la más alta distinción educativa. La condición que puso este cardenal es que en su interior en exclusiva solamente podía ser enterrado él. Lo que se cumplió. El imponente sepulcro que hoy guarda sus restos es único en Toledo.

El copatronazgo del rey Felipe II, que aún se conserva hoy en la figura del rey Felipe V, le facilitó el convertirse en uno de los mejores colegios de Europa.

Completan la visita el claustro cerrado de sus cuatro galerías que le hace muy confortable con la idea de colegio, pero un poco frio.

En el frente el gran salón que nos muestra el cuadro del Cardenal Silício vestido con el traje de purpura cardenalicio. Y dos estupendos tapices de Flandes hace del conjunto de una memorable sobriedad.

Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo

El tercer destino es el Monasterio de San Juan de los Reyes, se encuentra situado en la calle de los Reyes Católicos, 17 (GPS N 39.858114 W 4.031776). Entrada 3 euros adultos.

Decoración del Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo

Entramos por la parte posterior y lo primero que vemos es el claustro bajo, nos parece que estemos ante el de los Jerónimos de Lisboa, salvando las distancias y quitando los cordeles.

El Claustro bajo está pensado como continuación del templo, por lo que no es de extrañar que coincidan bóvedas, ventanales y profusión de esculturas. La composición rítmica y repetitiva de los motivos compite con una desconcertante riqueza decorativa de la naturaleza, a la que evoca con gran sentido realista, más la ornamentación no repetida de sus archivoltas, consigue un efecto tal de luces y sombras, propio del gótico, que realmente nos impresiona.

La escalera nos conduce al Claustro alto es típicamente española, Fernando Marías la adjudica a Egas, dada la semejanza que tiene con la escalera del Hospital del Cardenal Mendoza en Toledo y otras en la geografía española. En cuanto a la ornamentación, todos los autores la atribuyen a Alonso de Covarrubias, a quien estaban encomendadas entonces las obras del Alcázar. Su estilo es plateresco, con una cúpula rebajada, dividida en fajas y casetones que ostentan florones tallados en piedra, cuyos recuadros van disminuyendo conforme se acercan en la perspectiva al rosetón que sirve de clave.

Claustro del Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo

Una puerta nos conduce a la iglesia donde destaca el retablo del presbiterio, el original desapareció víctima de la guerra napoleónica. El actual proviene, desde el siglo pasado, del Hospital de Santa Cruz de Toledo, fundado por don Pedro González de Mendoza, Cardenal de la Santa Cruz de Jerusalén.

Los muros interiores del transepto se presenta la más exuberante decoración del templo a base de potentes y grandiosos motivos heráldicos entre los que destacan los repetidos escudos de los Reyes Católicos (anteriores a la toma del Reino de Granada), acogidos por águilas nimbadas de San Juan más parejas de leones a los pies. No podían faltar los símbolos eternos del yugo y las flechas.

San Juan de los Reyes se convierte en un edificio de gran valor simbólico para Isabel y Fernando que lo eligen inicialmente como panteón regio, aunque finalmente fueron enterrados en Granada.

Retablo mayor del Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo

Seguimos hasta el final de la calle del Ángel, junto a la Escuela de Artes y el Monasterio de San Juan de los Reyes (GPS N 39.857598, W 4.030789), se halla una reconstrucción de lo que fue entonces un antiguo arquillo judío que unía el barrio de la “Al-Aqaba”, el arrabal más grande de los judíos, con la Judería Mayor. En el año 1391 los cristianos asaltaron y saquearon la judería, después de forzar puertas como ésta que se cerraban de noche.

Arco judio de Toledo

Los primeros documentos que nos informan acerca de la judería- el arrabal de los judíos-son del siglo XII.

Los judíos en aquella época sentían preferencia por la vida urbana. Las juderías llegaron a gozar de un alto grado de independencia, como verdaderas ciudades dentro de otra ciudad.

Barrio judío de Toledo

Toda la zona meridional de Toledo, desde la pendiente que baja hacia el Tajo, era aljama, ciudad de los judíos.

La judería se localizaba inicialmente en la iglesia de San Martín, desde donde se fue ampliando hacia las de Santo Tomé y San Román.

La judería se extendía, intra-muros, desde la Puerta del Cambrón y lo que hoy es el Monasterio San Juan de los Reyes hasta los Altos de Montichel (la actual alameda de San Cristóbal) y Carreras de San Sebastián, teniendo como eje la actual calle del Ángel, que era una especie de calle mayor de la judería, y como límites las del Colegio de Doncellas, de San Pedro Mártir y del Salvador.

El núcleo central de la judería estaba en lo que ahora se llama plaza de Barrio Nuevo (nombre que se dio a todo el conjunto cuando dejó de ser barrio judío) y sus alrededores. Es posible que en la plaza hubiera un mercado.

Los hebreos más ricos se concentraban en torno a la parroquia de Santo Tomé, por las calles inmediatas a la del Ángel. Más allá estaban las calles mercantiles del Alcaná, cerca de la catedral.

Barrio judío de Toledo

De algún modo, puede considerarse que Toledo contó con dos juderías: La residencial, más cerrada en sí misma (la Aljama propiamente dicha), y la Alcaná, mucho más pequeña que la judería principal y de carácter comercial, que albergaba la mayor parte de los negocios de los judíos y en la que convivían judíos y cristianos.

En 1290 el padrón de Huete recoge que la judería de Toledo contaba con alrededor de 5.000 habitantes, siendo por tanto la más poblada de Castilla.

El siglo XIV fue el tiempo de mayor extensión de la judería toledana. Se ha calculado que los judíos llegaron a ocupar una décima parte de la ciudad amurallada, hacia el Suroeste. Conforme fue creciendo, su límite interior fue siendo establecido por sucesivos adarves. Éstos no cerraban completamente la judería, sino que marcaban la delimitación con los barrios cristianos.

Los primeros adarves fueron más defensivos que coercitivos. Sólo en 1480 se impuso legalmente la separación del barrio judío.

Mujer judía de Toledo

La judería comprendía diferentes barrios poco deslindados entre sí. Correspondían a los sucesivos períodos de crecimiento desde el núcleo inicial, y también a la diversidad social de la comunidad judía, y a su idiosincrasia organizativa.

Por adarves se entendía tanto las murallas exteriores como los muros interiores y también los callejones sin salida que se abrían en éstos delimitando recintos de viviendas. En los adarves se abrían portillos.

Las juderías se estructuraron igualmente mediante un entramado laberíntico de muros y callejas cerradas por puertas, travesías estrechas e irregulares y pasajes radiales que comunicaban los diferentes recintos.

La hora de la comida se nos echa encima y tememos no poder comer porque todo está abarrotado. Llegamos a la plaza del Barrio Nuevo donde se encuentra el restaurante La Marmita de Toledo (GPS N 39.8567094 W 4.0308609). Lo cito para que no vayas bajo ningún concepto. La comida bien pero el servicio una autentico calamidad, entramos pasado las 14,00 horas y terminamos dos horas después. Un verdadero desastre.

Sinagoga de Santa María La Blanca de Toledo

Nuestra última visita se centra en la antigua Sinagoga de Santa María La Blanca, se encuentra situada en la calle de los Reyes Católicos, 4 (GPS N 39.8569527 W 4.030903). La entrada 3 euros adultos.

Sinagoga de Santa María La Blanca de Toledo

Lo primero que nos llama la atención es que como en todas las sinagogas la fachada parece no existir o quizás pasa totalmente desapercibida porque lo importante está en su interior.

Lo segundo que nos llama la atención es la luz y lo blanco de sus paredes que desprende una pureza especial que se refleja en el misticismo del lugar.

Se trata de una construcción mudéjar, creada por canteros musulmanes. Sus elementos de arquitectura incluyen paredes blancas y lisas, hechas de ladrillo, arcos de herradura y pilares octogonales, decoración geométrica en los frisos y vegetal en los capiteles de los pilares. Todas estas características y la distribución de los espacios, con sus naves formadas por la sucesión de arcos de herradura soportados por pilares, tienden a recordar la tipología propia de una mezquita. La articulación interior y estilo morisco de Santa María la Blanca han servido de modelo para importantes sinagogas europeas y americanas del siglo XIX.

Río Tajo panorámica de Toledo

Aquí damos por finalizada la visita a Toledo y nos prometemos darnos lo antes posible una tercera oportunidad para poder ver muchas de las cosas que hemos pasado por alto.

-FIN-

 

 

by

Ángel López

© Fotografías y textos son propiedad:

www.viajeuniversal.com

   
PULSE PARA IR AL COMIENZO